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Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

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Jaueg Dag fue un Inquisidor Thoriano del Ordo Hereticus.

Historia[]

Joven y testarudo, el Inquisidor Jaueg Dag estaba ansioso por promover la causa thoriana. No contento con estudiar las obras de sus predecesores, estaba poseído por el deseo de hacer un gran descubrimiento que llevaría los conocimientos de los thorianos a nuevas cotas. Como había visto u oído hablar de las muchas labores que se estaban llevando a cabo en Dimmamar y Ophelia VII, decidió llevar a cabo sus investigaciones en el mundo cardenalicio de Gallilenus III, en cuyas vastas catacumbas y relicarios se creía que reposaban los restos de varios santos.

En el pasado, varios Inquisidores Thorianos habían solicitado la exhumación de los restos de los santos para su examen, pero los gobernantes de Gallilenus se habían negado. No queriendo forzar el asunto con la Eclesiarquía, estos Inquisidores habían decidido sabiamente continuar sus estudios en otros mundos. El Inquisidor Dag, en cambio, decidió investigar de forma clandestina, sin ni siquiera informar a los Cardenales de su presencia en el planeta.

Durante varios meses, él y sus agentes se infiltraron en las catacumbas y examinaron lo que pudieron de las antiguas reliquias y cadáveres. Los psicomantes de su séquito sondearon los cuerpos en busca de pistas sobre la naturaleza de las almas que una vez los habían habitado, y se hicieron extensas pruebas psíquicas sobre los cadáveres. Entretanto, los rumores de misteriosos ladrones de tumbas crecieron hasta llegar a oídos de los propios Cardenales, y estos tomaron cartas en el asunto.

Dag y sus seguidores fueron interceptados mientras intentaban exhumar el cuerpo de Santa Accillia, y estalló un tiroteo entre los pilares y túneles de la Capilla del Descanso en la que estaba enterrada la santa. Como no quería que su identidad quedase revelada, Dag se defendió con fuerza letal de las Hermanas de Batalla que le habían dado caza, matando a varias antes de escapar al interior de las catacumbas.

Impactado por sus propios actos, Dag se dio cuenta del error de sus métodos encubiertos, y abandonó Gallilenus III con su séquito tan pronto como pudo. Posteriormente se convirtió en un miembro valioso y exitoso del Ordo Hereticus, dedicando su vida a expiar las acciones temerarias de sus primeros años. En Gallilenus III, no obstante, aún abundan las historias de ladrones de cadáveres, que según algunos son cultistas oscuros y según otros, Daemons o alienígenas caníbales.

Fuentes[]

  • Inquisitor: The Thorians (Libro de Trasfondo), por Gav Thorpe.
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