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Sello del Oficio Asasinorum

Símbolo del Oficio Asesinorum

"Nosotros no determinamos a los culpables; nosotros no decidimos el castigo; somos simplemente los instrumentos fríos de la venganza del Emperador. No hay forma de muerte desconocida para nosotros; no hay forma de terror más allá de nuestros medios; no hay enemigo fuera de nuestro alcance. Somos la hoja que se cierne sobre la garganta del traidor, somos la bala que espera el cráneo del hereje, somos el veneno en la garganta del alienígena."

Decreto Asesinorum

El Oficio Asesinorum es una agencia secreta del Imperio de la Humanidad que emplea diferentes Templos que entrenan Asesinos humanos para lograr sus objetivos y proteger la seguridad del Imperio de la Humanidad. Aunque la Inquisición infunde el miedo entre los corazones de los ciudadanos imperiales, tanto leales como corruptos, los letales discípulos del Oficio Asesinorum infunden el miedo en los corazones de los guerreros imperiales más diestros y curtidos en batalla. Los Asesinos son desplegados normalmente en solitario siempre que sea posible, después de haber sido extensamente entrenados para operar detrás de las líneas enemigas sin ningún tipo de apoyo. Dado el poder político en potencia de este Adepta y el hecho de que sus agentes son conocidos por haber sido empleados contra sus rivales de los Altos Señores de Terra en el pasado, la autorización para asesinar a un objetivo debe proceder de los escalones más alto del mando imperial. Por esta razón, los Asesinos son vigilados muy de cerca para asegurarse que están bajo el control del Imperio.

Apenas hay información en las bases de datos imperiales acerca de las localizaciones del los seis templos del Oficio Asesinorum excepto que todavía están localizados en algún lugar de Terra, salvo por el Templo Culexus. El Templo Culexus no mantiene una única sede, en su lugar, conserva a sus agentes en crio-éstasis en una variedad de cruceros estelares secretos y estaciones espaciales que están esparcidas a través del espacio imperial, en alerta constante, esperando la asignación de una misión.

Historia[]

Los Asesinos Imperiales son las hojas ocultas blandidas por los Altos Señores de Terra. Son los asesinos de reyes y falsos mesías, la perdición de los Traidores y los rebeldes a lo largo de las estrellas. Una vez un agente ha sido enviado, es implacable e inevitable como el paso del tiempo. Cada faceta de su impecable entrenamiento se torna en acabar con un único objetivo. Aunque los templos del Oficio Asesinorum están envueltos en el más absoluto secreto, todos los hombres de influencia temen las sombras que ellos proyectan, pues sus agentes son la justicia del Emperador hecha real. En un reino del tamaño y el alcance del Imperio, es muy común que los planetas escapen de la vigilancia de los Altos Señores. Con la comunicación y los viajes a merced de las corrientes cambiantes de la Disformidad, una población puede estar diez, veinte, incluso un centenar de años estándar sin estar en contacto con el Imperio. Es un sistema ciertamente frágil, y dada el monótono y aplastante trabajo que supone gran parte de la vida imperial, un sistema que ha visto caer muchos mundos en la esclavitud de la herejía. Abandonados para valerse por si mismo contra una galaxia hostil, es fácil para la ciudadanía de un planeta albergar las semillas de la corrupción. Un mundo puede fallar en el pago del los diezmos imperiales, permitir que las rutinas de contención de psíquicos fracasen, o caer bajo la ley de un gobernador planetario no autorizado. Algunos simplemente ansían la independencia de los dictados del Administratum, la Eclesiarquía, y una galaxia gobernada por doce figuras sin rostro en nombre del distante Emperador.

Independientemente si el nuevo orden es benevolente o tiránico, sus orquestadores persiguen a sus objetivos con las más violentas retribuciones. Aunque su gobierno puede prosperar a corto plazo, los rumores de su desobediencia llegarán con el tiempo a los Adepta del Imperio. Algunas veces la confrontación resultante conducen a una guerra abierta, pero con la misma frecuencia se resuelve mediante medios encubiertos.

Simbolo Oficio Asesinorum

Símbolo alternativo

Coacción, soborno, amenazas, chantaje y asesinato son todas las armas en el arsenal de aquellos cuyo puño de hierro define los reinos de la Humanidad. Con este fin, el Imperio ha desarrollado varias instituciones para aprovecharse completamente de estas armas; antiguas organizaciones que trazan su historia hasta la Gran Cruzada y el nacimiento del Imperio. Una de estas organizaciones es el Oficio Asesinorum.

Los Asesinos del Imperio son capaces de cambiar el destino de mundos con solo pulsar un gatillo. Donde longitud del alcance del Emperador necesita ser suficientemente clara, un francotirador Vindicare pondrá una bala en la cabeza de su objetivo mientras que el descarriado individuo está rodeado de sus seguidores. Si el credo traidor se ha extendido a toda una organización o fuerza militar, un Eversor será soltado en su lugar; un berserker mejorado biológicamente que masacrará docenas si no cientos de rebeldes junto al objetivo crítico que ha venido a matar. En caso de que la acción requiera más sutileza, una agente del Templo Callidus será enviada; en estos casos es prácticamente imposible detectar la presencia de estas asesinas cambiadoras de forma hasta que el trabajo está hecho. Si el objetivo es un psíquico, uno de los escasos y aterradores Culexus será enviado para darle caza, seres con un extraño vacío en lugar de su alma que los hacen ser la perdición a todos aquellos que tratan con la Disformidad.

Las armas de los Asesinos van desde simples cuchillos y garrotes hasta exóticos despedazadores neurales y espadas fásicas que pueden atravesar tanto una armadura como un campo de fuerza. Incluso desarmados, estos agentes son oponentes letales; cada uno es entrenado exhaustivamente en el combate sin armas y es más que capaz de abrirse paso a través del caos resultante que sigue a sus asesinatos. Volviendo a sus amos, son extensamente interrogados y examinados antes de darles una nueva marca y misión que completar. De esta manera, cada Asesino está encerrado en un ciclo constante de asesinatos que abarca toda la amplitud del Imperio, reforjando las frágiles cadenas del gobierno imperial incuso cuando el Fin de los Tiempos a finales del milenio 41 las haga añicos.

La Fundación de los Templos[]

"Ningún mundo escapa a mí gobierno; ningún enemigo escapa a mi furia."

