"Creo que no puede haber disputa en que el Sector Calixis es el dominio legítimo del Dios-Emperador, estos son sus mundos y sus gentes. Nosotros simplemente somos su voz y los intérpretes elegidos de Su voluntad. Pero no se equivoquen, la autoridad que poseemos de ninguna manera es menor a causa de nuestro humilde papel."
- —Archicardinal Ignato en un discurso a la corte del Palacio Lúcido en Scintilla
El Archicardenal Ignato, cuyos títulos son Emperador Bendito y Luminous Vex Cáliz, es el máximo mandatario de la Eclesiarquía en el Sector Calixis. Su archidiócesis alcanza toda la Cuenca de Golgenna y su asiento de poder se encuentra en la Colmena Tarsis de Scintilla.
Historia[]
Durante más de un siglo, Ignato ha dirigido los intereses del Ministorum dentro del Sector Calixis. Se elevó de las filas del Sínodo de Tarsine y substituyó a un débil ineficaz predecesor; muchos dentro de la iglesia atribuyen la fuerza y el poder del Ministorum de Scintilla a su constante atención y cuidadoso criterio. Sin embargo, a causa de su gran poder e influencia, Ignato rara vez puede verse fuera de las paredes de La Catedral de la Iluminación en Scintilla.
Cada década más o menos se desplaza a la Corte Lúcida si surge un asunto urgente o cree que debe reunirse personalmente con el señor del Sector Lord Hax, pero durante el funcionamiento diario del Ministorum Calixiano, Ignato permanece apartado de la vida pública. Por esta razón son pocos, incluso entre sus fieles, que conocen exactamente el aspecto del Archicardenal, recordando una vaga impresión de su figura imponente ataviado con las insignias de Archicardenal pero basadas en retratos genéricos, estatuas u holo-pictografías.
Por supuesto, todo forma parte del poder y misterio de Ignato, ya que su semianonimato le permite usar dobles, agentes y siervos menores del Ministorum para llevar a cabo su voluntad silenciosamente y sin llamar una atención indebida. También es una prudente medida de seguridad dado sus numerosos enemigos, tanto dentro como fuera del Ministorum, por ser el miembro de mayor rango de la Eclesiarquía en el Sector Calixis (objetivo natural para cualquier enemigo del Credo imperial).
Ignato ha hecho sentir su presencia de manera honda durante su tiempo en el cargo de Archicardenal y ha trabajado mucho tanto para ampliar la influencia y el dominio de la iglesia así como para consolidar sus dominios. En primer lugar por su campaña para formar y apoyar a un gran número de predicadores independientes, confesores y misioneros con el objetivo que la iglesia pueda tener un pie en todos los mundos dentro del sector e incluso en mundos cuyo control imperial es solo nominal.
Este empuje de los límites del Ministorum, aunque costoso en vidas, ha conseguido algunos éxitos, enriqueciendo los cofres de la iglesia a través de nuevos diezmos y bruñiendo la reputación de Ignato en la alta Eclesiarquía y ante los distantes Sínodos del Segmentum. En su papel como Archicardenal, Ignato también se ha esforzado mucho para consolidar los lazos entre los miembros del Sínodo Sectorial y estrechar los vínculos entre los cardenales de la diócesis, los planetas que controlan y las innumerables sectas y cultos en cada uno de esos mundos. Más que unificarlo, por vez primera en sus milenios de existencia, el Sínodo Sectorial tiene la capacidad de crear una política del Ministorum común para todo el sector (si por supuesto alguna vez se ponen de acuerdo sobre cuál podría debe ser esa política), algo que es un logro enorme en sí mismo.
Defensor de la Fe[]
"Hay muchos que ocultan transgresiones contra el Dios-Emperador y necesitan confesarlas. Este simple acto de admitir la propia herejía es el primer paso hacia la redención. Es el deber de mis confesores escuchar los pecados de aquellos más necesitados ... los reacios a hacerlo."
