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Khorne medio sin fondo

Cerberus el Rebañacráneos, mascota de los Poderes Ruinosos, patrocina este espacio para honrar a sus demoníacos señores. Pulsa sobre él y te introducirá en los misterios del Caos.

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Hechiceros de los Mil Hijos

Los Hechiceros del Caos son los Bibliotecarios que han escogido seguir al Caos. Los primeros provienen de los Hechiceros de los Mil Hijos, antes y durante la Herejía de Horus.

Descripción[]

Los Hechiceros del Caos dan forma al propio destino con rituales arcanos y pactos indescriptibles con entidades demoníacas del empíreo. Ellos canalizan las aplastantes energías de la disformidad en potentes malefícios y explosiones de fuego, moldeando el tejido del universo material con poco más que una maldición llena de odio. Debido a la constante exposición al poder del Caos, los hechiceros son inevitablemente perseguidos por la perspectiva de sucumbir finalmente a una mutación incapacitante o a la locura. Aunque creen estar por encima de las preocupaciones de los mortales, la verdad es que ellos también son peones, alzados y luego desechados para la diversión de los Dioses Oscuros.

Los hechiceros están siempre tentados a expandir su conocimiento e influencia. Se ven a si mismos elevados; ya no se ven obstaculizados por la lealtad ciega hacia el Emperador Cadáver del Imperio, volviéndose cada vez más insensibles e inhumanos que aquellos que los siguen. Algunos son estrategas de corazón frívolo, que exhalan su odio sobre todo el universo posible; Ygethmor el Impostor orquestó un culto del Juicio Final que resultó en la despoblación de cada uno de los mundos habitados en el Sistema Corriallis. Otros actúan como asesores de los Señores del Caos, redirigiéndolos sutilmente a sus propios fines bajo la ilusión de servidumbre. Unos raros vagan por los caminos ocultos del universo, abriendo los secretos de los antiguos para llevar el abrazo del Caos a toda la galaxia.

Independientemente de sus objetivos, todos los hechiceros se deleitan con la anarquía reinante en la Larga Guerra. Solo necesitan un atisbo de resistencia para estimularlos a liberar las energías destructivas del Inmaterium. Su amargura se manifiesta en el campo de batalla como una fuerza palpable; como cráneos llameantes caídos de los cielos, la enfermedad ahogando las almas de los cercanos, convirtiendo a los hombres en monstruos a su paso. La disciplina marcial común a todos los Marines Espaciales del Caos se magnifica cuando se combina con las armas del hechicero, artefactos malditos saturados con energías del caos que pueden rasgar el alma y el cuerpo de sus víctimas.

Orígenes[]

Algunos de estos Hechiceros fueron exiliados después de la Rúbrica de Ahriman, y venden sus servicios para los sacrificios o la posibilidad de cazar saber arcano. Sólo los Devoradores de Mundos asesinaron a sus Hechiceros porque Khorne no tiene interés en la brujería.

La linea que separa el poder psíquico y la hechicería pura es muy fina. Los capítulos del Adeptus Astartes pueden tratar de negarlo, pero cada vez que un Bibliotecario de los Marines Espaciales concentra su poder mental, corre el riesgo de manchar su alma. En el fragor de la batalla, incluso los psíquicos más capaces pueden extralimitarse en sus capacidades y, en vez de retirarse horrorizados ante la carnicería resultante, sienten una emoción prohibida. Tales emociones son el primer paso en el camino de la maldad sin límites. A partir de ese momento, el psíquico soportará susurros melifluos en sus sueños y visiones de la inmortalidad. Quienes sucumben a tales tentaciones, se convierten en Hechiceros, capaces de canalizar los poderes maléficos de los Dioses Oscuros.

Hechiceros de los Mil Hijos[]

Los Hechiceros sirven como líderes de la multitud de bandas de esclavos de los Mil Hijos. Son ellos quienes dirigen la marcha de filas de Rúbricas hacia la vanguardia del ejército dirigiendo a hordas de Cultistas y Tzaangors aulladores. A medida que la locura que rodea al Hechicero inunda el campo de batalla, entonan rituales de invocación para atraer a los hijos demoniacos de Tzeentch a través del velo entre el espacio real y el Inmaterium. Un Hechicero a menudo tiene vía libre para llevar a cabo la guerra psíquica como lo considere oportuno, pero sus acciones finalmente están al servicio de su secta, y al de un Hechicero Exaltado o un Príncipe Demonio mas poderoso.

A pesar de su encanto, los Hechiceros son criaturas de una ambición desenfrenada. Al servir a sus amos, también buscan formas de socavarlos, aprovechando el poder de las cábalas secretas y forjando pactos de traición con entidades empíricas. A medida que un Hechicero crece en poder, corre el riesgo de sucumbir al peso de su propia energía disforme: muchos caen en una mutación descontrolada y se vuelven polimórficos Engendros del Caos. Sin embargo, su ambición los lleva a correr riesgos aún más grandes en búsqueda del poder, ya que esperan algún día poder alcanzar el rango de Hechicero Exaltado, y después convertirse en un bendito Príncipe Demonio de Tzeentch.

En ocasiones, un poderoso Hechicero de la disformidad de otra Legión del Caos será guiado por Tzeentch para buscar el Planeta de los Hechiceros y jurar lealtad a Magnus. Sin embargo la mayoría de los Hechiceros de los Mil Hijos surgen de las filas de Aspirantes a Hechiceros. Estos falsos hechiceros a menudo se crean a partir de los psíquicos de los cultos de Tzeentch, que a través de la demagogia profana llaman la atención de una secta invasora. Son llevados a Tizca, donde son sometidos a transformaciones rituales para mejorar su cuerpo y mente. La mayoría se vuelven locos o son desgarrados por la repentina afluencia de energía empírica; otros mueren de una forma lenta y agonizante a medida que los órganos aumentados son bañados en la disformidad, mutando el cuerpo del huésped. Pero esos pocos que sobreviven nacen de nuevo como hechiceros guerreros de los Mil Hijos.

Recompensas[]

Caos Nurgle hechicero

Hechicero del Caos de Nurgle

La mayoría de los Hechiceros son recompensados con regalos, que mejoran aún más sus poderes psíquicos, por parte de su Dios. También son a menudo locos egoístas, creyéndose superiores a todos los demás en una búsqueda de poder y conocimiento para aumentar su fortaleza mental y desarrollar nuevas formas de utilizar sus poderes. A menudo las visiones dadas a los Hechiceros son inalcanzables, y posteriormente los llevan a extremos en su deseo de alcanzar estos objetivos.

Además de los Dones del Caos que pueden solicitar, algunos poderosos Hechiceros son capaces de manejar armas psíquicas.


Pactos[]

Los brujos suelen tomar parte en pactos demoníacos para aumentar sus poderes a través del uso de la energía demoníaca. Este pacto requiere algún tipo de servicio o pago a cambio de una parte del poder de los Demonios. El Hechicero puede usar este poder para desatar asombrosos poderes psíquicos, de la misma manera que los Demonios los utilizan para mantener su control sobre la realidad. Los mayores brujos mantienen decenas de pactos demoníacos para aumentar sus poderes para fines inimaginables. Si bien esto puede ser útil y atractivo, con el tiempo un precio debe ser pagado por el Hechicero.

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Galería[]

Fuentes[]

  • Codex: Marines Espaciales del Caos (Ediciones 5ª, 6ª y 8ª).
  • Codex: Mil Hijos (8ª Edición).
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