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[[Archivo:Mundo_Artificial.jpg|thumb|300px]]En las afueras del Sistema Danorra se encuentra el planeta devastado y sin vida de Safehold. Fue aquí donde el [[Capítulo]] de los [[Caballeros Astrales]] hizo el sacrificio definitivo para detener la masacre del '''Mundomáquina''' [[Necrones|Necrón]], y aquí, en el núcleo de la [[Barcaza de batalla|Barcaza de Batalla]] ''Tempestus'', donde se erigió un templo en su memoria. Setecientas setenta y dos estatuas de alabastro vigilan silenciosas la nave insignia en ruinas, una por cada hermano de batalla de los Caballeros Astrales caídos en batalla. Más allá de los restos, una veintena de guardianes patrullan ese paisaje polvoriento, con los ojos siempre alerta en busca de saqueadores cuya presencia continúa profanando este lugar sagrado. Son [[Marines Espaciales]], hermanos de batalla de una docena de Capítulos diferentes que de este modo muestran su respeto por los caídos.
 
[[Archivo:Mundo_Artificial.jpg|thumb|300px]]En las afueras del Sistema Danorra se encuentra el planeta devastado y sin vida de Safehold. Fue aquí donde el [[Capítulo]] de los [[Caballeros Astrales]] hizo el sacrificio definitivo para detener la masacre del '''Mundomáquina''' [[Necrones|Necrón]], y aquí, en el núcleo de la [[Barcaza de batalla|Barcaza de Batalla]] ''Tempestus'', donde se erigió un templo en su memoria. Setecientas setenta y dos estatuas de alabastro vigilan silenciosas la nave insignia en ruinas, una por cada hermano de batalla de los Caballeros Astrales caídos en batalla. Más allá de los restos, una veintena de guardianes patrullan ese paisaje polvoriento, con los ojos siempre alerta en busca de saqueadores cuya presencia continúa profanando este lugar sagrado. Son [[Marines Espaciales]], hermanos de batalla de una docena de Capítulos diferentes que de este modo muestran su respeto por los caídos.
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Revisión del 20:08 11 jun 2014

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Mundo Artificial

En las afueras del Sistema Danorra se encuentra el planeta devastado y sin vida de Safehold. Fue aquí donde el Capítulo de los Caballeros Astrales hizo el sacrificio definitivo para detener la masacre del Mundomáquina Necrón, y aquí, en el núcleo de la Barcaza de Batalla Tempestus, donde se erigió un templo en su memoria. Setecientas setenta y dos estatuas de alabastro vigilan silenciosas la nave insignia en ruinas, una por cada hermano de batalla de los Caballeros Astrales caídos en batalla. Más allá de los restos, una veintena de guardianes patrullan ese paisaje polvoriento, con los ojos siempre alerta en busca de saqueadores cuya presencia continúa profanando este lugar sagrado. Son Marines Espaciales, hermanos de batalla de una docena de Capítulos diferentes que de este modo muestran su respeto por los caídos.

La aparición del Mundomáquina en el sector Vidar cogió al Imperio completamente desprevenido. Incluso ahora se desconoce si el Mundomáquina era un Mundo Necrópolis movilizado mediante tecnología arcana, o simplemente una nave de proporciones planetarias construida en la oscuridad de las estrellas. Cuando los proyectores gauss del Mundomáquina aniquilaron todo rastro de vida de los Mundos Agrícolas de Gaios Prima y Gaios Tertio, se había abandonado toda especulación sobre sus orígenes y ya solo importaba su destrucción.

Toda la flota del Sector Vidar y al menos quince fuerzas de combate de Marines Espaciales, incluyendo Ultramarines, Caballeros Astrales, Irruptores y Aurora, se enfrentaron al Mundomáquina mientras éste continuaba su cosecha sangrienta planeta tras planeta. Ninguna de las armas más potentes de la Humanidad consiguió romper el escudo del Mundomáquina. Se emprendieron doce misiones de combate, doce intentos de aplastar al Mundomáquina con valor y potencia de fuego, pero lo único que la Flota Imperial consiguió fue una serie de naves destruidas o inoperativas y millones de bajas. Además, los ataques directos parecían imposibles. Las Cápsulas de Desembarco y los torpedos de abordaje no podían penetrar los escudos del Mundomáquina y los rayos teleportadores dirigidos sobre su superficie perdían toda coherencia. Tras la pérdida de dos Escuadras de Exterminadores completas del Capítulo de los Irruptores con este sistema, se prohibió realizar más intentos de este tipo.

