Wikihammer 40k

Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

LEE MÁS

Wikihammer 40k
Advertisement
Wikihammer 40k
12 085
páginas
Impriwars banner

Todoestrategia banner


Kheradruakh Eldars Oscuros 5ª Edición ilustración

"Y eso no es todo, pues entre ellos había uno llamado Kheradruakh -El Que Caza Cabezas- el Decapitador. Un millar de cráneos decoraban su guarida; un millar de vidas que habían terminado rápidamente bajo sus armas. Nadie estaba a salvo del Decapitador que se movía por las sombras como la brisa por el aire. Ningún guardia puede detectarle. Ningún escudo puede protegerte de sus ataques. Nadie puede evitar que mate a su presa. ¿Cómo puede designarse el precio de la muerte cierta para cualquier enemigo? Yo no lo sé, pero algunos rumores hablan de cien veces mil víctimas entregadas en sacrificio, como pago por la muerte de un único enemigo."

Cuentos Terroríficos III, Publicaciones Gerión, 4ª edición

Kheradruakh el Decapitador es un campeón de los Mandrágoras y un maestro asesino. Es una figura legendaria, incluso entre los suyos, y hay Drukhari que conocen a esta criatura como el "Rey de los Mandrágoras".

Descripción[]

El Mandrágora conocido como "el Decapitador" es una figura de terror que acecha las oscuras calles de Commorragh. Poco se sabe de Kheradruakh (cuyo nombre significa literalmente "aquel que caza cabezas"), aparte del hecho de que puede aparecer reptando incluso desde las sombras más tenues, y de que siempre toma como trofeos las cabezas de sus víctimas. Ocasionalmente, una víctima puede percibir a este caminante de sombras durante el tiempo suficiente para percatarse de que en vez de ojos tiene cuencas vacías, y de que dispone de un par de brazos adicionales, pero es imposible saber si estos atributos forman parte de su fisiología natural, o si se deben al trabajo quirúrgico de un Hemónculo. La mayoría de las veces Kheradruakh parece matar de manera aleatoria y sin motivo, si bien en ocasiones acepta prestar sus servicios como asesino, siempre exigiendo a cambio el pago de una cantidad desorbitada de almas. El Decapitador tiene fama de ir completamente a la suya durante las incursiones en el espacio real, a menudo desapareciendo tan silenciosamente como llegó, tras haberse hecho únicamente con un cráneo enemigo. Sólo los demás Mandrágoras saben qué siniestros objetivos persigue Kheradruakh con este comportamiento.

Sin un sonido, Kheradruakh corta limpiamente la cabeza de su víctima con su afilada espada y, tras inspeccionar su trofeo brevemente, desaparece de nuevo en las catacumbas donde tiene su guarida. Allí, los muros interiores de forma hemisférica están forrados con columna tras columna de cráneos capturados a sus enemigos, cada uno de ellos colocado con increíble precisión, de modo que todos queden mirando directamente hacia un punto concreto justo sobre el estrado que domina el centro de la guarida, y en el que Kheradruakh se sienta como un grotesco insecto negro, absorto mientras desolla su sangriento trofeo. Una vez que el cráneo ha sido completamente limpiado, el Decapitador lo examinará detenidamente buscando cada contorno y oquedad con sus nudosos dedos y su larga lengua. Si el trofeo no está a la altura de sus exigentes requisitos, Kheradruakh lo dejará caer con desdén y lo aplastará con sus pies, sus fragmentos mezclándose con los de todos los demás cráneos descartados que alfombran el suelo de la caverna. Tras esto, saldrá de nuevo a por más presas frescas. En cambio, si el trofeo supera el escrutinio, Kheradruakh trepará por las paredes de la guarida, agarrándose a los salientes formados por las mandíbulas abiertas y las vacías cuencas, hasta insertar el nuevo cráneo en un hueco que aún esté libre, con el mismo cuidado que tendría un artista obsesionado por completar su obra maestra. Aunque la cantidad de cráneos a los que el Decapitador da el visto bueno no son más de uno por década, las paredes de su guarida apenas muestran ya ningún espacio libre.

Decapitador

Retrato de Kheradruakh el Decapitador (3ª Edición).

La atmósfera reinante en esta caverna está saturada de energías prohibidas, pues cada uno de los cráneos que la decoran lleva consigo un eco del alma de su antiguo ocupante. Todas las calaveras se encuentran desplegadas mirando con sus cuencas vacías hacia el mismo punto espacial, y hay quien dice que, una vez las energías acumuladas hayan alcanzado una cierta masa crítica, el "peso" de la mirada colectiva de las calaveras abrirá un agujero dimensional más allá de las sombras, y las criaturas malignas que habitan allí dentro devolverán la mirada a los cráneos muertos. En ese escalofriante momento de comprensión mutua, una brecha se manifestará en el tejido de la Telaraña, justo sobre el montículo donde descansa el Decapitador, y la oscuridad concentrada atravesará el velo desde el otro lado como la sangre manando a chorros de una herida arterial, hasta sumir a Commorragh en un infierno de absoluta negrura. Quizás entonces, por fin, los Drukhari sentirán el verdadero poder de los Mandrágoras y de sus horribles aliados, y la Ciudad Siniestra se verá obligada a bailar al son que marque Kheradruakh.

Kheradruakh parece especialmente preocupado por las Disyunciones, incursiones masivas de Daemons del Caos en Commorragh, que puedan poner en peligro su trabajo. Cuando revivieron al Arconte El'uriaq, Kheradruakh se encargó de cazar personalmente a Azoruakh y Xhakoruakh, hermanos mandrágoras enfrentados entre sí, que habían cumplido un papel en dicha Disyunción. Kheradruakh decapitó a ambos, colgando sus cráneos el uno en frente del otro sobre su trono.

Finalmente, cuando las acciones de Yvraine y el desperar de Ynnead provocaron una Disyunción y la entrada de una enorme cantidad de Daemons en la Ciudad Siniestra, el Decapitador aprovechó la situación para asesinar al Arconte Sythrac, obteniendo así el último cráneo que necesitaba para su obra. Colocándolo sobre su trono, consiguió que se abriese una grieta a un subreino hecho de sombras, que se extendió decenas de kilómetros desde su posición, aumentando así la cantidad de terreno de Aelindrach, que se sigue expandiendo poco a poco.

Armamento[]

Kheradruakh va armado con una gran espada de energía que emplea para cortar las cabezas de sus adversarios escogidos, lo que les ha dado nombre a ambos, espada y maestro.

Fuentes[]

  • Codex: Eldar Oscuros (Ediciones 3ª, 5ª y 7ª).
  • Path of the Archon, por Andy Chambers.
  • Amenaza de Tormenta - Segunda Parte: La fractura de Biel-Tan (7ª edición).
Advertisement