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La Masacre del Río del Gran Colmillo fue un desastre militar ocurrido al XXIV Regimiento de Praetorianos a manos de la tribu Orka de los Manoz Zangrientaz, en el contexto de la Campaña del Sistema Montar.

Historia[]

Antecedentes[]

Montar VIII es un pequeño planeta que orbita cerca del segundo sol del escasamente poblado Sistema Montar, situado cerca de Tallarn en el Segmentum Tempestus. El planeta es un lugar inhóspito con pocos recursos naturales y ha sido largamente ignorado por el Imperio; hasta que un Pecio Espacial a la deriva llevó a la tribu de los Manoz Zangrientaz al planeta y su Kaudillo Bullgarg lo reclamó para sí. La tribu de los Manoz Zangrientaz es una más de las incontables tribus Orkas que habitan en la galaxia.

Hasta que llegaron a Montar VII, los Manoz Zangrientaz eran una tribu nómada de saqueadores cuyo hogar era el Pecio Espacial, lo que los convertía en una amenaza menor para el Imperio. Pero lo que sucedió en Montar VII, hizo que el Imperio cambiase de opinión.

Una tribu, normalmente, incluye Orkos de los Klanes mayores, y eso no es una excepción en los Manoz Zangrientaz, que incluían Zoldadoz de Azalto del Klan Goff, tropas del Klan Mordizko de Víbora y Lokoz de la Velozidad. Sin embargo, toda la masa de Orkos se hacían llamar simplemente los Manoz Zangrientaz, y dejaban para los demás el separar los Klanes de cada uno. Para mostrar su alineación con la tribu, los Chikoz pintaban su puño y antebrazo derecho de color rojo.

Hasta que llegó a Montar VII Bullgarg se contentaba con llevar una vida nómada de piratería y saqueo, pero su llegada al planeta supuso un cambio. Empezó a creer que los simples placeres que ofrecían los abordajes y los saqueos no eran suficientes. ¡Bullgarg quería fundar un imperio orko bajo su dominio, empezando en Montar VII! Qué suscitó ese cambio de mentalidad, nadie lo sabe. Algunos dicen que Gorko y Morko le hablaron mientras dormía, enviándole visiones del imperio que fundaría; otros dicen que se empezó a creer sus exageradas historias de masacres y saqueos que decía haber hecho. Por la razón que sea, el resultado fue el mismo: Bullgarg llegó al Sistema Montar y no iba a dejarlo hasta conquistar cada planeta que lo componía.

Primer enfrentamiento[]

El aterrizaje Orko no pasó desapercibido y el Gobernador Kiwa, en Montar Prime, pidió ayuda urgente para enfrentarse a los Orkos antes de que extendieran el caos y la destrucción a través del Sistema entero. Aunque los informes iniciales indicaban que la tribu no era muy grande, Lord Kinwa simplemente no tenía las fuerzas suficientes para enfrentarse a ellos. La población total de humanos y pseudohumanos del sistema era inferior a setecientos, y las FDP de Lord Kinwa eran un reducido pelotón de infantería con sólo 3 armas pesadas y sin vehículos blindados.

Afortunadamente para Lord Kinwa su petición de ayuda fue recibida y tramitada rápidamente, probablemente demasiado rápido vistos los sucesos que acaecieron posteriormente.

La Guardia Imperial de este Sector se encontraba bajo el mando del Lord Comandante Sherdan, que recientemente había llevado a cabo una exitosa campaña contra piratas Eldars. Fue una sangrienta campaña, extendiéndose las batallas y escaramuzas por media docena de Sistemas y en más de treinta mundos; finalmente acabó con la destrucción de los piratas Eldars por parte de la Armada Imperial. Los informes de esta batalla final estaban llegando cuando Sherdan recibió las noticias de la invasión de Montar VII, y es posible que estas buenas nuevas sobre la victoria contra los renegados Eldars enturbiaran su juicio sobre cómo enfrentarse al Kaudillo Bullgarg.

Por la razón que fuera, Sherdan creyó los informes de reconocimiento preliminares y decidió enviar a una pequeña fuerza para enfrentarse a los Orkos lo más rápidamente posible. Las tropas que envió fueron los veteranos de la campaña contra los Eldars, el XXIV de Praetoria.

El XXIV de Praetoria siguió a rajatabla la doctrina de combate y estilo de luchar que tienen los praetorianos, pero sufrieron grandes pérdidas por culpa de ello. De los 1.500 praetorianos iniciales, sólo 300 sobrevivieron. Mas importante, casi todos los oficiales superiores del regimiento también murieron. El oficial de mayor graduación que quedó con vida, y por tanto el oficial al mando del regimiento, fue el Capitán Gliene de la Compañía C, de 21 años estándar.