- —Archicardenal Ignato
Evidentemente, Ignato libra una batalla constante con los problemas a los que se enfrenta la iglesia, y como Archicardenal es su responsabilidad cargar con tales asuntos sobre sus hombros. Quizás el más terrible de todos es la existencia de la Corriente del Templo y su extensa infiltración en el Ministorum. Ignato sabe muy bien que esta secta existe y que se trata de una amenaza significativa dentro de la iglesia, ya que busca subvertir su poder para lograr sus propias metas.
Como uno de los más fieles seguidores del Credo Imperial, Ignato encuentra la Corriente del Templo repulsiva a su sentido de la fe y trabaja incansablemente para destruir la secta. Desafortunadamente, tras años luchando contra su propagación, ha llegado a la conclusión (una reflexión que no compartirá nunca con nadie) que destruir la Corriente del Templo solo podrá ser posible destruyendo gran parte del Ministorum calixiano e hiriendo la iglesia en docenas de mundos. Peor aún, Ignato cree que uno de los cardenales sinodales puede ser miembro de la Corriente del Templo.
Sin embargo, incluso el Archicardenal debe tener cuidado al señalar con dedo acusador a uno de los suyos, ya que si realizara tal acusación sin pruebas, podría agrietar el Sínodo Sectorial y deshacer todo el trabajo duramente conseguido hasta ahora.
Además, el Credo Imperial que promulga está amenazado por el Cisma Maccabeo y su falta de influencia sobre el planeta Maccabeus Quintus. Durante décadas las residencias de este mundo santuario se han visto a sí mismos apartados del resto del Ministorum Calixiano y de alguna manera bendecidas por el milagro de la resurrección de San Drusus. Ignato tolera esta variante del Credo Imperial y la vigila de cerca para que no se aleje demasiado de la ortodoxia eclesiarcista.
La situacion se exacerba por las maquinaciones de Kregory Hestor, cardenal de la diócesis drusiana en la que se encuentra Maccabeus. En sus esfuerzos por arrebatar el poder a Ignato, Kregory está usando el cisma para intentar abrir una brecha entre los fieles de su diócesis y el resto del sector. Ignato debe jugar a un peligroso juego mientras realiza movimientos para frustrar los esfuerzos separatistas de Kregory a la vez de mantener la estabilidad del Sínodo Sectorial. Sabe que si declara herético el culto de Maccabeus la situación podría convertirse en una guerra de fe en todo el sector y dañar irreparablemente la reputación de San Drusus. Quizás la mayor carga que soporta Ignato no sea el esfuerzo diario de guiar y unificar una organización que abarca todo el sector, sino más bien la carga del conocimiento. El cardenal Ignato es el poseedor de la Llave Kapocia, un antiguo dispositivo de la Era Oscura de la Tecnología que lleva en todo momento alrededor del cuello. La llave abre los grandes sellos de vacío en las bóvedas subterráneas de la Catedral de la Iluminación y permite el acceso al Diabolus Formentum (también llamada Mazmorra Maldita), donde se hallan los textos heréticos más peligrosos, dispositivos y reliquias capturados por la iglesia y almacenados allí para su custodia.
En sus raras visitas a las bóvedas, Ignato ha conocido terribles y poderosos secretos sobre el Sector Calixis. El peor de ellos tal vez sea el Atrum Asectica, donde Ignato solo se ha atrevido a pasear sus ojos un puñado de veces. Se rumorea que es el precursor del Propheticum Hereticus Tenebrae, y trata secretos como la verdad que se esconde tras la resurrección de San Drusus y la aparición de la Estrella Tirana. También contiene numerosas piezas prohibidas de conocimiento.
Más que cualquier otra cosa, dicho conocimiento así como poder acceder a él, convierten a Ignato en uno de los hombres más poderosos del sector, incluso mayor que el propio Lord Hax si alguna vez decidiera usarlo para sus propios fines o fuera corrompido por ello.
Fuentes[]
- Dark Heresy: Blood of Martyrs (Expansión Juego de Rol)