Entrada del 16 de octubre del 999M.41[]
Aquí empieza la Campaña de los Puños Imperiales y de su recien ascendido Capitán de la 4ª Compañía, el Capitán Finaldepredator.
Tras recibir un mensaje de aviso de el Capitán de los Ultramarines, Lord Eledan, sobre la posible gran guerra que se puede desatar sobre el planeta Tarsis Zero, los Puños Imperiales enviaron a su 4ª Compañía para vigilar la situación.
Tras el desembarco de las cápsulas tuvimos que reunir nuestras dispersadas fuerzas, y mientras mis hombres construían la fortaleza monasterio, recibimos una delegación de Tau de la Casta del Agua de El'Val que ofrecía un pacto de no-agresión que aceptamos, no nos conviene pelear cuando aún no estamos preparados.
Mientras los Ultramarines que nos reclamaron ya se ven en una escaramuza con las fuerzas del Caos del Capellán Negro Turutasan. ¿Podrán borrar la herejía del Caos o sufrirán la mancha del Caos?
Entrada del 19 de octubre del 999M.41[]
La batalla finalmente se ha producido. El Capitán Eledan desplegó a su 5ª Compañía de Ultramarines contra Turutasan, el Capellán Negro de la Legión Negra y les derrotó en una gran ofensiva.
Tras la intensa batalla, el Capitán Ultramarine, siguiendo las enseñanzas del Codex Astartes a la perfección, pudo evitar el contraataque de las fuerzas del Caos.
Habría sido una gran jornada de no ser por los Cuervos Sangrientos, que se han retirado de Tarsis por una emergencia desconocida en el sub-sector Aurelia. Tras ser informado por sus exploradores, el Comandante Tau Shas'El F
i'rios Kais Val ha solicitado refuerzos para su campaña. El Comandante Tau Shas'El Sa'cea M'yen Doran ha acudido a la llamada y se a unido a sus fuerzas, haciendo que ahora las fuerzas Tau nos rodeen por el Sur y el Este. Por ello he decidido aumentar las defensas de mi capital y mi provincía, pero gracias al pacto aún tendremos un poco de tiempo.
Pero, ¿que sucederá ahora? Informes de nuestros exploradores informan de presencia de Adoradores del Caos en la región sud-oeste de Tarsis que no pertenecen a la legión del Capellán Negro Turutasan. ¿Acaso una nueva legión podría hacer acto de presencia en Tarsis? ¿Y los Ultramarines? ¿Les quedarán fuerzas para atacar y borrar el corazón de la Legión Negra? Y no nos olvidemos de los poderosos Tau. ¿Su nuevo Comandante será emprendedor y atacará? ¿A qien lo haría, al Comandante Ultraz, a los Lobos Espaciales del Gran Lobo Erik Truenosangre, o se decidirán por nosotros, los Puños Imperiales? ¿Y aún pueden depararnos más sorpresas?Demasiadas preguntas que solo el tiempo responderá.
Entrada del 29 de octubre del 999.M41[]
Nuevas notícias han llegado a Tarsis y a nuestro cuartel. En una expedición, encontramos los restos de un Mundo-Tumba al este de las posiciones Tau. Tras internarse un poco, los exploradores encontraron resistencia de algunos guardianes de la tumba, pero se encontraron que los Tau les habían estado rastreando y les habían seguido por las catacumbas. Ante el peligro de que les coparan, el líder de la expedición, mi lugarteniente el Sargento Veterano Azrael ordenó frenar a los Tau antes de continuar. En medio de la batalla, un Líder Necron escoltado por unos guardias atacaron a los Tau. Al final del combate el líder se acercó y se identificó como el Phaeron de ese mundo-tumba. Nos hicieron una propuesta de alianza, quizás agradecidos porque creían que defendiamos su mundo-tumba ya que eran los Tau los que se veían entrar desde el exterior, pero tras las explicaciones de la situación, dudo que lo crean. Pero en cualquier caso, aceptamos la propuesta, un aliado así sería muy valioso.
Otra notícia trata de la 5ª Compañía de Ultramarines del Capitán Ultraz. Recibimos una transmisión en la que contaba que tras un salto a la disformidad, acabó en el sistema Kaurava. Su flota fue atacada por baterías de cañones, posiblemente Eldar o Necron. Su Compañía, diezmada, aterrizó en Kaurava III encontrandose con un regimiento de la Guardia Imperial también con graves bajas, supervivientes de la Fuerza de Defensa Planetaria, que les informaron de la gran guerra que había en el sistema. Le dió el mando de las fuerzas de la 5ª Compañía que ya habían llegada como partida de exploración y defensa y le cedió el control de la base que habían construido al Capitán Eledan.
