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==Biografía==
 
==Biografía==
Milenios de lucha contra los perros leales he dejado ya atrás, pero en mi memoria permanece nítido el recuerdo de la Herejía del Señor de la Guerra Horus. Durante la Herejía combatí a los malditos [[Ultramarines]] de [[Roboute Guilliman|Guilliman]] y me convertí en un joven campeón. Recuerdo con especial deleite la primera vez que asesiné en nombre de los verdaderos dioses. Sin embargo, cuando nuestro Señor Horus fue derrotado, me obligado a huir al[[ Ojo del Terror]] junto con el resto de los Portadores de la Palabra.
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Milenios de lucha contra los perros leales he dejado ya atrás, pero en mi memoria permanece nítido el recuerdo de la Herejía del Señor de la Guerra Horus. Durante la Herejía combatí a los malditos [[Ultramarines]] de [[Roboute Guilliman|Guilliman]] y me convertí en un joven campeón. Recuerdo con especial deleite la primera vez que asesiné en nombre de los verdaderos dioses. Sin embargo, cuando nuestro Señor Horus fue derrotado, me vi obligado a huir al[[ Ojo del Terror]] junto con el resto de los Portadores de la Palabra.
   
 
==Dark Crusade==
 
==Dark Crusade==
Más tarde, durante el inicio de la Cruzada Oscura en Kronus, mis Portadores de la Palabra y yo fuimos llamados a Kronus por un culto del Caos en el Tercer Templo de la Sucesión Negra. Esta cábala se había convertido a la verdadera fe a raíz del resurgimiento de los[[Necrón| Necrones]] en Kronus y se habían refugiado en el extremo sur de la Península de Deimos. Utilizando el conocimiento adquirido en el Libro de las Epístolas de Lorgar, su líder Virgilio planeaba convocarme. En la octava noche de su visita al templo, Virgilio llevó a su cábala a la gran sala en el corazón del templo, donde él y ocho de los miebros del culto fueron sacrificados [[Archivo:180px-Eliphas_Inheritor.jpg|thumb|left|En plena Cruzada]]en la sagrada estrella de ocho puntas. La [[Disformidad]] se abrió en el centro de la estrella de ocho puntas y pisé Kronus de nuevo, anunciando el comienzo de la Novena Herencia.
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Más tarde, durante el inicio de la Cruzada Oscura en Kronus, mis Portadores de la Palabra y yo fuimos llamados a Kronus por un culto del Caos en el Tercer Templo de la Sucesión Negra. Esta cábala se había convertido a la verdadera fe a raíz del resurgimiento de los[[Necrón| Necrones]] en Kronus y se habían refugiado en el extremo sur de la Península de Deimos. Utilizando el conocimiento adquirido en el Libro de las Epístolas de Lorgar, su líder Virgilio planeaba convocarme. En la octava noche de su visita al templo, Virgilio llevó a su cábala a la gran sala en el corazón del templo, donde él y ocho de los miembros del culto fueron sacrificados [[Archivo:180px-Eliphas_Inheritor.jpg|thumb|left|En plena Cruzada]]en la sagrada estrella de ocho puntas. La [[Disformidad]] se abrió en el centro de la estrella de ocho puntas y pisé Kronus de nuevo, anunciando el comienzo de la Novena Herencia.
   
