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Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

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Khorne medio sin fondo

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Sacerdote renegado

Sacerdote renegado

"Cualquier gracia que se me hubiera concedido se ha perdido. Soy el pastor de una iglesia de huesos, y mi rebaño son calaveras de lóbregas sonrisas y cenizas. Ya no soy un hombre: soy algo hecho de terribles conocimientos, pureza despilfarrada y lamentaciones."
Confesor Adso, Acólito al servicio de Antonina Mesmeron.


Un Sacerdote Renegado es un Sacerdote leal a la Eclesiarquía, que ha entrado al servicio de un Inquisidor de un Credo Radical y que sacrifica su propio ser a cambio de la adquisición de oscuros conocimientos y la práctica de las prohibidas artes de la hechicería. Ambas cosas son actos blasfemos que consumen a quien se adentra en dicha senda. No obstante, la unión de la brujería y del saber de los demonios resulta ser una poderosa arma contra las múltiples amenazas a las que se enfrenta el Imperio. Es por ello que hay quien desea emplear dicho saber, sabiendo que se están arriesgando a la condenación eterna, pero estando dispuestos al sacrificio final de sus almas en beneficio y defensa de la Humanidad al completo.

Origen y adiestramiento

Los Sacerdotes Renegados son raros, incluso entre las filas de las facciones radicales de la Inquisición. Aunque por supuesto existen excepciones, casi siempre estas se dan dentro de los seguidores de los credos Xanthita u Oblacionista, a menudo por razones muy diferentes.

Oblacionistas

Sólo los puros y justos que se sacrifican a la condenación al servicio del credo Oblacionista pueden actuar y considerarse como tales; todos los demás no son sino viles herejes que sólo merecen el fuego y la muerte. Ese es el núcleo de las creencias de los Oblacionistas, y para ellos los Sacerdotes Renegados son la expresión definitiva de esta creencia fanática. Este dogma es tomado muy en serio por los Oblacionistas, así que cuando necesitan un hechicero a su servicio, lo crean desde la más pura de las fuentes: los mejores y más píos sacerdotes del Adeptus Ministorum. Estos clérigos, acólitos con muchos años de servicio a sus espaldas y de confianza de un Oblacionista, aceptan y abrazan el credo de autosacrificio de su señor o señora, y han sido encargados con la tarea de convertirse en armas contra los enemigos del Imperio.

Xanthitas

La meta de los Xantitas es aprender a controlar y dominar los poderes de la Disformidad y el Caos, poniéndolos al servicio de la Humanidad, una peligrosa tarea que requiere de hombres y mujeres de gran visión y voluntad inquebrantable para poder ser llevada a cabo. Para ello, los Xanthitas buscan y escogen para su servicio a clérigos cuya fe haya sido puesta dolorosamente a prueba, o a aquellos cuyas creencias personales se han alejado mucho de la estrecha senda marcada por el Ministorum. Los mejores de entre los escogidos serán moldeados y reformados lentamente para cumplir con sus fines y para abrazar la oscuramente visionaria ética de los Xanthitas. Criados y amamantados con oscuros conocimientos, esos Sacerdotes Renegados sirven a la causa Xanthita como acólitos, exorcistas y encadenadores de demonios de confianza cuya fe en el Emperador, aunque no menos ferviente que antaño, ha mutado en su reflejo en un espejo oscuro.

Convertirse en un Sacerdote Renegado

El convertirse en un Sacerdote Renegado representa un profundo cambio para un acólito clérigo, que refleja asimismo el aumento de la confianza que tiene en dicho acólito un Inquisidor Oblacionista o Xanthita. Entre ambos, sirviente y señor, deberá existir una aceptación consciente de dicho lazo.

Una vez que un clérigo ha comenzado a caminar por la senda del Sacerdote Renegado, deberá pasar un periodo de purificación, oración y ayuno que acompañará a su aprendizaje en las artes malignas.

La fuerza de carácter necesaria para mantenerse con un pie en el paraíso y el otro en el infierno es muy escasa y rara, por lo que la investidura de uno de los Sacerdotes Renegados es un proceso de aprendizaje y oscura transformación. Con un cuidado que raya en lo ritual, el antaño puro sacerdote estudiará y practicará las viles artes de la disformidad, transformándose desde un Sacerdote de fe intachable a una cáscara vacía a la que no le queda nada más en la vida excepto el sacrificio y el servicio a otros.

Una vez alcanzado este punto, el Sacerdote Renegado se convierte en uno de los acólitos de más confianza del Inquisidor al que sirve, pudiendo ser ascendido en el futuro a dicho rango y cargo, perpetuándose así la enseñanza de las artes oscuras a una nueva generación de Inquisidores.

Fuentes

  • Dark Heresy - El Manual del Radical (Ayuda de RPG).
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