Wikihammer 40k

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El Mekzeñor (Da Meklord en inglés) fue el poderoso Kaudillo Orko del Klan Luna Malvada líder del Tekwaaagh! quien resaltaba especialmente por ser un Mekániko muy afamado.

Nazgrek Ojoacero Gran Mekániko Luna Malvada Megaarmadura Lanzarrayoz Llevalejoz

Descripción[]

El Mekzeñor, el más grandioso y grande Mekániko Orko, fue un señor de la guerra por derecho propio pues junto a su nave insignia el Martillo de Morko (Mork’s Hammer en inglés) contaba con una gran flota que formaba el llamado Tekwaaagh!

Pertenecía al Klan Luna Malvada, como la mayor parte de sus subordinados. Aunque contaba también con acólitos poderosos procedentes de otras tribus como: Dark Bigfang, del Klan Goff; Gurnak Six-Gunz, autoproclamado supaloota de los Deathskulls; Da Viper, de los Mordizko de Víbora cuyo Garrapato Mamut era gigantesco y tenía su propia cubierta para él solo...

Armamento[]

Mekzeñor porta en una mano el martillo Shokkhammer, y en su otro brazo luce una variada colección de Supershootas.

Historia[]

Mekzeñor ascendió al poder tras derrotar a Oldfang Shokkhammer con su propio Shokkhammer, con el que logró aplastarle por completo. En el fondo de su camarote tenía una efigie gigante de Gorko (o posiblemente Morko; aunque según la opinión de Ufthak era sin lugar a dudas Morko), y cada vez que salía a hablar con su tripulación dotado de cierto toque de teatralidad, parecía que apareciese de entre las fauces de un dios.

Kapitán Badrukk

Durante el zakeo de una nave imperial, se produjo cierto fallo en un instrumento de navegación Orko y la flota entera fue transportada en frente del sistema Hephaesto, bajo el control y administración del Adeptus Mechanicus. A su llegada notaron que en órbita aparecía otra nave Orka, en este caso la mismísima barcaza del Kapitán Badrukk, El Piñoz Negroz.

Al percibir al famosísimo Kapitán, Mekzeñor hizo llamar a sus subordinados, incluyendo a Ufthak Alcón Negro quien acababa de apoderarse de una Nave Imperial, para realizar una reunión de emergencia. Durante dicho mitin, repentinamente, la temperatura del camarote de Mekzeñor cayó en picado y, sorprendentemente, apareció el mismo Badrukk al grito de Tataratá! junto a su séquito, quienes acababan de teletransportarse gracias los ingenios de Mekánimomalo (Bad Mek) Mogrok, responsable de los principales avances tecnológicos de su flota.

Acordaron no atacarse mientras ambos asaltaban el planeta Imperial. Pero, tras volver a teletransportarse a su nave, Meklord ordenó a sus Chikoz que bajasen a la superficie y empezasen a pelear. Y que si por casualidad sus armas sufrían un accidente justo cuando tenían a los Chikoz de Badrukk en frente... matándolos y privándolos de los buenos expolios en el proceso... Sería una verdadera lástima.

Tardó un poco más en hacer su estelar aparición, pero cuando se teletransportó a bordo de sus Mega Gargante en el centro de la batalla todos quedaron atónitos. Aquella monstruosidad mecánica era su más grande orgullo y disfrutaba notablemente cuando lo teletransportaba en frente del campo de batalla mientras sus enemigos se quedaban atónitos y paralizados segundos antes de ser vaporizados por su enormísima cantidad de Dakka.

La cuestión era que los humanejoz había traído sus propios Gargantes y estos estaban bloqueando a sus Chikoz, así que la lucha iba a tener cierta gracia. Pero nada más abrir fuego fulminó a uno de ellos, por lo que quizás no iban a estar tan a la altura. Del total de 4 titanes solo quedaban 3 y en lugar de luchar como Gorko y Morko mandan comenzaron a flanquearle, por lo que era muy difícil apuntar a todos a la vez.

Sin embargo se cansó pronto del juego y utilizando su rayo tractor estampó a los dos titanes más pequeños contra el Gargante más grande; el cual por alguna razón había dejado de disparar, en fin, humanejoz, todos locos. Una vez abatidos, pudo aplastar y destruir todo a su paso y disfrutar de aquel glorioso caos.