Llegué allí dispuesto a modelar aquel lugar a la retorcida imagen de mis amos y convertir el planeta en un mundo demoníaco. Comandé a los Portadores de la Palabra en contra de las otras seis facciones, todos compitiendo por la supremacía del planeta. Larga y gloriosa fue la campaña. Armado con mi Crozius maldito despedazé a innumerables enemigos. En el transcurso del conflicto hallé grandes reliquias, como mi armadura demoníaca y el yelmo que el mismísimo [[Lorgar|Primarca Lorgar]] usó 10000 años atrás. Durante la Cruzada me gané el favor de las figuras más importantes del Ojo del Terror. Recuperé el cráneo del Señor krull y [[Khorne]] se regocijó. Por cada piedra espiritual que rompía, [[Slaanesh]] más se reía. Los cadáveres en descomposición de mis enemigos complacieron [[Nurgle]]. Mis combates en las catacumbas necronas agradaron a [[Tzeentch]]. Derramé la sangre de los Cuervos Sangrientos y me gané el favor de [[Abaddon el Saqueador|Abaddon]]. Luché contra los [[Tau]] y honré a Lorgar.
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Llegué allí dispuesto a modelar aquel lugar a la retorcida imagen de mis amos y convertir el planeta en un mundo demoníaco. Comandé a los Portadores de la Palabra en contra de las otras seis facciones, todos compitiendo por la supremacía del planeta. Larga y gloriosa fue la campaña. Armado con mi Crozius maldito despedacé a innumerables enemigos. En el transcurso del conflicto hallé grandes reliquias, como mi armadura demoníaca y el yelmo que el mismísimo [[Lorgar|Primarca Lorgar]] usó 10000 años atrás. Durante la Cruzada me gané el favor de las figuras más importantes del Ojo del Terror. Recuperé el cráneo del Señor krull y [[Khorne]] se regocijó. Por cada piedra espiritual que rompía, [[Slaanesh]] más se reía. Los cadáveres en descomposición de mis enemigos complacieron [[Nurgle]]. Mis combates en las catacumbas necronas agradaron a [[Tzeentch]]. Derramé la sangre de los Cuervos Sangrientos y me gané el favor de [[Abaddon el Saqueador|Abaddon]]. Luché contra los [[Tau]] y honré a Lorgar.
   
Los Necrones me producían especial repulsión, pues no había alma que sacrificar para mis dioses. Sin embargo, de todos los podereres de Kronus odiaba por encima de todos a los Cuervos Sangrientos y a su capitán [[Davian Thule|Davian Thule.]] Su solo recuerdo aún me llena de rabia, pues él supuso mi perdición. Finalmente, los perros del [[Emperador]] conquistaron Deimos y diezmaron mis fuerzas impías. Los fieles no eran lo bastante fuertes. Destruyeron el portal disforme por el que mis tropas entraban desde el Inmaterium. Las hirientes palabras del [[Príncipe Demonio|Príncipe]] al que había consagrado mis esfuerzos aún resuenan en mi cabeza: ''Eres un pastor pobre que culpa a su rebaño, apóstol. Este fracaso es tuyo y sólo tuyo''. Le supliqué que me enviara a la Basílica del Tormento para redimirme y me insultó:'' Tu redención ya no es posible. Me niego a devolverte allí''. Optó por destruirme. Traté de escapar de aquel injusto destino pero sus poderes disformes me destrozaron. Davian Thule vio mi cuerpo despedazado y reclamó ese planeta para su miserable capítulo.
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Los Necrones me producían especial repulsión, pues no había alma que sacrificar para mis dioses. Sin embargo, de todos los poderes de Kronus odiaba por encima de todos a los Cuervos Sangrientos y a su capitán [[Davian Thule|Davian Thule.]] Su solo recuerdo aún me llena de rabia, pues él supuso mi perdición. Finalmente, los perros del [[Emperador]] conquistaron Deimos y diezmaron mis fuerzas impías. Los fieles no eran lo bastante fuertes. Destruyeron el portal disforme por el que mis tropas entraban desde el Inmaterium. Las hirientes palabras del [[Príncipe Demonio|Príncipe]] al que había consagrado mis esfuerzos aún resuenan en mi cabeza: ''Eres un pastor pobre que culpa a su rebaño, apóstol. Este fracaso es tuyo y sólo tuyo''. Le supliqué que me enviara a la Basílica del Tormento para redimirme y me insultó:'' Tu redención ya no es posible. Me niego a devolverte allí''. Optó por destruirme. Traté de escapar de aquel injusto destino pero sus poderes disformes me destrozaron. Davian Thule vio mi cuerpo despedazado y reclamó ese planeta para su miserable capítulo.
   
