"Nave no identificada, está invadiendo los territorios de un mundo fortaleza. Transmita sus códigos de acreditación inmediatamente o abriremos fuego."
- —Transmisión final recibida por el Vash’ya Skether’qan Ol'eldi
Wrath es un mundo fortaleza imperial situado en el Saliente Canis de la Franja Este.
Mientras que el mundo fortaleza de Spite redirige las fuerzas del Saliente Canis hacia el frente, Wrath protege los mundos ya reclamados y vigila que no surja la traición, la sedición o el azote de la xenofilia.
Datos planetarios[]
- Grado de diezmo: Solutio Prima.
- Notación especial: Centro de mando secundario del Saliente y a la vez centro de seguridad interno primario del mismo Saliente Canis.
- Geografía: El 85% de la superficie está cubierta de agua, con una extensa cadena de islas ecuatoriales actualmente ocupada por el Imperio. El agua de Wrath tiene un contenido mineral extremadamente alto y no se considera apto para el consumo por humanos sin antes pasar por un proceso de purificación y filtración.
- Tipo de gobierno: Comandante designado por el Departamento Munitorum.
- Comandante Imperial: Castellano Regente Hallin Tarnassus III.
- Información militar: El 65% de la población de Wrath está involucrado en acciones de naturaleza militar o en apoyo de operaciones militares. Las fuerzas armadas reales (sin contar al personal de apoyo) comprenden el 29% de la población, y consiste principalmente en miembros de la Guardia Imperial y del Adeptus Arbites.
- Comercio / Economía: Wrath no realiza exportaciones de ningún tipo, y requiere elevados suministros en términos de municiones y comida. Wrath alberga el corazón de los Ojos de la Ira, un sistema de vigilancia multiplanetario a escala colosal que cubre muchos de los mundos imperiales en el Saliente Canis.
Descripción[]
Wrath supervisa problemas de seguridad y defensa en todo el Saliente y su vigilancia se extiende sobre docenas de mundos gracias a la sofisticación arcana de los Ojos de la Ira, una red de vigilancia formada por los enlaces mentales de astrópatas sancionados cuyos pensamientos están triplemente cifrados por los códigos más complejos que el Adeptus Astra Telepathica es capaz de formular. Se trata de un mundo conflictivo ya que su primitiva población aún no está del todo pacificada.
El planeta no está totalmente fortificado como Hethgard o plantea una defensa unida como Karlack sino que está cubierto de innumerables estructuras fortificadas de tamaño más reducido que albergan distintas facetas del gobierno imperial, y se defienden no solo de las agresiones alienígenas sino también de las acciones de grupos recidivistas. La dispersión de fortalezas ha dado lugar a una mentalidad aislacionista entre los distintos adeptos de Wrath, con cada organización trabajando aislada de las otras que sirven a Terra, en el interior de gruesos muros a prueba de explosiones. El Lord Comandante Sebiascor Ebongrave alienta este sentido de desconfianza y paranoia, ya que considera que es un estado mental vital para combatir a los insidiosos T'au.
Población nativa[]
La población nativa de Wrath es una rama tecnológicamente regresiva de la humanidad y bastante agresiva a causa de los largos milenios de confinamiento en un mundo pobre en recursos. Los registros indican que Wrath nunca ha sido particularmente favorecido por el Imperio incluso durante los días de la Brecha Jericho.
La gente de Wrath es alta, morena y de complexión fuerte, dentro de los cánones humanos y bien adaptada a las condiciones planetarias, con una alta tolerancia al contenido mineral de las aguas del orbe, algo que causa enfermedades y reacciones alérgicas en humanos no nativos. La falta general de recursos y la escasez de tierra cultivable ha dado como resultado un beligerante estilo de vida nómada basado en barcos oceánicos capaces de soportar todo un clan.
El asentamiento imperial ha cambiado poco; los nativos consideran a los extraños como ladrones que quieren llevarse lo poco valioso de la tierra y actúan contra las autoridades imperiales siempre que pueden. El contacto con el Imperio T'au antes de la llegada de la Cruzada de Achilus ha dado lugar a la aparición de pequeños grupos de simpatizantes de xenos, aunque la mayoría de los nativos consideran que los T'au son forasteros tan indeseables como el Imperio.
