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Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

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Lelith hesperax by imashimethedaemon-d3jxmpp

Lelith Hesperax disponiéndose a entrar en combate.

"Jamás tanta sangre alienígena había empapado la arena del circo. ¿Cómo podría superarse? La multitud exigía aún más. Ahora no era posible dar por finalizado el espectáculo. Entonces la propia Lelith salió a la arena. La multitud se sosegó con la mera visión de su belleza y elegancia. Su carne estaba desnuda como desafiando a cualquier arma a intentar herirla. Su cabello estaba suelto como si desafiara al adversario a agarrarla por el pelo para darle el golpe de gracia. Esa era la forma en que le gustaba actuar: tan tranquila, tan confiada, tan fría. La multitud jadeó cuando levantó las armas que había elegido para ese combate: un destello de plata frío como el hielo, el beso de la muerte. Entonces los alienígenas fueron empujados hacia la arena. No uno, ni dos, sino diez a la vez. Lelith bailó con ellos, regalando a cada uno una herida muy especial. La multitud rugió su aprobación, ¡la diversión todavía se prolongaría en un largo anochecer sangriento!"

Pasajes sobre Lelith, la Señora de la Muerte, del Comandante Drukhari Sussark

Lelith Hesperax, conocida como la Reina de los Filos, es la campeona indiscutible de los anfiteatros de lucha de la siniestra ciudad de Commorragh, y la favorita personal (y según algunos, cortesana ocasional) del mismísimo Asdrúbal Vect. La más mortífera de su clase, sus gráciles, sensuales e hipnóticos movimientos de combate llevan la marca de la genialidad. Verla desplegar su sangriento arte es un privilegio que solo los Drukhari más adinerados pueden permitirse. Disfrutar de primera mano del espectáculo de ver combatir a una Súcubo de tan supremos talentos es un sueño que hecho realidad para la mayoría de Kabalistas, capaz de revigorizar a los más ancianos de entre ellos.

Descripción[]

Lelith Hesperax Eldars Oscuros 3ª Edición ilustración

Aunque se ha dicho que su voz es suave y aterciopelada, Lelith rara vez habla, pues se considera a sí misma una artista, no una política. Sin embargo, cuando abre la boca sus órdenes son cumplidas hasta el mínimo detalle por sus sirvientas, las integrantes del Culto del Conflicto, que contemplan con envidia la perfección física y la destreza sobrenatural de su ama. A menudo, en la víspera de una incursión en el espacio real, Lelith entra como un felino a la caza en las estancias de uno de los Arcontes que se preparan para la batalla, flanqueada por una guardia de varias docenas de sus Brujas acólitas. Si Lelith "honra" a los Arcontes con su presencia de esta manera, es sólo para poder poner a prueba sus habilidades de combate contra los más formidables campeones y tropas de élite de la galaxia. Aún no ha llegado el día en que Lelith vuelva de uno de estos encuentros sin sus armas bañadas en sangre, y sin una nueva colección de espantosos trofeos que añadir a su museo privado.

Lelith es la única integrante de los Cultos de Brujas que no usa psicofármacos para mejorar su rendimiento. Sus discípulas del Culto del Conflicto mantienen que lo único que su ama necesita para superar e sus enemigos es un trozo de acero afilado, lo cual es probablemente cierto: aunque Lelith es una experta en el uso de todas las armas exóticas conocidas entre su raza, suele preferir arreglárselas con dos sencillos (si bien perfectamente equilibrados) cuchillos.

Las envidiosas arpías de los Cultos de Brujas rivales susurran todo tipo de rumores en los que aseguran que las increíbles habilidades de Lelith tienen un origen antinatural: que ha logrado persuadir a los Hemónculos para reemplazar su sangre con hiper-adrenalina, que cuando era niña la alimentaban con esteroides, o que duerme en un sarcófago lleno de suero estimulante. La realidad, sin embargo, es mucho más simple: al igual que todos los depredadores innatos, Lelith prefiere luchar con sus sentidos plenamente conscientes. Según ella, el uso de psicofármacos es para los débiles de espíritu, y corrompe por completo el instante en que el golpe mortal impacta en la víctima y la esencia vital se le escapa. ¿Cómo es posible apresar adecuadamente los delicados matices que acompañan al último momento de una presa, cuando tus sentidos están intoxicados por las drogas? Por lo general, renunciar a las ventajas que otorgan dichas sustancias resulta suicida en el ultraviolento entorno de los anfiteatros de lucha; sin embargo, el talento marcial de Lelith es tal que puede pasar sin ellas y acabar sus combates sin el menor rasguño.

En la batalla, Lelith utiliza como armas tanto su cuerpo como sus cuchillos. Su aterciopelado cabello está lleno de piezas de alambre espinado y ganchos con los que atrapar las armas de sus enemigos. Sus largas piernas y pies descalzos están surcados de espuelas para abrir gargantas con sus perfectas patadas voladoras, e incluso las uñas de sus manos están reforzadas y afiladas como escalpelos. Lelith puede usar sus múltiples artilugios cortantes para matar a una docena de guerreros en segundos, trazando una espiral de perfectas florituras entre cada mortífero contacto. Las capturas en vídeo de sus actuaciones son un material muy preciado, tanto en Commorragh como más allá de sus fronteras, por todos aquellos con un gusto especial por la violencia extrema. Quizás, tal como dicen sus muchos seguidores, no son sólo los seres mortales quienes quedan prendados de Lelith cuando ejecuta sus sangrientas danzas...

Tras luchar y derrotar a Yvraine en el Crucibael, Lelith ha partido para unir fuerzas con la líder de los Renacidos, empleando mucha de la fuerza del Culto del Conflicto en la guerra contra Slaanesh. La Reina de los Cuchillos y sus Brujas, junto con aliados de los Mundos Astronave y las Mascaradas de Arlequines, luchan junto a los Ynnari, permitiendo a la Súcubo mostrar su exquisito trabajo de espada contra las hordas del Caos que infestan el Imperium Nihilus. Aunque el objetivo de esta singular confluencia Aeldari tiene una meta, la aniquilación de la Sedienta, Lelith tiene sus propias razones para estar por ahí apuñalando a la galaxia. Su mayor deseo es localizar y capturar a Lucius el Sempiterno, el Señor del Caos de los Hijos del Emperador afamado por sus proezas marciales y sus repetidas resurrecciones. Su intención es volver con Lucius a la Ciudad Siniestra y despojarle de su armadura maldita por Slaanesh, tras lo que se enfrentara a él en combate singular en el Crucibael en el que será el mayor duelo que jamás haya visto Commorragh.

Armamento[]

Lelith va armada normalmente con una armadura de Bruja y con los Filos de Lelith.

Miniatura[]

Fuentes[]

  • Codex: Eldars Oscuros (Ediciones 3ª, 5ª y 7ª).
  • Codex: Drukhari (9 Edición) pg 92.
  • Suplemento: Drukhari (8ª Edición).
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