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Tiranidos flota Jormungandr

Guerrero de la Flota Enjambre Jormungandr

La Flota Enjambre Jormungandr era una pequeña Flota Enjambre Tiránida que entró en el Imperio por el Noreste del Segmentum Ultima. Fue destruida por el Almirante Vortigern Hanroth en la Batalla de la Nebulosa Negra a finales del 995.M41.

A veces llamada la Gran Serpiente, caza de la manera más inusual. Favoreciendo el movimiento subterráneo y los asaltos repentinos e impactantes, permanece fuera de la vista y deja a su presa haciendo conjeturas. Muchos son los ejércitos que creían que la Jormungandr había sido derrotada, para verse devorados desde abajo.

Historia[]

Jormungandr no comenzó siendo una Flota Enjambre especialmente grande, pero en poco tiempo acumuló una reserva masiva de biomasa tras arrasar varios mundos desprotegidos. La Flota Enjambre Jormungandr se extendió en torno al Sector Thalassi como una monstruosa serpiente y, en menos de dos años tras el primer ataque registrado, logró aislar el Sector por completo. En los tres meses siguientes, Jormungandr se retorció en silencio en el espacio, defendiéndose en caso de ataque, pero manteniéndose inerte y solitaria. Un día, de repente y sin aviso, los anillos de Jormungandr comenzaron a constreñir su presa.

Jormungandr prefería usar métodos más sutiles que las tácticas de asedio mostradas por las demás Flotas Enjambre. Sus bionaves raramente entraban en la órbita planetaria. En lugar de eso, Jormungandr capturaba asteroides y otros restos espaciales, arrojándolos contra el mundo objetivo junto con Esporas Micéticas. La devastación provocada por el bombardeo aseguraba que un mayor número de Esporas consiguiera penetrar la atmósfera del planeta y sobrevivir hasta la superficie. Cada Espora Micética que lograba aterrizar desencadenaba una horda de Mantifexes, o a veces un Mawloc o un Trigón. Éstos se enterraban inmediatamente y entraban en hibernación para evitar ser detectados. Sólo cuando la infestación alcanzaba masa crítica la Flota Enjambre enviaba el estímulo psíquico para despertar a sus durmientes serpientes, sincronizando la destrucción a nivel planetario resultante con la llegada de las Naves Enjambre en órbita. Las Naves Enjambre lanzarían entonces Genestealers y Carnifexes a la superficie para incrementar el caos.

Incluso si los defensores rechazan este ataque desde arriba y desde abajo, los organismos guerreros supervivientes excavan el suelo para llegar a lugares profundos e inalcanzables para sus enemigos. Allí vuelven a aumentar su fuerza mientras la presa desprevenida declara una victoria ganada con esfuerzo y comienza a reorganizarse. Muy pronto, la serpiente se levanta una y otra vez, y otra vez...

Vanguardia[]

La vanguardia de Jormungandr fue barrida en el Valle de Goyan por el Comandante Kubrik Chenkov al mando de más de un millón de Guardias Imperiales del 18º Regimiento de "Lobos de Tundra" de Valhalla.

Sephrax[]

El principal nudo de resistencia fue el Mundo Colmena de Sephrax. Allí, la milicia planetaria y los leales del Capítulo de Marines Espaciales de los Castellanos Carmesíes estaban enfrascados en un conflicto armado contra una banda de piratas dirigida por miembros renegados del mismo Capítulo. Cuando Jormungandr se abalanzó sobre el mundo, ambas facciones se unieron para combatir contra los Tiránidos. Aunque consiguieron frenar significativamente la asimilación de Sephrax por parte de los Tiránidos, tenían muy poco que hacer. Los Mawlocs abrieron túneles por todo Sephrax, destrozando los cimientos de las ciudades colmena y las fortalezas. Billones de personas perecieron, entre ellos el Señor del Capítulo de los Castellanos Carmesíes, Sojai Antiro. El líder de los renegados, Bloodspite, huyó sabiamente hacia su refugio en un asteroide en órbita, el cual fue engullido de un solo bocado por una enorme Nave Colmena.

Megyre[]

En el Mundo Forja de Megyre, la guarnición de Regimientos de la Guardia Imperial defendió los sagrados complejos manufactorum con todo el armamento arcano y extraño sobre el que pudieron poner las manos. Masivos pilares energéticos fueron alzados para mantener alejado al enjambre, pero los Tiránidos excavaron a través de la corteza blindada de Megyre para destrozarlos desde abajo.

