Sebastian Yarrick

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Yarrick en la 2ª Guerra de Armageddon.

"¡Héroes de Armageddon! Habéis resistido el pérfido salvajismo de los Orkos y ya no hay nada a lo que debáis temer. Alzad bien alto los estandartes negros de la venganza: ¡ahora es nuestro momento!"

—Última transmisión del Comisario Yarrick antes de partir junto a los Templarios Negros a la Cruzada contra Ghazghkull Mag Uruk Thraka

Sebastian Yarrick es el célebre Comisario de la Guardia Imperial que participó en la Segunda y Tercera Guerra de Armaggedon, ocurridas durante el último siglo del M41. Allí luchó contra las fuerzas del Kaudillo Orko Ghazghkull Mag Uruk Thraka. Yarrick era ya un anciano cuando comenzó la Tercera Guerra de Armaggedon y tenía previsto retirarse el mismo día que atacaron los pielesverdes. Poseía un excelente historial de servicio con las Fuerzas de Defensa Planetarias de Armageddon y una reputación de lealtad inquebrantable al Emperador. En su juventud aprendió el lenguaje orko de un pirata humano capturado por estos xenos y era uno de los pocos expertos reconocidos en todo el Imperio en psicología y cultura orkoide.

Historia

Orígenes

Nacido en Taos III con el nombre de Sebastian Vaarden, el joven Yarrick quedó huérfano cuando tenía 7 años, para luego ser criado por su abuelo materno en una pequeña comunidad cerca de la Colmena Nueva Caedon. Allí pasó los tres años siguientes bajo la dura tutela de este viejo Sargento Veterano de la Guardia Imperial, aprendiendo a luchar, poner trampas y técnicas de ocultación. Cuando los Orkos invadieron su mundo el joven Yarrik sobrevivió solo, escondiéndose de los pieles verdes, poniéndoles trampas, matando Gretchins, forrajear y en general todo lo posible para sobrevivir, utilizando todas las tácticas y trucos que su abuelo le había enseñado. Cuando llegó a la órbita de Taos III una flotilla de socorro imperial varios meses más tarde, esta desplegó regimientos de la Guardia Imperial. Poco después un escuadrón de patrulla recogió a un niño solitario de 10 años que allí y entonces tomó el nombre de su abuelo, Yarrick.

Tras el rescate fue tomado por la Schola Progenium para ser educado y adoctrinado como la mayoría de los Comisarios. Aprendió el idioma orko mientras combatía a los pielesverdes de un ¡Waaagh! en el planeta V'run, de un pirata humano capturado por lo xenos. Desde entonces estudió en profundidad la psicología orkoide y es considerado uno de los principales expertos del Imperio en Orkos. Sus años en la Guardia Imperial fueron muy movidos, llegando a servir en más de una docena de zonas de guerra y en regimientos tan dispares como los de Necromunda, Luther McInytre y Armageddon. Su última misión antes de la jubilación era cumplir el programa de reclutamiento necesario para la reconstrucción del 4ª Regimiento de la Guardia Imperial de Armageddon.

Segunda Guerra de Armageddon

Durante la Segunda Guerra de Armageddon, Yarrick fue desterrado a la Colmena Hades por Herman von Strab, el inepto Gobernador Planetario de Armageddon después de ordenar a los Astrópatas del planeta enviar un mensaje de socorro a todo el Imperio. Von Strab fue descrito por el Princeps Prime Kurtiz Mannheim de la Legio Metalica como "el mayor desperdicio de carne y hueso nacido en los últimos quinientos años". Poco a poco, bajo el liderazgo incompetente de von Strab, el planeta cayó hasta que los Orkos llegaron alas puertas de la Colmena Hades. Aquí el Comisario Yarrick comandaba a las fuerzas imperiales, inspirándoles a luchar como auténticos poseídos. La defensa Imperial era tan encarnizada que al final el mismísimo Ghazghkull se unió al ataque, liderando a sus fuerzas en primera línea. El Kaudillo trató de someter la Ciudad Colmena con todas las estrategias que pudo realizar, pero Yarrick las contrarrestó. Al final, la batalla por la Colmena Hades se convirtió en una cuestión personal entre ambos guerreros. Ghazghkull cayó sobre la ciudad colmena y Yarricl se dio cuenta de que los defensores no podían mantener su posición. En una serie de oleadas atrevidas de naves de transporte, los supervivientes de la fuerzas imperiales lograron escapar de la trampa de los pielesverdes. Yarrick casi muere en la retirada, mas su voluntad de hierro le permitió sobrevivir. Con el tiempo la guerra terminaría con la llegada del Comandante Dante y el Capítulo de los Ángeles Sangrientos, a quienes los defensores de Armageddon volvieron sus miradas, en busca de liderazgo.