Extraído de la primera página del Grimoire Assassinorum

Así habló el todopoderoso Emperador en la cima del Monte de la Venganza, en Thor en el M30. Y por esto un gran número de sus más leales servidores se reunieron, ansiosos por servir al Emperador como mejor pudieran, para ayudarle a cumplir sus sueños de conquistar y gobernar la galaxia. Todos ellos eran expertos en el movimiento silencioso y en tácticas de subterfugio. Eran los mejores en el arte de la muerte. Cazaron a los que intentaban arruinar los planes divinos del Emperador, y acabaron con ellos como un rayo celestial. Actuaron en secreto, prefiriendo evitar las alabanzas del Emperador, pues no se consideraban dignos de su atención en medio de los grandes sacrificios y la apocalíptica destrucción de la Gran Cruzada. Ejecutaron sus asesinatos en silencio, moviéndose invisibles de uno a otro mundo tras la estela del Emperador, para asegurarse que las promesas hechas al Imperio por los gobernantes recientemente introducidos a la Verdad Imperial fueran cumplidas, y para que los recientemente instalados Gobernadores permanecieran leales, y que estos tratados y pactos fuesen cumplidos.

Sin embargo, con el tiempo estos leales servidores se dieron cuenta que no podían ocultarse de la muerte para siempre, y que sus habilidades debían ser transmitidas a las nuevas generaciones, para que éstas siguieran el trabajo que ellos habían empezado. Fue por ello que finalmente se dieron a conocer ante el Emperador, y cómo Él vio, con tristeza, la necesidad de su existencia y el terrible deber que habían tomado sobre si mismos y estaba complacido por ello. Se construyeron grandes Templos en Terra, y se buscaron a los jóvenes más hábiles y prometedores para que fuesen entrenados. Es así como se creó el Oficio Asesinorum, y como los nombres de Callidus, Venenum, Culexus, Vindicare, Eversor y Vanus fueron inmortalizados para toda la eternidad.

Sólo los más fuertes sobrevivían al riguroso entrenamiento, quienes a su vez transmitían sus conocimientos a las nuevas generaciones. Se aprendieron nuevas técnicas y se crearon nuevos Templos: el arte de la espada y la pistola, el veneno y el garrote fueron perfeccionados hasta en sus aspectos más inconcebibles. Es así como actualmente ningún mundo escapa al gobierno del Emperador y ningún enemigo escapa a su furia.

Guerras de la Reivindicación[]

Artículo principal: Guerras de la Reivindicación.

Asesina Callidus wikihammer

Asesina Callidus

Las Guerras de la Reivindicación tuvieron lugar poco después de la muerte del Alto Señor Goge Vandire, durante la Era de la Apostasía. Según parece, el Señor Vandire había conseguido corromper muchos elementos del Oficio Asesinorum, de la misma forma que había utilizado el soborno y el chantaje para conseguir influenciar o dominar otras organizaciones como el Adeptus Astra Telepática, la Eclesiarquía, el Administratum y la Guardia Imperial.

El más poderoso de los agentes de Vandire era un tal Tziz Jarek, del Templo Callidus. Utilizando las propiedades de la polimorfina, Jarek había conseguido asesinar al Gran Maestro y asumir su identidad. Sin embargo, sin que Jarek lo supiera, el Gran Maestro había previsto esta maniobra y había hecho que un Asesino Callidus leal ocupara su lugar en sus habitaciones privadas. De esta forma. Jarek no mató al verdadero Gran Maestro, quién secretamente consiguió reunir a los Asesinos que todavía le eran leales para luchar contra el usurpador.

Se produjo una batalla encubierta que tuvo lugar en el interior de los muros del propio Palacio Imperial, y en la que murieron muchos inocentes bajo las terribles artes de matar que los Asesinos utilizaron en esta guerra. El antiguo arsenal del Oficio Asesinorum fue abierto y volvieron a utilizarse armas terroríficas, armas que habían sido prohibidas por el Senatorum Imperialis desde su descubrimiento. Gases nerviosos que alteraban el código genético contaminaron los pasillos, mientras cabezas nucleares de neutrones destruían alas enteras del Palacio. Al final, el verdadero Gran Maestro asesinó a Jarek y a continuación desapareció en un autoimpuesto exilio. Se desconoce si todavía sigue con vida, aunque se puede asegurar que no se ha reparado en medios para conseguir localizarle.

Reorganización del Oficio Asesinorum[]

La inquisición recibió un informe del Gran Maestro que relataba todo lo que había sucedido durante las Guerras de la Reivindicación, y el inquisidor Jaegar, luego de corroborar la veracidad del informe, se encargó de reorganizar el Oficio Asesinorum, para que algo como las Guerras de la Reivindicación no ocurriera nunca más. Para esto creó el Ordo Sicarius, encargado de supervisarlo, e instaló una serie de reformas.

"La más vejadora y difícil de mis funciones fue la organización de la orden secreta conocida como Ordo Sicarius. La Ordo Sicarius fue creada a instancia mía, tras mis investigaciones sobre la supuesta muerte del Gran Maestro de los Asesinos durante la era de conflictos conocida como las Guerras de la Reivindicación.

Siguiendo mis recomendaciones, se produjeron los siguientes cambios en el Oficio Asesinorum:

  1. Los Templos fueron dispersados por distintas localizaciones, de forma que si uno de ellos caía bajo la influencia de criaturas alienígenas, demoníacas, o sucumbían a la herejía, los otros seguirían incólumes.
  2. Cualquier asesinato debía ser previamente ratificado por los votos de las dos terceras partes del Senatorum Imperialis.
  3. Todos los asesinatos debían ser registrados en un detallado informe de las actividades llevadas a cabo durante la misión, el cual estaría en todo momento a disposición de una inspección Inquisitorial.
  4. Todos los asesinos, a excepción de los del Templo Eversor, debían someterse periódicamente a una nueva psico-adoctrinación, la cual seria supervisada por la Inquisición si ésta lo consideraba necesario.

Dentro del seno de la propia Inquisición, he reunido personalmente un grupo de Inquisidores que están de acuerdo con mis recomendaciones para formar la Ordo Sicarius. Todos nosotros mantenemos una estrecha relación con las actividades del Oficio Asesinorum. y actuamos en base a nuestros descubrimientos. Sin embargo, este mandato ha creado un gran problema que debe ser solucionado antes de que podamos continuar. Como era de esperar teniendo en cuenta la naturaleza de su trabajo, el Oficio Asesinorum es tan secreto como nuestra propia organización. Sin embargo, como muy bien se nos ha enseñado, para investigar realmente una organización sospechosa, uno debe trabajar desde su interior, no desde fuera.

