Escorpiones Rojos

Plantilla:MascotaGuillePatrocina

El Bibliotecario Jefe Aresius Keltar declara este artículo En Proceso de Traducción. Si no está reservado y deseas colaborar, acude al Boletín desde el Librarium de Traducción y pídelo. Si está reservado no lo edites sin permiso del traductor. Y recuerda siempre: usar traductores automáticos está prohibido

Plantilla:CapítuloDemasFundaciones

El Capítulo Leal de Marines Espaciales de los Escorpiones Rojos es conocido por estar compuesto por conservadores puristas imperiales famosos por su completa y total devoción a la doctrina imperial, llegando a extremos en los que la razón o el pragmatismo podrían parecer más adecuados. El Capítulo destaca entre todos los demás Astartes por su completa adherencia al Codex Astartes, algo desconocido en cualquiera de los demás Capítulos, incluidos los Ultramarines. Debido a su historia de conflicto con las fuerzas del Caos, se niegan a tratar con cualquier especie xenos o con humanos que consideren mancillados por cualquier clase de mutación, incluidos los Abhumanos autorizados por el Imperio como los Ogretes o los Ratlings. Obviamente, no sirven junto a Hombres Bestia, aunque también se negarían a hacerlo con los pocos Squats que aún quedan. Otro detalle peculiar y único de su naturaleza es la frecuencia con la que puede verse a los Apotecarios de los Escorpiones Rojos como líderes de escuadra en las Escuadras Tácticas del Capítulo, puesto ocupado tradicionalmente por un Sargento.

Historia

Los orígenes del Capítulo de los Escorpiones Rojos están envuelto en el misterio, y seguramente perdido en las mareas de la historia. Sus registros históricos se extienden a lo largo de cinco milenios, pero existen innumerables indicaciones de que podrían llegar incluso más allá. A lo largo de su existencia, sus miembros se han concentrado principalmente en asegurar y mantener la pureza del Imperio y proteger a la Humanidad frente cualquier posible contaminación. De una forma bastante inusual para un Capítulo del Adeptus Astartes, creen con firmeza en la divinidad del Dios-Emperador, viendo su cruzada activa en busca de la pureza física, mental y espiritual como un mandato divino.

No está claro si los misterios que rodean los orígenes del Capítulo de los Escorpiones Rojos se deben a una decisión deliberada del Adeptus Administratum o si dichos registros se perdieron debido a un simple error administrativo. Ya que ni el Capítulo ni ninguna organización imperial disponen de registros fiables acerca de su Fundación, el primer caso parece ser más plausible que el segundo. A pesar de las quejas elevadas por parte de los líderes del Capítulo, se han llevado a cabo investigaciones para, al menos, identificar el origen de la semilla genética del Capítulo, aunque todas esas pesquisas han llegado a irresolubles callejones sin salida. De todos modos, la historia concerniente a la creación del Capítulo tiene mucha menos importancia que la gloriosa historia que han creado al proteger una y otra vez con éxito al Imperio contra incontables amenazas.

Se desconocen los orígenes del Capítulo de los Escorpiones Rojos. A pesar del largo e irreprochable historial de servicio del Capítulo, todavía existen algunas voces dentro de los Adeptus que desconfían de ellos debido al simple hecho de que sus orígenes como Capítulo continúan siendo un completo misterio, como sigue siéndolo la identidad de la Fundación de la que proceden o el Capítulo Primogenitor del que procede su semilla genética. Este secreto ha llevado a algunos miembros de la jerarquía imperial a cuestionar la lealtad de un Capítulo que mantiene su historia envuelta en el más absoluto secreto. A pesar de ello, el Capítulo ha colaborado de manera voluntaria y entusiasta cada vez que el Imperio de la Humanidad lo ha requerido, llevando a cabo miles de misiones de ayuda. Sin embargo, se sabe que el Capítulo ha existido durante, al menos, 5000 años Terranos, desde el M36. En sus primeros años de existencia fueron principalmente un Capítulo Cruzado cuya flota capitular estaba continuamente en movimiento viajando entre diversas zonas de guerra y poniendo sus fuerzas a disposición de todos aquellos que solicitaran su ayuda (si es que el Capítulo consideraba dichas peticiones como adecuadas). Aunque los Escorpiones Rojos han parecido desvanecerse varias veces a lo largo de la larga historia del Imperio, siempre han vuelto a surgir desde el abismo para poner sus fuerzas al servicio del Emperador.

Un ejemplo histórico de esto podría ser la Campaña de la Fisura de Ordon, ocurrida en el M39, en la que el Capítulo al completo se implicó en una Cruzada en la peligrosa región de la Fisura de Ordon, en las entrañas de los páramos interestelares de la región suroeste del Segmentum Tempestus. Fueron considerados como perdidos por el Administratum después de permanecer fuera de contacto con el Imperio durante un extenso periodo de tiempo. El Capítulo reapareció más de tres siglos después. Su oportuna reaparición fue considerada por muchos como un don del Emperador, ya que jugaron un papel decisivo en repeler el ataque de los Amos de la Noche sobre el planeta Oriflame. No se sabe qué ocurrió en el periodo en el que se internaron en la Fisura, pero los Escorpiones Rojos establecieron su base principal de operaciones a bordo de una estación de batalla llamada "Vigilia" en órbita en torno al Mundo Salvaje de Zaebus Minoris, situado en las entrañas de las peligrosas regiones de la Fisura de Ordon y rodeado por rápidas corrientes espaciales, tormentas gravitatorias y otros letales fenómenos astrofísicos. Los Escorpiones Rojos han mantenido en el más estricto secreto la ubicación del Sistema Zaebus, excepto para los miembros del Capítulo y algunos miembros de alto rango dentro del Administratum, así como las rutas seguras a través de los traicionaros caminos que es necesario recorrer para llegar hasta él, asegurando así la seguridad del Capítulo y de su reserva genética. Al poder disponer de "Vigilia" y de Zaebus Minoris como su Fortaleza-Monasterio y base de operaciones, respectivamente, el Capítulo ha seguido patrullando las remotas regiones del sur y el oeste del Imperio en busca de los enemigos de la Humanidad.

Acciones notables

Exterminador de los Escorpiones Rojos.

