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El Sector T'au de Vior'la es conocido por la naturaleza agresiva de sus Guerreros de la Casta del Fuego. El propio nombre de Vior'la podría traducirse como "Los Temperamentales".

Situación[]

El Imperio T'au se encuentra en el lejano Este galáctico, al noreste de Ultramar, y comprende casi un centenar de sistemas colonizados o clanes. Situado a unos ciento sesenta años luz de T'au, en órbita alrededor de una estrella binaria, el Clan Vior'la está formado por una docena de planetas; cada uno con una elevada población de Guerreros de la Casta del Fuego. De todos estos planetas, el más poblado y conocido es el propio Vior'la.

Existen dos estaciones de defensa situadas en posiciones fijas en órbita estacionaria sobre ambos polos y otras cuatro alrededor del ecuador. Cada estación está equipada con armamento pesado y dispone de múltiples sistemas para enfrentarse a cualquier amenaza que, automáticamente, clasifican cualquier peligro que amenace el planeta y se ocupan de ellos en orden secuencial. Tan solo los enemigos más decididos o numerosos podrían romper estas defensas y, por lo menos, una flota orka ya ha sido completamente destruida por la potencia de combate de los cañones orbitales de Vior'la.

Características físicas[]

PLANETA DOS SOLES

La superficie de Vior'la es más calurosa y seca que la de un planeta T'au normal, por lo que los T'au que viven allí suelen tener un tono de piel más oscuro que los demás. El planeta orbita alrededor de una estrella binaria y, como consecuencia, se mantiene en un verano prácticamente constante. La mayor parte de la superficie del planeta es seca e inhóspita, formada por llanuras de arena roja que cubren millones de kilómetros cuadrados y por desiertos de suelo cuarteado a lo largo del ecuador. En ambos hemisferios hay cadenas montañosas que se extienden a lo largo de miles de kilómetros y que parecen arañar las estrellas; lo que da pie a la teoría de que gran parte de la superficie de Vior'la estuvo alguna vez cubierta de agua y que alguna catástrofe pretérita provocó la evaporación de los mares y transformó el planeta en el árido lugar que es hoy en día. Aunque no existen pruebas empíricas que apoyen dicha teoría, los cartógrafos estelares de la Casta del Aire han señalado claras discrepancias entre las eras en que se formaron las estrellas binarias de Vior'la. La estrella más grande parece ser mucho más joven que la pequeña, lo que representa un hecho que ningún astrofísico de la Casta de la Tierra ha podido explicar; si bien este nacimiento inexplicable podría haber sido la causa de la desecación de los océanos de Vior'la.

Vior'la se mueve siguiendo una corta órbita elíptica alrededor de sus soles y, una vez cada seis T'au'cyr, su trayectoria pasa entre las dos estrellas [nota: Un T'au'cyr es el ciclo anual del planeta de origen de los T'au y está formado por seis Kai'rotaa. Cada uno de los cinco primeros Kai'rotaa está dedicado a una determinada casta; y el sexto, a la raza entera]. Este periodo se conoce como la Prueba del Fuego y dura exactamente cinco Kai'rotaa (aproximadamente doscientos cincuenta días terrestres). Durante este intervalo de tiempo, Vior'la pasa relativamente cerca de la estrella más grande y potentes ondas de energía electromagnética y oleadas de plasma bañan su superficie. Normalmente, un complejo sistema de interacciones recíprocas entre el campo geomagnético y el viento solar azota constantemente la superficie de la magnetosfera de forma imperceptible o poco perjudicial; no obstante, la violencia de la Prueba del Fuego provoca que la magnitud de esas interacciones sea más grande de lo habitual. Las alteraciones geomagnéticas que esto supone acaban por derivar en tormentas magnéticas de primera magnitud. Como efecto secundario, se origina una enorme inestabilidad magnética en la ionosfera de Vior'la, lo que resulta en la degradación masiva tanto de la actividad de los sistemas de comunicaciones como de los satélites y de los sensores.

Centelleantes tornados de plasma, tan admirables como mortalmente peligrosos, recorren los yermos arenosos de Vior'la vitrificando a su paso extensiones enteras de arena del desierto. El espectacular Desierto Prisma, situado en el hemisferio sur, es la zona del planeta donde tiene lugar más a menudo este fenómeno. Cuando Vior'la ya ha pasado la Prueba del Fuego, las recién creadas dunas de cristal ondulado y los frágiles mares vidriados conforman una vista de una belleza sin parangón en la que arcos de irisado color y ondulante luz se reflejan a través de olas de cristal moldeadas elegantemente. Muchos de entre la Casta de la Tierra utilizan muestras especialmente hermosas para fabricar ornamentos y adornos muy preciados. Cada Prueba del Fuego cambia la forma del Desierto Prisma, por lo que los T'au capaces de viajar desde otros clanes van a menudo a Vior'la para contemplarlo antes de la próxima Prueba del Fuego.

