Estas enormes instalaciones albergan multitud de armas láser que disparan a cientos de millas más allá de la atmósfera del planeta. Los láseres localizados en planetas con atmósfera precisan de más energía
incluso que las lanzas de una nave para compensar la inevitable distorsión del rayo de energía provocada al disparar a través de la atmósfera. El silo se construye normalmente bajo tierra, por lo que queda protegido por decenas de metros de roca sólida además de por sus propios muros. Tambien suelen ser montados en plataformas orbitales.