• Campaña de Helios (857.M38): En el 857.M38, el Capítulo respondió a una petición para purificar del planeta Helios de fuerzas traidoras que se habían vuelto en contra del Imperio. El esfuerzo bélico se había prolongado durante décadas, y las fuerzas de la Guardia Imperial eran incapaces de cambiar el rumbo de la batalla. Poco después de su llegada, los Marines Espaciales lanzaron un asalto contra las masivamente reforzadas fortalezas de batalla de los traidores. Para su sorpresa, los Hermanos de Batalla descubrieron pronto que las armas normales eran incapaces de atravesar la resistencia ofrecida por sus murallas de adamantium. Debido a la desconfianza del Señor del Capítulo hacia las fuerzas de la Guardia Imperial, ordenó al Señor de la Forja que pensara en una solución alternativa. El resultado fue el Land Raider Helios, una variante del Land Raider estándar que incorpora un Lanzamisiles Whirlwind sobre su casco. Este tanque híbrido pronto demostró su eficacia, siendo posteriormente aceptado por el Adeptus Mechanicus como alternativa oficial al patrón estándar del Land Raider.

• Segunda Cruzada de Aegis (633.M39): La Segunda Cruzada de Aegis fue lanzada en el 633.M39 por el Imperio de la Humanidad para reclamar los planetas del temido Subsector Mandragora después de que estos perdieran durante siglos el contacto con el Imperio debido a una cortina de Tormentas Disformes. Los Marines Espaciales del Capítulo de los Escorpiones Rojos ganaron grandes honores por su papel en las últimas fases de la Cruzada, en la que se reconquistaron los planetas que rodeaban el antiguo mundo capital del Subsector, Hecuba. Dichos planetas habían caído presas de la tiranía de una secta herética del Mechanicus establecida en el antaño orgulloso Mundo Forja de Shaehol, al que habían convertido en un fétido mundo plagado de pantanos químicos y traicioneros páramos de ceniza, y cuyo ecosistema quedó devastado por milenios de industria descontrolada. Shaehol estaba fuertemente defendida por legiones de enloquecidos siervos semi-mecanoides leales solo a los Magos Oscuros que los habían creado. La paranoia de los oscuros amos de Shaehol había dotado al planeta de innumerables defensas dispuestas en capas, compuestas por miles de kilómetros de alambre de espino electrificado, racimos de minas huracán, protegiéndolo además por enrevesadas fortalezas-laberinto. Los Escorpiones Rojos encabezaron el asalto orbital llevado a cabo contra Shaehol, llevando a cabo un ataque concentrado de Cápsulas de Desembarco apoyado por Thunderhawks y Arietes de Asalto Caestus, que consiguieron establecer una cabeza de playa en el densamente defendido planeta. El Capítulo se vio forzado durante 19 mortales horas a defender l zona de aterrizaje contra las falanges de corrompidos Servidores de Combate, oleadas de helotas obreros mutilados quirúrgicamente y las vastas y horrendas máquinas de guerra de Shaehol, pero no fueron doblegados. Únicamente gracias a las valerosas acciones de los Escorpiones Rojos fue posible el aterrizaje y despliegue de superficie seguro de los Titanes de Batalla de la Legio Tempestor y de los Caballeros de la Casa Vymar, quienes apoyaron a sus resueltos defensores en su esfuerzo de llevar la guerra hasta su enemigo. Hicieron falta más de dos años estándar para reconquistar por completo el caído Mundo Forja, acabando por completo con los corruptos señores de Shaehol y con sus obras, pero el Adeptus Mechanicus no olvidó el sacrificio llevado a cabo por el Capítulo. Cuando, por fin, el proceso de reconquista finalizó tras dos brutales años de guerra, y los Escorpiones Rojos se disponían a abandonar el planeta, los señores de la guerra del Adeptus Mechanicus les rindieron honores, haciendo que los gigantescos Caballeros y Titanes que flanqueaban el camino que seguían los Escorpiones Rojos en su ruta hacia las zonas de aterrizaje se inclinaran ante ellos en señal de homenaje.

• Cruzada de la Fisura de Ordon (Finales del M39): La Cruzada de la Fisura de Ordon fue una campaña llevada a cabo en el M39 por el Capítulo de Marines Espaciales de los Escorpiones Rojos en la peligrosa región de la Fisura de Ordon, situada en las profundidades de los páramos interestelares de las región suroeste del Segmentum Tempestus. Las circunstancias exactas del largo viaje de los Escorpiones Rojos por esta peligrosa zona, repleta de rápidas corrientes espaciales, tormentas gravitatorias y otros letales fenómenos, se desconocen. Durante más de 300 años estándar el Capítulo no contactó con el Imperio, siendo considerados como desaparecidos. Los Escorpiones Rojos eran conocidos por preferir luchar en solitario, aunque en ocasiones habían luchado codo con codo con las demás fuerzas militares del Imperio, y aunque se habían enfrentado en otras ocasiones a la derrota, siempre habían logrado regresar del abismo para luchar al servicio del Emperador. Tras el triunfal retorno de los Escorpiones Rojos en la Batalla de las Hermanas Grises contra la Legión Traidora de los Amos de la Noche en Oriflame, se descubrió que el Capítulo había encontrado una estación orbital de combate llamada "Vigilia" orbitando en torno al Mundo Salvaje de Zaebus Minoris situado en las profundidades de la Fisura de Ordon, y que estaban empleando dicha estación como base permanente de operaciones. Desde su descubrimiento, tan solo los Escorpiones Rojos y un puñado de miembros de alto rango dentro del Administratum conocen la ubicación exacta del Sistema Zaebus y las rutas seguras a través de los traicioneros pasajes necesarias para llegar hasta allí, algo que sigue siendo un secreto para el resto del Imperio, asegurando así su seguridad así como la de su semilla genética y sus reclutas.

• Supresión de Galen V (Fecha desconocida, M41): Los Escorpiones Rojos desencadenaron sus Land Raiders, con el camuflaje desértico de Cobalto/Amonio autorizado por el Codex, para ayudar en la supresión de una revuelta herética en los desiertos de cromato de cobalto de Galen V.

