"¿Lo ves, Obyron? Ya llegan los separatistas, intentando atacarme por el flanco igual que hicieron en la Cuarta Batalla de Vyndakh. ¿Y se creen que por pintarse el cuerpo de verde y rugir como salvajes el resultado será diferente que aquella vez? No me lo explico. Prepara a mis legiones. Pronto otra gloriosa victoria será nuestra."
Zahndrekh es un Némesor y Líder Supremo Necrón de la Dinastía Sautekh que gobierna en el mundo corona de Gidrim.
Historia[]
Hubo un tiempo en que el Némesor Zahndrekh se contaba entre los más grandes generales de todas las Dinastías. Gracias a sus campañas de conquista, el mundo de Gidrim pasó de ser un pequeño e insignificante planeta en los límites de la galaxia a ser el centro neurálgico de un gobierno que dominaba una docena de sistemas estelares. Incluso ahora que Gidrim ha sido absorbido por la Dinastía Sautekh, Zahndrekh sigue siendo considerado un héroe muy poderoso. Desde luego es una reputación bien merecida, pues Gidrim es uno de los mundos corona más expansionistas que se han despertado recientemente, y los ejércitos de Zahndrekh representan un peligro constante para la Franja Este de la galaxia.
No obstante, pese a todo su genio militar Zahndrekh no es capaz de ver la realidad tal y como es. Su mente sufrió graves daños durante el Gran Letargo, y como consecuencia de aquello está atrapada en el pasado, concretamente en las Guerras de Secesión que hicieron estragos entre las Dinastías de su sector de la galaxia. En su mente, Zahndrekh sigue luchando en esas campañas como si aún fuera una criatura de carne y hueso, sino huestes de sus congéneres que combaten con el objetivo de aniquilar a sus tan queridas Dinastías. Debido a esto, Zahndrekh es uno de los pocos Líderes Supremos Necrones que emplean los protocolos de guerra honorable contra todos sus oponentes, pues donde otros ven a enemigos alienígenas, él únicamente ve Necrontyr. Zahndrekh desdeña el uso de Omnicidas, Espectros Canópticos asesinos y otras estrategias prohibidas por los códigos de batalla (sus subordinados, por el contrario, no tienen tantos reparos en recurrir a ellas). Siempre que le resulta posible, Zahndrekh se asegura de que los comandantes enemigos sean capturados vivos y tratados como prisioneros honorables, lo cual a menudo es recibido con una mezcla de consternación y ofensa en la Corte Real de Zahndrekh.
De hecho, a muchos Líderes de la Corte Real de Zahndrekh les encantaría ver al viejo general desalojado del poder, pues creen que su estado alucinatorio no compensa sus dotes estratégicas. No obstante, y como correspondería a cualquier personaje en su situación, Zahndrekh ha establecido toda una serie de formidables defensas contra su regicidio. Su sepulcro personal está lleno de trampas, su guardia personal consta de tres legiones enteras de Necroguardias, e incluso utiliza a toda una corte de catadores (pese a que hace años que no prueba bocado). Pero además de todo eso, Zahndrekh tiene otro método de defensa aún más importante: su ayudante y protector personal, el Vargard Obyron.
Obyron ya había estado al servicio de Zahndrekh en la primera campaña de este (una indecorosa aunque tremendamente exitosa serie de escaramuzas en los pantanos de Yama) y desde entonces ha permanecido siempre a su lado, tanto en el campo de batalla como fuera de él. A diferencia de su maestro, Obyron es muy consciente de quiénes son los enemigos a los que se enfrenta, pero hace ya mucho que abandonó cualquier intento de hacer que Zahndrekh despierte a la realidad: cualquiera que sea el daño sufrido por la mente de su maestro, es demasiado profundo como para repararlo. Así pues, como haría cualquier sirviente fiel, Obyron se limita a tratar de unir todos los cabos sueltos creados por las excentricidades de Zahndrekh, como por ejemplo encargarse de que los "honorables prisioneros de guerra" resulten "muertos mientras trataban de escapar", y que los Líderes de la Corte Real que podrían tener algo contra su señor sean sutilmente silenciados o liquidados.
