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Furia del Caos
Las Furias (Furies en inglés) son Daemons Menores alados del Caos Absoluto.
Descripción[]
A pesar de su insignificante estatus entre los Daemons, las Furias son depredadores peligrosos por derecho propio. Sus correosas alas les permiten atacar rápidamente, dándoles ventaja sobre muchos otros Daemons Menores y Bestias Daemonícas.
Conocidas como los Cuervos del Caos, las Furias son Daemons formados por restos de energía disforme y emociones mezcladas. Se encuentran entre los habitantes más humildes del Reino del Caos, cuyo hogar son los Desiertos Inmateriales que se encuentran fuera de los dominios de los Poderes Ruinosos
Las Furias son fácilmente subyugadas por los Dioses Oscuros cuando estos desean que dichas criaturas luchen junto a sus ejércitos tanto en el espacio real como en la Disformidad. En tales casos, los páramos informes del inmaterium son barridos con la conciencia de uno u otro de los Poderes Ruinosos, y cualquier furia que pueda estar cazando allí es capturada. Transportadas al dominio de Dios del Caos, la apariencia de las Furias cambia para reflejar el vasto intelecto que ahora guía sus acciones. Aquellos esclavizados por Khorne son típicamente de piel roja e iracundos, mientras que los subyugados por Nurgle exudan enfermedad y corrupción, con cuerpos endurecidos por los forúnculos de la disformidad y el limo congelado de llagas supurantes. Aquellos bajo el control de Tzeentch están imbuidos de energías iridiscentes, resplandecientes con energías de protección arcanas. Cuando Slaanesh controla un rebaño, las Furias ganan una nueva dimensión de rapidez y seguridad de movimientos.
Cómo pelean las Furias como parte de una legión daemoníca y cuántas lo hacen varía. Los Señores de la Transformación son los que más usan los servicios de Furias, otorgándoles alas que brillan sobre las masas corcoveantes, ocultando a menudo la presencia de Aulladores detrás de sus alas extendidas. También son adiciones bienvenidas a las Legiones de Cazadoras de Slaanesh, para distraer a cualquier presa que busque escapar de las manadas de la Caballería Buscadora. En las Legiones de Plaga de Nurgle, tienden a volar por delante de las Bandas Enumeradoras, buscando consumir carne cuando aún está fresca al tiempo que se mueven tras los ejércitos de Khorne, aprovechando la fiesta de carroña dejada atrás por las cohortes del Dios de la Sangre.
Sin órdenes específicas, las bandadas de Furias rodean un campo de batalla como buitres, esperando algún indicio de debilidad. Al igual que los carroñeros del espacio real, los Cuervos del Caos pueden sentir el miedo y oler la debilidad, y solo atacan a los heridos, aislados o que huyan. Los enemigos lo suficientemente valientes para mantenerse firmes a menudo encuentran que pueden disuadir a las Furias, lo que hace que los Daemons rompan su barrena entre gritos, en busca de presas más fáciles. Aquellos que se acobardan o carecen de la fuerza para seguir luchando no son tan afortunados, y ellas caen con garras mortales que enganchan y desgarran a su presa en una ráfaga de violencia.
Incluso en el triunfo, las Furias rara vez sobreviven a una sola batalla, ya que mientras sacian su hambre sobre los caídos, los mismos daemons junto con los que lucharon a menudo se vuelven contra sus antiguos aliados. Incluso aquellos Desangradores que encuentran que las bandadas son más útiles en la batalla de vez en cuando se disgustan con sus impulsos cobardes y ordenan a los daemons menores de Khorne masacrar hasta el último de los carroñeros. Después de todo, no hay fin para los Desiertos Inmateriales, ni para las miserables criaturas que los habitan.
Se dice que las Furias se formaron a partir de las almas de los mortales que prefirieron usar el Caos para su propio beneficio antes que buscar el patrocinio de un Dios del Caos. Sin una deidad que reclame sus almas, son incapaces de entrar en el reino de un Dios del Caos, y por tanto se ven obligados a pasar su existencia vagando incesantemente a la deriva por la Disformidad, expuestos a su impredecible naturaleza. El único alivio de su destino son las incursiones daemonícas, que les permiten escapar al espacio real y descargar su ira sobre algún mortal desafortunado.
También se las ha descrito como seres apenas inteligentes formados por la acumulación de energía disforme en torno a una emoción fugaz. Su carencia de mente propia permite a los poderes del Caos esclavizarlas fácilmente, y las Furias que son subyugadas de este modo varían su apariencia en función de los gustos de su nuevo patrón.
A menudo son esclavizadas y usadas como bestias de caza por los Cultos de Rapaxes, especialmente los de la Legión Traidora de los Amos de la Noche, que rechazan los pactos daemonícos.
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Galería[]
Fuente[]
- Codex: Demonios del Caos (Ediciones 4ª, 6ª y 8ª).
- Codex: Marines Espaciales del Caos (2º de 3ª Edición).