• Asedio de Vraks (826.M41 y 830.M41): En el 826.M41, un grupo de asalto compuesto por elementos de las Compañías 1ª, 3ª, 6ª y 8ª de los Escorpiones Rojos llegaron al planeta Vraks en el Crucero de Asalto "Arx Fidelis". Dirigidos por el Comandante de la Fuerza Ainea, el grupo de asalto de los Escorpiones Rojos prestó su ayuda en la ruptura final de la muralla que rodeaba la Fortaleza de Vraks en los últimos años del terrible Asedio de Vraks, un Mundo Arsenal imperial que había sido conquistado por las fuerzas del Caos comandadas por el Cardenal Apóstata Xaphan. El Sargento Veterano Carab Culln dirigió a la Escuadra de Vanguardia que llevó la baliza de teleportación empleada por el Comandante Ainea y su escuadra de Exterminadores, para posteriormente mantener la posición en la brecha de la muralla a través de la cual penetrarían las fuerzas imperiales que llevaban a cabo el asedio. Los Escorpiones Rojos regresaron a Vraks en el 830.M41, esta vez con un grupo de asalto comandado por el Alto Lord Comandante Verant Ortys en persona, en respuesta a la petición de ayuda del Lord Inquisidor Hector Rex. La Barcaza de Batalla "Espada de Ordon", perteneciente a los Escorpiones Rojos, llegó a la órbita del polvoriento planeta transportando 400 Hermanos de Batalla del Capítulo, incluido el Sargento veterano Carab Culln. Los Escorpiones Rojos participaron en la reconquista imperial de la Fortaleza de Vraks, en especial en la Batalla de la Puerta de San Leonis.

• Beta Anphelion IV (850.M41): Astartes de las Compañías 1ª y 6ª del Capítulo, dirigidas por el Comandante Carab Culln, ayudaron al Inquisidor de la Ordo Xenos Solomon Lok durante su investigación y posterior enfrentamiento contra los renegados Tiránidos de Beta Anphelion IV. El Capítulo acabó atrayendo sobre sí el escrutinio de la Ordo Hereticus de la Inquisición debido a sus acciones, al igual que el Lord Inquisidor Varius de la Ordo Xenos, que fue quien ordenó llevar a cabo la misión en Beta Anphelion IV.

• La Guerra de Badab (906-911.M41): Los Escorpiones Rojos jugaron un papel fundamental en la Guerra de Badab, dirigiendo las fuerzas leales de Marines Espaciales a lo largo de toda la guerra con las bendiciones de los Legados imperiales, aunque hubo algunos errores iniciales debido a la feroz reputación de independencia del Capítulo. Los Altos Señores de Terra solicitaron su implicación directa para intervenir en el conflicto. Al no estar implicados por aquel entonces en ningún otro conflicto, el Capítulo Cruzado pudo desplazarse rápidamente a la Zona del Torbellino, llegando en el 906.M41. El Alto Lord Comandante Verant Ortys fue nombrado comandante supremo de los Marines Espaciales leales debido a que el famoso Señor del Capítulo era un veterano de muchas campañas. Los Escorpiones Rojos, al principio, se vieron limitados a frenar y repeler los asaltos separatistas contra naves comerciales imperiales, y a llevar ataques de sondeo contra varios puestos de avanzada para medir las fuerzas de su enemigo. La Guerra de Badab conllevó un trágico giro del destino para el Capítulo, cuando Verant Ortys y sus guardaespaldas fueron asesinados en misteriosas y aparentemente traicioneras circunstancias mientras llevaban a cabo un parlamento con el líder separatista Lufgt Huron, del Capítulo renegado de los Garras Astrales. El sucesor designado por el Capítulo, el Comandante Carab Culln de la 1ª Compañía, se hizo inmediatamente con el control de los Escorpiones Rojos y, a pesar de alguna disensión menor, se convirtió en el comandante supremo de las fuerzas leales de Marines Espaciales. Su primera acción fue reducir la influencia del venerable Señor del Capítulo de los Halcones de Fuego, Stibor Lazaerek, y desplegar aún más fuerzas de su Capítulo, incrementando la presencia de los Escorpiones Rojos en la zona de combate a ocho Compañías de Batalla completas, dos Barcazas de Batalla y cuatro Cruceros de Asalto. Dirigiendo desde vanguardia, los Escorpiones Rojos tomaron parte en numerosos enfrentamientos a lo largo del resto del conflicto, jugando un papel primordial en muchas de las batallas principales de la Guerra de Badab. Tras el fin de la Guerra de Badab, el Alto Lord Comandante Culln y los Escorpiones Rojos fueron galardonados con el raro y valioso honor de la Vexilla Imperialis, por acuerdo de los Altos Señores de Terra, por su papel al aplastar el levantamiento. Este galardón sería un perenne recordatorio de la victoria, convirtiéndose en una reliquia del Capítulo.

• Segunda Guerra Tiránida (992.M41): Los Escorpiones Rojos se vieron envueltos en operaciones contra la amenaza Tiránida de la acechante Flota Enjambre Kraken.

• Tercera Guerra de Armageddon (998.M41): Una única Compañía de los Escorpiones Rojos llegó al final del primer año de la Tercera Guerra de Armageddon, en la Estación de Fuego, y aguardó hasta la Estación de Sombras para iniciar las hostilidades contra el gran ¡Waaagh! Orko que asaltaba el Mundo Colmena de Armageddon.

Organización

Los Escorpiones Rojos están considerados como un Capítulo obediente al Codex en casi cada detalle, amoldándose al máximo en estructura y doctrina a las normas del Codex Astartes. Sin embargo hay que indicar que los Comandantes y Capellanes del Capítulo tienen su propia interpretación y énfasis acerca de ciertas partes del texto. Las estructuras internas del Capítulo son altamente autoritarias, y la disciplina y el orden de las filas se mantienen a rajatabla. Aquellos que tienen un rango superior son obedecidos sin dudar por los Hermanos de Batalla que se encuentran bajo ellos tanto dentro como fuera del campo de batalla. Los Capitanes del Capítulo son conocidos por el título honorífico de 'Comandante', mientras que el Señor del Capítulo recibe el título de 'Alto Lord Comandante'. Su segundo al mando, por cuestiones de tradición dentro del Capítulo, siempre es el Señor del Apothecarion. Debido a la alta consideración y honor que se le concede dentro de la doctrina del Capítulo de los Escorpiones Rojos a la pureza genética, el Capítulo dispone de un número considerablemente mayor de Apotecarios que otros Capítulos de Marines Espaciales. La sagrada tarea de dichos Apotecarios es mantener una total vigilancia sobre la herencia del Capítulo en busca de corrupción genética o bioquímica. Los Apotecarios suelen ser asignados a las Escuadras Tácticas, siendo normalmente desplegados en vanguardia para concederles toda oportunidad posible de cosechar la semilla genética de sus Hermanos de Batalla caídos.

