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Legión de la Cruz de Hierro
El contenido de este artículo pertenece a la saga No Oficial de Balhaus, que ha recibido el Sello de Calidad Wikihammer.

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Flota Orka V

La flota del ¡Waaagh! Brokto tras su victoria en el SIstema Nordatt avanzando hacia el Sur

La Operación Kölder fue una arriesgada acción emprendida por Balhaus tras la conclusión de la Segunda Guerra de Nordatt con objeto de intentar detener el imparable avance del ¡Waaagh! Brokto hacia la Esfera Interior.

Antedecentes[]

La guerra en el Sistema Nordatt se había perdido completamente, empujando a los supervivientes de la Guardia del Norte a escapar tras la apresurada orden de retirada del Kriegskunst.

El ingenio Orko denominado Eklipze Total, un inmenso Piedro largamente modificado que hacía de nave insignia del ¡Waaagh! Brokto y portaba el demoledor cañón Gorko capturado en el arrasado mundo de Unbekann, hizo valer sus tremendas capacidades (sobre todo sus proyectiles pesados de vórtice) para desbaratar cualquier intento de defensa efectiva, sin que gran parte de la densa flota que acompañaba a aquella mole tuviera siquiera que intervenir.

Tras aquel intenso y breve conflicto que se saldó con una severa derrota para Balhaus se revelaron nuevos datos completamente abrumadores respecto al número de Orkos que formaban parte de aquel frente, pues sumando los efectivos en el grupo inicial encabezado por el Eklipze Total y el segundo contingente dedicado a transportar al grueso de la tropa el resultado estimado era más de trescientos millones de pielesverdes en pie de guerra junto con una cantidad ingente de maquinaria, armamento y artefactos para equiparlos.

Ante semejante despliegue y considerando que ni siquiera se trataba de todo el ¡Waaagh! sino una fuerza de combate parcial del mismo, no había defensa posible con los medios convencionales disponibles en Balhaus.

La retirada llevó a los efectivos restantes hasta un sistema relativamente limítrofe a la Línea Svartal, el mundo deshabitado de Steinig, donde llegado el caso se establecería un nuevo frente siendo posteriormente Dokkä el primer punto afectado dentro de la Esfera Interior adonde se esperaba que los orkos enfilaran sus huestes en primer término.

Esfera Interior I

Nueva disposición colonial de Balhaus tras el 2663 DDF.

Vistas las capacidades de la fuerza orka con el inmenso Eklipze Total al frente, el cual había absorbido con facilidad los ataques más violentos de la Weltwaffe desplegando un sistema defensivo hasta el momento invulnerable, los estrategas dudaban de la efectividad de cualquier arma que Balhaus pudieran usar, pues asesorados por la Casa Wassengeist también habían descartado los mortíferos Ragnarök por la imprevisibilidad de lo que sucedería usando alguno de ellos contra la defensa del Piedro.

La densa y poderosa pantalla disforme usada por aquel engendro, en opinión de los expertos de la Wassengeist, era lo bastante intensa como para soportar un castigo extremo incluyendo seguramente la mayor parte de la masiva descarga energética creada por un Ragnarök, aunque desconocían exactamente cómo se producía o cómo eran capaces de mantener semejante defensa.

Aquel tipo de cobertura capaz de rechazar todo tipo de agresión hasta el momento espoleó el ingenio y fomentó el rápido desarrollo de contramedidas de diferente tipo como fueron los torpedos Verfäl, aunque se calculaba que la concentración energética del escudo era tal que tan solo mediante el uso masivo y constante durante un largo período de estos ingenios podrían hacer mella en él. Por desgracia, adicionalmente, el Eklipze Total contaba también con Escudos de vacío, de modo que la combinación de ambas protecciones conformaba una formidable armadura que parecía resultar prácticamente impenetrable.

Ante tal amenaza y la imposibilidad de combatirla con los medios actuales al alcance de los balhausitas, sin contar siquiera con el hecho de que el artefacto orko iba acompañado por una flota descomunal, los planes comenzaron a desviarse hacia una estrategia de repliegue que contemplaba incluso la evacuación de la Esfera Interior llegado el caso.

Bastian Kleidevert[]

Bastian Kleidevert

Bastian Kleidevert

El Kriegskunst exploraba todas las alternativas sin encontrar una posibilidad fiable de repeler el avance del ¡Waaagh! Brokto, descartando una tras otra por su imposibilidad o por su ineficacia estimada, hasta que un capitán de la Weltwaffe perteneciente al Ala de Combate 1 al mando de un destructor Hallbard presentó una extravagante y arriesgada idea. Aquel individuo, un sujeto llamado Bastian Kleidevert, era consciente de la situación ante el inminente ataque de los pielesverdes sobre el territorio de Balhaus, de modo que revisando el escenario donde potencialmente se desarrollaría la siguiente contienda en los distintos mapas estelares reparó en un detalle que le hizo fraguar una idea arriesgada, pero que en todo caso era una posibilidad a barajar.

