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Un Acorazado clase Gloriana
La Fidelitas Rex era un Acorazado clase Gloriana que sirvió como nave insignia a Lorgar Aureliano durante la Gran Cruzada y hasta su destrucción en la Herejía de Horus. Durante el espacio de tiempo entre la Batalla de Armatura y la destrucción del Acorazado en Nuceria, la Fidelitas Lex estuvo bajo el mando de Argel Tal, tras que Lorgar convirtiese a la Trisagion en su nueva nave insignia.
Historia[]
Durante la Gran Cruzada, la Fidelitas Lex sirvió como nave insignia de Lorgar y su Legión de los Portadores de la Palabra, estando a la cabeza de la 47ª Flota Expedicionaria. Esta nave dirigió ataques a numerosos planetas conquistados por los Portadores de la Palabra, y fue la primera en aparecer sobre la órbita de Khur, donde el Emperador castigó a todos los Portadores de la Palabra tras destruir Monarchia.
Tras esto, Lorgar se encerró en sus aposentos en la nave para reflexionar sobre sus actos, y tras ser convencido por Erebus y Kor Phaeron de iniciar la Peregrinación, fue a bordo de esta nave donde llevó a cabo muchas de las conquistas posteriores. La primera de estas fue llevada a cabo en el planeta Cuarenta y Siete Dieciséis, planeta arrasado por los Portadores de la Palabra en un solo día.
Lorgar abandonó el mando de la Fidelitas Lex para embarcarse con Argel Tal y el resto del Capítulo del Sol Serrado en el viaje hacia el Ojo del Terror, y no volvió a su nave insignia hasta que hubo terminado su propio viaje por el interior de la enorme Tormenta Disforme. Desde esta, dirigió los esfuerzos de su flota en Istvaan V. En el strategium de la nave fue donde se llevó a cabo la reunión entre los Primarcas y comandantes de los Portadores de la Palabra, los Guerreros de Hierro, los Amos de la Noche y la Legión Alfa, y fue entre sus paredes que la frase "Muerte al Falso Emperador" fue vitoreada por primera vez, marcando el inicio de un himno que se repetirá durante milenios.
Tras la Masacre del Desembarco en Istvaan V, Lorgar comandó la Fidelitas Lex y una gran parte de su flota durante la conocida como Cruzada de las Sombras, participando en acciones de destrucción de flotas imperiales y de planetas enemigos, como fue el ataque en Armatura. Tras esta batalla, en la que los Acorazados clase Abismo Trisagion y Dama Bendita se unieron a la flota traidora, Lorgar trasladó su mando a la primera, mientras que la Fidelitas Lex quedó bajo el mando de Argel Tal, segundo al mando de Lorgar durante la Cruzada.
El final de la Fidelitas Lex llegó en la batalla de Nuceria, cuando el ataque de la flota de venganza de los Ultramarines fue demasiado hasta para cuatro naves de tipo Acorazado, y la Fidelitas Lex acabó siendo derribada, y tras derribar doce de las casi cuarenta naves de la flota Ultramarine, se estrelló contra la superficie del planeta, hundiéndose en el mar y provocando una serie de enormes olas que inundaron el campo de batalla.

Fidelitas Lex, acorazado clase Gloriana de los Portadores de la Palabra
Rasgos notables[]
La Fidelitas Lex, al igual que el resto de Acorazados clase Gloriana, era una enorme nave llena de baterías de armas y la capacidad de fuego suficiente para destruir a una docena de naves inferiores, además de espacio suficiente para albergar a una enorme cantidad de tropas de Marines Espaciales, como corresponde a la nave capital de una Legión. Además del resto de rasgos comunes con la clase de Acorazados a la que pertenece, la Fidelitas Lex tenía una serie de rasgos únicos.
El interior de la nave había cambiado al mismo tiempo que cambió la Legión, y se convirtió en un paraje de pesadilla y decadencia. En sus pasillos se escuchaban susurros y gritos, y los interminables himnos profanos de los Legionarios y los Cultistas que acompañaban a estos. Además, los niveles inferiores, que estaban atestados por la cantidad de seguidores mortales de los Portadores de la Palabra, se habían convertidos en estercoleros, llenos de detritos, cuerpos y sangre procedente de los muertos y los sacrificios.
Basílica Peregrinus[]
La Basílica Peregrinus se trataba de una enorme catedral-fortaleza situada en medio de la espina dorsal de la nave, desde la que Lorgar tenía una vista panorámica tanto del espacio como de la Disformidad en los viajes. Aunque la catedral tendría un tamaño inmenso en cualquier planeta, comparado al Palacio de Terra no era más que un eco.
Era, además, un lugar en el que la sobriedad y formalidad que normalmente caracterizaba a las Legiones era completamente ausente, pues la Basílica Peregrinus se trataba de un enorme monumento a las creencias de Lorgar y de su Legión. La enorme sala central estaba presidida por una placa dorada con una inscripción en las runas de Colchis, en las que se podía leer "Aquí todos son iguales bajo la mirada de los dioses", y las paredes estaban cubiertas de libros y de valor esotérico para el Primarca.
Sala de la Rememoración[]
En el estómago de la nave se encontraba la Sala de la Rememoración, o del Pasado para los esclavos cuando ningún Portador de la Palabra se encontraba cerca. Esta enorme sala era en realidad un mausoleo en el que se enterraron los restos de los Gal Vorbak muertos en Istvaan V, así como los de Cyrene Valantion, la Dama Bendita de los Portadores de la Palabra, y primera mártir mortal del Caos. Sobre las tumbas de todos estos personajes se habían tallado estatuas a escala real recordando sus formas mortales, de cobre y hierro forjado para los Marines, y de mármol blanco inmaculado para Cyrene.
Fuentes[]
- El Primer Hereje, por Aaron Dembski-Bowden.
- Traidor, por Aaron Dembski-Bowden.
- Scions of the Storm, por Anthony Reynolds.
- Clavos del Carnicero, por Aaron Dembski-Bowden.