Para reemplazar las bajas de cara a la campaña que se avecinaba contra el Kaudillo Bullgarg, el XXIV fue reforzado apresuradamente con los supervivientes del 135º de Tallarn, que había sido casi destruido en la campaña contra los renegados Eldars. El oficial al mando de los tallarn, el Coronel Al'Ter-Ay, fue puesto al mando del reforzado XXIV de Praetoria, incluso cuando la mayoría de las tropas en el regimiento eran praetorianos. Esta estructura de mando tendría desastrosas consecuencias para el Regimiento.

La llegada a Montar VII[]

El XXIV fue enviado inmediatamente a Montar VII con órdenes de Lord Sherdan de actuar rápidamente para eliminar la amenaza Orka del Sistema. La información aún era bastante vaga en referencia al tamaño y a la fuerza de los Orkos pero la creencia generalizada era que no serían muchos en número, y sin apoyo pesado en forma de Gargantes o Fortalezaz Rodantez. Mercenarios Orkos del Klan Hacha Zangrienta, contratados como exploradores por el regimiento durante la campaña, confirmaron esto aunque nunca llegaron a encontrarse con el grueso del ejército del Kaudillo Bullgarg, ya que "todo el mundo zabe ke ez un bokazaz".

Cuando el XXIV aterrizó en Montar VII, el Coronel Al'Ter-Ay no perdió el tiempo para ir contra los Orkos. Una nave espía determinó la localización del campamento Orko en el Río del Gran Colmillo. El número de Orkos aún era desconocido, ya que la nube de humo y polución que había sobre el campamento hacía imposible para la nave espía poder recoger lecturas para determinar el número de Orkos, pero había preocupantes signos de que los Orkos estaban construyendo un Gargante y otras enormes máquinas de guerra.

El Coronel Al'Ter-Ay decidió actuar rápidamente, tal y como le había ordenado Lord Sherdan, sin atender el consejo del Capitán Gliene que sugería utilizar los Hachaz Zangrientaz de su Compañía para explorar el campamento Orko. Al'Ter-Ay no se fiaba de los mercenarios Orkos, y menos en operaciones contra su propia raza; además las órdenes que tenía eran las de actuar con extrema rapidez, y eso es lo que haría. Menos de 24 horas después de llegar al planeta, el XXIV de Praetoria avanzó contra los Orkos.

La destrucción de Kaz-Ter[]

GI praetorianos caidos

Praetorianos heridos y moribundos.

Al'Ter-Ay dividió el regimiento en 3 columnas:

  • La Primera (Fuerza Kaz-Ter), se componía por las Compañías de Rough Riders de Tallarn y por todas las Compañías de Tanques de Tallarn, y estaba bajo el mando del Capitán Ami'Kaz-Ter de Tallarn.
  • La Segunda Columna (Fuerza Gliene), estaba compuesta por la Compañía C del XXIV de Praetoria.
  • La Tercera Columna (Fuerza Ter-Ay), estaba bajo el mando personal de Al'Ter-Ay y estaba formada por la Compañía A y todas las armas de apoyo del Regimiento.

El plan de Al'Ter-Ay era usar la Fuerza Kaz-Ter para aplastar el campamento Orko en un devastador ataque por sorpresa. Mientras los tanques imperiales empujaban a los Orkos, la Fuerza Gliene, que iba montada en Chimeras, rodearía el campamento bloqueando así la retirada a los Orkos y acabando con aquellos que pretendieran escapar. Mientras tanto, las fuerzas más lentas de la Fuerza Ter-Ay tendrían tiempo de llegar y acabar con los Orkos supervivientes.

Sobre el papel no era un mal plan, pero se basaba en que las fuerzas Orkas eran demasiado débiles para enfrentarse con la Fuerza Kaz-Ter. Desgraciadamente para las tropas imperiales, este no era el caso.

Desde el momento en que las fuerzas imperiales llegaron a la cima de las colinas y vieron el campamento Orko, el plan de Al'Ter-Ay empezó a fallar. La Fuerza Kaz-Ter se había adelantado al resto del regimiento y estaba empezando a cruzar el Río del Gran Colmillo antes que la Fuerza Gliene estuviese en posición. El Capitán Ami'Kaz-Ter era un brillante pero testarudo oficial, que había probado su valor y su falta de sentido común en muchas batallas. Hasta el momento su suerte le salvaba del desastre, pero desde el momento en que los tanques Leman Russ atravesaron el río, su suerte quedó sentenciada.

De repente, desde el perímetro externo del campamento Orko, docenas de Jinetes de Jabalí salieron a su encuentro, seguidos por centenares de Chikoz y de Gretchins. Las baterías de armas superpesadas montadas en las torres de vigilancia del campamento Orko entraron en acción y empezaron a disparar sobre las sorprendidas unidades imperiales. Y entonces, cuando esta marea de pielesverdes chocaba contra la vanguardia de la Fuerza Kaz-Ter, la retaguardia de la Guardia Imperial fue arrasada por un ingente volumen de fuego. Mientras los tanques explotaban y los hombres morían, los Guardias se vieron abrumados por el horror al ver que el Gargante que creían que estaba en construcción estaba totalmente operativo y se recortaba contra el horizonte, flanqueado por sendas Fortalezaz Rodantez disparando sus armas y acompañado del apoyo aéreo de Kazabombarderoz.

