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Comandante General Ebongrave Cruzada Achilus Saliente Canis Wikihammer

Pictografía del Lord Comandante Sebiascor Ebongrave

El Lord Comandante Sebiascor Ebongrave es el comandante de las fuerzas del Imperio en el Saliente Canis de la Cuenca de Jericho, cuya legendaria paranoia le hace llevar a cabo agresivas búsquedas de traidores entre sus propias filas.

Historia[]

Sebiascor Ebongrave comenzó su carrera en la Guardia Imperial como corneta (o abanderado) en los célebres Husares de Dhkasin, un regimiento de caballería formado entre las clases nobles del mundo de Dhkas en el Sector Scarus. El joven subalterno se distinguió al principio de su servicio, llevando el estandarte de su tropa a la batalla en la gloriosa Carga de los Mártires Ardientes y defendiéndolo contra una horda de Orkos cuando su montura fue abatida. Habiendo sido condecorado por sus acciones por la propia Reina de Dhkas, Ebongrave usó su nueva fama y la riqueza que le trajo para comprar una comisión como coronel de regimiento y dirigió a su unidad en una serie de acciones que le valieron aún más honores de batalla.

Pero Ebongrave no estaba dispuesto a detenerse en el rango de coronel, sino que codiciaba un alto cargo militar. Con cada victoria sucesiva que conseguía, Ebongrave ascendió cada vez más en la cadena de mando. Habiendo dejado los Husares de Dhkasin, ya no podía confiar en la fama, el nepotismo o su fortuna personal para comprar comisiones más altas, por lo que Ebongrave se lanzó a una intensa ronda de politiquería. Por medios tanto justos como inmundos, Ebongrave se abrió camino desde Lord Coronel del Grupo de Ejércitos Tempest hasta Alto Mariscal de la Pacificación de Tharsis Nebula. Finalmente, fue el excelente servicio de Ebongrave como Jefe de Estado Mayor al condenado Lord Militante Bernadotte durante los últimos días de la Caída de Ishtaar lo que lo llamó la atención de los Altos Señores de Terra. Tres años más tarde, Ebongrave fue nombrado comandante subordinado y consejero del Lord Militante Tiber Achilus.

Pero Ebongrave pronto descubrió que servir a las órdenes del señor de la guerra Achilus no era el nombramiento que esperaba. No era más que uno entre un grupo de decenas de consejeros, cada uno de los cuales guardaba su propia posición con exclusión de todo lo demás. Frustrado por las realidades de la corte de Achilus, Ebongrave diseñó su nombramiento para una posición de primera línea y ganó una veintena de victorias en una docena de mundos.

Después de haber pasado la mayor parte de una década sirviendo en el estado mayor general, Ebongrave disfrutó de la oportunidad de regresar al frente, ir al campo y participar directamente en varias de las batallas que dirigió. En la Tercera Batalla del Bastión Argenta, Ebongrave lideró la carga de caballería que rompió la espalda de la defensa rebelde de Mneme IV y abrió el camino para el alivio de la tercera luna de Wrath. En el momento de la muerte de Achilus, Ebongrave estaba montando una ola de gloria personal, pero aparentemente había alcanzado el límite superior de mando gracias a la naturaleza cerrada del círculo de consejeros de Achilus.

Cuando Achilus se perdió, el círculo íntimo del antiguo señor de la guerra fue dispersado por el nuevo titular, el Lord Militante Solomon Tetrarchus. Ebongrave fue inmediatamente retirado de la línea del frente y devuelto al alto cargo que tanto ansiaba, convirtiéndose en uno de los asesores de mayor confianza de Tetrarchus. Cuando Tetrarchus concibió su plan para rejuvenecer la Cruzada comprometiéndose a lo largo de tres Salientes, Ebongrave solicitó a Tetrarchus el honor de liderar el avance principal hacia la Anomalía Hadex, percibiendo esto como el hecho que le haría ganar tal gloria que algún día tomaría el mando de toda la Cruzada.

Algunos susurran que fue la arrogancia de Ebongrave al codiciar el mando del Saliente Acheros lo que hizo que Tetrarchus lo nombrara para liderar uno de los dos Salientes menores. Quizás Tetrarchus buscó contener las ambiciones de Ebongrave mientras aprovechaba al máximo sus prodigiosas habilidades, percibiendo en el Lord Comandante un rival potencial que era mejor mantener a raya. Sea cual fuera la verdad, a Ebongrave se le dio el mando del Saliente Canis. Tenía toda la intención de demostrar que era el mejor de los tres Lord Comandantes, y las piras de xenos del Frente Infiernogrís serían testigos de su gloria.

