 | El Arconte Marquesade, mascota de los Drukhari, os ha invitado a leer su magnífica biblioteca sobre los secretos de Commorragh. Pero si hacéis el más mínimo ruido, vuestro dolor no tendrá final... Sigue leyendo, tu alma ya es nuestra. |
Infernal montado en su aeropatín
Montados en sus aeropatines, los Infernales (Hellions en inglés) de los Eldars Oscuros caen desde el cielo aullando sus gritos de guerra. Se deleitan con los ataques por sorpresa, utilizando su velocidad y sus armas especializadas para atacar con dureza y rapidez, y a continuación alejarse antes de que el enemigo pueda dispararles.
Descripción
Los magullados cielos de Commorragh son zonas de guerra tanto o más peligrosas que sus distritos de superficie o sus subterráneos. Por entre las acres brumas que flotan en el aire acechan todo tipo de despiadados asesinos voladores, en busca de presas. Los más salvajes de ellos son los Infernales, feroces Eldars Oscuros que descienden sobre sus víctimas soltando una lluvia de ataques con sus armas de afilados ganchos, antes que volver a ganar altura y situarse fuera de peligro.
Los Infernales son seres completamente amorales, renegados y parias sociales. Entre sus filas hay aspirantes a Cabalistas que han sido rechazados por ser aún demasiado jóvenes, o que han sido expulsados de su Kábala por los Arcontes, o también aquellos que han rehusado directamente ingresar en las Kábalas en favor de una vida de independencia.
Infernal Vs. Guadañas en los cielos de Commorragh
Los Infernales pueblan las regiones más desoladas de la Ciudad Siniestra, sobreviviendo sin ayuda de nadie, orgullosos de las cicatrices que han ido acumulando a lo largo de su salvaje existencia. Acostumbran a reunirse en grupos o "bandadas" cuanto más grandes mejor, a fin de aumentar sus posibilidades de supervivencia; algunas de estas bandadas llegan a ser tan numerosas como una Kábala menor. Los Infernales mantienen una fuerte rivalidad con los Guadañas y Azotes de los niveles superiores de Commorragh, pues odian especialmente a todo aquel que alardea de unos privilegios o de un estatus social superior. Aunque los Infernales aseguran de cara al exterior que sólo viven para el terror y la anarquía total, en secreto sus corazones arden con la ambición del poder.
Los Infernales van a la guerra montados en aeropatines, una suerte de vehículos antigravitatorios monoplaza que son altamente valorados como símbolos de independencia personal. Cada aeropatín está decorado de manera personalizada con trofeos y glifos, aunque de hecho muchos de estos vehículos han cambiado varias veces de dueño a lo largo de los años, tras haber sido ganados o perdidos en combates rituales, o reclamados como botín de guerra. Los sensores de un aeropatín son sensibles a la más mínima presión, y a los Infernales les encanta atiborrarse de drogas de combate para aumentar aún más su destreza y disminuir su tiempo de reacción, de modo que sean capaces de describir todo tipo de giros, bucles y maniobras de dificultad escalofriante a máxima velocidad.
Los Infernales son impredecibles, y atacan a las Kábalas tan a menudo como participan en incursiones en el espacio real. Los Arcontes no suelen tomar represalias contra ellos, pues apenas les prestan atención, considerándolos una mera escoria callejera; además, cuesta mucho encontrar cazarrecompensas con suficiente talento como para lograr capturar Infernales y arrastrarlos a las cámaras de tortura de los Arcontes. De hecho, los Infernales son considerados tropas muy válidas, y los Avernarcas que los lideran no se oponen a hacer tratos con las Kábalas o los Cultos de Brujas (por un precio justo, claro). Así pues, muchas incursiones hacia el espacio real acaban siendo encabezadas por aullantes oleadas de Infernales atiborrados de drogas.
Cuando no participan en incursiones en el espacio real o en sus propias guerras aéreas, se pueden encontrar Infernales peleando en las arenas de los Cultos de Brujas. Todas las noches los Cultos exploran las batallas del cielo, en busca de los Infernales cuya habilidad y estilo puedan atraer cierta audiencia. Los elegidos tienen la oportunidad de perfeccionar sus habilidades de pelea callejera contra todo tipo de enemigos alienígenas. Los jinetes de aeropatín son los eternos favoritos entre los espectadores, ya que despachan invariablemente a sus oponentes de una manera espectacular o se desgarran gritando entre ellos desde el cielo.
Para mayor emoción, los Cultos de Brujas proveen a los Infernales con todo tipo de armamento: redes de púas conocidas como garras aturdidoras que son usadas para derribar a otros jinetes de sus monturas, látigos llenos de toxinas llamados Agonizadores que enloquecen los sentidos de su objetivo, y espadas duelistas envueltas en campos de energía que pueden cortar cualquier blindaje o caparazón. Su arma predilecta es el espadón infernal, una larga arma con dos hojas que acaban en ganchos curvados, que permiten al Infernal agarrarse momentáneamente a los objetos cercanos para pivotar y cambiar de dirección en un instante. Cada espadón infernal se mantiene siempre completamente afilado, y la pericia de los Infernales es tal que es común que "anuncien" en voz alta qué parte concreta del cuerpo de sus enemigos van a cercenar en cada pasada. Un enjambre de Infernales puede dejarse caer sobre un grupo de soldados enemigos y cortar piernas, brazos y cabezas a destajo, para elevarse pocos segundos después habiendo dejado intacta a una única víctima, a la que se llevan volando para jugar con ella tras la batalla.
Equipo y Armamento
Las escuadras de Infernales se componen de entre 5 y 20 guerreros, uno de los cuales puede ser un Avernarca. Normalmente, cada uno va armado con una armadura de Bruja, un aeropatín, un espadón infernal y psicofármacos de combate.
El Avernarca puede equiparse con un lanzagranadas fantasma, y sustituir su espadón infernal por una pistola cristalina y una espada venenosa, raptor, arma de energía o agonizador.
Miniaturas
Galería
Fuentes
- Codex: Eldars Oscuros (Ediciones 3ª, 5ª y 7ª).
- Suplemento: Drukhari (8ª Edición).