Asedio de la Colmena Hades

Durante el primer asalto a la Colmena Hades en plena Segunda Guerra de Armageddon el Kaudillo Orko Ugulhard, uno de los lugartenientes más destacados de Ghazghkull, condujo al grueso de sus fuerzas hacia la posición de Yarrick y fue capaz de trabarse en combate singular con el viejo comisario. Ugulhard utilizó con rapidez su Garra de Kombate para cortar el brazo derecho de Yarrick a la altura del codo. La victoria del Kaudillo parecía inevitable cuando Yarrick, superando el dolor y el shock como ningún mortal podría, blandió su espada y decapitó al Kaudillo con la guardia baja, creyendo que el "humanoz" estaba muerto. Se dice que Yarrick recogió y blandió la Garra de Kombate del Kaudillo orko, inspirando temor en los Orkos y que llevó a los defensores imperiales a seguir adelante y caer sobre los xenos. La leyenda de la batalla dice que sólo después de que el asalto orko sobre la Colmena Hades fuer repelido Yarrick "se permitió el lujo de perder el conocimiento". La noticia de este incidente se extendió como un reguero de pólvora entre los Orkos, y allí donde Yarrick luchó los xenos huían presos del terror. Yarrick aprovecharía esta al máximo, modificando la Garra de Kombate de Ugulhard para adaptarla a él como una prótesis. También cambió su ojo izquierdo por un bioimplante que era en realidad un láser de pulso, jugando con la superstición de los Orkos de que tenía un ojo maligno, o como le decían: "el ojo maldito que podía matar con la mirada".

Durante los seis meses posteriores al primer asalto, los defensores de la Colmena Hades resistieron cada nuevo ataque. Aunque los relatos del asedio varían, se considera casi unánimemente que Yarrick era el hombre que lo hizo posible; fue él quien unió a los defensores, quien los rescató al borde de la derrota innumerables veces y quien infundía a otros la fuerza para seguir adelante. El tiempo que ganó en la Colmena Hades, fijando a una vasta porción del ¡Waaagh! orko y distrayendo al mismo Ghazghkull de su objetivo final marcó la diferencia, permitiendo a la Guardia Imperial y los Marines Espaciales de reunir los refuerzos y lanzar un contraataque. Yarrick fue uno de los pocos supervivientes de la batalla final por la Colmena Hades y necesitó muchos meses para recuperarse de las lesiones que sufrió durante ese asalto final. Aceptó la jubilación nominal, junto con un puesto de entrenamiento en Armageddon. Sin embargo, el conocimiento de que un orko como Ghazghkull seguía en libertad era una distracción demasiado grande, y sólo unos meses más tarde se declaró apto para el servicio activo, jurando que no descansaría hasta el día en que Ghazghkull Mag Uruk Thraka fuese perseguido y asesinado.

Golgotha

Yarrick attempted to follow through on his oath, and set off in pursuit of his nemesis in a game of cat-and-mouse that lasted for nearly ten standard years. Ghazghkull fled before Yarrick and protected what remained of his forces, only committing to rearguard actions when necessary. Yarrick attempted to break the deadlock by forcing his opponent down on the once-Imperial planet of Golgotha. At first it appeared that Yarrick would finally triumph, as Ghazghkull at last committed his forces to open battle, but the tables were turned when it became clear Golgotha was a trap: the moment Ghazghkull and his Goffs engaged, a second, lesser WAAAGH! of Orks hit the humans from behind, having patiently laid in wait for just that moment. A Space Hulk then emerged from behind Golgotha's moon to drive off the Imperial Navy. Ghazghkull and his Greenskins devastated the Imperial defenders with such ferocity that even the Commissar himself could not stand against it. Despite a ferocious defence, and incredible feats of valour, the humans were exterminated to a man, and Yarrick was captured by Ghazghkull.