Sin embargo, lo que sí es preocupante es la creciente tendencia de los nativos a profesar una antigua religión centrada en los dioses del lejano reino de Aithess, cuyo reino puede verse como la fulminante estrella carmesí que gobierna la noche, en lugar de aceptar el Credo Imperial. Los análisis de la Orden Diálogus sugiere que Aithess puede ser una mutación del término "Hadex", en referencia a la anomalía que arruina el corazón de la Brecha Jericho, lo que lleva a algunas conclusiones desagradables sobre la religión indígena de Wrath que no puede repetirse aquí.
La población nativa de Wrath vive en las orillas de las numerosas islas que forman las únicas masas terrestres del orbe y vagan por el vasto océano en barcos primitivos. Consideran que su mundo se encuentra subyugado por la voluntad de un lejano emperador y, conservando un feroz sentido de independencia, esta gente sigue luchando contra el imperio allí donde puede.
Historia[]
Wrath nunca fue considerado como un mundo particularmente significativo durante los inicios del Sector Jericho y fue ignorado en gran medida durante la mayor parte de la Era de las Sombras antes de la llegada de los primeros emisarios de los T'au. Estos visitantes ofrecieron a la gente de Wrath la oportunidad para unirse a otros de su clase, navegar el mar de estrellas y regresar a la gloria y al poder pasados que una vez poseyeron. Esto se ha conocido a partir de testimonios e interrogatorios realizados poco después de la conquista imperial del planeta ya que apenas existe más información sobre los hechos.
La Operación Hammerfall logró la conquista inicial de muchos de los mundos que conforman el actual Saliente Canis, incluido Wrath. Con varias compañías de Marines Espaciales a la cabeza, las fuerzas de la cruzada se estrellaron contra los planetas Argoth, Rheelas y Kaggeran simultáneamente, sometiendo a poblaciones y gobiernos a las pocas horas de descender sobre ellos. Al no encontrar evidencias de presencia T'au en cualquiera de esos mundos, el Lord Comandante Ebongrave ordenó la siguiente etapa del avance: el planeta Wrath. Ubicado a poca distancia de una importante ruta disforme que conducía hacia mundos conocidos por haber caído en manos de los T'au, Wrath fue designado por el Lord Militante Achilus como un posible y futuro mundo fortaleza en la fase de planificación de la Cruzada por lo que se convirtió en un objetivo obvio para el Imperio.
Aparentemente, el Imperio T'au había llegado a una conclusión similar, y había colocado elementos de su flota y fuerzas terrestres dentro del sistema, ocultando su presencia con avanzada tecnología para poder emboscar a los cruzados. Cuando los transportes del grupo de batalla llegaron a la órbita de Wrath los T'au atacaron, paralizando media docena de naves antes de que la Armada Imperial pudiera responder. Solo la rápida respuesta de la 2ª y 3ª Compañía del Capítulo de los Hijos Oscuros, que acompañaban al grupo de batalla, evitó la destrucción total de las fuerzas imperiales sobre Wrath, permitiendo a la Guardia Imperial y a las fuerzas del Adeptus Astartes descender sobre el planeta y lidiar con las fuerzas de la Casta del Fuego T'au en la superficie. La guerra terrestre fue rápida y brutal, con las fuerzas xenos continuamente en movimiento de isla en isla para eludir a los Astartes que avanzaban rápidamente y a la Guardia Imperial que los seguía detrás. Tras dieciocho días de combates casi continuos, los T'au se retiraron por completo retrocediendo hacia planetas más seguros.
