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Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

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Plantilla:MascotaNecronPatrocina

Archivo:Desolladores.jpg

Ataque de Desolladores

Los Desolladores son horrores retorcidos y macabros, afligidos por una antigua infección, que actúan como tropas especializadas en combate cuerpo a cuerpo apareciendo desde una desconocida dimensión de bolsillo para unirse a los ejércitos Necrones en la batalla, aunque nunca son invitados por los propios Necrones. Estas repugnantes criaturas fueron antaño Necrontyr que lograron conservar parte de su conciencia original cuando fueron transferidos a sus cuerpos metálicos de Necrodermis, pero que fueron malditos por una terrible enfermedad, manifestando un hambre de carne que no puede ser satisfecha y que finalmente les empujó a la locura. Avanzando por delante de un ejército Necrón, estos autómatas encorvados pero terroríficamente ágiles destacan al infiltrarse y extender el terror como una plaga entre las filas de sus enemigos. Son luchadores bastante capaces, y emplean cuchillas desolladoras que se extienden desde sus dedos y que pueden despellejar a un hombre vivo en cuestión de segundos. Delgados y fibrosos, suelen adornarse con las piezas aún frescas de piel y pellejo que han arrancado de sus víctimas, dejando atrás los cadáveres desnudos para sembrar el pánico y la confusión. En ese estado son una visión terrible de contemplar, hasta el punto de que sus enemigos pierden los papeles al ver pedazos de sus antiguos compañeros colgando de las máquinas inmortales que se acercan a sus filas. Además de sus retorcidas garras, algunos Desolladores emplean tecnología disruptora Necrona para desgarrar incluso los vehículos blindados.

Maldición del Desollador

Algunos Necrones son aquejados por una maldición incluso más horrible que la locura de los Destructores Necrones. La naturaleza de esta maldición es casi incomprensible, incluso para los más sabios Criptecnólogos, pero sus resultados son inconfundibles. Una víctima de la Maldición del Desollador pierde primero su cordura. En el caso de los Guerreros Necrones, esto puede pasar inadvertido hasta que el proceso está muy avanzado, pues un único Guerrero con fallos entre miles es fácil que pase desapercibido. Esta locura se manifiesta primero como un ansia por matar que puede hacer que un Necrón ignore las órdenes de alto el fuego o mantener la posición.

Aunque esta ansia por matar es similar a la de los Destructores, el objetivo final es bastante distinto. Los Destructores existen para el acto de matar en sí mismo, y para ellos exterminar la vida es el medio y el fin al mismo tiempo. Los Desolladores, sin embargo, matan para saciar un hambre antinatural de carne y sangre, y asesinan para poder darse un festín. Por supuesto, como máquinas, los Necrones son incapaces de consumir comida o bebida de ninguna clase, y por eso esta hambre nunca puede quedar satisfecha. No obstante, los Desolladores han degenerado mucho más allá de la razón o la lógica, y mientras desgarran a su presa se detienen para untar sus mandíbulas inmóviles de carne, mientras la sangre gotea bajando de sus cuellos de acero y se derrama a través de sus sucias costillas para encharcarse a sus pies.

Esta enfermedad mental es acompañada por cambios físicos igual de grotescos, ya que la necrodermis del Necrón afectado se reconfigura para adaptarse a su nuevo propósito. Los dedos de un Desollador se transforman en garras retorcidas y parecidas a cuchillas, mientras que sus piernas suelen desarrollar una articulación adicional, permitiéndoles alcanzar una mayor velocidad y en algunos casos moverse a cuatro patas. Pero la transformación final que permitiría al Desollador saciar su sed nunca llega, dando crédito a la leyenda que dice que la Maldición del Desollador fue pronunciada por uno de los antiguos C'tan en sus estertores de muerte. Lo más extraño es que los Desolladores desarrollan la capacidad de viajar entre dimensiones. Muchos Criptecnólogos creen que los Desolladores viven en una realidad alternativa propia, inaccesible para los demás Necrones, en la que construyen palacios-osario y amontonan los cadáveres arrastrados desde la batalla.

A través de medios desconocidos, los Desolladores son capaces de percibir cuándo sus hermanos Necrones están luchando, y aparecen para masacrar al enemigo y llevarse los macabros trofeos de los que deriva su nombre. Los demás Necrones no dan la bienvenida a los Desolladores, tanto por el riesgo de contraer la Maldición del Desollador, como porque operan completamente fuera de la cadena de mando. Incluso aunque un Némesor fuera lo bastante atrevido como para dar órdenes a una manada de Desolladores, sería completamente ignorado. Como los Destructores participan en los combates más a menudo que los demás Necrones, los Desolladores tienden naturalmente a congregarse a su alrededor. Es más probable que los Destructores, que también son rechazados y evitados por los otros Necrones, toleren la presencia de los Desolladores mejor que los ejércitos tradicionales de las Dinastías. A los ojos de los Destructores, los degenerados Desolladores están persiguiendo el mismo objetivo que ellos, y a diferencia de un Némesor tradicional, los Líderes Destructores no tienen objetivos en la batalla que puedan verse comprometidos por la masacre frenética de los Desolladores.