Waking up on the Orks' Space Hulk, Yarrick found himself bereft of his bionic Klaw and Bale Eye, and hanging in chains above a pit. Ghazghkull, who was watching, waited Yarrick to retain full consciousness before sending him plummeting down the chute to the laughter of the other Orks present. Landing amongst the refuse of the Hulk, Yarrick was forced to fend for himself amongst the many Squigs scavenging amongst the rubbish. Refusing to be daunted, Yarrick set about hunting the Squigs and using their massive quills as improvised steps to build a ladder to get back up the waste chute. When he finally managed to do so several solar days later, Yarrick was surprised to find Ghazghkull waiting for him, as if the Warboss had known all along the human would make it out alive. Ghazghkull then ordered Yarrick thrown amongst the other human slave-prisoners on the Space Hulk.

Quickly assessing this new situation, Yarrick set about organizing a revolt amongst the human slaves. Since the human work crews were used haphazardly by the Orks as a slave detail, they managed to crudely map a large part of the Hulk in the course of their labours. Yarrick wanted to attack a large structure shaped like an Ork head, believing it was a temple to the Ork gods and that Ghazghkull would be there; but the other prisoners convinced him to try to escape and warn the Imperium instead. Yarrick reluctantly agreed, and when the time came, one of the work gangs sabotaged a large Orkish ammunition dump, with Yarrick and a dozen other slaves slipping away in the confusion. Alas, escape would prove impossible, for their intended rescue vehicle had was in the process of being "kustomized" by the Space Hulk's Mekboyz, leaving the humans stranded on the Hulk. Faced with discovery, the pilot amongst the group sacrificed himself and started the altered spacecraft up anyway, which resulted in another massive explosion and diversion for Yarrick.

Left with no other choice, the remaining humans made for the Hulk's "temple" (actually the Space Hulk's bridge), with each member of the escapees in turn sacrificing themselves to give Yarrick a chance to reach the top of the structure and his hated foe. Yet, at the last, Yarrick would be denied; when he reached the bridge, he found only several of Meks manning the stations whom he quickly dispatched. With the Orks in hot pursuit, Yarrick opted for a last gamble, activating all the systems of the Space Hulk at once in the hope of making it tear itself apart due to the stress of such uncoordinated forces. As he gazed out of the bridge's "eyes" Yarrick saw massive devastation erupt alongside one side of the Space Hulk, and commended his soul to the Emperor as it raced toward his position.

Days later, Yarrick once again regained consciousness. He stood up, astonished, and even more amazed that his bionics had been retuned to him while he slept. Exiting the room, he was greeted by hundreds of Orks who started to cheer him on, while parting a way through their ranks. Bewildered, the Commissar followed his "escort" of Greenskins to the closest launch bay, where Ghazghkull waited for him in front off an intact shuttlecraft. Yarrick expected to be forced to fight, but Ghazghkull merely stepped out of the way, stating to Yarrick that it had been a good fight, and that he should now get back to Armageddon and prepare for the Ork's return. For they would would soon be launching yet another battle to reclaim Armageddon...

Regreso a Golgotha

However, in a move that surprised friend and foe alike, Ghazghkull later released the elderly Commissar, stating to his astonished underlings that "Good enemies iz 'ard to find", implying he enjoyed the challenge the human posed enough to not want it ended just yet. Yarrick left the Ork Space Hulk orbiting Golgotha in the shuttlecraft his nemesis had provided, but soon returned with a force drawn from the ranks of the Adeptus Mechanicus' military forces and the massive weapon known as the Ordinatus Golgotha, and routed the Orks from the world. Ghazghkull again escaped to fight another day, and Golgotha would eventually be reclaimed by the Orks soon before the start of the Third War for Armageddon.

Tercera Guerra de Armageddon

"Guardias Imperiales, sois la última línea de defensa frente a las hordas alienígenas que amenazan a nuestro Imperio. Cada uno de estos valientes guerreros es parte de una gran fuerza que servirá en la guerra eterna. Combatiréis en campos de batalla de mil mundos diferentes a lo largo y ancho de la Galaxia. Y, ya sea en los ejércitos de nuestra gran cruzada o sirviendo en la más pequeña guarnición, debéis estar orgullosos de sacrificar vuestra vida para salvar a la Humanidad de sus enemigos."

