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Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

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"Las escucho, todas ellas, cada vez que cierro los ojos. Las llamadas de socorro que quedaron sin respuesta. Las solicitudes de ayuda que podríamos haber ofrecido habían si las necesidades hubieran sido menos crueles. Cada mundo, cada ejército, cada flota, colonia, plataforma y puesto de avanzada desde donde sus voces resonaban en un coro compuesto de moribundos y condenados; sé que salvarlos habría sido perder todo el Imperio, y sin embargo sigo escuchando sus voces. Siempre lo haré, llevándolas conmigo como un horrible relicario hasta el día en que encuentre mi fin. Quizás esto sea lo correcto. Quizás este sea mi castigo."

Roboute Guilliman a Cato Sicarius, antes del Discurso a las Tres Flotas.

La Cruzada Indomitus fue la gran campaña galáctica liderada por Roboute Guilliman tras la Noctis Aeterna para contraatacar a las fuerzas del Caos que asediaban todo el Imperio a ambos lados de la Gran Fisura.

Historia[]

IndomitusCrusade

Cruzada Indomitus

En los últimos años del 41º Milenio, una devastadora cascada de tormentas de disformidad se abrió paso a través de las estrellas. Era como si los Dioses Oscuros hubieran hincado una cuchilla irregular a través de la garganta de la galaxia, abriendo la tensa piel del espacio real una y otra vez; y desde los espacios inefables del más allá, las malévolas energías del Inmaterium se derramaron. A medida que los frentes de tormenta antinaturales se extendieron, estos se multiplicaron y se estrellaron como maremotos ectoplásmicos. Innumerables mundos quedaron envueltos en furiosas tempestades de locura. Ejércitos completos fueron tragados por la oscuridad, mientras que las naves en tránsito quedaron reducidas a restos atormentados o arrojados millones de años luz fuera de curso.

Pero en medio de la muerte y el caos, una banda de héroes se forjó contra viento y marea. Esta fue la Cruzada Terrana, una fuerza combinada de Marines Espaciales de docenas de Capítulos aliados con las fuerzas del Adepta Sororitas, Astra Militarum, Inquisición y Adeptus Mechanicus. Sus naves se reunieron en un intento desesperado por llegar a Terra antes de que los frentes de tormentas pudieran consumirlas. A la cabeza luchaba Roboute Guilliman, el renacido primarca de los nobles Ultramarines, el semidiós guerrero que había convocado esta cruzada desesperada y que no aceptaría otro fin que la victoria.

Se cuentan muchas historias heroicas sobre la Cruzada Terrana. Las leyendas afirman que sus guerreros avanzaron a pesar de las maquinaciones de herejes y xenos por igual, que se libraron de las crueles trampas de Demonios y déspotas para, al final, llegar por extraños caminos a la superficie de Luna, la única luna de la Sagrada Terra. En Luna, el ejército de la cruzada se vio obligado a librar una última y salvaje batalla contra el propio Magnus el Rojo y sus Mil Hijos. El Primarca Demonio intentó evitar que su hermano leal llegara al mundo del Trono Dorado. Solo mediante una guía suprema de la fuerza combinada de los supervivientes de la cruzada, reforzados en su hora de mayor necesidad por las fuerzas militares enviadas desde las defensas alrededor de Terra, Guilliman pudo prevalecer.

Muchos creen que fue la Batalla de Luna, más que cualquier otro combate, lo que inspiró la naturaleza de la Cruzada Indomitus.

Otros citan el conflicto que Guilliman se vio obligado a liderar solamente un pequeño tiempo después, junto con el Capitán General Trajann Valoris, liderando un poderoso ejército imperial en defensa del Emperador mientras la gran ola de proa de la Noctis Aeterna traía un ejército de demonios de Khorne contra las mismas puertas del Palacio Imperial. Incluso cuando las fuerzas de la ya planeada y anunciada Cruzada Indomitus se reunían, incluyendo a los Marines Espaciales Primaris de la Fundación Ultima, la operación de Guilliman se vio interrumpida por una incursión daemónica al servicio del Dios de la Sangre Khorne que surgió de una repentina Tormenta Disforme.