Mientras dura la Prueba del Fuego, las ciudades de Vior'la se convierten en entornos cerrados herméticamente, con enormes cúpulas que se alzan cubriendo todo el perímetro de la ciudad para envolver y proteger a los que se encuentran en su interior. Mientras las tormentas azotan la superficie, las ciudades permanecen aisladas; pero, aparte de esto, no existe ninguna otra variación en los programas de entrenamiento de los Guerreros de la Casta del Fuego. Durante este periodo, el planeta se hace inalcanzable y permanece separado totalmente del resto del Imperio T'au. Solo al llegar el Kai'rotaa de los Etéreos se retiran las oleadas de plasma que lo envuelven.

Bajo circunstancias normales, el clima del planeta es seco y caluroso y las pocas áreas fértiles de la superficie son ingeniosamente irrigadas por acueductos subterráneos mantenidos por la Casta de la Tierra del planeta. Las pocas zonas con agua que existen son protegidas celosamente y, junto con las fuentes subterráneas y las trampas de humedad, conforman un círculo vital que hace posible la vida en Vior'la. Este clima tórrido parece aumentar la agresividad de muchos de los jóvenes guerreros de la Casta del Fuego; y el régimen de entrenamiento de la famosa Academia Shas Or'es se basa en dominar esta agresividad para convertir a sus discípulos en algunos de los más temibles guerreros del Imperio T'au. La fuerza del campo gravitatorio del planeta es, además, ligeramente superior que la de T'au, lo que resulta en un pequeño incremento de la masa muscular de sus habitantes.

Flora y fauna nativa[]

La mayoría de las formas de vida indígenas de Vior'la han evolucionado para habitar en el subsuelo; como es el caso de las serpientes de las dunas, que viven sobre la arena del Desierto Prisma y emigran hacia las zonas interiores de los desiertos ecuatoriales durante la Prueba del Fuego. De vez en cuando, las criaturas más lentas quedan atrapadas en la zona exterior del Desierto Prisma y quedan enterradas en las dunas de cristal vitrificado. En lo alto de las montañas habitan unas criaturas membranosas conocidas como los Cabalgavientos, que vuelan entre las corrientes térmicas procedentes de los desiertos al pie de las montañas flotando tranquilamente sobre el fuerte calor de Vior'la. Aparte de estas criaturas, prácticamente no existen otros animales de gran tamaño en el planeta debido a la sustancial escasez de especies de presa o de vegetación comestible.

En realidad, muy poca de la vegetación del planeta es originaria de Vior'la, ya que la Prueba del Fuego garantiza que prácticamente todas las especies no protegidas mueran en las tormentas de plasma. Casi todas las cosechas y frutos que recolecta la Casta de la Tierra son especies originarias de T'au que fueron transportadas a Vior'la hace muchos siglos. Sin embargo, sí que existen algunas especies resistentes que han logrado sobrevivir al clima del planeta; resistentes matorrales bajos que crecen en los rincones y en las grietas en las montañas y valles. También existen los especímenes que logran florecer en un entorno tan duro, vegetación que se nutre de la energía electromagnética de las tormentas de plasma que afectan el planeta, como el letal árbol espinallameante y el musgo solar.

Principales accidentes geograficos[]

Vior'la es prácticamente una masa de tierra, sin casi ninguna masa oceánica de importancia. La mayor parte de la superficie está cubierta de llanuras áridas, extensos desiertos y montañas desoladas; campos de entrenamiento ideales para la Casta del Fuego. Apiñadas alrededor de las protegidas tierras fértiles cultivadas por la Casta de la Tierra se encuentran las ciudades de Vior'la, emplazadas, ordenadas y planificadas teniendo en cuenta su importancia militar. Muchas ciudades están construidas en lo alto de las montañas, defendidas por una barrera natural de roca y por sus guerreros. Las enormes trampas de humedad existentes en los cañones de viento naturales proporcionan agua a dichas ciudades; mientras que una serie de almacenes subterráneos contienen suficiente comida y munición para poder resistir mucho tiempo si surgiera la necesidad.

El gran desierto ecuatorial que rodea al planeta se conoce como el Kysa T'suam Shas, que significa "cinturón de fuego". Se dice que es imposible cruzarlo, aunque muchos Guerreros de la Casta del Fuego se han propuesto demostrar lo contrario. Ninguno de ellos lo ha conseguido hasta ahora. Las arenas cambiantes del Kysa T'suam Shas son un elemento desconocido del planeta, ya que no existe ningún mapa de ellas y cualquier exploración que se llevara a cabo quedaría obsoleta tras la siguiente tormenta de arena. Hay rumores que hablan de multitud de lugares antiguos y ciudades enterradas en esta región, pero hasta ahora no se ha conseguido probar la veracidad de ninguna de estas historias.