Luego, la Flota Enjambre Dagon se estrelló contra los sistemas exteriores y las ambiciones de Ebongrave fueron devoradas junto con una veintena de mundos humanos. Obligado a luchar contra dos enemigos a la vez, Ebongrave se ha vuelto cada vez más paranoico y no está dispuesto a seguir los consejos de sus asesores. Ve el trabajo de los infiltradores T'au dondequiera que mira, y ha llegado a poner en cuarentena tres sistemas estelares completos que sospecha que están aliados con el enemigo. Ebongrave incluso imagina agentes de los T'au en su propio estado mayor, y ha iniciado varias purgas de alto nivel en un esfuerzo por acabar con aquellos que se habrían equivocado con los T'au y sus costumbres colectivistas.

Personalidad y comportamiento[]

En ocasiones, las cargas del mando recaen pesadamente sobre los hombros de sus responsables, aunque muy pocos admitirían debilidad en tal situación. Sebiascor Ebongrave es un claro ejemplo de esta situación ya que, aunque según cierto punto de vista el Lord Comandante es un sirviente modelo del Imperio debido a su odio a los xenos y a ser un hombre temeroso del Dios-Emperador, sus actos y su paranoia son tanto un perjuicio para los esfuerzos en marcha en el Saliente Canis como una molestia para las operaciones de la Inquisición y los Vigías de la Muerte en dicho territorio.

Su creciente paranoia y sus brutales purgas han sido tan perjudiciales para el progreso de la Cruzada de Achilus en el Saliente Canis como lo hayan podido ser las actividades terroristas separatistas y xenófilas. Su odio paranoide ha hecho que vea la insidiosa mano de los Tau tras cada derrota, cada desafío a su autoridad y toda operación llevada a cabos sin su conocimiento y su permiso expreso, y su inquebrantable, y según algunos demente, rechazo a posponer o dejar de lado su guerra personal contra los T'au para poder enfrentarse contra el cerco de los Tiránidos en torno al Saliente Canis, se ha mostrado en más de una ocasión perjudicial para la Cruzada de Achilus, llegando a frenar o poner en peligro las operaciones ordenadas por el Comandante General Tetrarchus. Por si fuera poco, ha llegado incluso a ordenar la ejecución de docenas, quizá centenares, de Adeptos veteranos y de oficiales de alta graduación de la Guardia Imperial y de la Flota Imperial, lo que le ha acarreado crearse una gran cantidad de enemigos políticos.

Creencias[]

"Es por las maquinaciones del enemigo que somos abatidos, que encontramos la derrota cuando la victoria estaba asegurada. Es por las obras de los xenos que se desafía nuestro derecho honesto y otorgado por el Trono a gobernar las estrellas... pero no por cualquier xenos. No es la bestia salvaje arañando nuestras paredes la que tanto nos amenaza, es por los xenos que pueden hablar con nuestra lengua y cuyas mentiras se infiltran en nuestros sueños y subvierten nuestros objetivos. Solo a través de la vigilancia absoluta y la perfecta pureza del odio, pueden nuestros sueños e intenciones ser incorruptibles e inmunes a la maldición de las promesas de xenos, y solo a través de su extinción podemos liberarnos de su mancha."

Sebiascor Ebongrave, Lord Comandante del Saliente Canis, dirigiéndose a la plana mayor del Saliente

Ebongrave ve a los T'au como a un sutil e insidioso enemigo, ya que su ideología unificadora choca directamente con el Credo Imperial. Piensa que el Bien Supremo de los T'au resulta atractivo para aquellos que han perdido sus convicciones, alejándolos del camino recto y justo. Dichas personas se convierten en traidores, extendiendo la infección de la ideología xenos. Debido a esta idea, Ebongrave cree que hay simpatizantes T'au ocultos y extendiéndose por todo el Imperio, motivo por el que ha ordenado brutales purgas en la Cruzada de Achilus contra todos aquellos elementos sospechosos de estar en buena disposición con los T'au.

