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Mapa galáctico del Subsector Nachmund, donde se puede observar El Guantelete Nachmund.
El Guantelete Nachmund es un peligroso paso a través de la Gran Fisura que pasa por el Sector Nachmund, cerca del Ojo del Terror.
Cartografía[]
La Cicatrix Maledictum es una enorme tormenta disforme que partió en dos la Galaxia al final del 41º Milenio, dividiendo el Imperio de la Humanidad en dos mitades y aislando una de ellas, conocido como Imperium Nihilus. La navegación a través de la Fisura es imposible, excepto por unos pocos pasos, la mayoría de ellos inestables o temporales. El Guantelete Nachmund es uno de los pocos pasos seguros a través de la Fisura y es, por lo tanto, un activo de gran valor en la Galaxia.
Aunque estrecho en términos galácticos, el Guantelete es enorme y alberga docenas de sistemas, atacados o incluso ahogados por las energías de la Disformidad que brotan de la tormenta a su alrededor. Otros mundos, lunas y campos de asteroides están aún a salvo de las energías del Empíreo, y son hogar o refugio de multitud de razas, entre ellas millones de humanos, tanto ciudadanos imperiales como piratas, forajidos o renegados.
La existencia del Guantelete solo se puede explicar gracias a los depósitos de Piedranegra que se encuentran en los dos planetas de sus aperturas: Vigilus y Sangua Terra. Este material puede ser sintonizado para bien atraer las energías de la Disformidad, o bien para repelerlas. Los depósitos de noctilita de estos planetas, tallados con forma de punta por alguna civilización alienígena, es lo que permite que se cree un canal en el que la Disformidad está en calma. Es por esto que las fuerzas del Caos pusieron su objetivo en Vigilus puesto que, si cae uno de los dos mundos de este arcano mecanismo, todo el Guantelete colapsará.
Historia[]
Un tiempo después de la aparición de la Gran Fisura que partió en dos la galaxia, se descubrió un paso intermitente hacia el Imperium Nihilus, aunque trajo pocas esperanzas al Imperio de la Humanidad. La Cicatrix Maledictum tenía al menos una brecha, aunque se informó de otras no confirmadas.
El paso estaba cerca del Ojo del Terror, que siempre había sido evitado por los Navegantes desde la Gran Cruzada, pues las tormentas Disformes y las extrañas anomalías habían hecho que la región fuese demasiado peligrosa para viajar. Allí, cuando la arremolinada nebulosa se calmó, apareció el sistema Nachmund. Su Rey Tirano, Kaligius, gobernaba sobre una Casa de Caballeros Caídos que había sido vista desde la Herejía de Horus. Afirmando que la Vieja Noche había retornado, Kaligius rechazó las comunicaciones del Imperio, e hizo pactos con Renegados y flotas piratas.
Algunas naves espaciales han logrado cruzar el Guantelete Nachmund, pero muchas más han sido destruidas al intentarlo, y los pecios arruinados de innumerables astronaves cuelgan suspendidos en el espacio como un cementerio de naves.
Zona de guerra Nachmund[]
Artículo principal: Zona de Guerra: Nachmund
El Guantelete se convirtió rápidamente en una zona de gran importancia tanto para el Imperio como para sus enemigos: para los primeros, el canal estable de paso y comunicación entre el Imperium Sanctus y el Nihilus era un activo de gran valor; para los otros, especialmente las fuerza del Caos, era imprescindible cerrar el paso al Imperio para terminar de aislar media galaxia, convirtiéndola así en presa facil para los Dioses del Caos.
Así, en los últimos compases de la Cruzada Indomitus se desató una sangrienta campaña en el Guantelete entre las fuerzas del Imperio y las del Caos, encabezadas por la Legión Negra de Abaddon el Saqueador. Lo que comenzó con la Guerra de Vigilus, planeta que protegía una de las entradas del Guantelete, acabó convirtiéndose en una campaña a gran escala, las fuerzas del Archienemigo enfrentandose a los fieles al Emperador a lo largo de todo el Guantelete.
No fueron estas las únicas fuerzas involucradas: las fuerzas de los Eldars participaron activamente en el conflicto, los Asuryani para frenar el avance de los Sirvientes de la Oscuridad, mientras que los Drukhari aprovecharon la inestabilidad de la zona para saquear recursos, esclavos y almas; a lo largo de todo el guantelete los Orkos se unieron felizmente a la guerra, sin más objetivo que luchar contra los demás contendientes; en numerosos sistemas, aprovechando la debilidad de la autoridad imperial, surgieron numerosos Cultos Genestealer que hasta entonces se habían mantenido ocultos, listos para la llegada de sus amos. Estas y otras razas de xenos no hicieron sino añadir más sangre a un conflicto ya de por sí apocalíptico.
Fuentes[]
- Warhammer 40,000: Reglamento (8ª Edición).
- Kill Team - Nachmund, pp. 5 - 11.