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Caos Tecnohereje

Tecnohereje Hephastius Bore

Un Tecnohereje es un miembro del Adeptus Mechanicus que se ha alejado de las estructuras y dictados del Culto a la Máquina, traicionando sus preceptos. Tanto pueden dedicarse a buscar métodos de socavar la posesión del conocimiento tecnológico del Imperio por parte del Adeptus Mechanicus como embarcarse en experimentación e innovación individuales.

Descripción[]

Convertirse en un Tecnohereje[]

No todas las vías hacia el conocimiento están iluminadas por la Luz del Emperador o construidas por los Tecnosacerdotes del Adeptus Mechanicus  A pesar de las muchas leyes que lo prohíben, hay quienes viajan a través de avenidas alternativas hacia la iluminación. Estos sujetos no atienden a las advertencias de que deben ceñirse a la fe y la obediencia y que buscar el conocimiento extraño o la tecnología alienígena puede arrastrarlos a su perdición. Para los tecnoherejes, las potenciales recompensas de la creación de tecnología no consagrada, la lectura de textos antiguos y prohibidos, la búsqueda de diseños secretos de razas antiguas y el estudio de las extrañas creaciones de mentes alienígenas supera con creces cualquier riesgo. Para ellos, la galaxia oculta infinidad de cofres del tesoro y los buscan ansiosamente para abrir sus cerraduras y descubrir las maravillas y terrores que se encuentran en su interior.

Conocimiento prohibido[]

Mechanicus tecnosacerdote manipulando artefacto xeno

Tecnosacerdote manipulando un artefacto de origen xenos

A los ciudadanos del Imperio se les enseña que no se debe confiar ni aprender siquiera ningún conocimiento o tecnología de una fuente distinta a las benditas forjas del Adeptus Mechanicus. Un Tecnohereje sabe que esto es mentira. Hay una vasta galaxia más allá del reino de la Humanidad, llena de vida y poblada por otras razas, cada una con civilizaciones, logros y tecnologías propias. Incluso las razas muertas dejan un legado en sus ruinas, a la espera del descubrimiento y uso por parte de aquellos dispuestos a descubrirlo y estudiarlo. La humanidad en sí posee riquezas de la Era Oscura de la Tecnología, ilegal según los dictados del Culto a la Máquina, pero lleno de maravillas imposibles de imaginar. Para un Tecnohereje, la tentación de descubrir tales conocimientos y dispositivos ocultos es demasiado grande para ignorarla.

La vida de un Tecnohereje a menudo es muy corta. Debido a que tiene una mente curiosa y la voluntad de ignorar las restricciones del dogma imperial, un explorador de este tipo deja al azar ciertas precauciones. Podría reservar pasajes en naves de dudosa procedencia hacia los confines del espacio imperial, profanar un patrón sagrado de bólter tratando de mejorar su diseño, o entrar en cavernas prohibidas de las que antiguas leyendas dicen que albergan un mal oculto. Otros individuos particularmente atrevidos pueden intentar entrar en bóvedas seguras para apropiarse de un poco de tecnología alienígena. El riesgo está a la orden del día, ya que una vez que un Tecnohereje emprende el camino del descubrimiento, hay pocas cosas que puedan apartarlo de él y la mayoría de las veces, estos destinos prohibidos contienen antiguas y mortales maravillas.

El riesgo que asume el Tecnohereje también proviene de poder ser descubierto por aquellos que no toleran esa peligrosa curiosidad. Ignorar conscientemente las leyes del Culto a la Máquina y los edictos del Imperio es invitar a un juicio rápido y definitivo, aunque no todos los que son atrapados en su herejía son ejecutados inmediatamente. Algunos son torturados hasta que revelan sus fuentes, y luego se les permite servir el resto de sus miserables vidas como servidores lobotomizados bajo el control del tecnosacerdocio marciano. Por otro lado, un inquisidor del Ordo Xenos podría encontrar a algún tecnohereje y hacer que sus vidas se vuelvan peligrosas más allá de lo que imaginaban.