 
Sin embargo, no permanecí muerto mucho tiempo.
 
Sin embargo, no permanecí muerto mucho tiempo.
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Ahora he regresado, esta vez con armadura de exterminador y bajo el estandarte de Abaddon reclamaré todas las almas del subsector.
 
Ahora he regresado, esta vez con armadura de exterminador y bajo el estandarte de Abaddon reclamaré todas las almas del subsector.
   
Pero Abaddon me ha encargado una nueva misión. El Corrupto Líder del Capítulo de los Cuervos Sangrientos, Azariah Kyras, prepara un sacrificio para Khorne. Un sector entero, el sector Aurelia. Ese sacrificio le daría un tremendo poder y favor del Caos, que haría peligrar el lugar de mí señor Abaddon, por lo que debo matarle antes de que cumpla el sacrificio. Para ello usará un Exterminatus de tapadera, pero hay una posibilidad. Una Inquisidora avisada por mi enemigo, Gabriel Angelos, ha sido avisada sobre la tapadera. No puede parar el Exterminatus por los contactos de Kyras, pero si él muere, podré evitarlo, asi que nuestros objetivos son comunes.
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Pero Abaddon me ha encargado una nueva misión. El Corrupto Líder del Capítulo de los Cuervos Sangrientos, Azariah Kyras, prepara un sacrificio para Khorne. Un sector entero, el sector Aurelia. Ese sacrificio le daría un tremendo poder y favor del Caos, que haría peligrar el lugar de mí señor Abaddon, por lo que debo matarle antes de que cumpla el sacrificio. Para ello usará un Exterminatus de tapadera, pero hay una posibilidad. Una Inquisidora avisada por mi enemigo, Gabriel Angelos, ha sido avisada sobre la tapadera. No puede parar el Exterminatus por los contactos de Kyras, pero si él muere, podré evitarlo, así que nuestros objetivos son comunes.
   
 
[[Archivo:1681313-lord_eliphas.jpg|thumb|Yo durante mi caza de Kyras.]]
 
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Empezé por el planeta selva de Typhon Prymaris, donde pude vengarme ampliamente de los Cuervos Sangrientos, entablando batalla con uno de sus mejores capitanes, Diómedes. Además, fué allí, en Typhon Prymaris, donde pude resarcirme ampliamente por ofensas pasadas: Encontré al maltrecho [[Davian Thule]] , encarcelado en un sarcófago de Dreadnougth, y tras luchar con él personalmente, le arranqué la caja torácica del pecho y me degusté despedazando su pútrido cuerpo, ofreciendo su alma a Abaddon.
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Empezé por el planeta selva de Typhon Prymaris, donde pude vengarme ampliamente de los Cuervos Sangrientos, entablando batalla con uno de sus mejores capitanes, Diómedes. Además, fue allí, en Typhon Prymaris, donde pude resarcirme ampliamente por ofensas pasadas: Encontré al maltrecho [[Davian Thule]], encarcelado en un sarcófago de Dreadnougth, y tras luchar con él personalmente, le arranqué la caja torácica del pecho y me degusté despedazando su pútrido cuerpo, ofreciendo su alma a Abaddon.
   
Tras ello empezé a viajar por la Disformidad con la ayuda de un Brujo del Caos llamado Neroth. Además en batalla recibía la ayuda de mi lugarteniente Kain y de mí servil Marine de Plaga, Varius.
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Tras ello empecé a viajar por la Disformidad con la ayuda de un Brujo del Caos llamado Neroth. Además en batalla recibía la ayuda de mi lugarteniente Kain y de mí servil Marine de Plaga, Varius.
   