La Casta del Fuego de Vior'la conserva muchos lugares sagrados; como la cúpula de batalla de Mont'yr, en la que se entrenó el Comandante Farsight (también llamado O'shovah); y el Pico Aun'va, donde los primeros Etéreos que llegaron a Vior'la predicaron la doctrina delBien Supremo. No obstante, uno de los accidentes del terreno más visibles de Vior'la es el Shas'ka Demlok, o "Cañón del Sol", que se formó debido a los feroces huracanes abrasivos de la Prueba del Fuego. Este cañón se extiende hacia el norte a lo largo de casi quince mil kilómetros desde el borde del Kysa T'suam Shas hasta la población más grande de Vior'la, la ciudad guerrera de Shas Or'es. Si no fuera por la presa de fuego Shas'ar'kor construída en la boca por la Casta de la Tierra, Shas Or'es desaparecería de la faz del planeta durante la Prueba del Fuego.

La capital[]

DesertPlanet

En Vior'la hay ocho ciudades principales que se levantan a lo largo de los complejos agrícolas de la Casta de la Tierra, aunque existen muchos otros asentamientos menores y puestos avanzados. Aunque la mayoría de ciudades son casi completamente autosuficientes, si quedaran aisladas durante varios T'au'cyr, todas empezarían a sufrir la carencia de comida y agua. Vistas desde el aire, las ciudades de Vior'la parecen una serie de discos dispersos por la superficie del planeta aparentemente de forma aleatoria. Sin embargo, de cerca puede observarse que cada ciudad está emplazada siguiendo un esquema defensivo interrelacionado que impide que ninguna pueda ser asediada sin que se haya de tomar otra en primer lugar. Además, dentro de cada ciudad, los edificios y cúpulas de batalla están dispuestos de manera que el invasor pueda ser masacrado por un letal fuego cruzado cada metro que avance. En las faldas de las Montañas Yel'ske, los exploradores y las Armaduras Sombra se entrenan en técnicas de infiltración y misiones de búsqueda y destrucción; mientras que las cúpulas del desierto de Lor'sern Shas tienen fama por la valentía y determinación de sus tripulaciones de tanques. En los pasos del Shas'ka Demlok, los T'au de Kar'tau practican técnicas de emboscada y evasión; mientras que los de Pol'tsen se entrenan en el rescate de prisioneros.

Aunque cada ciudad posee su propio carácter y características especiales, y cada una mantiene sus propias instalaciones de entrenamiento, todas tienen que enviar a sus guerreros a la academia de la Casta del Fuego de Shas Or'es. La capital de Vior'la es una ciudad dedicada por entero a la guerra: cada edificio es una fortaleza y cada fábrica produce a diario armas y munición. Los templos de los Etéreos están fortificados, las casas de comercio de la Casta del Agua pueden transformarse en fortines y las viviendas de la Casta de la Tierra pueden servir de cuarteles. Incluso las zonas fuera de servicio de Shas Or'es están protegidas por trampas antivehículo y emplazamientos artilleros. La ciudad vive a ritmo marcial y las diferentes cúpulas de batalla resuenan con los sonidos de disparos y las explosiones de los guerreros que se entrenan constantemente para la batalla. En cada calle y avenida, los Guerreros de la Casta del Fuego se pavonean y compiten por el honor de convertirse en los Shas Shi (mejores guerreros) de la Academia. La rivalidad entre las ciudades de Vior'la es feroz, y no es extraño que algunos guerreros resulten heridos o mueran en los entrenamientos. Aunque las heridas graves ocurren a menudo, cada guerrero sabe que está luchando para extender el Bien Supremo y no existen rencores.

A pesar de la naturaleza belicosa de los Guerreros de la Casta del Fuego de Vior'la, estos sienten el respeto habitual por los miembros de la Casta Etérea y para ellos representa un gran honor ser elegido para proteger los templos de los Etéreos. El conocido Etéreo Aun'shi, que dirigió a los defensores de Fio'vash contra las hordas de Orkos Zalvajes, nació en Vior'la y, para sorpresa de los guerreros de la Casta del Fuego, a menudo se entrenaba con ellos. Su experiencia con la Lanza del Desafío era enorme, e incluso los veteranos más curtidos no podían competir a su nivel. Fue invitado a tomar parte en el Ritual de Ta'lissera de los Guerreros de la Casta del Fuego; pero, debido a su posición como Etéreo, tuvo que rehusar, aunque el honor era grande. Tras la victoria en Fio'vash, los Guerreros de la Casta del Fuego de la cúpula de batalla de Mont'yr erigieron a Aun'shi un busto de cristal esculpido con arena cristalizada del Desierto Prisma.

