 | La pequeña Santa Leire protege este sagrado artículo con santa ira y devota pasión en el nombre del Divino Emperador. Pulsa sobre su reverenciado icono para acceder a los archivos del Adepta Sororitas. El precio de no leer es ser purgado. |
 | Cerberus el Rebañacráneos, mascota de los Poderes Ruinosos, patrocina este espacio para honrar a sus demoníacos señores. Pulsa sobre él y te introducirá en los misterios del Caos. ¡Sangre para el Dios de la Sangre! ¡Visitas para los artículos del Caos! |
 | El Sargento Guillermito, mascota de los Marines Espaciales, tiene el honor de patrocinar este espacio por orden del Capellán Cassius de los Ultramarines. ¡Pulsa sobre él y te acompañará a una Cruzada épica! ¡Lee más! ¡Sin piedad, sin remordimientos, sin miedo! |
Hermanas de Batalla luchando codo con codo con los Salamandras
La Guerra de Prometeo fue un conflicto entre la Traidora Legión Negra y el Capítulo Leal de los Salamandras, que fue reforzado por las Hermanas de Batalla de la Orden del Cáliz de Ébano. Tuvo lugar en el planeta Heletine, en el 980.M41.
Historia[]
En el 980.M41, la Orden del Cáliz de Ébano envió refuerzos en ayuda de los Marines Espaciales del Capítulo de los Salamandras, que estaban trabados en una brutal guerra urbana contra la temida Legión Negra en el mundo de Heletine.
El enemigo fue sometido al fuego purificador de docenas de Immolators y Land Raiders Redentor que se abrieron paso entre las ciudades arrasadas por la guerra. A pesar del impulso de los ejércitos, sus avances se vieron parados en seco cuando Lord Gralastyx, el Príncipe Demonio que lideraba las fuerzas del Caos, liberó una legión de Marines Espaciales del Caos Poseídos.
Cuando la enfurecida horda atravesó las filas imperiales, las Hermanas de Batalla y los Marines Espaciales lucharon espalda contra espalda, disparando sus Bólteres y lanzallamas y vendiendo caras sus vidas. Sin embargo, las fuerzas aliadas consiguieron salvarse cuando apareció Santa Celestine, cayendo sobre la horda del Caos como un ángel vengador. La Santa en vida se abrió camino a través de la horda hacia Lord Gralastyx, atravesando el corazón del enemigo con la hoja de su espada. Con la muerte de Gralastyx, la horda del Caos resultó destruida, pero no hubo rastro del paradero de Celestine, que desapareció tan misteriosamente como apareció.
Fuentes[]
- Codex: Hermanas de Batalla (6ª Edición).