Por lo tanto, hemos conseguido infiltrar un buen número de nuestros agentes en cada uno de los Templos de los Asesinos. Estos Asesinos-Inquisidores realizan las funciones que generalmente se espera de los Asesinos, pero durante las previamente mencionadas sesiones de psico-adoctrinación, somos capaces de descubrir cualquier tipo de información relevante que el resto de Asesinos querrían mantener oculta. De esta forma, hemos podido adelantarnos a dos intentos de asesinato contra Altos Señores de Terra, y hemos evitado la eliminación de uno de nuestros propios Inquisidores, que había estado trabajado de forma encubierta entre los Orkos del Sector Laminia."

Extracto de las Memorias del Inquisidor Jaeger, retiradas de circulación por orden del Inquisidor Madak.

Descripción[]

Asesino vindicare wikihammer

Asesino Vindicare

Cada asesino es un instrumento muy valioso debido a su escaso número y al mortal y largo entrenamiento al que son sometidos, por lo que la pérdida de uno es un duro golpe para el Oficio Asesinorum. Por esto, y debido a que podría ser utilizado para algún fin indeseado, el despliegue de un asesino no es algo ordinario, y es extensamente monitorizado. Además, cada despliegue debe ser aprobado por las dos terceras partes de los Altos Señores de Terra. Los objetivos de los asesinatos suelen ser figuras clave, tales como gobernadores imperiales rebeldes, profetas heréticos, demagogos poderosos y líderes Xenos exitosos, deteniendo así una rebelión a gran escala o un poderoso asalto con una única muerte. Los asesinos son desplegados solos, habiendo sido entrenados para actuar detrás de las líneas enemigas sin ningún tipo de apoyo. También es posible que sean desplegados en un campo de batalla para "ayudar" de forma encubierta a alguna otra fuerza imperial, como los Marines Espaciales, las Hermanas de Batalla, y la Guardia Imperial, pero nunca se unen a una escuadra, debido a su mayor efectividad al trabajar solos. En el extraño caso en que un objetivo sea muy difícil de alcanzar para un único asesino, es posible que sea desplegada una Fuerza Ejecutora conformada por varios, aunque con el riesgo que esto conlleva.

El Oficio está dividido en Templos. Cada templo es único y se especializa en sus propios métodos de asesinato. Los Asesinos son divididos entre los Templos, donde viven y son entrenados. Los jefes de cada templo son llamados "Directores Primus".

El jefe del Oficio es el Gran Maestro, que por tradición y debido al poder de su organización es también uno de los Altos Señores de Terra. Su lealtad al Emperador debe estar más allá de toda duda, ya que controla una organización que podría derrocar al Imperio si así lo desea.

Las filas del Oficio también incluyen personal auxiliar junto con Astrópatas y Navegantes, además de otros servidores semejantes. A pesar de que estos individuos no son asesinos, pasan su vida entera dentro de la organización y no tienen contacto alguno con el mundo exterior.

El Oficio es una organización tan secreta como la propia Inquisición, y no es raro ver a las dos trabajar de manera muy cercana. Incluso, algunos Inquisidores son conocidos por organizar entrenamientos del Oficio Asesinorum para asesinos del Culto a la Muerte pertenecientes a su séquito, transformando a estos asesinos ya altamente efectivos en unos ejecutores mucho más mortales y refinados.

Papel[]

Las Cuchillas del Emperador[]

"El cuerpo de un asesino es su más poderosa arma. Puede destrozar el acero con sus manos y sus pies, correr tan rápido como el viento, y superar las adversidades que matarían a un hombre inferior. Nadie puede resistir el dolor o el daño como un Asesino. Puede introducir sus manos en lava ardiente sin encogerse, puede soportar la llama o la cuchilla cortante. Incluso las heridas mortales no frenarán su propósito. Trabaja en silencio y sin agradecimientos, porque es la mano sangrienta y secreta salvadora del Imperio"

La Naturaleza de la Cuchilla, Gran Maestro Relistocles

El entrenamiento de un Asesino es una tarea larga y ardua. Casi todos los reclutas son huérfanos, tomados de los restos de su antigua vida entre la población de un Mundo Muerto, la salvaje sociedad de una Ciudad Colmena, y transportado a la Schola Progenium para su tutelaje. Allí, serán entrenados junto a los jóvenes quienes se convertirán en los más importantes agentes del Imperio. La vida es las Schola es extremadamente dura, una implacable rutina de desafío físico y mental donde solo los más fuertes prosperan. Enseñados a esforzarse para alcanzar la excelencia y la obediencia en todas las cosas, las mentes y cuerpos de los reclutas son afiladas como un borde cortante mientras que su espíritu aprende a abrazar al Emperador como señor y padre inmortal. La mayoría de estos fuertes hombres y mujeres jóvenes siguen entrenando su entrenamiento en los Vástagos Militarum TempestusComisarios, o en los casos más inusuales, Inquisidores. Aquellos que han nacido asesinos, sin embargo, son seleccionados por las sombrías figuras que aparecen cada Día de Selección. Aquellos reclutas nunca son vistos de nuevo por sus compañeros. De ese día en adelante, su única amiga será la misma muerte. El entrenamiento empieza en los navíos del Asesinorum en su vuelta a Terra, con los instructores del Oficio probando a sus futuros pupilos sin ninguna piedad. Los reclutas deben sobrevivir con comida o aire limitados durante días. Deben luchar constantemente entre ellos tanto en combate armado como desarmado, en condiciones de total oscuridad o luz cegadora, gravedad cero o gravedad aumentada, calor asfixiante o frío congelador. Para cuando llegan a Terra, pueden ser solo una décima parte de los futuros Asesinos que abandonaron la Schola, y algunas veces, si los instructores consideran a todos los reclutas indignos, ninguno.

A su llegada a Terra, los iniciados supervivientes comenzarán la siguiente fase de su entrenamiento. Navegando más allá de las basílicas espaciales, inmensas colas de embarcaciones de peregrinos y cordones militares que congestionan la órbita externa de Terra, son bajados hasta los Templos Asesinorum bajo los más avanzados protocolos de seguridad. En las áreas de seguridad, estos nuevos reclutas son divididos entre los Templos ocultos del Oficio Asesinorum. Cada Templo tiene sus propias antiguas costumbres y misterios, y cada uno se especializa en un aspecto diferente del arte del asesinato. Hay muchos de estos templos, algunos de los cuales son conocidos mientras que otro permanecen en completo secreto. Allí, los iniciados entrenan durante una década completa, trabajando bajo los auspicios de los Señores Asesinos, tan duros que hacen parecer a los Abades Instructores de la Schola Progenium amables tíos en comparación.

