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Marine Espacial Poseido Wikihammer 40K

Poseídos en combate con los t'au

Hay muchos caminos distintos para la veneración del Caos. Pero un hecho es cierto para todos ellos; cuanto más rápida y fácil parezca esa vía más peligroso resultará. Los Poseídos (Possessed en inglés) son Marines Espaciales del Caos que han renunciado a su humanidad y, ya estén motivados por una profunda devoción hacia sus amos infernales o por una sed de poder sin igual, han ofrecido sus almas y sus cuerpos a los Dioses del Caos.

Sus cuerpos son poseídos por un Daemon del Caos, que mantiene su carcasa humana con vida gracias a la energía de la Disformidad. Los Poseídos no sienten el dolor, y sus cuerpos pueden ser deformados y mutados para cumplir los deseos o propósitos de los Daemons que los habitan[1].

Descripción[]

Para algunos Marines Espaciales del Caos, no basta con consagrar su alma al servicio de los Dioses Oscuros. Aquellos que quieren mostrar su devoción absoluta al Caos o tienen sed de poder a cualquier precio se ofrecerán al Caos para convertirse en anfitriones voluntarios de las criaturas inmateriales de la Disformidad. Tal posesión es una experiencia larga y dolorosa, ya que los Daemons dentro de ellos se retuercen en el interior de su nueva forma física cambiándola para adaptarla a sus necesidades[1]. Para facilitar la tarea es necesario un Psíquico con conocimientos de Demonología que canalice la posesión por medio de rituales, como los Maestros de Posesiones[9].

En los ejércitos más fanáticos, como los de los Portadores de la Palabra, los Hermanos de Livos y los Segadores de Fuego, consideran a los Poseídos superiores a los Marines Espaciales del Caos normales. Los voluntarios para la posesión suelen pasar varios meses practicando rituales de degradación y corrupción, ofreciendo sacrificios y preparando sus cuerpos para la entidad daemónica que va a usarlos como anfitrión de su energía. Estas posesiones en masa son eventos con grandes celebraciones, marcados por algún tipo de festín orgiástico y de depravación o por solemnes himnos de impureza[1]. Una vez unidos al daemon, estos individuos suelen convertirse en oficiales importantes dentro de sus ejércitos, vistos con reverencia entre sus pares[11].

Caos marine del caos poseido

Aunque cada pacto es diferente, el Marine Espacial nunca pierde su voluntad por completo y suele ser quien domina esta blasfema relación simbiótica. No obstante, cuando el aire huele a sangre, el Daemon que habita en su interior toma las riendas y el Marine Espacial del Caos se convierte en un ser aún más salvaje[4]. Dependiendo del tiempo que haya pasado desde su posesión y del vínculo que se haya formado con el daemon, los Poseídos pueden variar: a aquellos que hace poco tiempo que se han unido a un daemon se les conoce como Ungidos, y no presentan una imagen completamente daemónica, sino que solo algunas partes de ellos se deforman y mutan, como las garras o el cráneo[3]; la mayoría de Poseídos ha formado un vínculo con el Daemon, pero hay algunos que forman uno más profundo, como los Poseídos Mayores, que se unen a un Heraldo Daemónico[9]; o los miembros del Gal Vorbak de los Portadores de la Palabra, que han formado una unión casi perfecta con sus Daemons[4].

Si bien lo más común es que un Poseído haya permitido que un daemon entre en su cuerpo, esto no es una realidad para todos ellos. En algunas ocasiones, la entidad daemónica habita fuera del cuerpo del Marine, poseyendo un objeto tal como un talismán u otros artefactos arcanos, y poseyendo al Astartes que lo porte. Esto puede ocurrir con algunas armas daemon, como las que portaban los Anakatis Kul, puesto que, si el portador no tiene suficiente fuerza de voluntad, el daemon de su interior acaba utilizándolo como marioneta mientras la porte[5].

Los Poseídos se distinguen fácilmente del resto de las tropas por sus rasgos grotescos y las mutaciones de sus cuerpos; pueden tener garras sanguinarias, músculos deformados y abultados, tentáculos agitándose, rostros desfigurados, colas en forma de látigo, púas, cuernos y todo tipo de anomalías físicas. Muchos tienen garras aceradas, cuernos afilados como cuchillas o colmillos enormes que utilizan para destruir las armaduras enemigas e incluso el blindaje de un tanque. El Daemon que hay en el interior de un Poseído le proporciona una gran velocidad, fuerza y resistencia, y por todo ello los Poseídos están tan dispuestos a sufrir transformaciones tan traumáticas. Sin embargo, la vida de un Poseído puede ser horriblemente corta, ya que viven unidos al daemon, con el precio de que aquellos que son incapaces de contener la esencia daemónica en el interior de sus cuerpos mutan más allá de todo reconocimiento y son consumidos en los oscuros fuegos del Caos.

Poseído suplemento Masacre Carmesí

Los Marines Traidores Poseídos tienen otros usos aparte de desgarrar las tropas enemigas únicamente con sus manos. Los sentidos inhumanos del Daemon atrapado en el interior del cuerpo de un Poseído permiten a un Marine Traidor advertir la presencia de otras criaturas. Esta habilidad los convierte en magníficos rastreadores y exploradores, dispuestos a localizar de manera infalible las posiciones enemigas y a dar caza a víctimas potenciales sin ser vistos. A bordo de las flotas de Marines Espaciales del Caos, la naturaleza daemónica de los Poseídos es utilizada por los Hechiceros como ayuda en la navegación por la Disformidad[1].