Una táctica desesperada

Tras el desastre de la Fisura de Galas, en la que se había perdido una tercera parte de la flota del Sector Vidar, Artor Amhrad, el Señor del Capítulo de los Caballeros Astrales, adoptó una estrategia desesperada. Renunciando a las armas que habían demostrado tantas veces ser ineficaces, Amhrad empleó la propia Barcaza de Batalla de los Caballeros Astrales contra los escudos del Mundomáquina. Con sus motores rugiendo a plena potencia y sus casco de adamantium estremeciéndose bajo el impacto del fuego, la Tempestus se dirigió hacia las pantallas de defensa del Mundomáquina. Debido al ímpetu del ataque, la Tempestus no podía esperar evitar una colisión contra la superficie del Mundomáquina, aunque esa no era la intencion de Amhrad. Cuando la Barcaza de Batalla atravesó los escudos, los Caballeros Astrales ya habían partido en sus Cápsulas de Desembarco. El Tempestus colisionó con el Mundomáquina en una tormenta de metal y fuego, pero los Caballeros Astrales estaban a salvo en la superficie del Mundomáquina, continuando el combate con una clara determinación.

Es imposible decir cuántos Necrones había en el interior del Mundo Artificial, pero su número debía de rondar las decenas de miles. Setecientos guerreros, aunque fueran todos Marines Espaciales, no hubieran tenido una sola oportunidad frente a aquel mastodonte, pero Amhrad y sus hermanos de batalla estaban resueltos a que su sacrificio no fuera en balde. Privados de esperanza, los Caballeros Astrales lucharon sin miedo, destruyendo cada generador de flujo, forja de armas y nódulo de mando que encontraron en su camino. Durante un centenar de horas o más, los Caballeros Astrales causaron estragos. Pero aquella batalla en medio de estructuras ciclópeas de la superficie del Mundomáquina se cobró un buen número de heridos y muertos. Algunos perecieron ganando tiempo para que sus hermanos se retiraran y pudieran librar otras batallas. Todos murieron de pie, desafiando a los guerreros sin alma a los que se enfrentaban.

El Sacrificio Final

El asalto final de los Caballeros Astrales lo hicieron únicamente Amhrad y cinco de sus hombres. Aunque heridos y cansados, lucharon hasta un complejo necrópolis enorme que albergaba muchos de los dispositivos de mando del Mundomáquina. Con sus seguidores muertos o agonizantes, la última acción de Amhrad fue detonar las Bombas de Fusión que destruyeron el complejo. Esta última acción heroica sobrecargó el Mundomáquina, que ya tenía los nódulos de control funcionando a doble rendimiento, provocando la caída de sus escudos y de sus sistemas de armamento. Los Caballeros Astrales se habían ido, pero, gracias a su sacrificio, el Mundomáquina quedó a expensas de la venganza de la Humanidad. Al comprobar que su enemigo quedaba indefenso, la flota imperial atacó y destruyó el Mundomáquina con repetidas andanadas de torpedos ciclónicos.

Debido a la destrucción del Mundomáquina, los Caballeros Astrales fueron retirados de la lista de Capítulos de Marines Espaciales activos. El puñado de hermanos de batalla que no había estado presente durante la batalla contra el Mundomáquina era demasiado pequeño para emprender la tarea de reconstruir el Capítulo. Se formó el Capítulo de los Sables para llenar el vacío y encargarse de la Fortaleza-Monasterio abandonada. Pero los Caballeros Astrales no fueron olvidados por los que habían luchado a su lado. Mientras el Adeptus Mechanicus seleccionaba los restos del Mundomáquina para su estudio, los Ultramarines retiraron el pecio de la Tempestus y lo depositaron entre las ruinas de Safehold, el planeta que había sido la última víctima del Mundomáquina. Desde aquel día, la pequeña guarnición de Safehold cuenta ahora con representantes de cada uno de los Capítulos que lucharon junto a los Caballeros Astrales. Con su recuerdo, los vivos pagan su deuda con los muertos.

Aunque no hay evidencias sobre ello, se dice que hay muchos más Mundomáquinas en la galaxia, y que actúan como naves insignia en las flotas Necronas de gran tamaño. Solo el tiempo dirá si esto es cierto o no, pero de serlo los Necrones contarían con un poder en cuestión de naves interestelares increíble.

Fuentes

  • Codex: Marines Espaciales (5ª Edición).