Y la quizás más importante. Con nuestra base ya establecida y los ejércitos haciendo sus primeros movimientos, los Puños Imperiales no se van a quedar atrás. La 4ª Compañía se ha puesto en movimiento y lanzará su demoledor ataque contra el último bastión del Capellán Negro Turutasan. Si capturamos su península, les expulsaremos y destruiremos la mancha del Caos que asola a Tarsis.
Preparo mí armadura y mí mente. Las palabras del Caos no entraran en mis oídos. Las balas y las espadas no penetraran mí armadura. Limpiaremos la tierra con sus cuerpos.
Entrada del 11 de noviembre del 999.M41[]
Grandes problemas hemos tenido los Puños Imperiales desde la última entrada.
Primero, poco después de montar el asedio a la última fortaleza de la Legión Negra, algunos de nuestros psíquicos enloquecieron. La mayoría pudieron ser controlados pero tres de ellos tuvieron que ser purificados por nuestros capellanes. (Nota práctica para combate: Aunque puedan llevar una capucha psíquica o, cualquier tipo de casco, ningún psíquico puede evitar la muerte por aplastamiento cráneal provocada por el Crozius Arcanum de un Capellán). Nos llevó un gran tiempo reorganizarnos después del Caos... de los disturbios y cedimos la iniciativa del asalto a los Ultramarines, que arrasaron con todo lo que encontraron a su paso con una incontrolable furia justiciera.
A las demás fuerzas del Caos tampoco les fue muy bien. Tras conocer la Cruzada contra el Caos que se estaba llevando, los Caballeros Grises estuvieron al tanto para ver cualquier invocación demoníaca, y al parecer, Skarbrand dió una excusa a los Caballeros para intervenir.
Tras la aniquilación de todas las fuerzas del Caos, los Caballeros se retiraron, pues su misión había concluído.
En cuanto a mí, he estado sujeto a múltiples exámenes de Inquisidores ansiosos de ganarse méritos por encontrar herejías ocultas, pero todos se han ido decepcionados a la par que contentos por la abséncia de herejía. No me puedo creer que no hayan encontrado el dispositivo alienígena que me entregaron los Necron, aunque la idea de esconderlo dentro de un cargador de bólter ha sido bastante ingeniosa.
Y para rematar, parece que los Necron han despertado y los Tau se preparan para atacar nuestras províncias. El despertar de los Necron puede ser favorable (aunque fue una experiencia algo...rara pero ya lo discutiré con Azrael). Pero de momento el peligro Tau es lo más inminente.
Partiremos a la defensa de nuestras tierras.
¡¡¡¡POR ROGAL DORN!!!!
Entrada del 15 de noviembre del 999.M41[]
Odio repetirme, pero grandes acontecimientos se suceden en esta campaña. Seguro que al final será un verdadero caos para los rememoradores.
Nuestra defensa estaba bien preparada en nuestras trincheras y destruimos el primer grupo de asalto. Nada más hacerlo, mis tropas se lanzaron al ataque de la base principal Tau. Provocamos grandes destrozos, incluso dañamos al lugarteniente de El'Val, pero nuestro ataque fue finalmente repelido por los Kroot. El segundo contigente de asalto Tau tenía apoyo aéreo y acabo por eliminar a nuestras fuerzas. Los Ultramarines trataron de recuperar la província pero se lanzaron demasiado rápidos y acabaron cayendo en una embosacada.
Tras el fracaso de los Marines, los Necron se lanzaron y sus inmensas legiones destruyeron el rastro Tau.