El Capítulo es conocido por la pureza de los diezmos de semilla genética entregados al Adeptus Mechanicus, lo cual está fuertemente ligado a su fanática creencia en la pureza en acción y palabra así como físicamente.

Los Escorpiones Rojos están caracterizados por su extremo tradicionalismo, su devoción inflexible al Codex Astartes, y su odio a los Abhumanos y otros mutantes, así como a cualquier cosa que se desvíe de la pureza de la forma física humana. Tienen una creencia fanática en su propia pureza, lo que ha llevado al aislacionismo del Capítulo. No veneran a ningún Primarca por encima de los demás, prefiriendo venerar sólo al Emperador. Como Capítulo, son extremadamente xenofóbicos. Nunca servirán junto a ningún Abhumano, y dada la disposición de la Guardia Imperial a permitir Abhumanos entre sus filas, consideran que la Guardia es inferior e indigna de confianza.

Aunque el Capítulo se basa en profundidad en el Codex para su estrategia y despliegues tácticos, ha demostrado en ciertas ocasiones del pasado su capacidad inesperada para innovar cuando se hace necesario (como demostraron en el Incidente de Armstrong ocurrido durante la Guerra de Badab). Sin embargo, los Escorpiones Rojos son famosos por el profundo desagrado que les producen las operaciones encubiertas frente a luchar cara a cara y derrotar al enemigo en campo abierto. Consideran que el uso del camuflaje y la infiltración son deshonorables por naturaleza, negándose a emplearlas a menos que sea estrictamente necesario. Como resultado, gran cantidad de los Neófitos de la 10ª Compañía del Capítulo, equipados con equipo de exploración, suele ser desplegada en las líneas de combate principales en lugar de ser enviados a tareas de reconocimiento, siendo utilizados de forma táctica para asegurar posiciones de tiro en terreno denso o actuar como fuerzas auxiliares para responder a las cambiantes mareas del combate.

A pesar de su continuado papel como Capítulo Cruzado, los Escorpiones Rojos han sufrido relativamente pocas pérdidas en sus arsenales. Se mantienen sorprendentemente bien equipados con Land Raiders, Dreadnoughts, artefactos, y un conjunto de otros vehículos. Los únicos artículos de los que hay cierta escasez son las Armaduras de Exterminador, debido a las continuas pérdidas sufridas a lo largo de los últimos siglos. De hecho, existe tal escasez de estos valiosos artefactos que ni siquiera es posible equipar a la mitad de la 1ª Compañía con estas reliquias sagradas. Debido a ello, es bastante normal para el Capítulo que sus Veteranos sirvan como Sargentos en las escuadras de las demás Compañías. Los arsenales del Capítulo disponen de una amplia gama de distintos patrones y configuraciones de vehículos blindados y Dreadnoughts, siendo su recurso más abundante las Cápsulas de Desembarco y los Land Raider. Las forjas del Capítulo son asimismo famosas por su capacidad de mantener y fabricar en cantidades limitadas cualquier conjunto de modelos de Servoarmaduras de Marine Espacial. Los Escorpiones Rojos otorgan generalmente a sus Veteranos de capítulo las conocidas y valiosas Servoarmaduras modelo Mk IV "Maximus" como señal de rango y honor. La calidad del armamento es también muy apreciada por el Capítulo. En ocasiones se entrega un arma de extraordinaria calidad como premio a sus Veteranos en lugar de concederles una simple condecoración u honor en reconocimiento por sus acciones. Esto actúa a la vez como símbolo del estatus como Veterano del guerrero así como también como eficaz arma de guerra. A los Comandantes del capítulo se les concede el singular honor de portar una serie de antiguas y poderosas armas reliquia, conocidas colectivamente como las Lágrimas del Escorpión, cada una de las cuales es un Arma Artesanal de gran calidad con su propia leyenda e historia sagrada.

Bibliotecarios

Como el resto de sus Capítulos Astartes hermanos, los Escorpiones Rojos también mantienen un Librarium de poderosos psíquicos de gran talento, entrenados para dominar el poder de la Disformidad al más alto nivel. Cada Capítulo tiene su propia forma de seleccionar a sus Bibliotecarios, ya sea en mundos semillero, como ocurre con la mayoría de sus reclutas, o bien sacándolos de entre las filas de los dotados psíquicos pertenecientes a la Scholastica Psykana del Adeptus Astra Telepathica. Muchos Capítulos entrenan y ponen a prueba a sus psíquicos empleando las antiguas tradiciones mencionadas en el Codex Astartes. Los Bibliotecarios de los Escorpiones Rojos son entrenados siguiendo estas normas y, quitadas algunas leves excepciones, son adiestrados para vivir según los preceptos detallados en el Codex. Los Bibliotecarios de los Escorpiones Rojos disponen de algunas habilidades psíquicas únicas que solo son accesibles para los psíquicos del Capítulo. Entre ellas se encuentran:

• Rompehuesos: El Bibliotecario de los Escorpiones Rojos concentra su poder y voluntad en los golpes que lanza contra sus enemigos, cargando sus brazos con justo vigor. Incluso aquellos golpes que normalmente no producirían daños producen ondas de choque que recorren el cuerpo de sus enemigos, rompiendo huesos y reduciendo a pulpa la carne.

• Carne Atormentada: El Bibliotecario se concentra en la imperfecta anatomía y corrupto espíritu de su enemigo, volviéndolos en su contra. La carne del enemigo literalmente se rebela contra su dueño mientras se retuerce, fluye y explota, liberándose de la corrupción que la satura.

