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El Necroteuco (o Necroteuch) era un libro del mal abominable y desde que se tuvo conocimiento de su existencia quedó sujeto a investigación inquisitorial. El Necroteuco consiste en textos arcanos de abominable poder, un antiquísimo libro.
Historia
El Inquisidor Eisenhorn encontró el rastro del Necroteuco mientras investigaba las acciones de la Casa Glaw y de su infame heredero, Pontius Glaw. Pontius y sus socios tenían la creencia que el Necroteuco les brindaría el poder y la sabiduría suficiente para aumentar su conocimiento sobre el cristal en el que fue atrapada la mente de Pontius y crear así un nuevo cuerpo que la albergara. Sus proyectos futuros eran desconocidos, aunque con un artefacto tan poderoso como ese era muy improbable que se hubiera detenido y con toda probabilidad se lanzaría a una carrera desenfrenada por la dominación.
El Necroteuco original fue destruido, así como todas las copias que se hallaban en el espacio humano. Sin embargo, una especie de xenos conocida como los Saruthi había adquirido una copia siglos atrás, una copia tan sumamente poderosa que había corrompido a su sociedad y había provocado una guerra civil en su sistema. La Casa Glaw presintió que podrían negociar con artefactos Saruthi para conseguir la copia del Necroteuco pero sus planes fueron detenidos por los esfuerzos combinados de Eisenhorn, su séquito y tropas de la Guardia Imperial leales. Durante la lucha, Eisenhorn logró apoderarse del libro, aunque quedó expuesto brevemente a sus influencias insidiosas y casi cayó bajo su poder. Sin embargo, el Marine del Caos Mandragore le atacó, forzando a Eisenhorn a reaccionar y rompiendo su trance. Eisenhorn derrotó al Marine del Caos, decapitándolo y haciendo que su forma física ardiera espontáneamente. En esta pira el inquisidor colocó el Necroteuco, para destruirlo, sabedor del mal que podía llegar a provocar.
Esta acción causó una gran consternación interna entre sus colegas inquisidores, sobre todo entre los Radicales, los cuales insistían en que se debía recuperar el tomo para utilizarlo como arma contra el Caos y no ser destruido.
Este no fue el fin del Necroteuco, ya que los Saruthi habían creado una copia propia. Un ataque combinado de la Guardia Imperial y fuerzas de los Marines Espaciales de los Guardianes de la Muerte con el apoyo de la Armada Imperial e incluyendo varios equipos de asalto inquisitoriales sobre el planeta 56-Izar logró destruir esta nueva copia a un alto coste. En este ataque sería también la primera vez en la que Eisenhorn se encontrase cara a cara con el cánope demoníaco Cherubael.
Fuentes
- Xenos, de Dan Abnett.