Hypnos (No Oficial)

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Samuel Feigem (Baraspine 520.M37 - Maidas 573.M37), conocido también como Hypnos, fue un Psíquico humano dotado de un poder telepático con el que era capaz de influir en la mente de cualquier individuo y plasmar ante él una realidad falsa.

Su principal legado, sin embargo, es que construyó una máquina capaz de derivar este poder mediante concentraciones de energía psíquica con un intrincado sistema de conexiones, el cual pervive activo y en uso en el Puerto Libre de Maidas. Esta máquina y sus derivaciones son conocidas como Máquinas Hypnos.

Historia

Nacido en el mundo colmena de Baraspine en el 991.M36, en el seno de una familia miserable que malvivía en el subsuelo de aquel espantoso y masificado lugar trabajando como torneros en las fábricas de cerámica, Samuel fue enseguida repudiado por sus progenitores cuando comprobaron que poseía poderes psíquicos por miedo a ser detenidos por la Inquisición.

Samuel fue el undécimo de diecisiete hijos, nunca asistió a ningún tipo de escuela y con cinco años apenas sabía hablar, momento en el cual fue abandonado por sus padres en los suburbios para evitar las pesquisas inquisitoriales. Contra todo pronóstico Samuel sobrevivió allí alimentándose de restos y controlando su poder de manera innata, logrando dominarlo y emplearlo para sus fines invadiendo las mentes de aquellos con los que se encontraba para lograr sus propósitos.

Con quince años era adicto a la Obscura, llevaba una vida de delincuente y en varias ocasiones intervino en robos y asaltos que incluso acabaron en asesinatos, lo cual hizo que la Guardia Imperial lo identificara como objetivo para ser arrestado y eliminado.

En un arranque de lucidéz entre dosis Samuel huyó de Baraspine en un carguero que, desafortunadamente, fue asaltado por una flota pirata que secuestró la nave, y tras un largo periplo a través de varios mundos fue finalmente vendido como esclavo en el Puerto Libre de Maidas.

Comprado allí por un rico comerciante para usarlo como personal de servicio, Samuel pronto se ganó el favor de su dueño gracias a sus poderes y su carisma, poseyendo además un gran atractivo para las mujeres basado no sólo en su físico —era un hombre bien parecido sobre todo después de superar su adicción al a droga—, sino también en el misterioso halo psíquico con el que podía envolver a cualquiera haciendo que se perdiese en ensoñaciones y falsas realidades, convirtiéndoswe en un conocido personaje imbuido por el misticismo.

Considerado años más tarde ya no como esclavo sino como amigo íntimo y confidente de su comprador, se erigió también como su terapeuta personal proporcionándole una especie de hipnosis curativa para la densa ansiedad nerviosa que él mismo, secretamente, se encargaba de provocarle con sus poderes, ofreciéndole un alivio inmediato temporal que ningún galeno o fármaco conocido era capaz de ofrecerle.

Poco después se produjo la muerte repentina de su dueño por suicidio dejando un extraño testamento en el que Samuel fue el completo beneficiario, lo cual lo convirtió en un potentado que desarrollaba sus lucrativas actividades de compraventa en Maidas, posición que ocupó durante largo tiempo hasta el 571.M37, momento en el cual este mundo pasó a formar parte de la Confederación de Puertos Libres bajo el control absoluto de La Mesa.

Con la entrada del siniestro grupo que controlaba distintos puertos en el sector Samuel comprendió que debía unirse de inmediato a ellos para mantener su posición, pues con su edad y años de prosperidad a sus espaldas La Mesa podría simplemente matarlo para quedarse con todas sus posesiones ―una costumbre al parecer bastante común—, por lo cual se entrevistó con ellos y les ofreció la implantación de un negocio que podía aportarles grandes beneficios a todos.

Otros lugares como Ghaela o Rudabaugh estaban más especializados en la compraventa de esclavos y era hacia donde se desplazaban dichas actividades de forma masiva con la llegada de La Mesa, actividad que hasta el momento había sido la piedra angular de los negocios de Samuel, pero durante años había estado desarrollando un aparato que si se empleaba adecuadamente podía resultar en un prolongado filón de dinero, al que se refería como Máquina Hypnos, alias por el cual también él era conocido en Maidas.

La Máquina Hypnos

El artefacto era básicamente un generador de ondas cerebrales derivadas de su propio poder telepático, el cual podía construir en la mente de cualquier persona conectada una realidad paralela de todo tipo: lugares paradisíacos, situaciones agradables, escenarios preparados y un sinfín más de posibilidades por las cuales la gente desearía pagar un buen dinero con tal de experimentarlo.

La máquina original era un mecanismo que absorbía energía psíquica de un tanque que él mismo alimentaba con sus habilidades, transformándola en ondas que se desplegaban por un complejo sistema de conexiones hasta la mente del objetivo, recreando en ella cualquier escena modelada artificialmente mediante un Cogitador haciéndola indistinguible de la realidad.

Tras realizar una demostración La Mesa permitió que se estableciera en Maidas un complejo donde esta máquina y otras réplicas comenzaran a funcionar como generadoras de sueños, algo que enseguida comienzó a atraer la atención de grandes cantidades de individuos que deseaban experimentar esta nueva sensación artificial —la cual de paso generaba un poderosa adicción—, con lo que el dinero empezó a entrar en cantidades ingentes.

Cuando un individuo experimenta las sensaciones que proporciona el aparato genera espontáneamente una dependencia crónica y creciente del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de dichas sensaciones a través del uso del artefacto, una adicción de la cual sólo es posible librarse tras un largo período de abstinencia que puede llevar años. A aquellos que están atrapados en la espiral adictiva se los empezó a conocer como Hypnosíacos, convirtiendose así en desesperados parias que vagaban por la zona invirtiendo en aquellas sesiones todo lo que tenían.

Las llamadas Salas de Sueños se popularizaron y pronto El Puerto Libre de Maidas se conviertió en un reclamo para todos aquellos que deseaban escapar de su realidad: proscritos, fracasados, buscadores de nuevas sensaciones y demás sujetos de diferentes razas que viajaban incansablemente hasta este lugar para pagar por una realidad falsa y artificial, pero tan real que capturaba a la mayoría de ellos para siempre.

Estos lugares se coparon básicamente por humanos, mucho más sensibles a las máquinas Hypnos que otras razas, existiendo masas de millones que establecieron el Puerto Libre de Maidas como un hogar entre la miseria y la inmundicia, siendo exprimidos hasta el límite por las mafias controladas por La Mesa, quien recaudó enormes sumas gracias a la debilidad de sus clientes.

Muerte

Con un público fiel y adicto a los sueños artificiales La Mesa comprendió que aquel negocio se convertiría en el principal atractivo de ese lugar, algo conveniente para mantener su hegemonía, de manera que tras enviar a varios expertos que analizaran y comprendieran el funcionamiento del mecanismo, los cuales averiguaron que con la intervención de algunos psíquicos podrían mantenerse las máquinas en funcionamiento, se ordenó matar a Samuel Feigen para apropiarse de su invención, explotándola desde entonces de manera masiva.

Acribillado a tiros en la calle por asesinos enviados por La Mesa, el infortunado psíquico murió en el 573.M37 y su legado quedó como atracción fundamental de Maidas desde entonces, generando un crecimiento exponencial a la vez que lo único que perduró de Samuel fue el nombre que había otorgado a su invento.