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Legión de la Cruz de Hierro
El contenido de este artículo pertenece a la saga No Oficial de Balhaus, que ha recibido el Sello de Calidad Wikihammer.

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Kargum-Gok

Kargum-Gok, el Azote de Mundoz con sus muchas espadas

Kargum-Gok, Azote de Mundoz, El de laz Muchaz Ezpadaz, es un temible Kaudillo de los Orkos erigido como señor de Gurukamol, donde radica el gran Imperio del Sol Muriente.

Historia[]

Gurukamol es un sistema situado al Sur del Segmentum Ultima compuesto por once planetas que orbitan alrededor de Radul, una estrella fría de color rojo que casi ha consumido todo su combustible y cuya luz se está extinguiendo, por lo cual emite menos calor con el paso del tiempo y condena a los mundos a su alrededor a un invierno implacable que terminará con una glaciación eterna.

No se sabe con certeza cuándo ni como aparecieron los orkos en el sistema, pero se estima que alrededor del 2124 DDF (001.M41) se estableció en el planeta más cercano a Radul una tribu orka llamada Loz Colmilloz Fríoz, quienes con el paso de los ciclos se expandieron por el sistema adaptándose sorprendentemente a las bajas temperaturas salvo en los cuatro últimos planetas, a los que apenas llega la luz, carecen de vida y se encuentran invadidos por los hielos.

En el 2374 DDF (500.M41) se produce un cambio en las condiciones de Radul, la cual reduce aún más su intensidad y hace que no sólo los cuatro planetas más alejados se vean afectados por la oscuridad y el frío, sino también el sexto y el séptimo, los cuales ven reducida su temperatura máxima en 20 grados en el transcurso de poco tiempo con cambios atmosféricos drásticos.

Eso obliga a los orkos que viven allí a abandonar estos lugares usando los burdos transportes que pueden construir o adaptar —gran parte de ellos inútiles para un viaje espacial— y así cobijarse en los planetas más cercanos a la estrella muriente. Muchos de estos cruceros, rudimentarios o incapaces siquiera de vencer la gravedad para atravesar la atmósfera de su mundo de origen, explotan matando a todos sus pasajeros o, si lo consiguen, simplemente se pierden en el espacio por no contar con un sistema de guía, pero unos pocos sí logran su cometido y llevan a cientos de miles de orkos a los lugares objetivo.

La llegada de más población, en todos los casos mal recibida, crea un conflicto entre los klanez porque los recursos escasean y los territorios ya están reclamados por una u otra facción, no hay unidad dentro de la propia tribu, de modo que se produce un enfrentamiento fratricida y constante que parece condenar a los orkos de todo Gurukamol a extinguirse antes de que Radul termine su ciclo vital.

Surgimiento[]

En el 2499 DDF (750.M41), dentro del caos generado por la migración masiva de orkos desde los mundos del cinturón exterior hacia los del interior, surgió un líder que poco a poco fue venciendo a todos los rivales que se interpusieron en su camino y finalmente se hizo con el mando de toda la tribu.

Este extraño personaje era Kargum-Gok, un orko muy diferente a los violentos kaudillos tradicionales, pues no sólo era tan brutal y cruel como cualquier otro, sino que además era un poderoso kabezadizforme tan extraño como los de su clase, pero sorprendentemente astuto y con claridad nítida en sus objetivos.

No se sabe si su klan original era uno de los que formaron parte de la gran migración o si pertenecía a otro de los que se vieron invadidos por sus congéneres en sus propios planetas, pero en el grupo al que pertenecía abundaban tanto guerreros realmente salvajes como Eztrambótikoz poderosos, muchos de ellos incontrolados, pero aún así temibles por los poderes de los que están imbuidos.

El nuevo líder era fácilmente reconocible porque portaba una armadura de cobre destinada a disipar el exceso de energía psíquica que fluía constantemente por su cuerpo, siendo también notorias las espadas del mismo material que empleaba para el combate cuerpo a cuerpo y que estaban cargadas de un poder extraño y peligroso. Esas espadas, no obstante, se rompían con facilidad en combate por la escasa resistencia del metal con el que estaban construidas, lo cual hacía que Kargum-Gok siempre llevara no menos de media docena de ellas ajustadas a una vaina especial en su espalda.