Lo raro viene cuando horas después de la victoria Necron, en la zona encima de su capital se formó una gigantesca nube de radioactividad. Extrañado ante el acontecimiento, Azrael me recomendó que enviara 4 escuadras de exploradores. En cuanto llegaron al límite de la província Necron, encontraron un necroguarda que les había detectado. Aunque asustados, siguieron al Necroguarda hasta el consejero del Phaeron, Kaleb. Él les contó la terrible traición que se había producido. Al parecer, el Némesor Portador de la Noche, enardecido por la victoria, había decidido que las victorias fueran suyas y no de otro, y había asestado un golpe muy grave a el Phaeron Kelbor-Hal, que no podía repararsecon su sistema de autoreparación. Los Necron con un poco de consciencia habían decidido proteger el cuerpo de Kelbor y los Necron que sin consciencia y los que habían luchado con el Portador trataron de destruirlo. Finalmente, Kaleb había conseguido salvar a su amo y lo transportaban lejos de su província. Tras escuchar la historia, los exploradores me informaron de toda la historia y decidí dar asilo a Kaleb y al cuerpo de Kelbor-Hal. Se encuentran en un desierto y he enviado a algunas escuadras para protegerles en caso de ataque y a un Tecnomarine con algunos servidores por si pueden hacer algo con Kelbor, pero lo dudo. A cambio, Kaleb ha prometido que nos permitiría usar sus fuerzas para luchar contra el traidor. Pensandolo fríamente, puede parecer raro lo de dar asilo a un xeno, un Necron, pero es nuestro aliado y creo que me recuerda a la Herejía del pérfido Horus, que tanto afecto a nuestro primarca. Quizás lo llevo en mis genes sintéticos.
Y además, nuestro gran rival, los Tau, se nos han unido para luchar contra el enemigo común. Su trato es muy bueno, esos Tau de la Casta del Agua han dado sus tropas y nos devolveran nuestra província. Una pena que en cuanto derrotemos a los Necron, tendremos que volver a luchar.
Azrael y yo hemos estado discutiendo. La situación se pone difícil y el enemigo esta cerca. Pero pronto estaran máas cerca nuestras tropas. También hemos pensado en que hacer con el Phaeron Necron. De momento no llamaremos a ningún Vindicare. Y en cuanto al Tau, no pienso en enviar un Vindicare. Sería mejor un Eversor.
Estamos preparando unos escuadrones para contratacar. La respuesta de los Puños Imperiales será contundente y efectiva.
¡¡¡¡¡POR EL EMPERADOR!!!!!
Entrada del 27 de noviembre del 999.M41[]
La guerra ha quedado estancada en una guerra de trincheras para nosotros. Las grandes batallas han dado lugar a pequeñas escaramuzas sin demasiada importancia. En cambio los Ultramarines de Eledan y los Tau de Fi'rios lanzaron diversos ataques contra el Némesor traidor, pero no pudieron con él. Además un nueva flota Necron del Phaeron Badus ha aparecido y atacado al Regimiento 512 de Taurus Gamma de la Guardia Imperial. El Regimiento no se esperaba el ataque desde el cielo y han sido completamente diezmados. Nuestra flota trató de contenerlos y por ello pudimos salvar algunos soldados y oficiales, incluído su líder, pero no mucho más. Les ofrecimos un crucero ligero para irse y pedir refuerzos pero, una gran tormenta de Disformidad se formó tras su marcha, así que dudo que llegue algún refuerzo. Nuestros Bibliotecarios han ivestigado la fuente de la tormenta, pero no han encontrado nada. Algo así solo puede formarse por el Caos, pero ya no hay ningún herético en el planeta, así que noy hay nada que pueda... ¿o sí? Azrael me comentó que una vez leyó algo sobre los Eldar y sus extensos conocimientos de la Disformidad, pero no hay ninguno en el planeta. Creo. Según algunos informes de nuestros Exploradores, los Necron de Badus se enfrentaron contra algún enemigo misterioso. ¿Podrían ser ellos?
Lo malo es que los Necrones se han caído bien, y aunque
Kaleb intentó convencer al nuevo Phaeron de que el Némesor era un traidor, este cree que si el Némesor se ha hecho con el poder, es que es más fuerte que el antiguo, y eso es lo único que les interesa. Además la reparación del Phaeron herido no va demasiado bien. Tras ello lanzaron un ataque conjunto contra el Comandante Tau que no pudieron aguantar, ni con la ayuda de los Ultramarines.
La situación se vuelve desesperada. Pelear contra un mundo tumba es complicado, pero dos... He estado hablando con Azrael. Hemos llegado a la conclusión de que esto no puede acabar bien. Se necesitarían más de un milagro para frenar la horda Necron... Bueno hay uno que sería definitivo pero... El mero hecho de mencionar la palabra Exterminatus nos ha hecho decidir que era mejor cambiar de tema. Esperemos no tener que repetirla.