Un reconocimiento tan evidente de tan distinguidas hazañas es algo común en todas las ciudades de Vior'la; pero, de todos cuantos reconocimientos así existen, el que se levanta majestuosamente ante la cúpula de batalla Mont'yr es el que ha dado lugar a los mayores debates. Se trata de una resplandeciente estatua de mármol de seis metros de altura situada ante la puerta principal que representa a O'Shovah vestido con su armadura de combate "Crisis" y con el rifle de plasma levantado hacia los cielos. Tras la deserción de O'Shovah del Imperio T'au, sus proezas, a pesar de todos los intentos de los Etéreos, han provocado una escisión entre los Guerreros de la Casta del Fuego de Vior'la. Aunque oficialmente el Shas'ar'tol condena el comportamiento de O'shovah, se teme que existen muchos entre la Casta del Fuego que le apoyan en secreto o que, por lo menos, comprenden su traición. Los Etéreos cuentan las crónicas del Mont'au, la época en la que la raza T'au estuvo a punto de extinguirse en una salvaje guerra civil, para diluir el orgullo que arde en el corazón de cada Guerrero de la Casta del Fuego cuando escucha las proezas de O'shovah. Solo el tiempo podrá decir si han tenido éxito o no en este empeño.

Eventos de importancia histórica[]

En el año dos mil del gobierno de los Etéreos [aproximadamente en 600.M40], una flota orka dirigida por Garskrak el Invencible penetró en el sistema Vior'la. El planeta más alejado del centro del sistema cayó rápidamente y la invasión orka siguió adelante hacia el siguiente planeta. Ya fuera por accidente o a propósito, la flota orka atacaba los planetas peor defendidos y, de seguir así, muchos otros planetas iban a caer. Las naves T'au más pequeñas se enfrentaron a la flota orka efectuando ataques rápidos para alejarla de los planetas menos defendidos; mientras que los navíos de guerra más pesados bloqueaban el camino de los Orkos, así que las primeras les presentaban una dirección de ataque mucho más favorable. Al cabo de poco tiempo, la naves T'au habían cambiado radicalmente el rumbo original de la flota orka hasta dirigirla hacia las defensas de Vior'la.

La flota de Garskrak sufrió terribles pérdidas a causa de las estaciones orbitales del polo norte; pero la resistencia de estas acabó cuando un enorme pecio orko colisionó contra una de ellas y la hizo caer descontroladamente en la atmósfera. La tripulación de la estación sobrecargó el reactor y se autodestruyeron antes de que el impacto con la superficie pudiera causar daños en las ciudades. A pesar de la llegada de la flota T'au, la segunda estación polar fue tomada rápidamente y los defensores murieron antes de poder ser evacuados. La batalla continuó durante muchos días mientras se iban formando tormentas alrededor de Vior'la y las explosiones de radiación incrementaban su frecuencia. Con las dos flotas reducidas a una fracción de su fuerza original, la victoria orka parecía garantizada cuando las estaciones orbitales del ecuador se apartaron de sus órbitas geoestacionarias y se alejaron de la batalla. La flota T'au también dio media vuelta y se alejó a máxima velocidad en dirección contraria a la flota orka.

Las naves orkas se situaron en una órbita baja alrededor de Vior'la y se prepararon para la invasión, pero no tuvieron en cuenta la inminente Prueba del Fuego. La parte inferior de la atmósfera se había transformado en un caldero hirviente de tormentas de plasma cuando el planeta empezó su viaje entre las dos estrellas. La diezmada flota orka fue incapaz de resistir la violencia de la Prueba del Fuego y prácticamente todas las naves fueron destruidas por las tormentas. El propio Garskrak murió cuando su nave quedó atrapada en una erupción de plasma y fue aspirado hacia el interior de la estrella. Las pocas naves que pudieron resistir el descenso se estrellaron en medio de las Montañas Yel'ske y los supervivientes se refugiaron en los numerosos cañones y cuevas de la región. Cualquier otra fuerza invasora hubiera sido destruida, pero muchos Orkos consiguieron resistir la Prueba del Fuego hasta que el clima se calmó. Pronto fueron cazados por los vengativos Guerreros de la Casta del Fuego; quienes, muy sabiamente, habían pasado el tiempo preparándose para cuando se volvieran a abrir las cúpulas protectoras y pudieran empezar a erradicar a los Orkos. En el plazo de tres meses ya habían reducido a cenizas a casi todos los invasores; pero, como siempre ocurre con los pieles verdes, es imposible asegurar que fueran totalmente eliminados.

Fuentes[]

  • Codex Tau (3ª Edición).
  • Codex: Imperio Tau (Ediciones 4ª y 6ª).
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