A millones de kilómetros hacia el Noroeste, atravesando una zona yerma de las Estrellas Necrófago, se encontraba una nube de poliópteros de unos ciento cincuenta kilómetros de envergadura, algo que en sí no comprendía una amenaza ni algo en tener en cuenta siempre y cuando estuviera mapeada para que los convoyes de naves pudieran esquivarla a tiempo, como otras docenas de nubes de esos seres que vagaban por los territorios más allá de la Franja Este e incluso dentro del propio Segmentum Ultima.

Kleidevert era conocedor del experimento Landau-Bauer y sabía del peligro que entrañaban los enjambres de estos voraces insectos alienígenas, capaces incluso de horadar el metal para consumir cualquier vestigio orgánico dentro de una atmósfera o incluso en el espacio.

La idea que el capitán proponía era precisamente esa, usar a estas peligrosas criaturas contra los orkos que se aproximaban a las fronteras de Balhaus, si bien el método que describió para hacerlo era algo inusitado y francamente complejo.

La nube de poliópteros se encontraba muy lejos del contingente orko y de la Esfera Interior, tanto que, aunque milagrosamente variara su rumbo de inmediato y se desplazara a toda la velocidad que pudiera desarrollar, no llegaría hasta allí hasta varios ciclos más tarde, cuando ya no quedara nada de Balhaus.

Era necesario pues un medio para que el enjambre pudiera ponerse en el camino de los orkos con antelación, preferentemente antes de que atravesaran la Línea Svartal, pues cuanto más lejos sucedieran los posibles acontecimientos derivados sería mejor para los intereses balhausitas.

El método de Kleidevert consistía inicialmente en la posibilidad de transportar la remota nube polióptera, o parte de ella, hasta el contingente orko, para lo cual proponía el uso de un salto intraversal.

No se sabía el efecto del viaje a través del Intraverso para estas criaturas, aunque teóricamente la idea era sencilla: se aproximaría hasta la nube uno o varios contenedores que harían de cebo, naves especialmente preparadas para retener a la mayor cantidad de poliópteros posible durante un tiempo finito, el que tardara en completarse el proceso de fotonización, capturándolos, entrando en el Intraverso y emergiendo los aparatos posteriormente en las cercanías del ¡Waaagh! Brokto.

Una vez esto sucediera, de nuevo en teoría, los poliópteros serían liberados y se configurarían otra vez como un enjambre, tras lo cual tendrían objetivos adicionales en los aparatos orkos, rebosantes de pielesverdes a los que deberían atacar si cumplían con su comportamiento instintivo observado anteriormente.

El efecto de los poliópteros sobre el contingente orko, incluyendo el Eklipze Total, podría resultar devastador. El ingenio orko desplegaba escudos que estaban pensados para repeler torpedos, misiles, rayos y cualquier otra cosa que se aproximara, pero si millones de diminutas criaturas se abalanzaban sobre él a la vez era posible que pudieran encontrar un resquicio o abrirse paso de algún modo hacia el interior de la burbuja, lo cual desbarataría sus defensas.

Polioptero

Individuo polióptero

También podía suceder que los poliópteros no mordieran el anzuelo y no pudieran ser atrapados, o quizá el salto Intraversal no funcionara por algún motivo. Por otro lado, aun teniendo éxito en la primera parte de la operación, era posible que estos seres no hicieran lo que Kleidevert esperaba e ignoraran a los orkos, o peor aún, podrían moverse masivamente hacia territorio balhausita, con lo que el problema se duplicaría. Por último, suponiendo que atacaran a la flota de pielesverdes, también cabía la posibilidad de que los escudos del Eklipze Total no permitieran que se acercaran o que la nube fuera eliminada o dispersada con la inmensa potencia del arsenal orko.

Todas estas situaciones podían ocurrir variando el resultado de modo impredecible, lo cual aumentaba significativamente el riesgo, pero por otro lado, el Kriegskunst no tenía más alternativas.

Tras una breve exposición de la idea al Weisering y ante la falta de otra estrategia se aprobó el intento sugerido por el capitán Kleidevert, para lo cual se usarían dos de los mismos Mutterfracht utilizados para el abastecimiento de los vartarianos no mucho antes, previo a la ocurrencia de la Segunda Guerra de Nordatt. El nombre clave que se usaría para identificar la operación fue Kölder.

