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Escuadrones Forzosos de Jopall Guardia Imperial

Soldado de un Escuadrón Forzoso de Jopall.

"¡Encuentro vuestro código militar repulsivo, vuestra devoción al Emperador insuficiente y vuestra moral en combate inexistente, pero la puntería de vuestros hombres, señor, es la mejor que he visto a este lado de la galaxia!"

Capitán Kotski de los Korps de la Muerte de Krieg, dirigiéndose al Mariscal Traeg del 96º Escuadrón Forzoso de Jopall

Los Escuadrones Forzosos de Jopall son regimientos de la Guardia Imperial que proceden del pacífico Mundo Agrícola de Jopall. En su mundo natal, los ciudadanos deben dinero a su gobierno desde el momento en que nacen. Al consumir valiosos recursos a lo largo de su infancia, contraen una deuda que no pueden pagar hasta la adolescencia. La mayoría de ellos pasa gran parte de su edad adulta pagando las deudas contraídas durante la etapa inicial de sus vidas con trabajo voluntario. No obstante, hay otras formas de escapar a este castigador sistema: el ciudadano puede o bien pedir dinero prestado al señor local para saldar su deuda, o bien unirse a los Escuadrones Forzosos de Jopall, lo cual anula su deuda. Este sistema explica porqué los jopall nunca andan cortos de reclutas.

Los Escuadrones Forzosos de Jopall son tan famosos por su puntería como por su avaricia. La cuestión de la recompensa es planteada a menudo por sus oficiales, y cada vida enemiga que se cobran es enumerada en alguna parte del equipo de cada soldado para poder reclamar un premio después. Excelentes francotiradores, durante la Tercera Guerra por Armageddon los jopall aportaron 17 batallones que fueron desplegados en los niveles superiores de la Colmena Tartarus. Su excelente puntería les permitió diezmar sustancialmente a las tropas secundarias que asediaban la periferia de esa Colmena.

Doctrina de combate[]

Los Escuadrones Forzosos favorecen los despliegues defensivos en los que los recursos son puestos en juego solo en el último momento. Esto les hace extremadamente impopulares entre otros regimientos más fanáticos como los Korps de la Muerte de Krieg, con quienes compartieron la defensa del perímetro de la Colmena Tartarus durante la Tercera Guerra por Armageddon. A pesar de sus doctrinas diametralmente opuestas, sus dos estilos de combate se complementaban más que se anulaban, a pesar del resentimiento que creció rápidamente entre las dos facciones de la Guardia Imperial. Los Korps de la Muerte sentían asco ante la mera idea de que un soldado luchara para saldar deudas en vez de por un sentido de puro deber hacia el Emperador, y la actitud relajada hacia la jerarquía de mando dentro de los Escuadrones Forzosos les resultaba abominable e ineficiente. Sin embargo, es justo eso lo que hace únicos a los jopall.

El individualismo es un rasgo que se fomenta abiertamente en los Escuadrones Forzosos, y el ingenio y la entrega de los soldados son recompensados con una pequeña recompensa financiera. Famosos por sus tácticas sin escrúpulos, los jopall se familiarizaron excepcionalmente con la Colmena Tartarus, mezclando a muchos de sus soldados con la Milicia de la Colmena y utilizando los recursos de esta contra los invasores Orkos. Como resultado, las escuadras de soldados de Jopall envenenaron los suministros de agua de los Orkos con residuos tóxicos, los francotiradores atormentaron las líneas Orkas en torno a toda la ciudad desde las agujas de la Colmena, y los túneles que recorrían las afueras de Tartarus fueron derribados, formando de inmediato una intrincada red de trincheras desde las que luego se vio operar a los Korps de la Muerte. Esta actividad espontánea y sin coordinación fue contemplada con desprecio por muchos de los oficiales más tradicionales, pero los resultados fueron innegablemente valiosos para la campaña.

Un ejemplo refleja particularmente tanto el potencial de la infame astucia de los jopall como el tremendo esfuerzo que puede suponer esta para los recursos imperiales. Una pequeña escuadra de oficiales de escaso rango de Jopall logró aislar a una tribu de Orkos que de algún modo habían obtenido varios vehículos imperiales. Estos transportes de tropas estaban pintados con hachas cruzadas y decorados con calaveras, pero a diferencia de los montones de chatarra, óxido y humo que suelen emplear los Orkos, estos estaban bien mantenidos y comparativamente limpios, lo que indicaba la presencia de un líder Orko con tendencias tecnológicas. Haciéndose pasar por intermediarios de la guardia personal de Herman von Strab, los oficiales jopall negociaron la entrega de tres Basilisks y una cantidad sustanciosa de proyectiles de artillería con un ingeniero Orko de alto rango. El Mekániko, como se hizo llamar, supuestamente babeaba de excitación, y tras comprobar exhaustivamente el estado de los Basilisks pagó a los jopall con una gran suma.

Sin embargo, los chasis de los Basilisks estaban cubiertos de finas líneas de explosivo plástico cubiertas de polvo y grasa. Tan pronto como los oficiales jopall estuvieron a salvo y acomodados en las torres de Tartarus, observando a través de un satélite al Mekániko desfilar orgulloso con su nuevo batallón de artillería ante el mismísimo Kaudillo Morbad, los controles remotos que llevaba cada oficial detonaron los explosivos plásticos. Esto a su vez hizo estallar la munición de dentro de los Basilisks, causando una reacción en cadena que acabó con un sexto de la artillería Orka. A pesar de este éxito, el Alto Mando de Armageddon consideró que la pérdida voluntaria de tres Basilisks imperiales era imperdonable, y los oficiales fueron despojados de sus galones. No obstante, los soldados en cuestión ahora están entre los más populares de su compañía.

Uniforme[]

Visten monos de combate de color turquesa moteado de blanco, con casco y hombreras rígidas blancas, y botas negras de media caña.

Regimientos conocidos[]

Fuentes[]

Extraído y traducido de Wikihammer 40K UK.

  • La 13ª Cruzada Negra (Libro de Trasfondo).
  • Words of Blood - Ork Hunter, por Dan Abnett.
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