En pocos instantes el Capitán Kaz-Ter murió, mientras el pánico golpeaba a los supervivientes de la fuerza que había liderado, haciendo que huyese. Muchos de los Rough Riders de la columna sobrevivieron al bombardeo inicial, y estaban intentando huir a través del Río del Gran Colmillo lo más lejos posible del campamento Orko. Desafortunadamente los bancos de arena de las riberas del río retrasaron su huida, y rápidamente sus perseguidores, montados en jabalíes, les dieron alcance.

El resultado fue una masacre. Cada vez era más evidente que las fuerzas imperiales se habían dirigido a una emboscada preparada por el Kaudillo Bullgarg, cuyos exploradores le habían advertido de la llegada del regimiento desde que este aterrizara en el planeta. La emboscada no era la mejor preparada, ni la más elegante, ni la mejor ejecutada; pero la falta de previsión del plan de Al'Ter-Ay condujo al desastre al XXIV de Praetoria.

Se estima que en tres minutos los Orkos infligieron un 85% de bajas en la Fuerza Kaz-Ter. Pero el desastre aún no había concluido; por encima del Valle del Río, la Fuerza Gliene estaba bajo ataque.

¡Por el Rey-Emperador![]

Desde la elevación sobre el río en que se encontraba, el Capitán Gliene poco podía hacer para ayudar a sus camaradas de la Fuerza Kaz-Ter, ya que desde el mismo momento en que Kaz-Ter fue atacado, su Compañía fue emboscada por una gran fuerza de Buggies Orkos. Los Orkos habían aparecido de la nada rodeando rápidamente a los praetorianos y obligándolos a salir de sus Chimeras.

Gliene ordenó formar a los vehículos en un círculo, desde el que sus soldados se prepararon para vender caras sus vidas. Todos ellos sabían que estaban condenados al ver lo sucedido a la fuerza Kaz-Ter, ya que centenares de guerreros Orkos y las enormes máquinas de guerra que los acompañaban habían centrado su atención en aquellos "lokoz de la kolina".

Los Orkos se lanzaron como un auténtico enjambre colina arriba contra las posiciones de los praetorianos, que descargaban salva tras salva de sus rifles láser, mientras los multiláseres de los Chimeras segaban las vidas de muchos Orkos. Pronto la zona circundante a la posición de la Guardia Imperial estaba cubierta por cientos de cuerpos Orkos y Buggies incendiados. Pero aún así, los Orkos continuaron atacando apoyados por el fuego del Gargante y de las Fortalezaz Rodantez. Lanzando sus guturales gritos de guerra y con una completa despreocupación por su seguridad personal, que impresionaba incluso a los más duros pandilleros de las Colmenas de Praetoria, los Chikoz Orkos se lanzaban una y otra vez contra el círculo de Guardias Imperiales, hasta que no quedó ni un humano vivo.

Conclusión[]

En una hora desde que se avistó por primera vez el campamento Orko, todos y cada uno de los hombres de la Fuerza Kaz-Ter y de la Fuerza Gliene, con la excepción de uno de los mercenarios Orkos de la Compañía C, habían muerto.

El Coronel Al'Ter-Ay no tuvo más remedio que retirarse ante el victorioso ejército Orko. Afortunadamente, los Orkos estaban demasiado ocupados celebrando la victoria como para perseguir a un puñado de supervivientes, y así la Fuerza Ter-Ay pudo retirarse casi sin bajas.

Al Coronel Al'Ter-Ay no se le volvió a dar el mando en solitario de nada. Murió 20 años más tarde atacando en solitario a una Dominatrix Tiránida. Se dice que sus últimas palabras fueron: "Voy a tener la misma muerte que mis hermanos. Al fin podré tener la paz que me niegan los fantasmas que me atormentan".

El Kaudillo Bullgarg consiguió crear un imperio Orko en el Sistema Montar, pero una vez conseguido desapareció con la mayoría de sus chicoz a bordo de un Pecio Espacial. Se cree que el Pecio fue destruido en la Disformidad, pero no se sabe con certeza. Quién sabe, un día puede que Bullgarg y los Manoz Zangrientaz vuelvan para crear un nuevo imperio.

Lord Sherdan se recuperó del revés que supuso la Masacre en el Río del Gran Colmillo y fue a reconquistar el Sistema Montar de las manos de los Orkos que quedaron tras la partida de Bullgarg. A la vanguardia de la campaña de reconquista se encontraba el refundado XXIV de Praetoria.

Fuentes[]

Extraído y adaptado de La Biblioteca Negra.

  • Codex: Guardia Imperial (2º de 3ª Edición).
  • Programa del Gamesday UK '97 - "Massacre at Big Toof River".
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