El procedimiento de entrenamiento se hace cada vez más riguroso con los años ya que los templos llevan al límite a cada candidato. Podrá pasar los días combatiendo con máquinas de ejercicio que destrozan los huesos, luchando en peleas mortales o dominando su tolerancia al dolor. Los iniciados deben sobrevivir a largas pruebas de psicoadoctrinamiento e hipnosis agresiva, someterse a exámenes físicos cada vez más intensos, y digerir vastas cantidades de información sobre el Imperio que pronto será su coto de caza. Deben entrenar con el armamento más esotérico y endurecer sus cuerpos contra los estragos de un sin fin de esteroides y estimulantes. Incluso entonces, solo han arañado la superficie del potencial arsenal de su templo. Las órdenes ocultas del Asesinorum esconden obras maestras de destrucción, algunas de las cuales fueron ideadas por los Primarcas, Malcador el Sigilita, e incluso el propio Emperador. En verdad, se dice que cada templo alberga un millar de muertes y más.

Un Ejército de Uno[]

Asesino Templo Culexus Animus Speculum Gen Paria Wikihammer

Asesino Culexus

A diferencia de otros guerreros del Imperio, quienes son capaces centrarse en la guerra y solo en la guerra, los Asesinos deben ser verdaderamente autónomos. Una vez un agente está en el terreno, debe ser capaz de cruzar la galaxia de una punta a otra, por las buenas o por las malas. No solo tiene que dominar su letal vocación, sino también ser competente en otra docena. Debe saber como conducir y manejar todo, desde una motocicleta blindada hasta una pequeño navío espacial, debe ser capaz de convencer a malhumorados Espíritus Máquina para que sigan sus órdenes, y limpiar, desmontar y reconstruir siempre que sea necesario. Debe tener un conocimiento magistral de la historia del Imperio, su organización, y lenguas comunes. Su entendimiento de la anatomía humana debe ser completo, y de cada hecho que el Imperio ha descubierto sobre el aspecto físico de los xenos es legado al asesino en un juramento secreto. Pocas mentes humanas pueden aprender tal cantidad de información, y mucho menos procesarla. No todos sobreviven a los rigores de sus entrenamientos con sus espíritus intactos, y muchos han caído en la locura por la simple cantidad de pruebas a las que se enfrentan. Finalmente un Iniciado que se une a las filas e los agentes de su Templo tendrá todas estas habilidades bajo su dominio.

La clave de la asombrosa fuerza de los Asesinos es la cirugía a la que se deben someter durante sus diez años estándar de tutela. Nódulos aumentadores son cosidos a su cerebro, y la cirugía acústica submuscular prepara su cuerpo para el castigo que sufrirá en el cumplimiento de su deber. El nivel de tecnología arcana necesaria es quizás la más avanzada que el Imperio puede producir, por esta buena razón, se obliga a la Sagrada Terra a minimizar la posibilidad de ser capturados por los enemigos de la Humanidad. Es por esto que esta clase de antigua tecno-magia es reverenciada, y mantenida con tanto esmero. Sin ella, las drogas polimórficas y los artefactos de realidad-cambiante usada por los templos desgarraría literalmente a sus agentes. Incluso si un Asesino sobrevive a su entrenamiento, su correa todavía lo agarra fuertemente. Solo una petición exitosa llevada a cabo por los propios Señores de Terra y dos tercios de mayoría es la posterior votación puede sancionar a un asesino para que sea liberado en la galaxia y complete la tarea que ha nacido para hacer.

El hecho que los individuos más importantes del Imperio den su máxima atención al despliegue de un único individuo muestra como de excepcional es este asesino. Los registros de los templos del Officio son tanto detallados como ellos son escrupulosos, una fuente de gran orgullo para los señores que los custodian. A través de los milenios, las ocasiones donde el despliegue de un agente no dio resultado son extremadamente pocas y distantes entre si. Ya sea el objetivo un hombre, bruja, bestia o demonio, el resultado siempre es el mismo, pues un Asesino Imperial es la muerte encarnada.

Acciones notables[]

Durante la historia del Imperio, los agentes del Oficio Asesinorum han reclamado millones de vidas para sus amos. Pero sus tácticas difieren enormemente de las grandes matanzas llevadas a cabo por la Guardia Imperial o la fuerza implacable con la que golpea un Adeptus Astartes. Cada muerte que otorgan a los enemigos del Imperio es un eslabón cuidadosamente diseñado en la cadena que une el reino del Hombre a la voluntad inmortal del Emperador. Aunque cada una de estas muertes está extensamente documentada en las criptas de datos de cada templo, solo una pequeña fracción han entrado a formar parte de las leyendas del Imperio, conocidas por unos pocos fuera de los abovedados salones de los Altos Señores:

  • La Muerte de un Primarca (M31): el Primarca de los Amos de la Noche, Konrad Curze, era acosado con visiones de su propia muerte, llevada a cabo por un equipo de eliminación ordenado por el propio Emperador. El conocimiento de la traición de su padre espiritual lo consumía, convirtiéndose en el malvado Traidor conocido como el Acechante Nocturno. Tras la Herejía de Horus, el Templo Callidus envió a la asesina M'Shen. La Callidus consiguió llegar al salón del trono donde se encontró al Primarca esperándola. Al permitir el Emperador que matasen a su propio hijo, la criatura que una vez fue Konrad Curze creía que su rebelión se reivindicaría para siempre, pues con su muerte, demostraba que el Emperador es tan insensible como siempre había mantenido. El Acechante Nocturno se dejó matar por la asesina y esta fue brutalmente asesinada cuando trataba de huir por Talos Valcoran, el Cazador de Almas.
  • La Decapitación (546-646.M32): los Altos Señores de Terra son asesinados cuando el Gran Maestro de los Asesinos, Drakan Vangorich, organiza un sangriento golpe de Estado tras décadas de preparación. Esto llevó a un periodo de cien años de anarquía en el que el Imperio está prácticamente arrasado. Una fuerza de retribución formada por tres Capítulos de Marines Espaciales, los Puños Imperiales, los Hermanos del Halo y los Sables asaltan el escondite de Vangorich. Tras desembarcar se encuentran con una fuerza de cincuenta asesinos Eversor resultando en un sangriento combate. Al final, un solitario Marine Espacial consiguió llegar hasta Vangorich, ejecutándolo con un tiro de su pistola bólter. Tras el desastre, sobre cincuenta líderes de los Marines Espaciales llegaron a Terra, acompañada de una "guardia de honor" en forma de Cruzada. Después de un largo consejo a puerta cerrada, doce nuevos Altos Seores de son elegidos, devolviendo la estabilidad al Imperio.
  • Un Fantasma entre Demonios (990.M32): el asesino Culexus Dranos es enviado a destruir al Hechicero del Caos Xantaka antes de que pudiese conjurar alguna legión demoniaca más desde la Disformidad. Siendo prácticamente invisible no solo para la visión etérea de los demonios de Xantaka sino también para sus guardaespaldas Rúbrica, Dranos simplemente caminó sobre Xantaka y quemó su cerebro hasta convertirlo en cenizas con un estallido de energía negativa.
  • Madre Gullet (340.M33): una asesina Callidus, fue enviada para robar al hijo primogénito del peligrosamente egocéntrico Gobernador Planetario Thygmus van Spracht, disfrazándose de la matrona-vigilus del bebé. Ensanchando su estómago con la Poliformina se tragó entero al joven príncipe. La asesina pasó entre los guardias de élite del palacio sin apenas un susurro de resistencia. Llevó al trofeo en su vientre a sus maestros antes de regurgitarlo entero, gimoteante pero seguro. Una pictografía de su cráneo es enviado al gobernador, volviendo al redil imperial en una semana.
  • El Vidente Ciego (452.M34): un asesino Culexus es enviado a reclamar la cabeza manipulador Vidente Lithandros-Esmanthil. El Eldar sintió la amenaza por lo que escudriñó las madejas del destino, pero estaba cada vez más alarmado al ser incapaz de localizar el hilo correspondiente a su perseguidor. Después de una larga y aterradora caza, el Asesino emboscó a su presa en los solitarios salones de la Cúpula de la Reflexión de Saim-Hann. Sin posibilidad de usar sus poderes psíquicos y conducido a la extenuación por la persecución, Lithandros-Esmanthil se rindió frente a la siniestra violencia que los perseguía.
  • El Sacrificio de los Goliaths (372.M35): los pseudohumanos Goliaths de Thugrock Secundus, una luna de reclutamiento de la Guardia Imperial, desarrollaron un culto sangriento que consumió a la casta gobernante del planeta. En un despliegue sin precedentes de falta de comunicación, no menos de seis asesinos Eversor son enviados para acabar con los líderes de la población indígena. Cuando el único Eversor superviviente es recuperado, no queda ningún Goliath con vida. Cuando las noticias llegaron a la Guardia Imperial, estaban muy disgustados porque un recurso tan valioso hubiese sido desperdiciado. A día de hoy, este evento es usado como una fábula para ilustrar el peligro de desplegar a varios asesinos a la vez.
  • El Reinado del Terror (200.M36): Goge Vandire, Eclesiarca y Alto Señor del Adeptus Administratum se aparta de la luz del Emperador. Su tremenda influencia, carisma y determinación para reparar el Imperio desata una guerra civil que duró siete décadas. Su insurrección solo termino cuando una contra Cruzada organizada por Sebastian Thor arranca el poder de las frías garras del Traidor.
  • La Muerte de un Reincidente (501.M37): el influyente Cardenal Jerome el Pecador de Oristia IV se escindió del Credo Imperial. Reunió una inmensa cantidad de riquezas a través de impuestos ilegales, esperando reunir un ejército de Fratrías Militantes que rivalizara con el de Goge Vandire. Fue disparado en el techo de la boca por un asesino Vindicare mientras cantaba himnos subversivos.
  • El Incidente Morisha (563.M37): Urhua Thereaux, asesina del Templo Venenum es enviada a asesinar al Gobernador Renegado Yawell de Morisha. Durante el viaje, el navío estelar fue atrapado en una Grieta Disforme, manteniendo al crucero en estasis temporal por al menos seiscientos noventa y ocho años estándar. Desconociendo lo que había sucedido, Thereaux procedió sobre su objetivo, descubriendo que Yawell había muerto hace mucho tiempo siendo sustituida por un comité democrático anti-imperial formado por más de mil miembros. Enfrentada a tal extrema tarea, Thereaux tuvo éxito al asesinar a todo el comité después de pasar tres días envenenando todas las sillas del auditorio antes de una sesión plenaria.
  • La Muerte del Astrónomo (003.M38): el progresista astrólogo Lenas Scard es condenado a muerte depués de sus descubrimientos heréticos hicieran tambalearse el Credo Imperial. El asesino Vindicare Erasmus Menst se colgó boca a bajo de una tubería de Promethium durante seis días solares, esperando a su presa, solo para darse cuenta que Scard era consciente de su persecución y se encerró en su observatorio. Menst abandonó su plan y en vez de eso, sube a la aguja más alta de la Colmena Mendicantus, sabedor que solo era cuestión de tiempo que Scard usase su telescopio. Como era de esperar, cuando la luna del planeta se cruza con la aguja, apareció un destello en el laboratorio de Scard. Ment fue capaz de colocar un disparo a través de la lente del telescopio en el ojo de Scard.