—Comisario Yarrick, en un discurso a los nuevos reclutas

Fifty years to the day after the end of the Second War for Armageddon, Ghazghkull Mag Uruk Thraka launched his second attempt to take the hive world of Armageddon from the Imperium. The Third War for Armageddon would prove to be a much harder battle for Commissar Yarrick. Yarrick arrived back on the planet two weeks before the invasion began. He agreed to take over total control of all forces on the planet and his first order was to send all remaining Imperial aircraft to destroy as many of the Orks as possible before they could touch the ground. Eventually, the Orks landed their Roks, providing them with pre-built fortresses made from hollowed-out asteroids. Yarrick personally led the assault on one of these with a force of Cadian Shock Troopers. Eventually the Orks were pushed out of the Armageddon System. When Ghazghkull fled Armageddon and the Black Templars prepared to give chase, Yarrick petitioned High Marshal Helbrecht to allow him to join their quest; Helbrecht agreed, and Yarrick immediately set off.

Armamento

Yarrick wears the typical uniform of an Imperial Commissar, including the ubiquitous black greatcoat and peaked cap. The elderly Commissar also wears a suit of Carapace Armour with a built-in small fusion reactor that furnishes power for Yarrick's many other pieces of wargear. Foremost amongst those is his most renowned trademark item, the Power Klaw he claimed from Warlord Ugulhard's corpse during the Second War for Armageddon, to replace the arm he lost in combat. Despite its typically crude Orkish appearance, the weapon has been restored and blessed by both the Priests of the Adeptus Ministorum and Adeptus Mechanicus, and is powerful enough to kill anything foolish enough to stand before Yarrick in one swipe. His armour also has a special built-in Conversion Field which shrugs off almost all attacks. Finally, he had a bionic eye implanted to play on the Orkish superstition that he possessed an evil eye and could kill with a glance. This so-called "Bale Eye" can produce a laser beam in combat at Yarrick's mental direction, so Yarrick can live up to this reputation. Unlike most Commissars who wield a Bolt Pistol as a side arm, Yarrick opts for a Godwyn-De'az Pattern Storm Bolter as firearm, wielding the huge weapon one-handed as easily as a lesser man might wield a Laspistol.

When he is not proceeding on foot, Yarrick can count on his personal Baneblade super-heavy tank, the Fortress of Arrogance, to convey him and serve as a mobile headquarters and motivational platform. Blessed by the Priests of the Ministorum and Mechanicum, the Baneblade has been specially modified to allow Yarrick to motivate his men from atop the main turret, clearly in sight of everyone, yet remain well-protected by a special force field. The Fortress of Arrogance is almost as renowned as its passenger, and many consider the tank just as blessed by the Emperor as Yarrick.

However, Sebastian Yarrick's most potent weapon is not a mechanical contraption or mighty vehicle, but his own iron will, which allows him to shrug off and ignore the consequences of wounds that would disable most other beings. This undaunted resolve to fight and win in the name of Mankind and the Emperor, coupled to his personal charisma and oratory prowess, have made him one of the most renowned and beloved leaders in the history of the Imperial Guard. Imperial soldiers see it as an immense honour to serve under the venerable Commissar, and it is said that Yarrick has never had to execute an officer serving alongside him for cowardice, so great is his motivational presence. It is also said that even commanders of the Adeptus Astartes have deferred to his authority, although this might just be rumours spread amongst the rank-and-file to bolster morale.

Galería

Yarrick luchando contra Ghazghkull.

Fuentes

Extraído y traducido de Wikihammer 40K UK.

• Battle For Armageddon.

• Codex: Guardia Imperial (3ª, 4ª y 5ª Edición).

• Codex: Armageddon (3ª Edición).

• Suplemento: ¡Waaagh! Ghazghkull (7ª Edición).

• White Dwarf 152, 182, 227, 248 y 338 (Edición inglesa).

• Gunheads, por Steve Parker.

• Helsreach, por Aaron Dembski-Bowden.

• Yarrick: Chains of Golgotha, por David Annandale.

• Survivor (Relato Corto), por Steve Parker.

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