El enjambre continuó resistiendo ante todo lo que los defensores emplearon contra él, incluyendo terroríficos cañones termales, látigos pulverizadores, rifles rompetormentas y toda clase de armamento bendito y experimental.

La última esperanza de Megyre, los poderosos Titanes de la Legio Annihilator, consiguió lograr una breve victoria, hasta que Jormungandr vomitó una nueva amenaza: una criatura gargantuesca similar a un Trigón, pero del tamaño de un Titán Reaver y con una mandíbula llena de colmillos que goteaban con veneno ácido. La criatura abrió una senda de destrucción a través de la Legio Annihilator, atravesando con imposible facilidad el torrente de disparos dirigidos contra ella. Solo los masivos cañones de la Basílica Mechanicus pudieron derribarla, pero las convulsiones de agonía de la bestia derribaron grandes pedazos de los muros de la Basílica, permitiendo que oleadas de Mantifexes entraran en el complejo y sellaran el destino de Megyre.

La Batalla de la Nebulosa Negra[]

Jormungandr

Trigón y Mántifexes de la Flota Enjambre Jormungandr.

El Almirante Vortigern Hanroth reunió una gran flota, integrada no solo por las mejores naves que los astilleros de Bakka y Sodremund pudieron proveer, sino también por Barcazas de Batalla de los Marines Espaciales y por una mezcolanza de naves de mundos menores. Entre dichas naves había Pájaros Esclavos vassalianos, Cruceros Sombra cimmeriacos, Proas Trueno Donorathi, supuestamente un par de naves comerciales de los Demiurgos, y algunas naves que no se habían visto desde el desastre de Golgotha.

Jormungandr estaba hinchada por la biomateria robada en sus conquistas, y estaba unida con un único propósito, mientras que la flota de Hanroth era un conglomerado fracturado de naves con pocos motivos para colaborar entre sí. Sin embargo, el núcleo de la Flota Imperial bajo el mando de Hanroth tenía la experiencia y la disciplina de cualquiera otra del Imperio. El mismo Hanroth dirigió a su flota hacia el corazón del enjambre desde el puente del Gran Crucero Cruzada.

Los oficiales del Adeptus Astra Telepathica localizaron, aún a costa de su cordura, naves nodo cruciales en la red sináptica de la Mente Enjambre, que fueron pronto destrozadas por furiosas andanadas del Cruzada y sus naves de escolta. Las Naves Colmena más grandes fueron abordadas por Marines Espaciales del Capítulo de los Espectros de la Muerte. Poco a poco, Jormungandr fue destruida, pero no antes de que lograra destruir tres cuartas partes de la flota de Hanroth.

Legado[]

A pesar de su destrucción, Jormungandr tuvo dos grandes influencias sobre la galaxia. La primera fue psicológica. La ruta de invasión de Jormungandr estaba más al norte galáctico que la de ninguna otra Flota Enjambre anterior, lo que implicó que todos los defensores de la galaxia tuvieran que empezar a preocuparse de vigilar en todo su perímetro, y no solo en la frontera este.

La segunda fue mucho más palpable. Miles de los descendientes de Jormungandr siguen durmiendo bajo la superficie de centenares de mundos, esperando el momento adecuado para despertar. Incluso después de una década, el Imperio sólo tiene la más borrosa idea de la auténtica escala de la devastación que trajo Jormungandr.

Fuentes[]

  • Warhammer 40.000: Reglamento (5ª Edición), pág. 166.
  • Codex: Tiránidos (5ª Edición), págs. 26-7 y 29.
  • Codex: Tiránidos (7ª Edición), Ever emerging threats y the Reaper of Obliterax.
  • Codex: Tiránidos (8ª Edición), págs. 32, 34, 78, 117, 120, 122-3 y 125.
  • Codex: Tiránidos (9ª Edición), págs. 31 y 57.
  • Codex: Guardia Imperial (5ª Edición), pág. 24.
  • Codex: Ángeles Sangrientos (7ª Edición), A Chronicle of Heroes.
  • Codex: Cultos Genestealer (7ª Edición), pág. 50.
  • Codex: Cultos Genestealer (8ª Edición), págs. 32 y 36.
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