  • La Caída de Orlenza Triartes (368.143.M38): el planeta de Orlenza Triartes corta sus lazos con el Imperio, esperando conseguir mejores términos comerciales. El Gobernador Planetario engaña a sus Adeptus Arbites enviándolos a sofocar una fuga de una prisión que resultó ser una emboscada cuidadosamente preparada, encerrando a los Arbitradores junto a los criminales que habían arrestado. Las noticias llegan al Imperio y dos regimientos de la Guardia Imperial son enviados para intervenir. Los engreídos aristócratas que lideraban la rebelión, reunieron a sus fuerzas y atacaron, solo para descubrir que su principal consejero militar, un vulgar pero efectivo mercenario conocido como Le Kard, no era quien ellos pensaban. La dispersión de las fuerzas de Orlenza resulta ser extremadamente inefectiva y son derrotados en una semana solar. Cuando la celda hermética de Le Kard es abierta se encontró que contenía un conjunto de ropas desechas y una asesina Callidus con un traje sintepiel, agachada como si de un félido se tratase, preparada para abalanzarse sobre su objetivo. La asesina dejó huella en la nobleza del planeta antes de desaparecer sin dejar rastro.
  • La Basura que cambió (209.M38): la menuda pero aterradora asesina Callidus Militzia Scarvelli se infiltró en el taller de Gran Mekániko Oilguzla en forma de un Gretchin esclavo. Justo cuando Oilguzla lanzó su horda de Dreadnoughts sobre los Marines Espaciales que protegían la Colmena Imperator, Scarvelli recuperó su hoja fásica de un cercano montón de restos de metal donde la había escondido, tras esto atacó. Aunque le llevó al menos un minuto hacerlo, redujo al Gran Mekániko a trozos del tamaño de un puño antes de sobrecargar su generador de campo de fuerza, deteniendo el avance de los Dreadnoughts con un chirrido metálico.
  • Escultural (243.M39): se ordenó al Templo Vindicare acabar con el predador piloto Drukhari conocido como Skyknife. Sabiendo que entrar en Commorragh sería un completo fracaso, el asesino Vindicare Dejedris Garamach determinó el sitio de un avistamiento previo del Caza Estilete de Skyknife. El asesino se mantuvo vigilante en la cuenca del ojo del Coloso Therendian, subsistiendo a base de musgo y la dura carne de los pájaros que usaban la estatua como nido y nunca apartó sus ojos del cielo. Seis años estándar después, su vigilia fue recompesanda cuando Skyknife apareció en medio del cielo tras un estallido de energía azul. En medio segundo, Garamach disparó un proyectil turbo perforante en la cabina, acabando con el piloto al instante.
  • Matar a un ¡Waaagh! (718.924.M40): el Kaudillo Orko Urgak el Invencible estaba a punto de completar su Gargante y lanzar un Waagh al Sector Vondiac por lo que se envió al Asesino Vindicare Viktor Zhau para acabar con la amenaza. Zhau logró infiltrarse en la base de los Orkos y colocar explosivos dentro del Gargante. A la mañana siguiente, acabó con Urgak con un certero disparo y activó los explosivos del Gargante, acabando con muchos Orkos y los Mekánikos de Urgak. El Waaagh es detenido antes de comenzar permitiendo a la Armada Imperial bombardear a los dispersos Orkos desde la órbita.
  • El Tigre Enjaulado (231.M41): Hetman Grettch del 593ª de Tigres Kadaveranos estaba cada vez más enfurecido por ser constantemente interrumpido por el Auto-Relicario Táctico de Tyberius por lo que lo desactivó "accidentalmente" con una maza ceremonial. Este fue el primer paso de una rebelion que llevó no solo al 593º si no a todos los Trigres Kadaveranos a volverse contra el Imperio. Una asesina Callidus es enviada para infiltrarse en el cuerpo de asesores de Grettch, asumiendo la identidad de su Astrópata antes de asesinar al comandante traidor y tomar su lugar. Cuando los Tigres iniciaron hostilidades contra el 342º Cadiano, de repente sus órdenes se volvieron contradictorias y torpes y cuando el personal de mando es arrasado por una salva de artillería solicitada sobre su propia posición, todo el esfuerzo de guerra rebelde se rompe en pedazos. Con sus fuerzas diezmadas en una hora, rápidamente vieron su error y se rindieron para someterse a un consejo de guerra. Aunque el Auto-Relicario Táctico es recuperado y posteriormente reparado, son encontrados culpables y ejecutados.
  • Un Destino Denegado (290.M41): el Oficio Asesinorum, había fracasado en sus intentos de destruir al poderoso Señor del Caos Malfecius con sus agentes de los Templos Eversos y Vindicare, por lo que envió al asesino Culexus Vaedrex en su lugar. El Culexus siguió el reastro de Malfecius a través del Ojo del Terror. Solo cuando Malfecius ascendió a Príncipe Demonio pudo Vaedrex por fin. Como la nueva encarnación de Malfecius lo hacía vulnerable a sus Granadas Antipsíquicos, el Culexus logró asesinarlo al Príncipe Demonio herido con una serie de ráfagas de su Animus Speculum.
  • El Temor Gestalt (353.M41): los Psíquicos de Batalla pertenecientes al 122º de Primeros Nacidos Vostroyanos se encontraron con una entidad disforme de aterrador poder psíquico conocido como Gestalt. Deleitándose con sus nuevas habilidades, se alzaron frente a sus antiguos camaradas y los esclavizaron para saciar sus deseos de sangre. Cuando el regimiento llegó a Sylvanus II comenzaron a asesinar a la población. Los Martillos de Dorn fueron enviados a acabar con los Gestalt, pero los poderes de los Psíquicos Wyrdvanos es tan desbordante que el ataque de los Marines Espaciales es repelido con pasmosa facilidad. Solamente cuando el asesino Culexus conocido como el Revoker es liberado entre las filas vostroyanas haciendo a la Gestalt perder su poder. Son asesinados por las bayonetas vostroyanas antes de que Revoker pudiera abalanzarse sobre su objetivo para terminar su trabajo.
  • Hijos del Intersticio (886.M41): el Culto Lubricae surge dentro del Adeptus Mechanicus, un grupo de herejes que adoraban las sustancias intersticiales que mantenían el funcionamiento del universo. Los doce Tecnomagos se reunieron alrededor de una negra y reluciente piscina de aceite arcano, unciéndose con una mezcla de aceite de sangre de una guerrera virgen y grasa hirviendo, declarando tras esto una guerra abierta a sus antiguos hermanos. Un escurridizo demonio negro emergió de las profundidades de la piscina para acabar con los traidores. En cuestión de segundos, cada uno de los miembros del Culto estaba muerto. Sus seguidores Skitarii, sin ningún liderazgo, fueron rápidamente derrotados por las tropas leales.
  • El Enemigo Intocable (999.M41): dentro del Ojo del Terror, una Cruzada Negra sin precedentes amenaza con atravesar la Puerta de Cadia. Abundan los rumores de que el Señor supremo está favorecido por los Dioses del Caos, por lo que no puede ser dañado por ninguna arma mortal. Los agentes del Oficio Asesinorum son enviados en masa para acabar con los lugartenientes más favorecidos del Señor de la Guerra Abaddon antes de que asalten el espacio real. Uno por uno, son horriblemente asesinados, por lo que Abaddon continúa con su 13ª Cruzada Negra, trayendo consecuencias devastadoras.
  • La Atrocidad de Achyllan (999.M41): siguiendo las órdenes de Abaddon, el Hechicero del Caos Severin Drask consigue la construcción caótica conocida como el Templo de las Sombras. Usando su terrible poder, lograría abrir una gran fisura disforme que pusiese bajo amenaza a la propia Terra. Para hacer frente a esta terrible amenaza, los Altos Señores de Terra autorizan el despliegue de una Fuerza Ejecutora formada por cinco asesinos que en última instancia logra acabar con Drask.

