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El Levantamiento de Obsus Prima fue una campaña librada por el Imperio en el mundo industrial de Obsus Prima en el M41.
Historia[]
A pesar de los indicios habituales como la proliferación de cultos oscuros o la aceptación mayoritaria de mutaciones, Obsus Prima fue dejado a su suerte. Varios Inquisidores visitaron el planeta pero sus sospechas o temores se evaporaron, lo que sugiere que fueron sugestionados mediante sobrenaturales poderes de persuasión ya que normalmente, cuando se escuchan los susurros de la sedición, cualquier sospechoso de estar mínimamente corrupto es purgado despiadadamente. Sin embargo, antes de que estas anomalías pudieran ser debidamente reconstruidas en conjunto, la atención de los Logicianos, de los Inquisidores y del Adeptus Terra se centraron en otros lugares como el Ojo del Terror, el cual amenazaba con estallar de nuevo y vomitar creativas formas de horror sobre los sectores vecinos, expuestos siempre a los complots y traiciones del Caos.
El compás del levantamiento se orquestó de forma magistral, con los rebeldes esperando a que los desastres en los sectores colindantes drenaran los refuerzos imperiales. El Lord Mariscal Durov de Vostroya y su grupo de ejército partió para responder a las llamadas de socorro del sector Finial, momento que aprovecharon los trabajadores de los manufactorums de Obsus Prima para levantarse en armas a causa de sus opresivas condiciones de trabajo. Cuando las Fuerzas de Defensa Planetaria fueron alertadas para aplacar el creciente descontento, ellos mismos se encontraron fraccionados. En pocos meses, la rebelión abierta se convirtió en una guerra civil, la población fue dejada de lado y se instauró la anarquía.
Con las fuerzas defensivas destrozadas, no pasó demasiado tiempo hasta que el mayor puerto espacial del planeta, la estación orbital y la torre de comunicaciones de Obsus Prima cayera en manos de los rebeldes. Sin embargo, el reactor de plasma primario (un vasto complejo amurallado que dominaba casi la totalidad de la mayor isla del planeta) permaneció en manos del Adeptus Mechanicus. La isla se convirtió en el refugio de los lealistas pero estos eran poco numerosos y no esperaban poder resistir durante demasiado tiempo, especialmente cuando enemigos mucho más poderosos que los cultistas se dieron a conocer.
La única fuerza imperial que pudo llegar en un lapso de tiempo razonable fue el 39º Regimiento Blindado Vostroyano, un regimiento cuyo solidez había sido reforzada por la llegada del Baneblade Martillo de Vostroya. Por un capricho del destino, un fallo en los motores de disformidad habían obligado a la nave que transportaba el regimiento a realizar una urgente salida del inmaterium. No fue tarea fácil sobrepasar el cordón de estaciones orbitales ni aterrizar en la improvisada plataforma de aterrizaje en la isla, pero los soldados Leales les dieron la bienvenida, brindando en especial por la visión del impresionante tanque superpesado. Los soldados del regimiento vostroyano se dividieron, posicionando sus tanques de batalla como baluartes defensivos en cada una de las tres entradas principales del complejo: Los Muelles del Mar Negro, la Puerta Norte y la Puerta de la Ascensión.
En pocos días, la isla empezó a sufrir ataques. Gigantescas barcazas utilizadas para cargar residuos industriales transportaban ahora compañías rebeldes artilladas que bombardeaban la isla de forma inclemente. A pesar que se trataba de las instalaciones de un reactor y no de una fortaleza militar, el complejo del Adeptus Mechanicus estaba erizado de baterías defensivas y emplazamientos de armas. Al cabo de poco, la batalla se desató en las principales entradas del complejo, las fortificadas puertas donde aguardaban los tanques vostroyanos. Allí, los rebeldes desembarcaron flotillas de naves cargadas de cultistas y soldados traidores y avanzaron a millares. Sin embargo, al disponer estos de muy pocas armas pesadas, el Martillo de Vostroya predominó triunfalmente, provocando sangrientos géiseres con cada uno de sus disparos que desataba contra las oleadas de ataques enemigos. Esta situación se prolongó durante días, con asalto tras asalto rechazado sanguinariamente.
