"El ingenio no es una virtud imprescindible en mis vasallos: de hecho, lo único que necesitan conservar es la habilidad justa para luchar y morir en el cumplimiento de mi gloria infinita. Solo los más compasivos y caritativos gobernantes librarían a sus sujetos de la carga de la independencia, ¿no creéis?"
- —Thaszar el Invencible, Faerón de la Dinastía Sarnekh, Portador Supremo de la Guerra del mundo corona de Zapennec
Los Guerreros (Warriors en inglés) son las unidades básicas de infantería de los Necrones. Implacables, sin remordimientos y dotadas de terribles rifles gauss, las legiones de Guerreros Necrones emergen de sus criptas de estasis para exterminar a los vivos. Antaño, estos soldados carentes de sentimientos fueron los ciudadanos de los Necrontyr, pero su carne les fue arrebatada y reforjada en un remoto pasado por tecnologías inescrutables. Es casi imposible matar a estos guerreros, porque sus cuerpos de metal viviente reparan cualquier herida, salvo las más graves, en cuestión de segundos. Incluso el desmembramiento no es más que un estado transitorio para un Guerrero Necrón, pues su cuerpo machacado se recompondrá ante los ojos de sus horrorizados enemigos. Detenerles es como detener la llegada de la muerte.
Descripción[]
Los Guerreros componen el frío corazón de los ejércitos Necrones. Son soldados implacables, sin emociones, aterradores: los emisarios inexorables de la propia muerte.
No obstante, una inspección más a fondo de un Guerrero Necrón revelará diversos detalles aberrantes que desafían esta imagen de inexorable asesino. Sus reacciones, aunque precisas, son lentas. Sus extremidades, aunque fuertes y elegantes, están corroídas y cubiertas de un fluido aceitoso que supura de sus junturas. Sus movimientos son desacompasados y, a menudo, se tambalea tras errar un disparo. La verdad es que el Guerrero Necrón resultaría un combatiente lastimoso de no ser por el cruel destello parpadeante de sus ojos, y por la penetrante sensación de que no se trata tanto de una criatura consciente como de un muerto que camina.
A diferencia de otras fuerzas al mando de un Némesor, los Guerreros Necrones no son autónomos en ningún sentido, sino que están unidos a la voluntad inquebrantable de su comandante. Su conciencia táctica es prácticamente nula salvo para obedecer las instrucciones más simples.
Sin órdenes más específicas, una falange de Guerreros Necrones establecerá automáticamente una rutina de vigilancia, limitándose a repeler ataques enemigos con precisas andanadas de fuego gauss; y todo esto en medio de un silencio sepulcral, porque los Guerreros no hablan nunca: la vocalización es un lujo que les fue denegado deliberadamente por diseño. No obstante, cuando sufren daños muy graves emiten una especie de grito electrónico modulado similar a un castañetear de dientes, una parodia espeluznante del dolor de una criatura viva. Se desconoce si este lamento es un aviso para sus congéneres o simplemente una reacción que el Necrón moribundo medio recuerda de cuando era una criatura viva.
Los Necrones compensan con creces su falta de intuición con una gran determinación y durabilidad. Tras recibir órdenes su único objetivo es cumplirlas, y lo harán sin vacilar. Además, cada guerrero individual puede resistir un elevado nivel de daños graves antes de parar de combatir. Ni siquiera cercenarle una extremidad o incluso la cabeza garantizará detener su avance, pues sus sofisticados mecanismos de autorreparación suelen devolverlo al combate en cuestión de minutos.
Pese a su tenue conexión sensorial con la realidad, un Guerrero Necrón no está enteramente exento de coraje. Aunque la mayoría de sus instintos animales hace mucho que fueron suprimidos o degradados hasta quedar en nada, la necesidad de autoconservación aún está arraigada en alguna parte de su mente. Para que se dispare dicha reacción, no obstante, el Guerrero Necrón debe ser capaz de reconocer que está en una situación de peligro, cosa que no siempre ocurre. Si su instinto de supervivencia no aflora, el Guerrero Necrón combatirá hasta límites increíbles, marchando descuidadamente a través de campos de minas, bombardeos y otros peligros similares que podrían perfectamente destruirlo.