Templos[]

"Para aquellos que desafían al Imperio, solo el Emperador puede juzgar sus crímenes. Solo en la muerte puedes recibir la justicia del Emperador"

Lema del Oficio Asesinorum

Hay cuatro grandes Templos Asesinorum, conocidos originalmente en la época de la Gran Cruzada y la Herejía de Horus como "clados", cada uno especializado en una forma diferente o método de asesinato. Cada templo es liderado por un oficial conocido como Director Primus mientras que el Oficio Asesinorum en su conjunto es dirigido por el Gran Maestro de los Asesinos.

Templo Callidus[]

El Templo Callidus es el más sutil de los antiguos templos del Oficio Asesinorum, especializado en el engaño sutil de los enemigos del Imperio. Los métodos de las asesinas Callidus son aquellos llevados a cabo con la mayor astucia y duplicidad. Son usados en misiones donde la interferencia manifiesta del Imperio podría alterar el intrincado balance de poder mantenido por los Altos Señores de Terra. Es muy frecuente que un agente Callidus complete su misión sin que la fuerza enemiga en cuestión sepa que ha estado allí. Sin embargo, en los tumultuosos tiempos cuando el milenio 41 está tocando a su fin, el Templo Callidus está haciendo acto de presencia en los campos de batalla más que nunca.

Las técnicas que emplea el Templo Callidus para abatir a sus objetivos son muchas y diversas, y pueden ir más allá de matar simplemente al criminal. El Templo Callidus lleva a cabo muchas operaciones encubiertas que pueden implicar que una asesina se infiltre en una civilización enemiga durante semanas, meses o incluso años. Especialistas en la infiltración, el engaño y la suplantación, estas humanas camaleónicas a menudo reemplazan a un asistente de confianza o ayudante gracias a su gran maestría del disfraz. Para lograr las exigentes tareas que les asignan, el Templo Callidus se especializan en el uso y desarrollo de la Poliformina, una droga que permite alterar el cuerpo de las asesinas, permitiendo a las asesinas someterse a dramáticos cambios físicos, alterando sus apariencias para asumir las características de cualquier humanoide (sea cual sea el género).

Usando esta técnica, las Asesinas Callidus pueden acercarse a los comandantes enemigos o poderosos caudillos, influenciando en su estrategia, acabando con ellos cuando surge la oportunidad. En el campo de batalla, se acercan a sus objetivos tanto como sea posible antes de asesinarlos en el momento crítico, a menudo en punto crucial de un conflicto ya en desarrollo. Con el comandante de una fuerza enemiga repentinamente muerto, el balance de la batalla puede cambiar drásticamente a favor del Imperio.

Templo Culexus[]

El Templo Culexus es uno de los más siniestras y temidas órdenes del Oficio Asesinorum y sus asesinos han sido descritos por los Eldar como nada más que pura maldad. Sus agentes heraldos de la muerte, terrores nocturnos cuyo más mínimo toque puede extinguir el alma de la víctima. Incluso entre los escalafones superiores del Oficio Asesinorum, este templo es siempre visto con extrema precaución. Esto no es por la manera que tienen los Culexus de actuar, ni por los horribles métodos que emplean para matar a sus objetivos. Es porque los propios Asesinos portan el Gen Paria. Primero y ante todo, un asesino Culexus en potencia es elegido porque posee un un defecto genético muy raro, algo que es a la vez único y a la vez completamente abominable para el Imperio. Cada ser viviente tiene algún tipo de presencia en la Disformidad, donde el alma es reflejada a través del universo real. Para los no psíquicos esto no suele ser más que una chispa diminuta. Para los psíquicos, sin embargo, su alma arde como un faro resplandeciente que puede ser vista por otros psíquicos y criaturas que habitan en la Disformidad. El más poderoso es el psíquico, la almas más brillantes que arde dentro del reino del Empíreo. Los asesinos Culexus son verdaderos terrores porque no tienen, o parecen tener, presencia en la Disformidad, pues en su lugar no hay nada más que vacío. Son a todos los efectos, seres sin alma.

Este defecto extremadamente raro ocurre en menos de un billón de individuos. Aquellos que sufren esta condición son conocidos como Parias o Intocables, y conocer a uno es algo que ningún ser humano normal puede olvidar. Su mirada fría y calculadora atraen la atención hacia sus ojos; piscinas de oscuridad que parecer tirar a uno en una fosa de vacío. La mera presencia de un Paria hacen que todos los que están a su alrededor se sienten temerosos e increíblemente paranoicos, como una sensación omnipresente de maldad que verdadero pavor. Algunos se quejan de un insoportable dolor de cabeza, o crecientes niveles de pánico, con sus corazones golpeando como un martillo y con su respiración entrecortada. Para un psíquico, esta sensación es infinitamente peor, manifestada como horribles ataques de pánico, convulsiones y una monstruosa sensación de ser asfixiado o ahogado. Tales espantosos fenómenos hacen que los Parias sean marginados por la sociedad humana. Y sin embargo son estos poderes los que el Templo Culexus refina y amplifica para crear a sus terroríficos asesinos. Como resultado, pueden emitir energía psíquica negativa que es letal tanto para los psíquicos como para las criaturas disformes. Los asesinos Culexs suelen ser desplegados contra objetivos psíquicos como Herejes, Videntes Eldar e incluso Demonios.

Templo Vindicare[]

Los asesinos del Templo Vindicare son fríos y calculadores que eliminan a sus objetivos con desdeñosa facilidad. Su objetivo es traer una muerte sin gloria a los enemigos del Emperador con una bala de francotirador, y han elevados sus habilidades de tirador a una forma de arte. Se dice que un Vindicare puede escoger la vena yugular de su objetivo o pupila a una gran distancia, incluso si la distancia es trazada a través de las ruinas y chimeneas de las profundidades de una Ciudad Colmena. Para complementar su precisión sobrehumana, el Templo Vindicare enfatiza las técnicas de sigilo y evasión. Una de las máximas del templo es que una muerte limpia solo puede conseguirse a partir de una excelente posición de tiro, y se sabe que los asesinos Vindicare han ocupado una posición determinada durante semanas, esperando a su presa para poder realizar finalmente el disparo perfecto. Meditando en la gloria inmortal del Emperador, estos magníficos tiradores pueden realentizar su metabolismo a un estado de casi hibernación. Aunque el corazón de un agente quizás lata una vez por minuto cuando está en posición, disparadores subliminales aseguran que el asesino se despertará y recuperará toda su actividad en el instante en que se aparezca su objetivo. De esta manera, los Vindicare pueden ser comparados con arañas o mantis, esperando quietos como una piedra antes saltar a la acción en el momento crítico.