• Palabra del Codex Astartes: El Bibliotecario accede al lazo común entre los Hermanos de Batalla creado por los dictados del Codex Astartes y recuerda a los Marines Espaciales su sagrado deber y su poderosa herencia. Este poder infunde a los Hermanos de Batalla de las cercanías con un nuevo propósito y devoción, incrementando su moral y haciendo desaparecer cualquier duda.

nde se encuentra, y son por lo general altos cargos del Adeptus Administratum, ninguno conoce con seguridad las rutas a través de la Disformidad para llegar hasta el planeta. El viaje a través de la Fisura de Ordon es una acción arriesgada y traicionera. Si no se conocen las rutas exactas, un trayecto hasta el planeta conlleva un importante riesgo.

Antes de hacerse con Zaebus Minoris, el Capítulo de los Escorpiones Rojos reclutaba a los candidatos más puros que podían encontrar a lo largo y ancho de la Galaxia. Después de conseguir conquistar el planeta en el M39, la práctica totalidad de sus Iniciados proceden de las feroces tribus nativas de Zaebus Minoris. Solo los más heroicos y puros de los potenciales candidatos encontrados son considerados para ser iniciados. El pequeño y árido planeta Zaebus Minoris está habitado por una cultura humana salvaje y preindustrial, con un nivel de desarrollo tecnológico parejo al de la Edad del Bronce. Los informes de la Missionaria Galaxia indican que dichas tribus disponen de un complejo central de templos, en el cual cada nuevo recién nacido varón es presentado ante los dioses para su aprobación. En la primera luna llena de la vida del recién nacido, este es presentado ante el Gran Sacerdote y es situado sobre el altar de piedra del templo. Los salvajes creen que los dioses miran desde la luna para juzgar a sus hijos. En la noche, aquellos que son juzgados como deficientes mueren (por lo general debido a la exposición a los elementos). A muchos se les permite vivir, y los niños son devueltos a sus padres el amanecer para iniciar una nueva vida dentro de la tribu. Unos pocos, aquellos que son considerados como los mejores por el Gran Sacerdote, son llevados con los dioses. Para una tribu, este es el mayor honor que se le puede hacer, y demuestra que tienen la bendición de los dioses. Todas las tribus esperan que sus hijos sean llevados con los dioses, para vivir junto a ellos como uno más de los suyos.

Por supuesto, los niños que desaparecen son en realidad secuestrados por los Apotecarios del Capítulo de los Escorpiones Rojos (tras levar a cabo innumerables y severas pruebas) para comenzar con el proceso de conversión en Marine Espacial en la Fortaleza-Monasterio de los Escorpiones Rojos, la estación de batalla en órbita, la "Vigilia". Dado que los reclutas recién nacidos carecen de toda experiencia de su primitiva cultura, no llevan con ellos ninguna clase de bagaje cultural. A medida que crezcan olvidarán cualquier recuerdo acerca de sus padres, origen o cultura, y la vida dentro del Capítulo será todo lo que cada recluta conocerá. Debido a que los reclutas son escogidos a una edad tan temprana, los Escorpiones Rojos no presentan ninguna clase de influencia cultural, al contrario que otros Capítulos que reclutan a sus tropas de entre los nativos de culturas primitivas.

Doctrina de Combate

Los Escorpiones Rojos son creyentes devotos en su interpretación del Codex Astartes. Para estos Marines Espaciales, el texto representa un mandato divino que les instruye en cada fase de su existencia. Cuando se preparan para la batalla, el texto sagrado ha de ser interpretado apropiadamente, pero su sabiduría no puede ser cuestionada. Muchos de los Comandantes del Capítulo utilizan subsecciones individuales para identificar fases críticas dentro de cada conflicto. Estos individuos identifican cuidadosamente las porciones más relevantes del texto mientras se preparan o dirigen una batalla, empleando de forma inmediata y definitiva las respuestas más adecuadas a cualquier cambio numérico o estratégico en una batalla concreta, por lo que las fuerzas a su disposición varían sus respuestas estratégicas a medida que cambia la situación táctica.

Por supuesto, es importante tener en cuenta que el Codex Astartes está generalmente considerado como la guía para el combate más completa y avanzada jamás creada por la Humanidad. Aunque sus consejos e información no puede cubrir todas y cada una de las situaciones imaginables, su estructura ofrece un método por el que identificar de forma metódica y apropiada la respuesta más apta para cada situación. Al escoger seguir dogmáticamente el Codex en toda forma imaginable, los Escorpiones Rojos dependen de un tratado táctico sin igual. En última instancia, la apariencia de ortodoxia y fanatismo no limita la efectividad de combate del Capítulo.

El Capítulo está organizado en diez Compañías que siguen las directivas estándar del Codex. En sus diez Compañías tan solo puede observarse una única divergencia. El Capítulo mantiene tan solo a sus Compañías Primera a Cuarta como Compañías de Batalla. La quinta sirve como una Compañía de Reserva adicional, al igual que la Sexta y la Séptima. La Décima Compañía, la de Exploradores, se mantiene ligeramente con menos efectivos de los indicados debido a su incapacidad para reclutar de forma agresiva cuando el Capítulo se encuentra inmerso en una Cruzada. Al seguir las enseñanzas del Codex, los Escorpiones Rojos destacan al aplicar soluciones que implican el uso de fuerzas combinadas a muchas de sus situaciones tácticas. Por ejemplo, utilizan sus vehículos como apoyo de las unidades de infantería. De igual forma, las unidades especializadas de infantería, como los Marines de Asalto, se emplean cuidadosamente sólo en aquellas situaciones que podrán superar con facilidad debido a sus campos de experiencia particulares. Los recursos de flota del Capítulo pueden ser utilizados como sea necesario para debilitar a un enemigo antes de que se produzca una ofensiva de superficie. Tales enfoques se han utilizado de forma consistente a lo largo de toda la historia del Capítulo.

Parte de sus éxitos proceden del intenso nivel de disciplina mantenido por todo el Capítulo. Hasta cierto punto, dicha disciplina se ve inculcada a través del uso de los enfoques religiosos en cada aspecto de la vida de los Hermanos de Batalla. La obediencia sin dudas es una segunda naturaleza para los hermanos de Batalla de los Escorpiones Rojos, que creen firmemente que sus vidas están dedicadas a, y directamente dirigidas por, el Dios-Emperador. Confían en su guía y en el conocimiento de que si sus vidas se pierden, podrán acceder a la otra vida para disfrutar de Sus eternas bendiciones. Este nivel de disciplina permite a los Comandantes del Capítulo el desarrollar estrategias que serían arriesgadas el usar tropas que no estuvieran tan dedicadas a llevar un plan a su completitud.