Es bastante posible que la parquedad de voluntad y conciencia propia de los Guerreros Necrones sea un mero efecto secundario del proceso de biotransferencia. En la Era de la Carne estas criaturas no eran soldados sino artesanos, mercaderes, granjeros, escribas... de hecho, cualquier cosa menos soldados. Como ciudadanos de estatus inferior, por tanto, era inevitable que su conversión no fuese ni tan cuidadosa ni tan precisa como la de los militares profesionales o la realeza Necrontyr. Existe otra posibilidad aún más perturbadora para la falta de viveza de los Guerreros Necrones, y es que se trate de una función totalmente deliberada de su diseño: aquellos nobles Necrones que se sometieron a la biotransferencia ordenaron despojar a sus vasallos de todo vestigio de personalidad, carácter y conciencia, para asegurarse de que se comportarían como soldados totalmente leales e inquebrantables en las innumerables batallas que estaban por venir. Son comprados y vendidos como mercancía, pero los Guerreros Necrones son valorados por la destrucción que pueden desplegar sobre sus enemigos. Los Faerones los envían al combate sin dudar para que destrocen a sus enemigos bajo una avalancha de metal viviente.
La forma de metal viviente de los Guerreros Necrones es una maravilla de la ciencia antigua. Puede mostrar una miríada de colores, texturas y marcas y los Guerreros Necrones de dos Dinastías no se parecerán demasiado. Algunos están forjados de acero bruñido plateado, con sus corazas metálicas inmaculadas. Otros parecen estar hechos de cerámica, piedra o incluso vidrio, dando a entender las extrañas tecnologías con las que se crearon. Sobre esas superficies brillantes, los símbolos y colores de sus Dinastías proclaman orgullosos la lealtad de los Guerreros.
Los Necrones están perseguidos por los ecos de su orgulloso pasado militarista, y consecuentemente conservan el esplendor de su otrora gran imperio. Las tropas Sautekh utilizan los tonos plata y verde eléctrico que usa su Faerón Imotekh, ya que el uso de esos tonos siempre ha sido considerado una prerrogativa de los mayores líderes de los Necrontyr. Por contraste, los Nephrekh son de piel dorada, haciendo alusión a la inmensa riqueza solar de la Dinastía. Los Thokt favorecen los colores azules en honor a los inmensos arrecifes de vacío, mientras que los Hyrek usan cristal de sus sistemas de asteroides. Aunque la muerte de estrellas y la destrucción de mundos ha cambiado el paisaje celestial del imperio Necrón, esos fragmentos de su pasado aún viven.
Los Guerreros Necrones llevan los colores de su Dinastía y mundo necrópolis, así como la heráldica que su Líder Supremo les indica. El ankh sobre el pecho del Guerrero le une a la Triarca y muestra que tiene un lugar en el imperio Necrón. Sin embargo, también actúa como marca de propiedad personal. Las legiones muestran los colores de sus Líderes y Líderes Supremos sobre el ankh, y a mayor ornamentación, mayor es la importancia de su amo. El uso de oro en el ankh o en el panel donde se muestra es una marca de gran honor concedida a las legiones personales del gobernante de un mundo necrópolis, mientras que por ejemplo el verde oscuro es ha0bitual del mundo de Gidrim. La mayoría también muestran en sus hombreras glifos de falange, marcas tradicionales usadas para identificar unidades dentro de una legión. Cada símbolo es un elemento del glifo dinástico y las legiones de diferentes mundos necrópolis pueden mostrar el mismo glifo. Las legiones especialmente favorecidas pueden mostrar sus glifos en colores distintivos que hablan del poder de sus señores o conmemoran victorias especialmente famosas.
Armamento[]
Las unidades de Guerreros se componen de entre 10 y 20 Necrones armados con rifles gauss. Cada unidad puede escoger desplegarse en un Arca Fantasma o una Guadaña de la Noche.
Trasfondo antiguo (3ª Edición)[]
La forma esquelética de un Guerrero Necrón resulta una visión aterradora, con los proyectiles y láseres de asalto rebotando sobre sus miembros metálicos sin producirle daño alguno. El rifle gauss con el que estos guerreros van armados no es menos aterrador, ya que en un instante desintegra la piel, los músculos y los huesos de sus enemigos hasta que no queda nada.
Miniaturas[]
Fuentes[]
- Codex: Necrones (Ediciones 3ª, 5ª, 7ª y 8ª).