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Plantilla:MascotaNecronPatrocina

Fanart Necrontyr Biotransferencia Wikihammer

Posible aspecto de los Necrontyr (fanart).

La Dinastía Khansu era una Dinastía Necrontyr que se opuso a la Biotransferencia.

Historia

No todos los Necrontyr fueron voluntariamente a las cámaras de transformación, ni mucho menos, pero pocos se opusieron a la Biotransferencia con tanto ahínco a cada paso del proceso como los nobles de la Dinastía Khansu. Cuando quedó claro que ningún tipo de maniobras políticas ni manipulaciones en la sombra iban a prevenir lo que se avecinaba, los Khansu en pleno se alzaron en una violenta revuelta armada. Pero un único Faerón, sin importar lo poderoso que fuese, no podía esperar vencer al resto de Dinastías y a sus amos C'tan. El joven Príncipe Rakszan fue uno de los pocos entre la Dinastía Khansu que eligió la Biotransferencia por propia voluntad, mientras maldecía a su pueblo por resistirse de forma insensata a lo que solo podía interpretarse como la llegada de una nueva era de gloria. En reconocimiento de su lealtad, los C'tan otorgaron a Rakszan un alto rango militar, y sus primeras campañas sirvieron para someter a aquellos de sus congéneres que se habían rebelado. Uno a uno, los mundos núcleo de los Khansu fueron cayendo, el último de ellos el mundo corona de Hamûn. Los pocos rebeldes que sobrevivieron a la matanza fueron arrastrados hasta las cámaras de transformación.

Al principio Rakszan se mostró complacido, pues creía que aquel desenlace permitiría a su pueblo recuperar el honor perdido por culpa de la revuelta. Sin embargo, cuando la Guerra en el Cielo descendió a tierra firme Rakszan pudo comprobar cómo la intención de los C'tan parecía ser la de destruir sistemáticamente al resto de su Dinastía. Añadiendo humillación a su derrota, los Necrones Khansu eran siempre desplegados en la primera línea de batalla, o mandados como primera oleada de campañas que tenían pocas posibilidades de éxito (y ninguna de supervivencia). Poco a poco, Rakszan se hizo consciente del terrible alcance de su error. Cuando se inició la rebelión contra los C'tan, nadie luchó con tanto ahínco como él para verlos derrotados.

Para entonces, la Dinastía Khansu había sido exterminada de manera definitiva, sus nobles aniquilados durante la Guerra en el Cielo, sus Guerreros e Inmortales capturados por otras Dinastías y reprogramados para servirlas. En toda la galaxia, solo quedaba Rakszan para hablar en nombre de sus asesinados congéneres, y encima se consideraba a sí mismo un traidor a su memoria. Sin disponer de ningún otro medio para expiar su terrible crimen, Rakszan juró no cejar hasta que todos y cada uno de los Fragmentos de C'tan que habían sobrevivido a la guerra fuesen encerrados, a fin de que nunca pudiesen volver a alzarse de nuevo en armas. A día de hoy, dicha tarea todavía continúa.

Fuentes

  • Codex: Necrones (5ª Edición).
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