El cebo[]

Con la operación en marcha, los enormes transportes Mutterfracht portaban una docena de contenedores-nave, los Anführ, que junto con la estructura principal serían los receptáculos donde deberían albergarse los poliópteros con objeto de efectuar el salto. Para ello, los enormes aparatos fueron acondicionados con refuerzos en sus bodegas, mamparos adicionales de Ultracarbono y todo lo que pudiera retener por tiempo suficiente a los terribles seres para proceder a su traslado forzoso.

Mutterfracht

Transporte Mutterfracht en vacío

Apareciendo en las cercanías de la nube con varios millares de Grossrind repartidos por los contenedores para que los poliópteros detectaran la presencia de vida en el interior, los dos Mutterfracht controlados por las IAs de navegación se aproximaron hacia las criaturas y se detuvieron mientras las Intravernautas iniciaban los cálculos precisos para la fotonización y poder actuar rápidamente.

El enorme enjambre, poco a poco, pareció despertar de su letargo en tránsito, iniciándose un movimiento de la nube hacia los Mutterfracht, los cuales se convirtieron repentinamente en su objetivo siendo engullidos como si los atrapara un horrendo remolino en la negrura.

Sin defensas ni nada que detuviera a los voraces insectos alienígenas los transportes pronto se vieron inundados por millones de estas criaturas, las cuales se abrían paso encontrando aberturas y puntos débiles en la estructura interior avanzando a través de los contenedores como un río imparable que devoraba a los Grossrind y seguía su camino.

Unos minutos más tarde anegados de poliópteros, con la resistencia de sus cascos severamente comprometida y algunos Anführ desprendiéndose de sus carcomidos amarres, los Mutterfrach iniciaron el Salto Intraversal.

La plaga[]

El Eklipze Total, en cuyo interior el mismo Gorbash Brokto dirigía a toda la horda, avanzaba con relativa lentitud hacia el Sur, donde sabía que se encontraban aquellos que habían intentado repeler al ¡Waaagh! de manera infructuosa. Se había detectado una concentración defensiva en un gigantesco planeta al que se referían como Steinig, el cual se había establecido como siguiente objetivo.

Eklipze Total

El Eklipze Total

Entonces, mientras la enorme flota proseguía su camino y su líder se preparaba para el inminente conflicto, a no mucha distancia a estribor de la gran nave-piedro insignia se materializó de la nada un gran aparato, extraño y aparentemente muy dañado, sobre el cual había docenas de furiosos incendios a lo largo de toda su figura.

Sorprendido por la repentina aparición Gorbash Brokto ordenó que varios escuadrones de cazas hostigaran al intruso, preparando asimismo las lanzas navales y Kañonez Pezadoz para batirlo a medida que pasaban a su lado, pues tratándose tan solo de una nave (aunque muy grande), no pensaba siquiera modificar el rumbo que estaban siguiendo hacia Steinig.

Entonces los sistemas de detección vislumbraron algo que no se correspondía con los movimientos normales de una nave de guerra o de cualquier otro tipo. Las lecturas de vida en el aparato se salían de las escalas, dando paso entonces a lo que en realidad se escondía en el interior del artefacto.

La nube polióptera, aunque incompleta, se extendió por una zona que abarcaba los ocho o nueve kilómetros, con millones y millones de seres que enseguida detectaron la presencia de la flota orka, moviéndose hacia ella lentamente de forma instintiva como si se tratara de una enorme manta grisácea y letal dotada de vida.

El segundo Mutterfacht no llegó a emerger, posiblemente destruido durante el propio proceso de fotonización, pero el primero parecía haber llegado exitosamente a su destino con su letal carga prácticamente intacta.

Sin saber qué era aquello pero sin ganas de comprobarlo Gorbash Brokto ordenó abrir fuego contra el área que ocupaba el enjambre, produciéndose entonces una sinfonía de disparos, torpedos y rayos provenientes de la flota que confluyeron sobre la nube y la nave, creando grandes explosiones que iluminaron el vacío durante los siguientes minutos.

Los poliópteros acosados por el nutrido fuego recibieron el castigo muriendo a cientos de miles mientras el Mutterfracht era reducido a pedazos ardientes, pero los insectos no llegaron a detenerse, ya que su diminuto tamaño hacía que muchas de las armas orkas resultaran poco efectivas y sus proyectiles y rayos se perdieran en el espacio sin lograr contenerlos.