Mientras se discutía sobre el siguiente paso de las fuerzas de la cruzada, los arquitectos e ingenieros descendieron sobre Wrath para comenzar su fortificación mientras que la Guardia Imperial pacificaba a la agresiva y resistente población nativa y los Hijos Oscuros partían hacia nuevas zonas de guerra. En una sola década se construyó una verdadera ciudad de estructuras a lo largo del archipiélago ecuatorial de Wrath y un ejército de adeptos había llegado para ocupar su lugar dentro del nuevo mundo fortaleza de la Brecha Jericho. Desde entonces poco ha cambiado en Wrath. A lo largo de los años se han producido acciones insurgentes contra el Imperio de forma intermitente, algunos ataques T'au para probar las defensas imperiales y cierta variedad de asaltantes itinerantes, pero ningún enemigo ha pisado Wrath del mismo modo de como estaba cuando el Imperio lo reclamó por primera vez.
Ubicaciones clave[]
Existen varios lugares importantes en Wrath, que van desde representaciones manifiestas del monolítico gobierno imperial hasta lugares destinados a propósitos más clandestinos.
Bastión Ocularis[]
Siendo una aguja de casi un kilómetro de altura, el Bastión Ocularis es una de las estructuras más altas de Wrath y una de las más significativas. El Bastión sirve a dos propósitos distintos pero interrelacionados entre sí. El primero es que se trata de la capital administrativa y militar de Wrath, hogar del Comandante Imperial y centro de mando de la guarnición planetaria. Y el segundo propósito, y que ocupa la mayor parte del espacio interno de la aguja, es que se trata del corazón de los Ojos de la Ira.
Cámaras colosales repletas de cogitadores y dispositivos de datos atendidas por miles de lexmecánicos y decenas de miles de escribas y ordenanzas, llenan gran parte de los niveles superiores del Bastión Ocularis, vinculados a redes de vox, cámaras, rastreadores y cualquier otra forma concebible de dispositivos de vigilancia, y con un suministro constante de miles de testimonios personales, informes de misiones y registros de interrogatorios reunidos todos los días por las patrullas de arbitradores del planeta. Sobre estos niveles se encuentran cámara tras cámara de psíquicos sancionados y astrópatas reunidos para realizar la vital tarea de enviar y recibir esta colosal cantidad de datos recopilados hacia y desde cualquier otro planeta que se encuentre bajo la mirada de los Ojos de la Ira.
El acceso al Bastión Ocularis está muy restringido: los visitantes están sujetos a interrogatorios e intensivas pruebas de pureza antes de que puedan acceder más allá del nivel del suelo de la aguja, y el personal permanente está sujeto a un escrutinio continuo y a rutinarias pruebas aún más intensas que las impuestas al resto de la población de Wrath para garantizar la absoluta lealtad y pureza de quienes trabajan en este lugar tan vital y sensible de las instalaciones.
El Bastión Ocularis, como signo de la autoridad imperial en Wrath, es un objetivo obvio para ataques terroristas y protestas sediciosas, habiéndose producido numerosos intentos para dañar, interferir o interrumpir el Bastión o sus operaciones en las tres décadas de su existencia. Las represalias contra estos crímenes son rápidas y universalmente despiadadas y sus responsables solo sobreviven el tiempo suficiente para ser interrogados completamente por el Adeptus Arbites, la Inquisición, o a veces por ambos.
Officio Redigire[]
Situado en un pequeño edificio sin pretensiones bajo la larga sombra del Bastión Ocularis, aparentemente el Officio Redigire es una oficina menor del Administratum. Oficialmente es responsable de la supervisión de ciertos asuntos doctrinales dentro del Saliente que se consideran demasiado oscuros o demasiado complejos para que nadie que no sea del Administratum se preocupe, pero que otorga acceso a una cantidad sorprendente de información.
En verdad, el Officio Redigire es una tapadera para la Inquisición, y aunque algunas personas en los niveles superiores de la cadena de mando del Saliente Canis lo sospechan, la prueba real de ello es imposible de encontrar bajo las montañas de burocracia y legislación oficial que rodea al Officio y su función. Los rumores de la propia Inquisición sugieren que el Officio está tan infiltrado que incluso el escriba de más bajo nivel tiene lazos con los santos Ordos. Sea cual fuere el caso este departamento, secundario pero notablemente influyente, es una fachada para actividades inquisitoriales como otras similares que existen en el Sector Calixis o en el resto de la Brecha Jericho.