   
   
Fuimos sigiuendo el rastro de Kyras hasta que nos tendió una trampa en Typhon Primaris, donde se nos engañó para matar a los Eldar que retrasaban la llegada de la flota del Exterminatus. Nos alcanzó cuando aún estabamos en el planeta pero pudimos escapar gracias al caos formado por las escaramuzas de Orkos, Tiránidos y Marines del Caos.
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Fuimos sigiuendo el rastro de Kyras hasta que nos tendió una trampa en Typhon Primaris, donde se nos engañó para matar a los Eldar que retrasaban la llegada de la flota del Exterminatus. Nos alcanzó cuando aún estábamos en el planeta pero pudimos escapar gracias al caos formado por las escaramuzas de Orkos, Tiránidos y Marines del Caos.
   
 
Acabamos en el pecio del "Juicio de la Carroña", donde Abaddon me advirtió por mí tardanza. Volví a rastrear algunos planetas hasta qué recordé el planeta Cyrene, exterminado hace años durante los sucesos de Dawn of War y sus continuaciones.
 
Acabamos en el pecio del "Juicio de la Carroña", donde Abaddon me advirtió por mí tardanza. Volví a rastrear algunos planetas hasta qué recordé el planeta Cyrene, exterminado hace años durante los sucesos de Dawn of War y sus continuaciones.
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Cabe destacar que en mis viajes por Aurelia encontré a Ulkair, renacido ,gracias en parte, a los corruptos soldados de la Guardia Imperial que adoraban a Nurgle y que fueron sacrificados para mí señor.
 
Cabe destacar que en mis viajes por Aurelia encontré a Ulkair, renacido ,gracias en parte, a los corruptos soldados de la Guardia Imperial que adoraban a Nurgle y que fueron sacrificados para mí señor.
   
Con Ulkair de mí lado, abrí una brecha en las defensas de Kyras en Cyrene y llegué a la zona donde mí gran rival, el Capitán Gabriel Angelos y su Bibliotecario Jonas, luchaban con los Cuervos Sangrientos para eliminar a Kyras. Desafortunadamente, Kyras mató a Jonas y dejó gravemente malherido a Gabriel antes de que yo pudiera hacerlo. Trataré de matar a Kyras pero... seré el único intruso o habran llegado más?
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Con Ulkair de mí lado, abrí una brecha en las defensas de Kyras en Cyrene y llegué a la zona donde mí gran rival, el Capitán Gabriel Angelos y su Bibliotecario Jonas, luchaban con los Cuervos Sangrientos para eliminar a Kyras. Desafortunadamente, Kyras mató a Jonas y dejó gravemente malherido a Gabriel antes de que yo pudiera hacerlo. Trataré de matar a Kyras pero... seré el único intruso o habrán llegado más?
   
 
==Fuentes==
 
==Fuentes==

Revisión del 01:22 2 nov 2013

Khorne medio sin fondo

Cerberus el Rebañacráneos, mascota de los Poderes Ruinosos, patrocina este espacio para honrar a sus demoníacos señores. Pulsa sobre él y te introducirá en los misterios del Caos.

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180px-Eliphas DOWDC

Poco antes de comenzar la Cruzada en Kronus

"Me llamo Eliphas, el Heredero; apóstol negro de los Portadores de la Palabra y campeón de la Legión Negra.

Sabed los que leais mi testimonio que el Falso Emperador no os protegerá de mi palabra, sabed que se os caerá el velo de los ojos y descubriréis a los verdaderos dioses, sabed que os guiarán por el camino del poder y de la gloria y sabed que vuestra devoción será recompensada, como pronto lo será la mía."


Biografía

Milenios de lucha contra los perros leales he dejado ya atrás, pero en mi memoria permanece nítido el recuerdo de la Herejía del Señor de la Guerra Horus. Durante la Herejía combatí a los malditos Ultramarines de Guilliman y me convertí en un joven campeón. Recuerdo con especial deleite la primera vez que asesiné en nombre de los verdaderos dioses. Sin embargo, cuando nuestro Señor Horus fue derrotado, me vi obligado a huir alOjo del Terror junto con el resto de los Portadores de la Palabra.

