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Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

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Ashbelfarseerou7

Ela Ashbel, sacerdotisa de Isha.

Se cuenta que la raza de los Eldars nació como los hijos mortales de Isha, Diosa de la Fertilidad y Kurnous, Dios de la Caza. Lileath, Diosa de la Suerte, los Sueños y las Visiones, soñó que Kaela Mensha Khaine, Dios de la Guerra, sería destrozado en cientos de pedazos por un gran ejército de mortales. Este, al enterarse, decidió destruir a los Eldars, persiguiéndolos por el universo y atrapando y matando a muchos de ellos. Isha, llorando, acudió a Asuryan, el Dios Fénix y Dios de Dioses, implorando la salvación para sus hijos. Asuryan, sabedor del sueño de Lileath y de las acciones de Khaine, salvó a los pocos Eldars que quedaban colocando una gran barrera entre los mortales y los dioses, separándolos eternamente, e impidiendo cualquier contacto entre ellos.

Esto resultó un duro golpe para Isha, que rompió en llanto por la separación con sus hijos. Isha y Kurnous suplicaron a Vaul, Dios Forjador de los Eldars, que les ayudara. Vaul sabía que Asuryan no cambiaría de parecer, pero se compadeció de los dioses y prometió ayudar en lo que pudiera. Usando las lágrimas de Isha, forjó unas piedras rúnicas, por medio de las cuales Isha podía comunicarse con sus hijos. Isha enseñó muchas cosas a los Eldars, como el cultivo de la tierra, mientras que Kurnous les enseñó a cazar para comer.

Kurnous

Kurnous.

Un día, Khaine oyó a Isha hablar con sus hijos, comunicándolo de inmediato a Asuryan, quien montó en cólera al ver que sus órdenes habían sido desobedecidas. Le dijo a Khaine que Isha y Kurnous habían traicionado su confianza, que ya no estaban bajo su protección y que era libre de castigarlos como quisiera. Khaine aprovechó la oportunidad, pues aún temía la profecía de Lileath. Capturó a los dos dioses y, aunque no podía matarlos, les confinó en sus mazmorras, sometiéndolos a una tortura constante: Atados con grilletes de fuego y hierro ardiente, fueron arrojados a un pozo en llamas, donde no podían ser vistos ni por mortales ni por dioses.

De todos los dioses, solo Vaul intercedió por ellos, llegando finalmente a un pacto con el Dios de la Guerra; le fabricaría cien hermosas espadas a cambio de la liberación de los cautivos. Khaine aceptó rápidamente, pues cada una de las espadas de Vaul tenía un valor incalculable. Se fijó una fecha para el cumplimiento del trato.

Llegado el momento en que Vaul había de entregar las espadas, solo tenía acabadas noventa y nueve y, para conseguir la liberación, mezcló una espada normal de los mortales con las noventa y nueve hechas por él, entregándoselas a Khaine. Este, tan sumamente complacido con las armas, no descubrió el engaño y, mientras admiraba las espadas, Vaul liberó a Isha y a Kurnous, instándoles a buscar refugio entre los Eldars, pues gracias a la barrera mística, Khaine no tendría acceso a ellos para vengarse. Khaine se dio cuenta del engaño demasiado tarde y, rugiendo de rabia al ver que había sido engañado por Vaul y que no podía vengarse de Isha y Kurnous, llamó traidor a Vaul, y le juró venganza.

Esto fue el desencadenante de la Guerra del Cielo.

La Guerra duró muchos siglos, y existen muchos relatos de las batallas entre los dioses y los gigantescos semidioses inmortales denominados Yngir. Los dioses tomaban partido por un bando y más tarde cambiaban de aliados, forjando alianzas y rompiéndolas después. Los cielos retumbaron con la violencia de las batallas, y Asuryan, que no quiso tomar parte en la Guerra, empezó a arrepentirse de su precipitada ira contra Isha, y a desesperar por esta guerra que terminaría por destruir a los dioses.

Avatar khaine

Un Avatar de Khaine lucha contra un Gran Demonio de Slaanesh, repitiendo la titánica lucha entre los dos Dioses.

Entretanto, Vaul forjó la última espada que no había podido acabar para Khaine, y la convirtió en la más poderosa de las cien. La llamó Anaris, que significa "Luz del Atardecer", y se enfrentó con ella a Khaine en combate. la lucha fue larga, y Vaul hirió gravemente a Khaine. Al final, pese a que Anaris atacaba más rápido que el rayo, Khaine consiguió vencer al Dios Herrero y lo arrojó del cielo. Dicen que Vaul quedó tullido como resultado de las heridas sufridas en esta larga batalla. Khaine encadenó a Vaul a su propio yunque con cadenas de hierro y se quedó con Anaris como trofeo, siendo el vencedor de la Guerra de los Cielos.

Aun así, en su enfrentamiento con Slaanesh en el nacimiento de este, todavía sufría secuelas de las heridas de Vaul, y Slaanesh consiguió destruir el cuerpo de Khaine en mil pedazos aprovechando una fisura en la armadura de este que había hecho Vaul con Anaris. Como Slaanesh nació de la depravación y la maldad que inundó a los Eldars, podría decirse que la profecía de Lileath se cumplió.

Fuentes[]

Extraído y adaptado de La Biblioteca Negra.

  • Codex: Eldars (2ª Edición).
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