A pesar de su obsesión con el dogma ortodoxo imperial, los Escorpiones Rojos son más que capaces de innovar y de aplicar soluciones novedosas ante problemas inesperados. La creación del Land Raider Helios es el ejemplo más conocido, pero no es el único. Este éxito particular es famoso porque el vehículo consiguió ser aceptado como un patrón oficial de Land Raider por el Adeptus Mechanicus. Desde su creación, muchos otros Capítulos han comenzado a emplear dicha variante.

Cada batalla luchada contra un enemigo no identificado requiere de un guerrero el identificar en primer lugar las fortalezas y debilidades de dicho enemigo. Solo cuando se dispone de dicha información pueden evitarse dichas fortalezas y aprovechar las mencionadas debilidades. Los Escorpiones Rojos son expertos en utilizar una variedad de diferentes enfoques contra nuevos enemigos en un tiempo relativamente corto. Una vez que una táctica se muestra especialmente eficaz, puede emplearse hasta que deje de funcionar. Sin embargo, si los métodos habituales no funcionan, estos Marines Espaciales no dudan en intentar encontrar una alternativa. Sin embargo, aún cuando se sigue esta metodología, debe mantenerse la pureza. Aunque sus Tecnomarines puedan desarrollar pequeñas innovaciones no se alejan del camino del Omnissiah. Los artefactos xenos o procedentes de la Era Oscura de la Tecnología son anatema. El uso de tales dispositivos puede poner en peligro el alma de un Hermano de Batalla debido a su potencial contaminación. Las medidas tácticas alternativas se tienen en consideración, pero sólo cuando hay pruebas de que las estrategias planteadas por el Codex son inapropiadas. En ocasiones, todo ello exige largas y profundas discusiones y análisis.

Los Escorpiones Rojos, por lo general, se oponen filosóficamente hablando a emplear técnicas encubiertas antes o durante una batalla. Prefieren demostrar con orgullo su presencia y sus emblemas, ya que creen que su iconografía y equipo bélico son un símbolo crucial de su lealtad al Dios-Emperador. Todo aquello que impida a sus enemigos el ver dichas insignias se considera una afrenta a su fe. Aunque se sabe que han empleado patrones de camuflaje estándar autorizados por el Codex, incluso estos esquemas son aceptados con renuencia y extrema reluctancia. Los Iniciados son entrenados como Marines Exploradores, siguiendo el estándar marcado por el Codex, pero pocas veces se les asigna a misiones de reconocimiento de larga duración. En lugar de ello, sus Neófitos son desplegados o en las líneas del frente o son mantenidos en reserva para que puedan ser empleados como fuerza de apoyo.

Creencias

The most central tenet of the Red Scorpions Chapter’s belief system is a focus on purity. All other concepts are secondary. To maintain their purity -- in mind, body, and spirit -- the Chapter’s Battle-Brothers accept unquestionably extreme measures as a necessary part of their training regimen. It is their shared belief that only by undertaking such strenuous measures can they hope to identify and eliminate even the smallest taint of imperfection or contamination in those they encounter from outside the Chapter. For these Space Marines, their mission is a divine mandate. As they do not know the identity of their Primarch, their primary devotion is directly to the God-Emperor. It may be due to this lack of a connection to another spiritual authority that, atypically for members of the Adeptus Astartes, this Chapter puts their faith and trust in the truly divine nature of the God-Emperor and pledge their loyalty to the Imperial Cult, rather than maintaining a purely secular view of the Emperor and the Imperial past. The Chapter is largely traditional in their beliefs and loyalties. Their Chaplains' have a distinct interpretation of the Codex Astartes, to which they adhere extremely closely. In their eyes, they do not deviate from its words in any fashion. As religious zealots, they are morally obligated to follow its sacred directive. Any deviation from its teachings must be thoroughly justified, as such remains a clear violation of the God-Emperor’s directive. The Red Scorpions drive themselves endlessly to insure their purity. They expect other members of the Imperium to maintain similar standards. However, by virtually any other standard, the Red Scorpions are among the most zealous and ardent of Imperial believers. Further, their physical enhancements enable them to survive acts of penance that would kill a mere mortal. Few others are physically capable of maintaining a lifestyle that adheres to the high standards set by these Space Marines. As other Astartes seldom follow the tenets of the Imperial Cult, there are few who willingly embrace such a lifestyle. This combination has led to the Chapter’s Battle-Brothers having very little respect for other Imperial forces. Even during briefings and planning sessions, a Red Scorpions officer might question the judgement of those outside his Chapter, as their lack of Imperial purity could easily beget treachery and heresy. This overriding concern leaves the Chapter largely unwilling to work with outsiders, save in the direst of circumstances. Some view this tendency as approaching an isolationist heresy. However, others gladly encourage the Red Scorpions to work independently -- accommodating their rigourous standards can be an exhausting process for any who must negotiate or work with them. Another critical expression of their obsession with purity is in their reaction to any sign of impurity. These Battle-Brothers consider hatred of the unclean and unholy as one of their most central virtues. That which might be contaminated may not be trusted. That which is known to be contaminated must be eliminated with an appropriate application of force. As all xenos are, by their very nature, impure, they must be cleansed upon contact. Anyone that is of potential human heritage must be tested for mutation. Those who are found wanting must be eliminated at the earliest possible opportunity. Similarly, an unclean mind, tainted by heresy or unbelief, must be thoroughly cleansed, preferably by force.

Red Scorpions have no tolerance at all for those who violate these precepts. Even sanctioned Imperial mutations, such as nominally accepted Abhumans or Navigators, are kept at a distance. Were it not for the necessity of having a Navigator amongst their crew, it is likely that the Red Scorpions would directly oppose them. This also affects the Chapter’s interactions with other Space Marines. The Red Scorpions hold a particular distrust for those -- such as the Space Wolves or the Blood Angels -- who have been cursed in such a way to diverge from the standard of the Codex Astartes. In several instances, they have been unwilling to work directly with Imperial forces that they consider a risk for contamination of their own orthodox purity.