Sin embargo, sus detractores en el Saliente Canis sostienen que es precisamente su hostilidad hacia su propia gente lo que hace que éstos últimos acaben aceptando las costumbres y normas de los T'au, que su paranoia se ha convertido en un delirio, y que hoy por hoy se preocupa más de su propia seguridad que del futuro de la Cruzada de Achilus.

El Lord Comandante Ebongrave se ha ido aislando de todos de forma progresiva, ocultándose en su búnker personal a varios kilómetros bajo la superficie de Spite. Todos, excepto los más audaces de su escuadra de mando, están demasiado intimidados para solicitar una audiencia, por lo que a menudo se le ocultan las malas noticias sobre el progreso de la guerra para que no culpe al mensajero y lo ejecute en el acto. En varias ocasiones, emisarios de los Vigías de la Muerte o de la Inquisición han celebrado audiencias con el Lord Comandante Ebongrave, saliendo luego profundamente preocupados por el estado mental del hombre. Algunos temen que algún día cercano, Ebongrave acusará a la persona equivocada de colaborar con el enemigo y luego, ni siquiera su rango o su estatus lo salvarán de la censura. Hasta ese momento, el Lord Comandante Ebongrave continuará cavilando en las sombras de su búnker, planeando la caída de sus odiados enemigos sin importar el coste en sangre y recursos.

Al encontrarse continuamente enclaustrado dentro de este último bastión, ha delegado la ejecución de la mayoría de sus tareas del día a día a su subordinada, la General Reila Vann.

Relación con Tetrarchus[]

La relación entre el Lord Militante Tetrarchus y su comandante subordinado comenzó con buen pie, con el Señor de la Guerra reconociendo las habilidades del Lord Comandante y recompensándolo con un alto rango. En realidad, el nombramiento fue un arma de doble filo y, si bien los dos hombres presentan una apariencia de respeto mutuo, mantienen una amarga rivalidad. Tetrarchus ve en Ebongrave un subordinado capaz y ambicioso, uno cuyas habilidades son demasiado valiosas para ser ignoradas, pero que algún día puede codiciar su propia posición. Ebongrave ve en Tetrarchus un comandante tan hábil como él pero que representa un obstáculo para alcanzar un cargo aún más alto. Esta situación ha empeorado con la llegada de la Flota Enjambre Dagon, ya que Ebongrave continúa con la guerra contra los T'au cuando muchos están empezando a creer que son los Tiránidos contra los que la Cruzada debería lanzar sus fuerzas. Si bien Ebongrave no escuchará sugerencias sobre concesiones o compromisos, muchos de los asesores de mayor confianza de Tetrarchus consideran que se debe llegar a algún acuerdo con los T'au, al menos hasta que se contenga la amenaza de la Flota Enjambre.

Relación con los Vigías de la Muerte[]

La Inquisición y los Vigías de la Muerte son una fuente inagotable de frustración para Ebongrave, ya que están por definición más allá de su control y parecen operar haciendo caso omiso a su guerra personal. El control obsesivo de Ebongrave sobre todos y cada uno de los aspectos de las operaciones del Saliente Canis, que lleva a cabo por miedo a que si no llevase a cabo dicho escrutinio los Tau podrían aprovecharse de dicho error, hace que las operaciones encubiertas, en particular las misiones diplomáticas, mucho más difíciles de lo que deberían ser, por lo que se ha convertido en un procedimiento operativo normal para las operaciones inquisitoriales y de los Vigías de la Muerte dentro del Saliente Canis el operar lejos de otras fuerzas imperiales, evitando el contacto con personas o lugares que pudieran revelar el contenido u objetivo de sus misiones al Lord Comandante.

Aún con todo lo dicho anteriormente, y aunque desconfíe profundamente de ambas organizaciones, su odio a los Tau implica que puede apoyar voluntariamente, de cuando en cuando, las operaciones de los Vigías de la Muerte, siempre y cuando estas impliquen el exterminio de fuerzas Tau, en especial las procedentes del Sector Velk'han, o de sus simpatizantes. Como resultado de ello ha cultivado una relación laboral bastante eficiente con el Capitán Vigía Scarion, a quien Ebongrave ve como un guerrero honorable que sabe cómo han de hacerse las cosas, lo cual no deja de resultar bastante risible para el políticamente ducho Scarion.

Fuentes[]

  • Deathwatch: La Cuenca de Jericho (Suplemento de RPG).
  • Deathwatch: Rising Tempest (Módulo de RPG).
  • Deathwatch: The Achilus Assault (Suplemento de RPG).