El terror golpeó a los defensores imperiales cuando aparecieron en escena los Marines Espaciales del Caos de los Guerreros de Hierro, utilizando Ingenios Daemónicos, Brutos Infernales y Vindicators para enfrentarse al Baneblade vostroyano. En la Puerta Norte, la matanza de cultistas no se detuvo hasta la llegada de unos nuevos enemigos que estaban equipados con rojas servoarmaduras: los Caballeros de la Sangre, una despiadada partida de guerra de Marines Espaciales del Caos que fue atraída por la masacre. Entre ellos rugía una poderosa máquina sobre orugas, mezcla de máquina de guerra y Daemon, que vomitaba icor sangriento, un tipo de líquido sobrenatural con el poder de fundir incluso el blindaje de plastiacero.
Señor de los Cráneos de Khorne
Tras observar que la bestial máquina absorbía varios impactos directos de los cañones de batalla imperiales, el Comandante Vassky ladró varias órdenes a su escuadrón de tanques Leman Russ para que retrocediera a toda prisa. El rugido desafiante del ingenio daemónico resonó tras los tanques mientras estos maniobraban en la laberíntica red de rutas de acceso, autopistas y túneles subterráneos que atravesaban el gigantesco complejo. Comenzó entonces una larga cacería, un juego del gato y del ratón pero a escala de titanes. Los Vostroyanos se convirtieron en una peligrosa presa, tendiendo emboscadas y apareciendo con sus Tormentors en la retaguardia en repentinos ataques blindados. Sin embargo, cuando finalmente llegaron al núcleo central, el Señor de los Cráneos que los acosaba había podido acabar con dos de ellos, uno con su atronadora potencia de fuego y el otro habiéndolo partido en dos con la rugiente cuchilla del ingenio daemónico.
Los tanques supervivientes del 39º de Vostroya se habían reunido delante de la ciudadela del reactor. Todos habían recibido un duro castigo y apenas mostraban rastros de pintura abrasada colgando de los ennegrecidos cascos. Sin embargo, recibieron al enemigo uno junto al otro con el Martillo de Vostroya en medio de todos. A medida que los Perdidos y los Condenados llenaban la plaza delante suyo, cada comandante saludó a sus camaradas antes de sellar sus escotillas. Durante un momento, su potencia de fuego se convirtió en el trueno de los justos.
Tecnoadeptos recuperando los pedazos del venerado Baneblade
Los cultistas se dieron la vuelta para huir antes de enfrentarse a la furiosa lluvia que se les venía encima pero entonces aprendieron una fatal lección y es que sus nuevos amos los masacrarían de buena gana igualmente. La ola de atacantes presionó hacia adelante y uno a uno, los tanques vostroyanos comenzaron a caer. Aún asi, el Martillo de Vostroya siguió luchando, con sus cañones al rojo vivo mientras diparaba una vez tras otra. En medio de la horda traidora, el poderosos Señor de los Cráneos retumbó de forma atronadora, un horror de cobre y sangre que aplastaba en su avance todo lo que se ponía delante de sus orugas. El Baneblade vostroyano disparó primero dejando un profundo cráter en la placa pectoral de su daemónico enemigo. El segundo disparo impactó a través del cobrizo blindaje del hombro y arrancó su cañón rotatorio el cual salió volando y se estrelló sobre la ola cultista. Sin embargo, la airada máquina de Khorne no pudo ser detenida y con horrible determinación hizo descender su monstruosa cuchilla. Esta se hundió una vez tras otra en el casco del Martillo de Vostroya mientras una lluvia de chispas caía dolorosamente con cada golpe recibido. Finalmente, el agitado filo de la cuchilla daemónica penetró profundamente en la planta energética del Baneblade, provocando una explosión de colosales proporciones. La bola de fuego provocada por el Martillo de Vostroya causó unos daños terribles, ya que agrietó el cercano reactor del Mechanicus lo que a su vez envenenó el aire en miles de quilómetros a la redonda.
Largo tiempo después de la batalla, buscando en los asolados cráteres, los Tecnosacerdotes recuperaron tantos fragmentos del tanque superpesado como les fue posible, ya que tanto el vehículo como la tripulación merecieron ser honrados y recibir el título de Héroes del Imperio.
Fuentes[]
Extraído y traducido de Lexicanum Inglés.
- Escalation – Uprising on Obsus Prima.