Templo Eversor[]

Asesino eversor neuro-guantelete

Asesino Eversor

El Templo Eversor es posiblemente es más horripilante arma del Oficio Asesinorum. El templo se especializa en tácticas de choque y terror, instilando el miedo del castigo Imperial en los corazones y mentes de todos aquellos que ostentan alguna posición de poder. Los asesinos Eversor son usados principalmente contra rebeldes que tienen planes de moverse contra el Imperio con una gran fuerza armada. Cuando la larga y agotadora guerra de desgaste, que es el fuerte de la Guardia Imperial, se descarta, quizás porque probablemente se devaste un planeta valioso, los Altos Señores a veces sancionarán el uso de un asesino Eversor.

Un Eversor posee la fuerza bruta de todo un equipo de asalto en un solo cuerpo humano, siendo raro que solo se le asigne un único objetivo. Su misión será desgarrar el corazón de la operación rebelde, sembrando el caos y la destrucción. Tal brutalidad asegura que los líderes renegados son destruidos de una sola vez, y que no haya sucesores que puedan tomar el relevo. Para controlar mejor a estos máquinas de matar, el Templo Eversor entrena a sus agentes para ser completamente despiadados y totalmente dedicados al Imperio. Los ingenieros del templo convierten a los Eversor en verdaderas máquinas de matar, superhumanos cuyos cuerpos son llevados más allá de las capacidades humanas normales. Una vez el proceso ha sido completado, el templo introduce una serie de estimuladores e implantes cibernéticos para alterar el estado de ánimo del Asesino a un caldero hirviente de instinto asesino.

Otros templos[]

Existen dos grandes templos del Oficio Asesinorum que se especializan en los asesinatos que son imposibles de rastrear, aunque no hay mucha información sobre ellos en los registros imperiales. El Oficio Asesinorum es también conocido por mantener el mando sobre numerosos templos menores de Asesinos y cultos a la muerte dispersos por toda la galaxia. A pesar de no tener el prestigio de los Vindicare, Callidus, Eversor o Culexus, estos templos tan feroces en su dedicación a la causa imperial.

  • Templo Venenum: el Templo Venenum entrena exclusivamente en el uso de venenos exóticos y la sutiliza para llevar a cabo los requisitos de sus misiones. La especialidad del Templo Venenum es emplear a agentes los mejores artesanos de toxinas de toda la galaxia. Su dominio de los venenos no tiene parangón fuera de la Ciudad Oscura de Commorragh. Los agentes del templo introducen en sus objetivos toxinas con tiempo retardado que les permite tener tiempo suficiente para escapar de la sospecha. A través del aprendizaje, los asesinos fabrican filtros para la mayoría de los componentes base de sus venenos, lo que les permite acabar con sus objetivos y no dejar ningún rastro metabólico de la toxina.
  • Templo Vanus: no se conoce casi nada del Templo Vanus más allá de su nombre y el hecho de su existencia (aunque en gótico clásico Vanus significa Vacío). Los asesinos Vanus son usados principalmente como recolectores de inteligencia y con respecto a tácticas de estrategia e inteligencia no tienen rival, su conocimiento político es inigualable. El Templo Vanus trabaja para diseñar los asesinatos (marca de muerte) a través de su dominio consumado de la información. El Templo Vanus libra una guerra más compleja y lejana, llevando al siguiente nivel el arte de la muerte sigilosa. Su modus operando consiste en aprender todo lo posible sobre su objetivo y aquellos cercanos a este, para luego manipular tácticamente las circunstancias para que la marca de muerte sea llevada a cabo por la propia locura del objetivo o preferiblemente por la mano de su más cercano amigo o camarada. El Imperio emplea al Templo Vanus cuando la revelación de la herejía de una figura prominente causaría más daño que el conocimiento del castigo resultante. Muchos santos resplandecientes o personalidades famosas se han encontrado con un martirio prematuro depués de que alguna herejía secreta hubiese llegado a los oídos de los Vanus. Quizás el mejor sumario de la filosofía del Templo Vanus fuera expresada por Fon Tariel, un infocito del Clado Vanus, durante la terrible guerra civil e intrigas de la Herejía de Horus: "la muerte limpia es aquella que otro ejecuta en tu lugar sin conocimiento de tu incitación".
  • Templo Maerorus: el renegado y actualmente extinto Templo Maerorus fue creado en los albores del M.4o para hacer frente a múltiples objetivos simultáneamente. Para lograr esto, el templo renegado desarrolló el uso ilegal de híbrido humano/mutante/xeno, creando en efecto armas vivientes que eran capaces de absorber la biomasa de sus víctimas para desarrollar rápidamente nuevas armas biológicas. Esto eliminaba la necesidad de mantener y utilizar armamento estándar pues esta tecnología estaba siempre sujeta al fracaso.
  • Templo Secretum: se murmura que existe un Templo Secretum un templo Asessinorum llamado así por su dedicación a guardar los secretos más oscuros del Imperio mediante el método que sea necesario, en lugar de un método predilecto de matar.
  • Templo Adamus: El Clado Adamus era la más antigua de las órdenes del Oficio Asesinorum en la Gran Cruzada y la Herejía de Horus. No está claro si pervive como uno de los Templos del Oficio en la actualidad.
Fuerza Ejecutora Officio Assassinorum

Fuerza Ejecutora del Oficio Asesinorum

Leer más[]

  • Armamento (Oficio Asesinorum).
  • Citas (Oficio Asesinorum).
  • Galería (Oficio Asesinorum).
Wikihammer-LVDH v2

Fuentes[]

Extraído y traducido de Warhammer 40K UK.

  • Codex: Asesinos (2ª y 3ª Edición).
  • Codex: Cazadores de Demonios (3ª Edición).
  • Codex: Caballeros Grises (5ª Edición).
  • Codex: Necrones (3ª Edición).
  • Assassinorum: Execution Force, Libro de reglas.
  • Imperial Armour vol.3: la Campaña de Taros.
  • Warhammer 40.000: Rogue Trader.
  • Reglamento Warhammer 40.000 (5ª, 6ª y 7ª Edición).
  • Index Astartes II.
  • Dataslate: Officio Assassinorum.
  • Dark Heresy: Ascension.
  • Dark Heresy: Daemon Hunter.
  • White Dwarf 189, 190 y 191 (edición inglesa).
  • Inquisitor: The Thorians, por Gav Thorpe.
  • Némesis, por Gav Thorpe.
  • Seventh Retribution, por Ben Counter.
  • Inquisitor, por Ian Watson.
  • Harlequin, por Ian Watson.
  • Chaos Child, por Ian Watson.
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