Hekarth V es un mundo muerto. Anteriormente era un mundo minero imperial.
Historia[]
El planeta estaba muy cerca del límite del espacio conocido y habría sido considerado estéril si no se tuviera en cuenta la gran cantidad existente de promethium en el sector. Sin embargo, durante las últimas décadas el suministro de promethium disminuyó paulatinamente y, hasta que un celoso investigador no indagó sobre el asunto, no se descubrió que un culto genestealer se escondía detrás del problema.
El culto había estado robando el combustible para alimentar su propia rebelión mundial y, al verse descubiertos, pusieron en marcha sus infames planes, apoderándose del mundo minero en poco tiempo. El Inquisidor sabía que las poderosas fuerzas imperiales presentes en el sector no serían suficientes para reclamar el planeta y no podía emitir una orden de Exterminatus porque las reservas de promethium eran un bien demasiado preciado como para destruirlas, por lo que se vio obligado a improvisar y de forma totalmente irreflexiva buscó la ayuda de aquellos que en otras ocasiones eran considerados enemigos del Imperio.
En poco tiempo, mercenarios xenos y herejes de todo tipo respondieron a la petición de ayuda del Inquisidor y se les señaló su objetivo: eliminar toda la población del mundo minero para poder ser reploblado y ponerlo de nuevo en funcionamiento. Tras sobornar a los mercenarios con fama, gloria y falsas promesas de lucrativas rutas comerciales, los grupos de guerreros descendieron ávidamente sobre Hekarth V para empezar su trabajo. Sin embargo, la estrategia del Inquisidor demostró ser defectuosa desde el principio ya que controlar a los numerosos grupos de mercenarios sobre el mundo minero resultó ser imposible y no tardaron demasiado en convertirse en presas del Culto Genestealer.

La Flota Enjambre llega a Hekarth V
Sin embargo, la situación se volvió desesperada cuando un tentáculo de la Flota Enjambre Leviathan apareció sobre la órbita de Hekarth V e invadió el planeta, evidenciando que sin nigún género de dudas, el planeta estaba totalmente condenado. En cuanto los tiránidos se dieron a conocer, los distintos grupos de mercenarios se enzarzaron en una demente confrontación para intentar huir del planeta y no ser devorados por la flota enjambre. Del inquisidor radical que intentó salvar Hekarth V, su nombre fue borrado para siempre de los registros imperiales y se desconoce cuál fue su destino final.
Fuentes[]
Extraído y traducido de Lexicanum inglés .