Dirigido por el Prefecto Primus Hannis Durander, el edificio del Officio Redigire en Wrath sirve como refugio, prisión y puesto de escucha para Inquisidores de paso. El interior del edificio no aparenta ser nada más que lo que dice ser, pero existen pasajes ocultos y bóvedas subterráneas que conducen a salas de interrogatorio, cámaras de estasis e incluso un sustancial escondite de armas, que se ha ampliado para contener pequeñas cantidades de equipo de los Vigías de la Muerte por solicitud directa del Señor Vigía. El acceso al edificio se realiza a través de una entrada pública, la cual se encuentra custodiada por agentes inquisitoriales disfrazados como miembros de la fuerza de defensa planetaria de Wrath, o a través de un Teleportarium subterráneo, construido hace décadas por tecnosacerdotes afiliados a la Inquisición, para permitir una entrada invisible a las instalaciones desde cualquier parte del planeta o cualquier nave espacial en órbita. El Teleportarium, por razones obvias, es el principal método de entrada para hermanos de batalla de los Vigías de la Muerte, ya que entrar a pie en una instalación del Administratum llamaría una atención no deseada tanto para el Officio Redigire como para los mismos Vigías de la Muerte.
El Flotador[]
En lugar de ser una sola ubicación, el Flotador es el nombre común dado a los asentamientos tipo gueto que existen en las orillas de las islas sobre las cuales el Imperio ha construido sus fortalezas. Se trata de barcos y toscas plataformas flotantes unidas entre sí. Estos barrios marginales son el hogar de la mayoría de la población nativa de Wrath, y son menospreciados por la fuerza de defensa planetaria local, el Adeptus Arbites, la Inquisición y la mayoría de adeptos presentes en Wrath.
Sin un diseño planificado de manera discernible y todo ello unido por cuerdas y cadenas que forman grandes secciones flotantes, el Flotador es un laberinto la mayor parte del tiempo, el cual es aún más difícil de recorrer cuando la población desconecta las plataformas y reorganiza su "distrito". La población del Flotador tiene poco amor por el Imperio y el descontento en alguno de los miles de "distritos" con frecuencia estalla provocando altercados violentos y/o actividad sediciosa. Esto a su vez provoca que la fuerza de defensa planetaria local o al Adeptus Arbites entre en acción para sofocar dichos actos rebeldes, aunque tales purgas son típicamente obstaculizados por la irregular e impredecible disposición de cada distrito.
Es de común conocimiento que el Flotador es una terreno de cría para cultos rebeldes y sentimientos heréticos. Aunque la acción para limpiar el área se ha planeado hasta el detalle más insoportable, la abrumadora mayoría de la fuerza laboral no calificada de Wrath proviene de la población nativa, y eliminarla por completo dejaría al mundo carente del vital recurso, forzando que dichos planes sean aplazados indefinidamente.
Los Ojos de la Ira[]
Hasta la fecha, la red de vigilancia denominada los "Ojos de la Ira" se extiende a través de una multitud de mundos dentro del Saliente Canis, desde Spite hasta las lejanas líneas del frente en Bekrin y Veren en el Frente Greyhell. Bajo la dirección del Lord Comandante Ebongrave y el Castellano Regente Tarnassus, cualquier fuerza imperial en casi cualquier mundo del Saliente puede ser sometida a pruebas intensivas de pureza y ser monitoreada a distancia por actividades heréticas o traidoras, siendo sus actos registrados en secreto y transmitidos mediante los pensamientos encriptados de los astrópatas de Wrath. Los Ojos de la Ira son la herramienta más grande que posee el Lord Comandante Ebongrave para erradicar la insidiosa mancha de los T'au. Los Ojos de la Ira poseen tal cantidad de información que son un importante activo para los Vigías de la Muerte.
Fuentes[]
- Deathwatch: The Jericho Reach (Juego de Rol).