Semilla genética

The Red Scorpions take tremendous pride in the purity of their gene-seed. While its lack of mutation and Chaotic contamination is unquestioned, its purity extends to the point that it shows little sign of distinction. Space Marines of some other Chapters distrust the Red Scorpions for this very reason. The generalised nature of their gene-seed makes it impossible to trace its origin back to any of the Loyalist Primarchs. Regardless of its origins, the Red Scorpions' gene-seed has shown tremendous stability throughout the Chapter’s history. It is undoubtedly clear that their near-obsessive approach to insure stability and purity across the Imperium and within the ranks of the Chapter factor into this. However, even with these steps, the initial gene-seed of the Chapter must have been free from flaws in order for none to have surfaced over the intervening millennia since the Red Scorpions' Founding. In order to maintain this purity, the Red Scorpions have maintained a strict protocol of isolationism, so that outside contaminants may not weaken the Chapter. Every member of the Chapter is regularly screened by its Apothecaries for any signs of taint. This screening approaches a level of fanatical devotion in its rigour. Red Scorpions Apothecaries are also always kept close at hand to recover the Progenoid Glands of any fallen Battle-Brother, so that the gene-seed is preserved far more often than is typically expected.

The Red Scorpions hold themselves to the highest of standards and consider their loyalty second to none when compared to other servants of the God-Emperor and soldiers of the Imperium. Part of this pride and their unswerving adherence to the Codex Astartes and its teachings is justified in the purity of their gene-seed and the glorious record of wars and battles they have won in the Emperor’s name, though more cynical minds might wonder if the mysteries of the Red Scorpions' past and their origins might also have something to do with their fanatical desire to prove both their loyalty and that their Chapter's behaviour lies beyond the reproach of their peers. Whatever the cause, the end result is a strong distrust in allies fostered by many Red Scorpions which can become more acute over time until many of the Chapter come to believe that none among the other followers or children of the Emperor share their own purity and strength of loyalty, and can never be fully trusted.

The Red Scorpions Chapter prides itself on the purity of its Battle-Brothers and the sanctity of its gene-seed. In the eyes of the Chapter Masters, few other members of the Adeptus Astartes can lay claim to such a lineage and a genetic link to the God-Emperor, while those outside the Adeptus Astartes are almost always tainted by corruption despite any protests of loyalty or claims about the strength of their humanity. Protecting and preserving their purity, and eliminating all signs of taint are therefore very important to the Red Scorpions and part of every Battle-Brother’s training and daily observances.

While all Space Marines abhor mutants and aliens, the Red Scorpions reserve a special vehemence for them. The line Red Scorpions draw between those the Imperium considers human and those it does not is far higher than almost any other Chapter, usually making the distinction that unless a man can claim direct descent from the Emperor himself (like the Red Scorpions) he is a flawed being despite his best intentions.

This fanaticism for extreme genetic purity is most pronounced when in the presence of those tainted by the Ruinous Powers, or those suspected of such taint. All it takes is suspicion for the Red Scorpions to shift their stance with their allies, and once the hint of taint has attached itself to such allies they must work hard to lift it by proving their devotion to the Emperor beyond any shadow of a doubt.

Miembros conocidos

• Lord High Commander Verant Ortys - Ortys was the former Chapter Master and Lord High Commander of the Red Scorpions last seen active during the Siege of Vraks, who personally lead a strike force of 400 Battle-Brothers in the retaking of the Citadel of Vraks, capturing Saint Leonis' Gate from waves of Heretics, mutants, and finally daemons. Ortys was slain during the Badab War when the Red Scorpions were betrayed by the deceitful Lufgt Huron and his Renegade Astral Claws Chapter on the world of Grief. While both sides were under a flag of truce, the Astral Claws launched a surprise attack against the Red Scorpions and Ortys was slain in the melee.

• Lord High Commander Carab Culln - Carab Culln was generally seen as the most skilled Commander (Captain) amongst the Chapter's officers and was believed to be the most likely next Lord High Commander (Chapter Master) by the rest of his Battle-Brothers. He is known to be courageous and loyal and rabidly adheres to the Red Scorpions' literalist reading of the Codex Astartes with every word and deed. Culln was placed in command of the elements of the Red Scorpions Chapter that saw combat on behalf of the Inquisition against the feral Tyranids unleashed by the Adeptus Mechanicus' unsanctioned Anphelion Project on Beta Anphelion IV. He led a squad of Terminators that cleansed the Tyranid infestation from the Adeptus Mechanicus research station on that benighted world. During the Badab War, Culln would rise to the position of Lord High Commander as expected after the foul betrayal and death of his predecessor, Verant Ortys, on the world of Grief.

Commander Ainea - Ainea was the Commander (Captain) of the Red Scorpions' 3rd Company circa 826.M41. He led a Red Scorpions strike force that answered Marshall Kagori's request for aid during the Siege of Vraks, capturing the breach in the curtain wall of the Fortress of Vraks that finally allowed the 88th Siege Army to enter the Citadel of Vraks.

• Magister Sevrin Loth - Sevrin Loth is the Magister, or Chief Librarian, of the Red Scorpions Chapter. He is also one of the most potent battle-psykers in his Chapter's history. Few Librarians within the Adeptus Astartes are able to match, let alone exceed, his destructive psychic power on the battlefield. Having already served as Magister to two Lord High Commanders of his Chapter, at the outset of the Badab War, Sevrin Loth was a veteran of centuries of battle. His legend was further added to in the Chapter's annals when he recovered the body of Lord High Commander Verant Ortys following the betrayal at Grief. Upon Carab Culln's ascension as the new Lord High Commander, Sevrin Loth became Culln's closest advisor and most trusted field commander.