Pero al rato apareció una especie de máquina con vida propia que no se veía como nada que hubiesen lanzado contra ellos antes. Aquella criatura era monstruosa y feroz, pero Mekzeñor tenía suficiente Dakka como para volarle todas las extremidades. Abrió fuego de forma incesante destrozando partes de su armadura e incluso arrancándole varios brazos y tentáculos mientras la criatura aullaba de dolor. Aunque todo aquello no fue suficiente, pues finalmente el monstruo logró despojarle de sus dos brazos mecánicos y atravesar la coraza del Megagargante hasta arrancar el núcleo del artefacto dejándolo inerte e inservible.

Pero vamos, el que no haya sobrevivido a la destrucción de un Gargante Orko ¿puede decir que ha vivido si quiera? Siempre hay que apuntar a la cabeza. Logró entonces salir de entre los escombros y se dirigió hacia el volcán donde parecían concentrarse todos los Orkos de los alrededores.

Llegó hasta donde Ufthak, uno de sus Noblez, había aterrizado tras destruir aquella molesta criatura mecánica y demoníaca. Cuando se plantó junto supo de sus hazañas y decidió nombrarle Zeñor de Guerra (Big Boss), pero ante tal anuncio Ufthak se mostró desconsiderado diciendo "ya, ya, lo ke zea". Juntos se asomaron al fondo del volcán para ver lo que "habían logrado" y estuvo a punto de empujar a Ufthak al abismo.

Pero justo en ese momento aparecieron Badrukk y sus muchachos. Lo que hizo saltar las alarmas de todos los presentes y generar una tensión algo innecesaria. Al fin y al cabo, Ufthak solo le había robado y destruido su vehículo personal para poder acabar con el demonio. Pero bueno, aunque la lógica dictase otra cosa, nadie estaba dispuesto a dar de lado una buena pelea. Sin embargo Badrukk estaba de buen humor y no le reprendió por su hazaña, incluso le felicitó.

Reunidos los tres se preguntaron sobre qué había ido a hacer aquella cosa en lo profundo del volcán. Dedujeron que andaba buscando algo, seguramente buenos expolios de guerra. Los mejores. Así que mandaron a todos sus chicos a una competición de cavar. Pronto descubrieron una especie de cueva en la que yacía una máquina muy grande y extraña. Ninguno de los tres supo qué era, pero Badrukk se atrevió a acercarse y tocarla.

Una vez junto a la máquina, colocó algún tipo de aparato y al grito de “pa mi” desapareciendo sin dejar rastro. En ese momento el Mekzeñor encolerizó, pues Badrukk había robado lo que sin lugar a dudas era la mejor pieza de los expolios dejados atrás por los humanejos. Entonces mandó a todos sus Chikoz a prepararse ya que no iba a descansar hasta que diera caza a Badrukk y para ello Ufthak estaría a su lado, ya que a los aliados hay que tenerlos cerca, pero a los potenciales enemigos codiciosos de poder y fama mucho más.

Es más, tras haber enviado a su ahora lugarteniente Ufthak a saquear un Mundo Exodita y haberle reclamado un botín considerable, Ufthak se presentó ante él mucho tiempo después a bordo de una gigantesca Nave. Pero para su sorpresa, se dio cuenta de que su voz sonaba igual de poderosa y grave que la suya misma. Y cualquier Orko que haya llegado a ser el Zeñor de la Guerra de un Waaagh! como lo era el Tekwaaagh! sabía lo que eso significaba. Así que el Mekániko Máz Grandiozo y Grande se teleportó al puente de la Aplaztaztrellaz junto a seis Noblez desde el Martillo de Morko. Y fue entonces cuando Ufthak lanzó un desafío que aceptó de forma instintiva.

El combate fue titánico, incluso a pesar de que Ufthak logró levantarle por los aires, Megaarmadura incluida, y aplastarle la mitad de la cabeza contra el suelo, el Mekzeñor continuó peleando de forma impertérrita. Incluso logró arrancarle el brazo a Ufthak con su martillo tricéfalo. Pero entonces Ufthak en lugar de seguir ejerciendo fuerza contra el Orko gigantesco que tenía frente a él, se echó para atrás y con la inercia del peso del Mekzeñor le reventó la cabeza.

Este fue el fin del Mekániko Máz Grandiozo y Grande de la galaxia.

Fuentes[]

  • Brutal Kunnin: An Epic Waaagh! Novel; (Novela) por Mike Brooks.
  • Da Big Dakka: An Ufthak Blackhawk Novel, por Mike Brooks.