El instinto de Obyron para la política está tan afinado como el de Zahndrekh para la batalla. Es prácticamente imposible que ningún plan conspirativo madure en Gidrim sin que Obyron se entere de ello, y en cuanto lo haga moverá todos los hilos necesarios para asegurarse de desactivarlo. El método exacto que utilice para ello dependerá en gran medida de lo que Obyron considere que puede tener mayor impacto. Por ejemplo, el juicio público mediante duelo es uno de sus sistemas favoritos (y más teniendo en cuenta la pericia de Obyron con las armas de combate cuerpo a cuerpo, que ya era legendaria antes de la Biotransferencia, y que apenas ha menguado en los milenios transcurridos desde entonces). A veces, sin embargo, Obyron cree que el terror psicológico que causará la desaparición silenciosa de los conpisradores en cuestión puede ser más impactante. Obyron ha demostrado centenares de veces su supremacía en este campo, pese a lo cual cada pocas décadas aparece un nuevo noble lo bastante insensato como para tratar de derrocar al Líder Supremo de Gidrim (el cual está más que encantado de dejar a Obyron solucionar el problema). En muchos otros mundos, Necrones o no, un personaje como Obyron sería considerado el verdadero poder detrás del trono, pero la realidad es que su lealtad hacia Zahndrekh es total y absoluta, sin la menor doblez. Obyron no busca otra recompensa que servir a su señor, y no tiene ningún deseo de gobernar a través de él.
En campaña, Zahndrekh y Obyron han demostrado ser una combinación casi imbatible. Zahndrekh rara vez se rebaja a entrar en el combate personal, prefiriendo mantenerse en retaguardia sacando partido a toda la astucia estratégica que milagrosamente ha permanecido intacta en su maltrecha memoria. Bajo su intensa mirada, los ejércitos Necrones de Gidrim reaccionan de manera instantánea para contrarrestar todos los movimientos enemigos, siendo capaces de cambiar entre una actitud agresiva y defensiva en apenas instantes. Con unas pocas palabras de mando cuidadosamente elegidas, las tropas enemigas pueden ser aisladas y aplastadas, sus oleadas de asalto dispersadas, y sus posiciones de artillería de apoyo arrasadas por completo. La capacidad de Zahndrekh para leer lo que ocurre en el campo de batalla es tan perfecta que incluso los más experimentados veteranos enemigos a menudo parecen meros reclutas novatos, cuyas tácticas y habilidades son previstas y neutralizadas una y otra vez. Obyron por su parte suele luchar en primera línea, blandiendo su dáculus con la precisión que cabría esperar de un guerrero que cuenta sus campañas por miles. De todos modos, sin importar a qué distancia esté luchando, Obyron siempre mantiene a Zahndrekh vigilado, pues sus responsabilidades como guardia personal sobrepasan de largo cualquier otra consideración. En cuanto Obyron detecte que Zahndrekh está amenazado, volverá de inmediato a su lado.
Zahndrekh tiene suerte de que Obyron se muestre tan entregado a la causa, pues son muy pocos los Líderes de Gidrim dispuestos a luchar al lado de su Némesor. Algunos sencillamente no toleran las constantes referencias de Zahndrekh a batallas que se libraron mucho tiempo atrás, por mucho que dichas reflexiones puedan resultar relevantes para la campaña militar en curso. A otros les resulta desagradable estar cerca de él, pues su maltrecha mente les recuerda constantemente que ellos podrían acabar corriendo esa misma suerte en caso de que la necesidad les hiciese entrar de nuevo en estasis. De hecho, ninguno de ellos parece darse cuenta de que sus mentes ya están irremisiblemente dañadas, de que son tan ciegos a sus propias idiosincrasias como lo pueda ser Zahndrekh.
Dice mucho de las habilidades de Zahndrekh, aunque quizás sean más las de Obyron, que a pesar de lo peculiar de sus tácticas y su estricta adhesión a los antiguos códigos de honor de los Triarcas, sigue siendo uno de los mejores generales de Imotekh. Unidos, Zahndrekh y Obyron forman un baluarte contra las hordas de desorden que invadirían la Dinastía Sautekh.
Campañas notables[]
"Es una fuente constante de consternación que mis enemigos no puedan relacionar su innata inferioridad con su inevitable derrota. Parece que la estupidez es tan eterna como lo es la guerra."