Dark Crusade

Más tarde, durante el inicio de la Cruzada Oscura en Kronus, mis Portadores de la Palabra y yo fuimos llamados a Kronus por un culto del Caos en el Tercer Templo de la Sucesión Negra. Esta cábala se había convertido a la verdadera fe a raíz del resurgimiento de los Necrones en Kronus y se habían refugiado en el extremo sur de la Península de Deimos. Utilizando el conocimiento adquirido en el Libro de las Epístolas de Lorgar, su líder Virgilio planeaba convocarme. En la octava noche de su visita al templo, Virgilio llevó a su cábala a la gran sala en el corazón del templo, donde él y ocho de los miembros del culto fueron sacrificados

Archivo:180px-Eliphas Inheritor.jpg

En plena Cruzada

en la sagrada estrella de ocho puntas. La Disformidad se abrió en el centro de la estrella de ocho puntas y pisé Kronus de nuevo, anunciando el comienzo de la Novena Herencia.

Llegué allí dispuesto a modelar aquel lugar a la retorcida imagen de mis amos y convertir el planeta en un mundo demoníaco. Comandé a los Portadores de la Palabra en contra de las otras seis facciones, todos compitiendo por la supremacía del planeta. Larga y gloriosa fue la campaña. Armado con mi Crozius maldito despedacé a innumerables enemigos. En el transcurso del conflicto hallé grandes reliquias, como mi armadura demoníaca y el yelmo que el mismísimo Primarca Lorgar usó 10000 años atrás. Durante la Cruzada me gané el favor de las figuras más importantes del Ojo del Terror. Recuperé el cráneo del Señor krull y Khorne se regocijó. Por cada piedra espiritual que rompía, Slaanesh más se reía. Los cadáveres en descomposición de mis enemigos complacieron Nurgle. Mis combates en las catacumbas necronas agradaron a Tzeentch. Derramé la sangre de los Cuervos Sangrientos y me gané el favor de Abaddon. Luché contra los Tau y honré a Lorgar.

Los Necrones me producían especial repulsión, pues no había alma que sacrificar para mis dioses. Sin embargo, de todos los poderes de Kronus odiaba por encima de todos a los Cuervos Sangrientos y a su capitán Davian Thule. Su solo recuerdo aún me llena de rabia, pues él supuso mi perdición. Finalmente, los perros del Emperador conquistaron Deimos y diezmaron mis fuerzas impías. Los fieles no eran lo bastante fuertes. Destruyeron el portal disforme por el que mis tropas entraban desde el Inmaterium. Las hirientes palabras del Príncipe al que había consagrado mis esfuerzos aún resuenan en mi cabeza: Eres un pastor pobre que culpa a su rebaño, apóstol. Este fracaso es tuyo y sólo tuyo. Le supliqué que me enviara a la Basílica del Tormento para redimirme y me insultó: Tu redención ya no es posible. Me niego a devolverte allí. Optó por destruirme. Traté de escapar de aquel injusto destino pero sus poderes disformes me destrozaron. Davian Thule vio mi cuerpo despedazado y reclamó ese planeta para su miserable capítulo.

Sin embargo, no permanecí muerto mucho tiempo.

Chaos Rising

Araghast y eliphas

Araghast (izquierda) y yo (derecha)

En la Disformidad, las almas son monedas de cambio y pude regresar a la vida tras hacer un trato con la Gran Inmundicia Ulkair. En el subsector Aurelia combatí de nuevo a los Cuervos Sangrientos como campeón de la Legión Negra y lugarteniente de Araghast, paladín de la Legión Negra y saqueador de mil mundos. Extendí la mancha del Caos por todo el subsector y la oscura voluntad de mis señores atrajo con el tiempo a más y más incursores. Tras traicionar a Araghast y usurparle el mando, liberé al demonio Ulkair de su prisión en el interior del planeta Aurelia. Sin embargo mis designios parecían condenados a fracasar. Gabriel Angelos permaneció incorruptible y lideró a los Cuervos Sangrientos que no habían sucumbido a las dulces promesas del Caos.