Historia

Flayed Ones are victims of a terrible madness, a curse bestowed upon them by the C'tan known as Llandu'gor the Flayer. When the Necrons finally turned against the C'tan in the last days of the War in Heaven, the Flayer was destroyed by the Necrons; not simply splintered as were his brothers, but utterly obliterated. In his dying moments, the Star God inflicted a terrible curse upon the Necrons, tainting them with an echo of the fathomless hunger of its essence.

For aeons the Flayer's curse went unnoticed and unseen. By the time the true madness of the condition began to manifest, the afflicted Necrons had travelled far and wide, unwittingly spreading the disease to a thousand worlds. A Necron on whom the Flayer Curse has taken hold undergoes a slow and tortuous erosion of its sanity. Despite being a soulless machine, it begins to revel in the bloody ruin of fleshy foes, driven to take trophies of skin, sinew and bone. As the Flayer madness intensifies, its victim is compelled by the uncontrollable desire to consume the flesh of its enemies. As a robotic construct, it cannot digest flesh in any sense, but is still driven to gorge itself in a doomed attempt to sate an unquenchable lust. Physical changes occur shortly thereafter: their metallic forms become stooped, their fingers extend to long, razor sharp flensing talons. The Necron's living metal shape warps into what is recognisable as the corrupt and grotesque form of a Flayed One. Ultimately this accursed Necron disappears, drawn by an unknown instinct into a pocket dimension of their own, to dwell forever amidst the charnel palaces of the Flayed Ones.

Función

Other Necrons loathe the Flayed Ones, for they fear they will contract the terrible disease they carry. Any Necron suspected of harbouring the Flayer infection is banished or destroyed before it can become contagious. However, the Necrons can never prevent a pack of Flayed Ones joining a battle already underway -- they can materialise from their pocket dimension at any time, hunting in search of blood and carnage. They will commonly attack with little regard for strategy, wreathed in the dense stench of rotting flesh. Flayed Ones indicate no awareness of the odours given off by the bloody skins and fleshy trophies with which they adorn themselves, typically keeping such scraps upon themselves until completely decayed. They are not suicidal, however. If the enemy is strong, they will await the perfect moment to attack; if the enemy flees, they rarely pursue, preferring to feast upon the flesh of the fallen.

Necron Overlords and Nemesors rarely make an attempt to adapt their plans for the unwanted and unexpected appearance of the Flayed Ones on the battlefield, instead accepting any advantage their presence brings. Despite this, it is common for an Overlord to order the execution of any Flayed One survivors after the battle has been won. None but the most insane of these ghoulish beings is destroyed so easily. The rest slip back to their pocket dimensions and their palaces of rotting flesh, laden with new trophies of dismembered corpses and reeking of fresh blood.

Reino de Huesos de Drazak

On worlds lit by the cold rays of dying suns, located in the extreme northeast of the known galaxy, lie the Ghoul Stars, a realm where creatures tread out of a primal nightmare. Within this loathsome part of the galaxy are creatures so alien they seem to be born out of the supernatural. Yet even here, one horror outpaces all others; the Bone Kingdom of Drazak, the haunt of Flayed Ones. These fiendish creatures stalk through Drazak's desolate streets, fighting over gobbets of rotting meat and shards of bone, desperate to sate their deluded senses. Only one amongst the planet's entire population has stood apart from the pervading madness of its denizens -- Valgûl, the Fallen Lord. From his throne of splintered bone and tanned skin, Valgûl rules over this charnel kingdom, his one good eye ever fixed upon retaining what small measure of order he can. Valgûl seemingly remains untouched by the Flayer virus that has consumed his people, but no truly sane creature would willingly live amongst the gibbering Flayed Ones. It is not known if Valgûl remains out of a sense of duty, or maybe he is afflicted by a personal madness which has taken another, more subtle, form.

Whatever his reasons, Valgûl's rule is not founded on reason, for the devolved nature of his subjects makes such notions laughable. He maintains their allegiance through his ability to provide the gory bounty in which his subjects delight. Every few solar months, when no more meat remains, whether because it has been torn into fragments too tiny to scrabble over or simply due to inexorable rot, Valgûl announces a new "Time of Bounty," and dispatches the Necron fleets of Drazak to raid nearby worlds. These reavers of Drazak seek not riches nor conventional plunder, only tithes of gore and congealing blood.

Archivo:Desolladores Miniaturas.jpg

Miniaturas de Desolladores.

Fuentes

  • Codex: Necrones (Ediciones 3ª y 5ª).
  • Deathwatch: The Outer Reach (Juego de Rol).
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