Pesadumbres (No Oficial)

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Las Pesadumbres son demonios menores al servicio de la Pena Vetusta, criaturas aladas carnívoras y tremendamente feroces que se juntan en peligrosas bandadas para despedazar a sus objetivos empleando sus garras y fuertes picos dentados.

Descripción

Los alrededores del Bastión Polvoriento, entre sus múltiples horrores, están plagados también por pequeños grupos de estos seres que permanecen posados sobre los árboles retorcidos del inacabable pantano, observando con atención para detectar a cualquier infortunado que quede atrapado en las ciénagas.

Cuando avistan alguno enseguida se lanzarán sobre él con fiereza empleando las garras a modo de cuchillas, rajándolo poco a poco pero sin matarlo, pues las Pesadumbres prefieren devorar a sus presas mientras aún siguen con vida.

Esta especie de pájaros de pesadilla tienen un aspecto enfermizo, el de unas criaturas aladas con miembros largos y delgados, piel pálida, garras largas y curvadas, pico serrado tan sanguinolento como sus ojos y extraños huesos deformes que surgen de ellas dándoles formas innaturales y repugnantes.

Algunos Gimientes cuentan con una bandada de estos seres que los acompañan ahí donde van, silenciosos y mortíferos, esperando siempre la señal de su amo para lanzarse sobre el objetivo que determinen con un salvajismo incomparable, luchando de manera fanática contra él ignorando el dolor, el miedo o el cansancio.

De todas las criaturas de Atsuvan las Pesadumbres son las menos inteligentes, pero es esta simpleza lo que precisamente las hace tan peligrosas, pues no poseen instinto de conservación alguno ni son capaces de razonar de ningún modo aunque el cometido que se les encomienda constituya una muerte segura para ellas. Cuando estos seres reciben una orden de su amo la cumplirán o morirán en el intento, sin detenerse hasta que sucede una de esas dos cosas.

Es por esto por lo que tan solo una pequeña bandada de Pesadumbres puede resultar un enemigo formidable, ya que su inmensa voracidad y empeño obstinado las convierten en rivales muy difíciles contra el que poco se puede hacer.