Eliphas preso

Prisionero de Abaddon

Atacó la fortaleza Selenon y derrotó a Ulkair antes de que hubiese recuperado el poder suficiente para consumir el subsector y convertirlo en un precioso y sórdido infierno. Yo también fui derrotado. Fui castigado y torturado por Abaddon, el Saqueador. Le prometí que corrompería a los Cuervos Sangrientos y me permitió regresar al subsector. Sin embargo, a pesar de mi promesa, Abaddon pareció dispuesto a aceptar sólo para infligirme más daño.

Retribution

Ahora he regresado, esta vez con armadura de exterminador y bajo el estandarte de Abaddon reclamaré todas las almas del subsector.

Pero Abaddon me ha encargado una nueva misión. El Corrupto Líder del Capítulo de los Cuervos Sangrientos, Azariah Kyras, prepara un sacrificio para Khorne. Un sector entero, el sector Aurelia. Ese sacrificio le daría un tremendo poder y favor del Caos, que haría peligrar el lugar de mí señor Abaddon, por lo que debo matarle antes de que cumpla el sacrificio. Para ello usará un Exterminatus de tapadera, pero hay una posibilidad. Una Inquisidora avisada por mi enemigo, Gabriel Angelos, ha sido avisada sobre la tapadera. No puede parar el Exterminatus por los contactos de Kyras, pero si él muere, podré evitarlo, así que nuestros objetivos son comunes.

1681313-lord eliphas

Yo durante mi caza de Kyras.

Empezé por el planeta selva de Typhon Prymaris, donde pude vengarme ampliamente de los Cuervos Sangrientos, entablando batalla con uno de sus mejores capitanes, Diómedes. Además, fue allí, en Typhon Prymaris, donde pude resarcirme ampliamente por ofensas pasadas: Encontré al maltrecho Davian Thule, encarcelado en un sarcófago de Dreadnougth, y tras luchar con él personalmente, le arranqué la caja torácica del pecho y me degusté despedazando su pútrido cuerpo, ofreciendo su alma a Abaddon.

Tras ello empecé a viajar por la Disformidad con la ayuda de un Brujo del Caos llamado Neroth. Además en batalla recibía la ayuda de mi lugarteniente Kain y de mí servil Marine de Plaga, Varius.


Fuimos sigiuendo el rastro de Kyras hasta que nos tendió una trampa en Typhon Primaris, donde se nos engañó para matar a los Eldar que retrasaban la llegada de la flota del Exterminatus. Nos alcanzó cuando aún estábamos en el planeta pero pudimos escapar gracias al caos formado por las escaramuzas de Orkos, Tiránidos y Marines del Caos.

Acabamos en el pecio del "Juicio de la Carroña", donde Abaddon me advirtió por mí tardanza. Volví a rastrear algunos planetas hasta qué recordé el planeta Cyrene, exterminado hace años durante los sucesos de Dawn of War y sus continuaciones.

Cabe destacar que en mis viajes por Aurelia encontré a Ulkair, renacido ,gracias en parte, a los corruptos soldados de la Guardia Imperial que adoraban a Nurgle y que fueron sacrificados para mí señor.

Con Ulkair de mí lado, abrí una brecha en las defensas de Kyras en Cyrene y llegué a la zona donde mí gran rival, el Capitán Gabriel Angelos y su Bibliotecario Jonas, luchaban con los Cuervos Sangrientos para eliminar a Kyras. Desafortunadamente, Kyras mató a Jonas y dejó gravemente malherido a Gabriel antes de que yo pudiera hacerlo. Trataré de matar a Kyras pero... seré el único intruso o habrán llegado más?

Fuentes

  • Lexicanum
  • Dark Crusade
  • Chaos Rising
  • Retribution