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Icono de esbozo Por orden de su Santísima Majestad, el Dios-Emperador de Terra. La Sagrada Inquisición declara este artículo En Construcción por Hispanus. Si encuentra algún problema o falta de devoción por su parte, notifíquelo, un acólito del Ordo Hereticus estará encantado de investigarlo.
Haarken Worldclaimer Vigilus Legión Negra

Haarken Reclamamundos

Haarken Reclamamundos (Haarken Worldclaimer en inglés), conocido como el Heraldo del Apocalipsis y el Proclamador del Reinado de Abaddon, es el emisario personal de Abaddon el Saqueador, un Señor del Caos Rapax al que envía a quemar y destruir en su nombre.

Historia[]

Haarken Reclamamundos goza del favor del Señor de la Guerra Abaddon el Saqueador, pero no es un mero heraldo: es un temido Señor del Caos de la Legión Negra por derecho propio, que conoce bien el poder del miedo y lo blande como un arma en sus conquistas. Disfruta macabramente de su papel como portavoz de Abaddon, pues eso significa que él proclama la muerte de mundos, no con amenazas vulgares o alardes vacuos, sino hundiendo su arma, la reliquia demoníaca Lanzainfernal, en la tierra de cada planeta que reclama en nombre de Abaddon, un acto sencillo pero simbólico que infunde miedo en el corazón de soldados y civiles por igual. Es un presagio oscuro encarnado, y la destrucción ultraterrena que vaticina es la llegada del propio Señor de la Guerra y la Legión Negra, precedidos por sus tropas de Rapaxes, que descienden en oleadas de llamas y gritos para llevar el miedo y la desesperación con cada masacre.

Las Legiones Traidoras conocen bien el poder del miedo, y saben que un planeta debilitado o paralizado por el miedo ya está casi conquistado. Haarken es un coleccionista y conocedor de conocimiento oscuro, así como un líder de guerra, por lo que conoce el poder de las palabras. Ha estudiado el Grimorio Nostramo, el tratado más cruel escrito con la sangre de monarcas por Konrad Curze, ha sacado a la luz los Pergaminos Coagulados, aprendiendo de ellos las amenazas proferidas por Angron antes de perder la cordura, e incluso ha leído partes del Libro de Magnus, perdiendo parte de su cordura en el proceso. Por medio de estos estudios ha adquirido numerosos conocimientos, y cuando lanza su ominoso mensaje a través no solo de sus voco-emisores, sino de las gargantas de sus guerreros y acólitos, el odio puro que desprenden sus palabras puede provocar rendiciones en masa, deserciones, e incluso suicidios.

Pero no solo se encarga de anunciar la llegada de su señor, sino que además participa de la destrucción que antecede a la Legión Negra. Se lanza al centro de las defensas de sus enemigos, atacando a sus mandos, sus líneas de suministros o comunicaciones. Frente a una hueste de Rapaxes, Haarken ataca siempre el núcleo de las fuerzas enemigas, y proclama su llegada a sus víctimas con estruendosos aullidos, anunciándoles que su perdición se acerca. Esto no es solo un método de intimidación, sino que mientras que las fuerzas enemigas se centran en Haarken, el resto de tropas de su Legión pueden aprovechar los huecos que dejan en sus defensas.

Una vez en tierra, no tarda en unirse a la masacre. Sus promesas crueles suenan cada vez más alto mientras el Señor del Caos asesina a sus enemigos, provocando el miedo en las filas enemigas, y este se convierte en terror cuando Haarken desafía a los comandantes enemigos, atravesándoles con su lanza. Este horrible espectáculo es una muestra de la inevitabilidad de la voluntad de Abaddon, y de la destrucción de las fuerzas del planeta.

La Lanzainfernal ha probado la sangre de monarcas, tiranos xenos e incluso Señores del Caos a lo largo de su largo servicio como Heraldo del Saqueador, y cada una de estas desmoralizantes muertes le confiere más poder, llevándole a actos más sanguinarios. El ritual que realiza al llegar a cada planeta, proclamando tras clavar la lanza en el suelo que en ochenta días y ochenta noches el planeta caería, aún no ha sido demostrado falso.

Haarken encabezó recientemente el asalto de la Legión Negra al planeta Vigilus, y declaró que este caería en manos del Señor de la Guerra en ochenta días. Fue el primero en poner pie en el torturado suelo de ese mundo, y al clavar su Lanzainfernal en la tierra lo condenó a sufrir toda la ira de la Legión Negra. Desde entonces, se encargó de llevar a cabo una guerra del terror contra los imperiales, atacando desde las cúspides de las Colmenas para desaparecer tan rápido como había aparecido. Sin embargo, en los compases de la Guerra de las Pesadillas, Marneus Calgar incendió los pisos más altos de las Colmenas, para así evitar que las fuerzas del Caos los pudieran utilizar.

Armamento[]

Haarken viste una servoarmadura con propulsor de salto y va armado con una garra relámpago y la Lanzainfernal.

Citas[]

"Heed my words! Hear each and every one! The Nachmund Gauntlet belongs to the Despoiler! He has decreed it so! To me he has given the task of claiming it. To me he has entrusted the mightiest fleet, and the mightiest army. Countless millions now follow my command. And my commands are this: destroy; seize; enslave; kill. You simpering weaklings of the Imperium will see the towers of your cathedrums toppled, your cities burned to the ground and your worlds turned over to the stuff of Chaos. You will tremble; you will cry. You will beg for relief that shall never come. You will plead for a mercy we will never give. I am Haarken Worldciaimer, Herald of the Apocalypse and Mouthpiece of Abaddon. I'm your doom. l'm coming."
Anónimo


"Long has my lord and master waited. So great is his patience, that he has watched for ten thousand years, gathering his forces, withnessing the decline of the empire he himself helped forge before the False Emperor became one with his corpse throne. Attack, attack, attack, those are now his orders. On scores of fronts and more, we assault with all the fury we have and with the power of the Octed behind us. The numbers clamouring Abaddon's name outnumber the stars themselves. None can stand against us. Our time has truly come."
Anónimo


Miniatura[]

Fuentes[]

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