Tecnoherejes en la Inquisición[]

Los Tecnoherejes provienen de distintos ámbitos de la vida. Algunos eran escribas que trabajaban duro en bibliotecas imperiales y descubrieron una referencia perdida que les llamó la atención. Otros pudieron haber servido en el Astra Militarum, y tras presenciar el poder de las armas alienígenas quisieron ese poder para sí mismos. Incluso hay Tecnoherejes que han tenido encuentros pacíficos con extraterrestres y se han encontrado cuestionando el dogma de ignorar las maravillas y tecnología de estos seres.

Sin importar las diferencias en sus antecedentes, todos los Tecnoherejes son obsesivamente curiosos y están dispuestos a hacer lo que sea necesario para expandir su conocimiento sobre tecnología prohibida. Esto puede hacerlos útiles e incluso tolerados abiertamente si se encuentra bajo el control de un Inquisidor del Ordo Xenos. Operar al margen de la ley imperial otorga a los Tecnoherejes el acceso único a un conocimiento que ningún dogmático servidor del Emperador podría perseguir. Como acólitos inquisitoriales, los Tecnoherejes disfrutan de cierta seguridad mientras continúan explorando lo prohibido y sus misteriosos dispositivos. Pueden vivir solo por voluntad de su nuevo maestro, pero obtienen mayor libertad de movimiento y acceso a recursos nunca soñados que no se operarán de manera independiente.

Las redes de informantes personales que los Tecnoherejes pueden establecer pueden ser muy valiosas, especialmente si mantienen conexiones directas con fuentes de tecnología prohibida o alienígena. Los inquisidores pueden usar tales redes para descubrir complots contra la Humanidad, y actuar o no para detenerlos según si la humanidad puede beneficiarse de su conocimiento. Por otro lado para el Inquisidor no tendrá mucha importancia si eso significa que sus Tecnoherejes dejan de ser útiles al ver descubierta su tapadera y deben ser descartados. Como todos los acólitos, los tecnoherejes conocen su situación y, por lo tanto, caminan sobre una línea muy fina. Deben alimentar a su maestro con nueva tecnología e información descubierta que pueda promover los objetivos del Inquisidor. Al mismo tiempo, también deben asegurarse de que su inquisidor comprenda que les espera una recompensa mayor si se les permite continuar su trabajo. De esta manera, la relativa libertad que gana el Tecnohereje uniéndose a la guerra entre inquisidores es reemplazada por la necesidad de operar nuevamente en secreto. Su camino sigue siendo el mismo: una senda colmada de búsquedas con la implícita amenaza de muerte siempre presente.

Vivir como un tecnohereje[]

Tecnohereje mechanicum oscuro wikihammer

Tecnohereje del Caos

Por todas estas razones y a medida que pasan los años, los Tecnoherejes suelen ser cada vez más paranoicos y retraídos, distanciándose cada vez más de aquellos que puedan descubrir sus herejías y concentrándose en la búsqueda de su propia supervivencia. Un comportamiento habitual en los Tecnoherejes es la implantación de sistemas ofensivos y defensivos agresivos para protegerse a sí mismos y a su búsqueda del conocimiento prohibido.

Hay que advertir que no todos los Tecnoherejes tienen que ver con el Caos. Aunque los Tecnoherejes pueden obtener gran conocimiento a través de la Disformidad y corromperse como cualquier otro al involucrarse con los secretos de los xenos, el Immaterium, y el antiguo pasado de la Humanidad, su conocimiento prohibido puede también ser usado para oponerse a los Poderes Ruinosos. Es su uso y aproximación herética a la tecnología lo que les convierte en abominaciones a los ojos del Culto Mechanicus. Esto les distingue asimismo de otro culto herético, el Mechanicum Oscuro.

Grupos tecnoheréticos conocidos[]

  • Logicianos - Este culto alberga a un gran número de Tecnoherejes entre sus filas.

Fuentes[]

  • Dark Heresy: The Radical's Handbook (Juego de Rol).
  • Dark Heresy: Disciples of the Dark Gods (Juego de Rol).
  • Dark Heresy: Creatures Anathema (Juego de Rol).
  • Dark Heresy: Enemies Without (Juego de Rol).
  • Black Crusade (Juego de Rol).