También se ignora cómo era posible que un kabezadizforme, sujetos habitualmente dementes y apartados del resto de orkos —salvo en combate—, había podido elevarse sobre el resto de su klan para dominarlo y canalizar los poderes disformes logrando sus fines, aunque la explicación a este hecho parecía ser que en un momento dado Kargum-Gok había sido amparado por el dios de la Sangre, quien probablemente lo guió a través de su propia locura para convertirlo en uno de sus campeones, aunque se ignoran los motivos por los cuales esto llegó a suceder.

Cuándo empezó a gozar de los dones de Khorne es un misterio, pero Kargum-Gok adoraba la batalla y la carnicería, y no era extraño verlo en primera línea de combate liberando potentes ondas de energía psíquica que convertían en cenizas a sus enemigos —y a sus vasallos si estaban demasiado cerca—, volviéndose más y más poderoso a medida que aumentaba la masacre. Quizá fue por aquel potencial y gran salvajismo por el cual el señor de la sangre llegó a fijarse en él y permitió que se convirtiese en uno de sus favoritos dentro de la raza de los pielesverdes.

Aquellas habilidades permitieron que la guerra que se desarrollaba en los mundos del cinturón interior de Gurukamol fuera apaciguándose a medida que Kargum-Gok vencía a cada klan gracias tanto a sus poderes como a sus huestes, las cuales también estban impregnadas por los favores de Khorne, hasta que llegó un momento en el que el líder ya no tuvo rivales y todos los orkos presentes en todo el frío sistema le rindieron ciega obediencia.

Sentado en un trono hecho de cobre y bañado en la sangre de su propio pueblo, el nuevo líder fundó así su imperio e inició una vertiginosa carrera para lograr la conquista de otros sistemas que permitieran el crecimiento de la maligna simiente que portaba consigo.

El Imperio del Sol Muriente[]

Conquistas Gurukamol

Progresión del Imperio del Sol Muriente

Los primeros pasos dados por Kargum-Gok una vez establecido como kaudillo indiscutible, sin embargo, no fueron los mismos que los de otros líderes orkos tradicionales más obcecados en combatir y lanzar sus huestes contra el primer objetivo a mano, sino que planeó con calma sus movimientos y estudió sus posibilidades.

Gurukamol era un sistema agotado y sin futuro para los orkos, pues era consciente de que su estrella acabaría por consumirse condenando a todos los planetas a la oscuridad y el frío eterno, pero aún así todavía existían algunos recursos y éstos debían emplearse con astucia.

Poco sabía Kargum-Gok sobre los sistemas aledaños, pero no podía permanecer indefinidamente en el planeta que eligió como capital de su imperio, Feskapus, ya que tarde o temprano los propios klanes que le rendían pleitesía —al menos de momento— acabarían revolviéndose contra él si no se los guiaba hacia el combate.

Debido a esto el líder ordenó que toda nave disponible fuera anclada en la órbita de Feskapus y unidas todas ellas mediante el ingenio de los mekánikoz, conformando así un gigantesco engendro que albergaría en su interior a millones de pielesverdes junto con todo aquel artilugio o arma que pudiera servir para la batalla.

El resultado fue un artefacto amorfo e inmenso bautizado como Khornarogg (que traducido viene a significar Estrella de Khorne), el cual ni siquiera podía impulsarse por sí mismo y permanecía varado en la órbita del planeta, aunque disponía de infinidad de cámaras, depósitos y galerías capaces de albergar una densa hueste, la cual estaba destinada a partir hacia lo desconocido en busca de nuevos mundos por conquistar, siempre guiados por el grandioso kaudillo que por entonces sólo se le conocía como El de laz Muchaz Ezpadaz.

Arrastrado por varios kruzeroz que tiraban trabajosamente del gigantesco aparato el conjunto se apartó así de Feskapus, momento en el cual Kargum-Gok inició desde su centro de mando un extraño ritual que requirió del sacrificio de cientos de eztrambótikoz, los cuales murieron consumidos trasladando su energía hacia el propio líder para que éste invocara de algún modo una fisura en el Espacio real, la cual fue atravesada por el Khornarogg y sus remolcadores sumergiéndose en la Disformidad.

Semanas más tarde el monstruoso engendro apareció a varios años luz en un sistema al Noreste de Gurukamol, severamente dañado pero de una pieza, sin rastros de sus remolcadores pero en rumbo de colisión contra un enorme mundo cuya gravedad lo atrajo irremediablemente, entrando en su atmósfera y colisionando contra la superficie pocas horas después.

