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Escuadras Destructoras Devoradores Mundos

Astartes de una Escuadra Destructora de los Devoradores de Mundos. Nótese el tono quemado de la servoarmadura, provocado por el uso de armas radiactivas y tóxicas.

Las Escuadras Destructoras (Destroyer Squads en inglés) eran una formación de armas especiales de las antiguas Legiones Astartes, empleada durante las Guerras de Unificación, la Gran Cruzada y la Herejía de Horus. Consideradas deshonrosas por algunas de las Legiones que o las usaban poco o rechazaban por completo su despliegue, los Destructores eran expertos en el uso de armamento normalmente prohibido desarrollado a partir de tecnología de la Era de los Conflictos. Aunque nadie podía negar la efectividad de tales armas de destrucción masiva, los Marines Espaciales que formaban estas escuadras a menudo eran marginados por el resto de Legionarios como si estuvieran contaminados moralmente de alguna forma.

Descripción[]

Los orígenes de las Escuadras Destructoras se encuentran en las Guerras de Unificación de Terra, a finales del M30, pero sorprendentemente no parten de las fuerzas del Emperador sino de las de sus enemigos. Consideradas deshonrosas por algunas Legiones Astartes que llegaban a prohibir completamente su uso, estaban equipadas con armamento de destrucción masiva como armas químicas o nucleares. Aparte de algunas facciones del Adeptus Mechanicus, solo los Astartes de las Escuadras Destructoras estaban autorizados a utilizar esas armas prohibidas en el Imperio por orden del Emperador. Las armas radiactivas, las municiones bioalquímicas y el ardiente horror del fósfex estaban en el oscuro arsenal de los Destructores: armas que contaminaban irrevocablemente el suelo en el que eran usadas. Durante la larga pesadilla de la Era de los Conflictos, estas armas dejaron a muchas colonias humanas reducidas a osarios inhabitables.

Los Marines Destructores estaban marcados por sus servoarmaduras ennegrecidas por el fuego y fundidas por sustancias químicas, y a menudo eran rechazados y considerados corrompidos de alguna forma por el resto de Hermanos de Batalla de su Legión. Esto se debía a que eran considerados solo como un mal necesario de la Gran Cruzada, aunque no se pudiera negar su efectividad en eliminar por completo a enemigos particularmente difíciles. A pesar de su fisiología mejorada, los miembros de las Escuadras Destructoras a menudo mostraban los efectos físicos producidos por el uso y proximidad prolongados a armas tan tóxicas: degeneración celular por radiación, piel anormalmente pálida con venas muy visibles, hematomas espontáneos, ojos amarillentos ictéricos y extrañas formas de cáncer que solían llevar a reemplazar los órganos afectados con implantes biónicos.

En los Ultramarines[]

En la Legión de los Ultramarines, el 22º Capítulo, conocido como Capítulo Némesis y durante mucho tiempo un remanente de contingentes terranos, mantenía un gran número de Marines Espaciales equipados como Destructores, y era una de las pocas formaciones de la XIII Legión en ser desplegada rutinariamente en misiones de Exterminatus. Se sabe que Roboute Guilliman sentía un cierto disgusto por sus horribles armas por ser fundamentalmente autodestructivas: destrozaban el mismo terreno en el que eran usadas, lo que para sus doctrinas era una mala forma de conquistar o liberar un mundo. Dicho esto, Guilliman no impuso ningún veto sobre su uso como hizo Vulkan en los Salamandras, ya que era consciente de que en algunos casos solo su empleo sería suficiente para vencer, y estratégicamente no iba a dejar que su Legión careciera de la capacidad de desplegar fósfex, destructores de oxígeno o incluso cascadas carbosílicas en casos extremos.

En la Guardia de la Muerte[]

Es digno de mención que la Legión de la Guardia de la Muerte quedó más asociada al uso extendido de armamento alquímico y radiactivo que ninguna otra poco después de reunirse con su Primarca Mortarion, oscureciendo aún más su reputación entre el resto de Astartes. Para la XIV Legión el uso de gases tóxicos, fósfex ardiente y proyectiles radiactivos no era una deshonra como para otras, mientras que el mismo Mortarion dominaba esas armas por ser un maestro de las formas más horribles de guerra, y no tenía remilgos a la hora de usarlas contra cualquier enemigo que amenazase a la Humanidad. Además, la fisiología de los Astartes de la Guardia de la Muerte, basada en el genoma de Mortarion, estaba diseñada para ser incluso más resistente a los ambientes tóxicos que la de otros Marines Espaciales. Esto llevó a la Legión a ser desplegada cada vez más en zonas de guerra con condiciones infernalmente letales, en las cuales sobresalía. Eso tuvo como consecuencia una especie de destino manifiesto para la Guardia de la Muerte, que cada vez quedaba más asociada a las guerras más terroríficas y en ellas al uso de las armas más horribles. Un timbre de horror y muerte pareció adherirse entonces a la XIV Legión mucho antes de que comenzase la Herejía de Horus, y acabó por ser hasta cierto punto rechazada y mirada con suspicacia por las demás Legiones, algo que nunca había sucedido con los Incursores del Crepúsculo.

En la Legión Alfa[]

Se sabe que en la Legión Alfa las Escuadras Destructoras eran clasificadas como "Effrit" junto a otras pequeñas unidades de infantería de élite especializadas en ataques de gran impacto, como las Escuadras Cazacabezas y los operativos saboteadores de la XX Legión. De hecho, sus miembros no sufrían el oprobio típico de otras Legiones, y eran tratados como un cuerpo veterano respetado dentro de la Legión.

Variantes de Escuadras Destructoras[]

  • Lágrimas del Ángel: Las Lágrimas del Ángel eran las Escuadras Destructoras de la Legión de los Ángeles Sangrientos, y eran desplegados solo bajo las órdenes de Sanguinius. También llamados Erelim, Máscaras de Plata y Manos de la Justicia, estos guerreros abandonaban sus nombres para ser aislados de las horribles masacres que cometían.
  • Círculo Ceniciento: Dentro de las filas de los Portadores de la Palabra existía un tipo especial de Escuadra Destructora conocido como Círculo Ceniciento, equipados con Hachas Rastrillo, cuyo objetivo no era acabar con la vida de sus objetivos, sino perseguir todo rastro de idolatría y religión paganas durante la Gran Cruzada, y de destruir los monumentos y cultos al Emperador después de la Herejía de Horus.
  • Escuadras Némesis: En la Legión de los Ultramarines las Escuadras Destructoras del 22º Capítulo recibían el nombre de Escuadras Némesis y, si bien eran desplegados con reticencias, su valía táctica y la destrucción que podían causar eran tenidas en cuenta por el Primarca.
  • Escuadras Piroclastas: La Legión de los Salamandras rechazaba el uso de armas químicas y las Escuadras Destructoras por sus horribles efectos y su impureza, por lo que Vulkan creó las Escuadras Piroclastas en sustitución de estas, especializadas en el uso de armas térmicas, y que portaban armas y armaduras diseñadas especialmente para ellas.

Armamento[]

Las Escuadras Destructoras iban equipadas con servoarmadura o armadura artesanal, un par de pistolas bólter, una espada sierra o cuchillo de combate y granadas de fragmentación, perforantes y radiactivas. Además podían llevar bombas de fusión, propulsores de salto, lanzamisiles con red suspensora y misiles radiactivos, serpentas volkitas, lanzallamas de mano o pistolas de plasma. El Sargento podía llevar un arma de energía, un puño de combate, una garra relámpago o un martillo de trueno, y tres bombas de fósfex.

Miniaturas[]

Fuentes[]

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