• Master Apothecary Kregor Thann - A senior Apothecary of the Red Scorpions, Kregor Thann is currently seconded to the Deathwatch. He is serving his Vigil within the Jericho Reach at Watch Fortress Erioch. Kregor Thann is a veteran of countless war zones and a master of biological weaponry. Thann gained renown as the mastermind behind the geno-tailored toxins that made the Purging of Castillium possible, defeating the horrific Thazeme xenos when no other weapon could slay them. In the aftermath of the Purge, Commander Antir petitioned Lord High Commander Ortys to consider Thann for Deathwatch service. Thann arrived at Watch Fortress Erioch in 815.M41, and has served there ever since. Thann was not assigned to a Kill-team, but rather remains as part of Watch Commander Mordigael’s command staff, tasked with engineering a virus or toxin that could be used to combat the Tyranid menace. Like many Apothecaries in the Red Scorpions Chapter, Thann had served as a Sergeant as well as in his role as a medic, which is quite useful to less-experienced Kill-teams deployed to the Orpheus Salient of the Achilus Crusade. Thann's duties have taken him across much of the Orpheus Salient, and he has served alongside a dozen Kill-teams in the prosecution of his duties, taking samples of various Tyranid flora and fauna, or testing recently developed concoctions in the field. To date, he has not successfully developed a substance that works for more than a single generation. The Tyranids are able to adapt, swiftly overcoming Thann's creations, though his tests have still provided numerous opportunities for other Imperial forces to drive back the crippled swarms. Thann has been operating towards the Spinward edge of the Orpheus Salient, pushing deep into the heart of the Tyranid advance. Thann continues to coordinate with each Kill-team that is operating deep behind enemy lines in order to gather samples and deploy newly developed bio-weapons. Tyranids are not, strictly speaking, immune to poisons, toxins or venoms. Rather, each generation of Tyranids is engineered to overcome the weaknesses of those that came before, and thus a toxin that functions against the Tyranids during one engagement may be completely useless during the next one. He is working under a theory that worlds beyond the vanguard will contain less-evolved or otherwise genetically purer creatures that are closer to a theoretical genetic baseline that can be exploited. Kregor Thann is extremely skilled in the art of poisoncraft, having studied the physiologies of a great many foes and the deadly toxins that are employed by xenos reavers like the Scythians and the Dark Eldar. There are few creatures his concoctions cannot slay.

• Veteran Sergeant Haas - Veteran Sergeant Haas aided in the rescue of then-Commander Carab Culln from the Tyranids on Beta Anphelion IV. His relentless determination under fire earned him praise throughout the Chapter.

• Veteran Sergeant Raum - Sergeant Raum was a squad leader of the Red Scorpions Chapter who successfully completed 109 missions for the Chapter. He was killed in action against the feral Tyranids on Beta Anphelion IV.

• Renegade Captain Oneius Prayd - Once a Captain of the Red Scorpions Chapter, Oneius Prayd threw aside his vows of fealty after his Battle-Brothers refused to choose him as their next Chapter Master. He has led the greater part of his company on a rampage across various xenos worlds near the Veldin Sector, attracting all manner of outcasts and Renegades, until the Ruinous Powers appeared to him in a vision and commanded him to fight on the world of Makenna VII as a true test of his new loyalty.

Flota conocida

The Red Scorpions are assumed to have a large fleet at their disposal, given their history and salvage rights following the Badab War, but so far only three starships have been mentioned in Imperial records, including:

• Auel's Bane (Battle Barge).

• Sword of Ordon (Battle Barge).

• Arx Fidelis (Strike Cruiser).

Reliquias conocidas

• Correction of Flesh - The Apothecaries of the Red Scorpions are zealous adherents to the sanctity of the human form and the need to keep it pure, and to this end, the most learned of their number created a set of advanced medical tools to treat the superhuman flesh of Space Marines. These tools, collectively known as the Correction of Flesh, surpass the efficacy of a standard Narthecium, and can treat unenhanced humans or warriors of the Adeptus Astartes with but minor alterations to the dosage.

• Icons of the Scorpion - The Red Scorpions often adorn their wargear with an engraved image of their Chapter namesake. These small talisman-like icons remind the bearer of their Chapter’s heritage and their constant drive to purge corruption without as well as within. Bolstered by his conviction, a Red Scorpions Battle-Brother who possesses an Icon of the Scorpion gains a significant resistance to the taint of Chaos.

• Tears of the Scorpion - The Red Scorpions have vast armouries, compared to many Chapters, with copious examples of mastercrafted melee and ranged weapons carefully maintained and protected by the Chapter. Among all of these fine weapons none are as revered by the Red Scorpions as the relic blades known as the Tears of the Scorpion. Ancient weapons of immense spiritual value to the Chapter and of long-lost eldritch design, they are only ever gifted to the greatest of Red Scorpion Battle-Brothers, often reserved for its company commanders and Chapter Masters. In rare instances if a hero of the Chapter proves himself worthy, he may be allowed to wield one of the blades in battle, but such is a rare and great honour. The Tears of the Scorpion generate a power field of ancient and powerful design. Other Power Weapons offer no protection from this vicious blade.

Apariencia

The Red Scorpions are generally philosophically opposed to the use of covert techniques prior to and during a battle. They prefer to proudly demonstrate their presence and their markings. They firmly believe that their iconography and wargear are a crucial symbol of their allegiance to the God-Emperor. Anything that prevents their foes from seeing these insignia is a veritable affront to their faith. While they have been known to use Codex-standard camouflage patterns (during the Angstrom Incident, the Pursuit Squad of this Chapter wore a red and black camouflage pattern), even these are accepted only with extreme reluctance.

The Red Scorpions' Power Armour is painted in a charcoal gray colour scheme with a mustard yellow helmet stripe, shoulder plate trim and Aquila (irrespective of company designation). A single knee-plate can also be in the same yellow, though this varies between individuals. The shoulder plates are black. The Chapter's badge is a red scorpion centered on a white field.

Leer más

Lista de Capítulos de Marines Espaciales.

Lista de Capítulos Leales.

Lista de Capítulos Sucesores.

Fuentes

Extraído y traducido de Wikihammer 40K UK.

• Apocalipsis.

• Deathwatch: Honour the Chapter (Juego de Rol).

• Epic: Armageddon (Juego de Especialista).

• Imperial Armour IV, VI-VII, IX-X.

• Index Astartes.

• Warhammer 40,000: Compendio (1ª Edición).

• White Dwarf 94, 101, 105 y 303 (Edición inglesa), 235 y 302 (Edición estadounidense).