Poco después alcanzaron la burbuja disforme que ejercía de escudo para el gran Eklipze Total y gran parte de su flota siendo incapaces de atravesarlo, repartiéndose sobre ella mientras trataban de horadarla furiosamente y moviéndose de forma fluctuante. Los sistemas de apuntado de los pielesverdes eran incapaces de determinar una posición concreta y tenían que disparar a criterio de los artilleros, quienes se empleaban a fondo para que las baterías no cesaran de vomitar fuego, aunque la mayor parte de sus ataques no encontraran un objetivo.

La nube se movía sobre el escudo como gotas de aceite sobre el agua, mientras kruzeroz y kazaz intentaban inútilmente repelerla con todo su arsenal convirtiéndose en un extraño juego en el que no parecía que ninguno de los contendientes tuviera oportunidad de vencer.

Nube polióptera

La nube polióptera

Entonces, como movido por un instinto único, el enjambre polióptero se concentró ferozmente sobre un punto concreto de la burbuja, y ya fuera por su número o por la fuerza repentina que ejerció sobre ella logró abrir un hueco de escasos metros de diámetro que permaneció abierto unos segundos antes de recomponerse de nuevo, pero que permitió que un grueso chorro de aquellos letales insectos penetrara en el perímetro orko.

Si bien la mayor parte de la nube quedó fuera y volvió a concentrarse sobre otro punto específico ésta fue contenida de nuevo por la densa pantalla energética, la cual incluso pareció aumentar su intensidad. pero muchos poliópteros estaban dentro de la burbuja y pronto se lanzaron hacia la primera nave que se encontraba más cerca.

Desprovisto de una protección efectiva el desafortunado kruzero seleccionado fue víctima de los insectos durante los siguientes minutos siendo su sorprendida tripulación consumida en un breve período, tras lo cual la nube que se había escindido de la principal pasó a su siguiente objetivo, un gran transporte que enseguida corrió la misma suerte.

Con un enemigo prácticamente inalcanzable que se lanzaba sobre las naves orkas una tras otra, Gorbash Brokto, henchido de rabia, ordenó que en cuanto la nube alcanzara otra nave se abriera fuego sobre ella para causar el máximo daño posible a los poliópteros, aunque aquello supusiera destruir efectivos de sus propias tropas.

En efecto, el enjambre del interior pronto alcanzó un nuevo blanco, pero en cuanto se sumergió en su estructura y empezó a devorar su contenido ávidamente, densas andanadas provenientes de las demás naves y del propio Eklipze Total arrasaron el aparato (y de paso otros varios a su alrededor), causando buena devastación entre sus propias filas, pero también destruyendo a muchos poliópteros.

La reacción de la cada vez más menguada nube siguió los mismos parámetros lanzándose con todas las criaturas restantes sobre el siguiente kruzero cercano y repitiéndose la operación. En un par de intentos más la nube dentro de la burbuja habría sido destruida, pero también una docena de naves de las que componían la horda.

Entre tanto la nube exterior había continuado su cometido sin descanso, pero no era capaz de conseguir volver a repetir su éxito anterior, de modo que tras casi una hora de intentos vanos los individuos del enjambre dejaron de actuar como uno solo, repartiéndose sobre la pantalla y dejando de conformar un grupo compacto, sino una especie de neblina que poco a poco se dispersó tanto que era difícil vislumbrar a los temibles insectos, aunque no por ello dejaron de tratar de atravesar la sólida defensa de forma individual.

Movimientos forzosos[]

Mientras los orkos del ¡Waaagh! Brokto luchaban contra la nube, Balhaus había observado con mucha atención todo el lance comprobando que los poliópteros habían tenido poco éxito en el ataque al contingente.

La amenaza seguía avanzando, peor aún, el enjambre polióptero, disperso a lo largo de kilómetros sobre la defensa forjada por el Eklipze Total, se sumaba ahora a los problemas, ya que los orkos ya no disparaban contra él, sino que lo transportaban manteniéndolo en el exterior de su potente cúpula defensiva.

Se calculaba que todo el contingente arribaría a Steinig en cuestión de pocos días, momento en el cual entraría en juego la nueva línea de defensa combinada de la Weltwaffe y los efectivos de tierra, aunque no se esperaba que pudiera hacer gran cosa para variar los resultados producidos hasta el momento.

Si el Eklipze Total volvía a encabezar el ataque disparando el salvaje cañón Gorko, las tropas de tierra serían exterminadas sin remisión, mientras que la Weltwaffe se vería impotente para enfrentarse con la inmensa cantidad de naves en aproximación, como ya había sucedido anteriormente.

El Infierno de Steinig se aproximaba.

Cronología[]

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