Pese a que los daemon y los Astartes que comparten cuerpo tienen una relación, la mayoría de las veces, simbiótica, en extrañas ocasiones es posible exorcizar al demonio que habita el cuerpo mortal y expulsarlo de vuelta a la Disformidad. Esto puede suceder por medio de un ritual, ya sea porque el Astartes quiere deshacerse del daemon, o porque un tercero quiera debilitar al Poseído[6], pero también porque el Poseído se encuentre en una zona donde los daemons se vean debilitados o destruidos, como el Nexo Paria[8]. Sea como fuere, la manera más sencilla de separar al Poseído del daemon es la muerte del primero, opción que no siempre es la más segura pues, si el daemon que actúa como huésped es lo suficientemente poderoso, la separación entre este y el Marine Espacial puede provocar una enorme explosión de energía empírea[12].

Como todos las relaciones entre seres del Empíreo y mortales, la de un daemon y su huésped es por naturaleza desigual, y el alma de un astartes quedará inevitablemente corrompida mediante el proceso de la posesión, encadenada a la voluntad del daemon. En el caso de que el poseído sufra heridas más allá de su capacidad de regeneración y pierda la vida, su alma jamás podrá ser libre, quedando a merced de los deseos del daemon[7].

Variantes por legiones[]

Guardia de la Muerte[]

Entre la Guardia de la Muerte, las partidas de guerra de Poseídos son escasas. Todos los Marines de Plaga disfrutan del honor de llevar las bendiciones de Nurgle sobre sus putrefactos cuerpos, y para la mayoría esto es suficiente. Pero aún hay algunos cuyas mentes retorcidas por la fe o extasiados por los séptuples encantamientos de los Enumeradores, que se encomiendan como recipientes de los Daemons de Nurgle.

Los miembros de la Guardia de la Muerte son exclusivamente poseídos y su cuerpo transformado por aquellos daemons que sirven a Nurgle. Estos descubren que de su cráneo brotan cuernos simples o cornamentas. La carne de su rostro se torna pálida y pútrida como la de un cadáver, o bien hinchada de gases, cubierta de legamosas babas o húmedos hongos. Los insectos bullen sobre ellos y a través de cuerpos bendecidos con astillados espolones óseos, colmillos pútridos y quitinosas placas de armadura. Tentáculos se agitan desde sus apestosos torsos mientras hediondos fluidos y pus corrosivos salpican desde sus heridas abiertas. Algunos incluso desarrollan los bulbosos ojos, alas que se agitan débilmente o la espinosa probóscide de las Moscas de plaga. Cualquiera que sea el modo en que se presentan estos dones, otorgan al poseído más fuerza, resistencia, y en conjunto le hacen mortal en batalla. El daemon puede sanar a su huésped mediante fuentes de energía empírica, combinando su poder con el del propio marine de plaga para crear una entidad aterradora. El precio por tamaño poder, de cualquier modo, es grande. Si el huésped es asesinado, es desterrado junto al daemon que le posee, para ser atrapados para siempre en los jardines de Nurgle[2].

Devoradores de Mundos[]

Los Poseídos de los Devoradores de Mundos son singulares respecto a los de otras fuerzas del Caos, ya que la manera en la que se unen a los Daemons y su relación con ellos varía. Estos poseídos son conocidos como Octojurados y no comparten cuerpo con una sola entidad, sino con ocho Daemons de Khorne que luchan constantemente contra el huésped por el control de su cuerpo[10].

Una versión aún más poderosa de los poseídos de esta Legión son los Masacrejurados, guerreros cuyo ansia de sangre es tan grande que buscan la posesión de un Devorador de Almas, convirtiéndose en una enorme mole de violencia y ganas de masacre[12].

Armamento[]

Las escuadras de Poseídos se componen de entre 4 y 9 Marines Traidores y un Campeón del Caos. Aunque aún muestran retazos de sus servoarmaduras y armas de combate cuerpo a cuerpo, combaten con las horribles mutaciones producto de la caprichosa voluntad de los Daemons alojados en su interior y pueden resistir graves heridas, desplegar garras vorpalinas, o lanzarse a una velocidad sobrenatural contra el enemigo.

La escuadra puede haber recibido la Marca de Khorne, Tzeentch, Nurgle o Slaanesh, y uno de sus miembros puede portar un Icono del Caos y cada escuadra puede desplegarse en un Land Raider del Caos.

Miniaturas[]

Galería[]

Fuentes[]

  • 1. Codex: Marines Espaciales del Caos (Ediciones 3ª, 4ª, 6ª y 8ª).
  • 2. Codex: Guardia de la Muerte (8ª Edición). 
  • 3. Kill Team: Nachmund, pp. 11 - 16.
  • 4. El Primer Hereje, por Aaron Dembski-Bowden.
  • 5. Esclavos de la Oscuridad, por John French.
  • 6. Dark Heresy: The Tome of Decay, p. 58.
  • 7. Hammer and Bolter - Return to Cadia (Serie de Warhammer TV).
  • 8. Cruzada: Nexo Paria (suplemento de campaña, 9ª edición).
  • 9. Codex: Marines Espaciales del Caos - Daemonkin (8ª edición).
  • 10. Codex: Devoradores de Mundos (9ª edición).
  • 11. Dark Apostle, por Anthony Reynolds.
  • 12. Codex: Devoradores de Mundos (10ª edición), p. 80.