Gran parte del Khornarogg quedó destruido por el brutal impacto, pero Kargum-Gok así como muchos de sus pasajeros sobrevivieron, emergiendo de los restos como una plaga que inició el asentamiento en el nuevo lugar, un lugar deshabitado pero mucho más rico en recursos y vida que los moribundos planetas de Gurukamol, el cual bautizaron como Morkrak, una asimilación de la frase Mor-Khornarogg ug krak, cuya traducción aproximada de su lengua sería Lugar de impacto del Khornarogg.

Pasaron años antes de que la horda se recuperara, pero la riqueza de Morkrak junto con la exponencial reproducción de los orkos facilitó la aparición de millones de ellos, transformándose así en una hueste muy poderosa bajo los auspicios de Kargum-Gok, quien además siguió haciendo gala de los regalos otorgados por Khorne creando un medio para reunir a los muchos klanes del Imperio del Sol Muriente, para lo cual creó un grandioso portal que permitió vincular Feskapus con el nuevo mundo, trasladando hasta éste a todos aquellos que habían quedado atrás.

El desarrollo del Imperio del Sol Muriente no se detuvo allí, pues tiempo después Kargum-Gok volvió a usar el portal aunuqe esta vez dirigiéndolo hacia nuevos lugares más allá del propio Morkrak, concretamente los mundos bautizados como Ragattar y Gruddu, donde de nuevo la horda se extendió y consumió sus recursos de manera extensiva. El mismo proceso siguió produciéndose de forma vertiginosa a medida que Kargum-Gok seguía abriendo portales entre mundos, permitiendo así que el territorio creciese hacia otros seis nuevos sistemas, creciendo su poder y el número de orkos de manera desorbitada.

Sin embargo, cuando parecía que su avance no tendría límite, Kargum-Gok sufrió el primer varapalo al encontrar una fuerte resistencia que detuvo en seco su afán expansionista hacia el Oeste y estancó sus progresos: los T'au.

Guerra con los T'au[]

Orko de Khorne II

Orko de Gurukamol

Las avanzadillas orkas, conformadas en su mayor parte por manadas de Gretchin dedicadas a la exploración y el saqueo, se encontraron con una barrera establecida al Oeste del mundo al que se referían como Krotnar-Gok, pues en las cercanías de este planeta existían varios asentamientos T'au que, a pesar de no estar consolidados, contaban con una defensa feroz por parte de la Casta del Fuego, quienes con objeto de alejar los combates de sus colonias establecieron un frente de batalla en los planetas de Lurdian y Varal.

Los Gretchin se encontraron así con una defensa muy consistente, sobre todo porque los T'au empleaban grandes cantidades de mercenarios Kroot, los cuales aniquilaron a los pequeños orkos sin que el elevado número de éstos supusiera una diferencia en todos los enfrentamientos.

Kargum-Gok ordenó entonces a sus guerreros que iniciaran una fuerte ofensiva, algo muy bien recibido por la horda, creándose así un amplio frente de batalla que se extendería a lo largo de varios planetas en una contienda que se mantendría durante meses y que fue facilitada por el suo de portales que permitieron a parte de sus huestes llegar hasta esos mundos, apoyados por una flota de grandes dimensiones que transportaba el resto.

Cuando se iniciaron los conflictos los T'au mantenían a raya a los pielesverdes, pero estos no flaqueaban dado que eran constantemente abastecidos desde los sistemas ya ocupados, especialmente desde Kromal, pues allí se encontraban grandes factorías donde oleadas de mekánikoz construían sin descanso armamento y vehículos que eran enviados de forma recurrente a la batalla, además de tropas de refresco, algo que iba erosionando de forma lenta pero imparable las capacidades de los T'au para defender sus fronteras.

Sin embargo, la pérdida del sistema Kromal a manos de los balhausitas mediante una operación a gran escala y su entrada en la contienda posterior declinó la balanza en contra de los orkos, quienes se vieron forzados a retirarse.

Tras la consecución de la denominada Campaña de Gurukamol, Kargum-Gok y sus huestes fueron vencidos en Lurdian por el conglomerado Tau-Balhaus, siendo perseguidos y exterminados sistemáticamente en todos los mundos donde se habían extendido, haciendo que finalmente tuvieran que retraerse hacia Gurukamol, donde quedaron allí confinados el líder del Imperio del Sol Muriente sufrió las iras de Khorne, quien lo despojó de sus poderes y lo abandonó allí para morir.

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