- —Némesor Zahndrekh
- Escape de Cano'var (813.M41) - Por orden del Némesor Zahndrekh el ejército Necrón de Gidrim invadió el planeta Tau de Cano'var, derrotando las defensas planetarias tras dos semanas de campaña estándar. Sin embargo la victoria Necrona fue efímera. Media Compañía de Cicatrices Blancas, dirigidos por Kor'sarro Khan, llegó a Cano'var para llevar a cabo una acción punitiva, ahora ya irrelevante, contra los anteriores habitantes Tau. Una andanada aplastante de fuego gauss destruyó las Thunderhawks de los Cicatrices Blancas momentos después de que aterrizaran, obligando al Khan y a sus Hermanos de Batalla a luchar en una audaz serie de batallas relámpago, desgraciadamente condenadas al fracaso. Casi la totalidad de los Cicatrices Blancas fueron asesinados en la Meseta de Uzme, pero Zahndrekh ordenó que Kor'sarro Khan fuera perdonado y encarcelado. Así comenzó para el Khan un período peculiar de cautiverio bajo la superficie de Cano'var. Zahndrekh lo trató con honor, aunque los demás Líderes Necrones parecían no reconocer su presencia. Durante un extraño festín, en el que se sirvió comida que después no sería ingerida a Zahndrekh y su Corte, el Khan se enteró que no era más que uno de una docena de prisioneros. Ya que el deseo de libertad era más importante que cualquier otro resentimiento o rivalidad, el Khan y otros cautivos conspiraron para escapar. Los Necrones fueron lentos en reaccionar y así la fuga fue bien al principio. Sólo cuando el Vargard Obyron tomó el mando las cosas se torcieron para los fugitivos. Varios de los prófugos cayeron ante el dáculus de Obyron, dejando solamente capaces de combatir a Kor'sarro Khan y a un Explorador Eldar, de nombre Illic Lanzanocturna, quien pronto recibió un golpe que lo lanzó lejos de la lucha. La batalla degeneró entonces a un duelo realizado sobre cuerpos sangrantes y máquinas rotas. La espada del Khan era más rápida, guiada por una furia desesperada, pero el inmortal cuerpo mecánico de Obyron reparaba cualquier daño en poco tiempo. Poco a poco, al Khan comenzaron a fallarle las fuerzas, y el dáculus de Obyron comenzó a acercase, arrollador, amenazando con impactar en el siguiente golpe. Finalmente uno de los golpes de Vargard fue demasiado rápido como para que el Khan lograra esquivarlo, el dáculus cortó a través de su armadura e hirió sus carnes profundamente. Antes de que Obyron pudiera acabar con su enemigo, se produjo una intervención procedente de una fuente inesperada. Sin que ninguno de los combatientes lo supiera, Zahndrekh había estado contemplando desde lejos el combate e, impresionado por la habilidad y valentía del Khan, ordenó a Obyron que se hiciera a un lado y le dejara irse. Arrastrando al lisiado Lanzanocturna detrás, el Khan finalmente logró escapar hasta la superficie, hallando en el proceso una nave Tau aún operativa con la que dejaron atrás Cano'var. Poco tiempo después los caminos del Khan y Lanzanocturna se separaron, yendo el Eldar a su Mundo Astronave y regresando el Cicatriz Blanca a Chogoris. Poco después del regreso del Khan a su Capítulo y planeta, los nombres del Némesor Zahndrekh y del Vargard Obyron fueron añadidos a los Rollos de Venganza, para que sus nombres constaran como posibles presas para la próxima Gran Cacería del Capítulo de los Cicatrices Blancas.
- Conquista de Uttu Prime (M41) - La Conquista de Uttu Prime fue una campaña militar dirigida por el Némesor Zahndrekh contra el mundo imperial de Uttu Prime, en el sector Vidar, a finales del M41. A pesar de la intervención de una fuerza de los Puños Imperiales, el mundo cayó en manos de los Necrones y fue integrado en el dominio personal de Zahndrekh dentro de la Dinastía Sautekh.
Citas[]
"¡Otra buena victoria sobre los carnosos y desordenados, Obyron! Me resulta extraño que los generales enemigos consideraran oportuno perder tantas bestias salvajes en el campo de batalla. Sus supuestas llamadas tácticas se están volviendo más desesperadas y bárbaras. Mientras permanezcamos de pie, viejo amigo, ninguna de ellas les servirá. ¡Adelante!"
- —Némesor Zahndrekh a Vargard Obyron , tras la derrota de la flota Tiránida escindida Mawgawr.
Armamento[]
El Némesor Zahndrekh va armado con un alterador fásico y un báculo de luz.
Miniatura[]
Fuentes[]
- Codex: Necrones (Ediciones 5ª, 7ª y 8ª).