Mientras muchos entraron en pánico por la brecha en las defensas de escudos multiespectro de Terra, el propio Primarca lideró el contraataque en lo que se conoció como la Batalla de la Puerta del León. Nadie pudo hacer frente a la Espada del Emperador, y juntos, el Adeptus Custodes, las Hermanas del Silencio y muchas compañías de Ultramarines desmantelaron la amenaza de Khorne y la desterraron de vuelta al Empíreo.

Cualquiera de los dos podría haber imprimado a Roboute Guilliman la verdadera eficacia de los ejércitos combinados del Imperio. Otros sugieren que el primarca ya era muy consciente del poder de la maquinaria de guerra imperial después de sus batallas en Ultramar y durante la Cruzada Terrana. Lo más probable es que todos desempeñaran su papel, proporcionando datos estratégicos en bruto para que Guilliman los procesase, mejorando su comprensión de las capacidades de la máquina de guerra imperial en el 41er Milenio y plantando las semillas de su plan para una contraofensiva de armas combinadas contra las fuerzas de los Poderes Ruinosos.

Hay algunos entre los Altos Señores de Terra que sugieren no demasiado sutilmente que Roboute Guilliman ya podría haber albergado los planes para su propia y auto-engrandecedora Gran Cruzada. Ellos insinúan que el primarca hizo el viaje a Terra sólo para poder lanzar su propia conquista galáctica como lo hizo su padre antes que él, con la esperanza de obtener legitimidad por tal empresa. Por supuesto, tales nociones se basan en leyendas de diez mil años de antigüedad y textos eclesiales apócrifos, y probablemente motivadas por celos y política. Con todo, hubo quienes creían que tenían un atisbo de verdad, y estuvieron aquellos que se sintieron molestos con el primarca por lo que percibían como un intento de subvertir los mantos de los Altos Señores, tal vez incluso del propio Emperador.

Luego están aquellos que afirman que la Cruzada Indomitus no fue un plan concebido por Roboute Guilliman en absoluto. Ciertamente es un hecho que el Hijo Vengador visitó la sala del trono de su padre al llegar a Terra, aunque, si pasó algo entre ellos detrás de esas puertas doradas, nadie más que Guilliman puede saberlo. También es cierto que no fue hasta que Guilliman salió de la sala del Trono Dorado que puso en marcha sus planes. Quizás la Cruzada Indomitus fue de hecho la voluntad manifiesta del señor de la Humanidad, una poderosa empresa que rivalizaría con sus propias acciones tomadas diez mil años antes. Si es así, fue lanzada contra una oscuridad y males que rivalizaban con los de la Vieja Noche, perseguida no en nombre de la Verdad Imperial, sino con pleno y terrible conocimiento de los enemigos a los que la Humanidad debe vencer para sobrevivir a esta, la hora más oscura.

Sea como fuere, una cosa es segura. Incluso cuando la oscuridad de la Noctis Aeterna comenzó a desvanecerse del sistema Sol y la luz del Astronomicón se extendió para iluminar una galaxia muy cambiada, Roboute Guilliman ya había comenzado a reunir las mayores flotas de cruzadas que la Humanidad había visto desde los albores del Imperio.

Asegurando una base[]

Desde que la flota del Señor de la Guerra Horus oscureciera los cielos sobre Terra, el Imperio no había conocido un momento de crisis tal como los días posteriores a la apertura de la Gran Fisura. La mitad del reino del Emperador había desaparecido, oculto tras un velo de pesadillas y, por lo que sabían todos en Terra, aniquilado. A los mundos dentro del recién designado Imperium Sanctus les fue un poco mejor. Las llamadas de socorro, los gritos desesperados y las últimas y sombrías transmisiones casi ahogaron las mentes de los astrópatas de Terra y enloquecieron a muchos de ellos. Al parecer, no había un mundo que no estuviera acosado por la guerra. Los Altos Señores de Terra posaron su mirada en todas partes, logrando que los ejércitos y las flotas del Imperio se dispersaran, quedaran sitiadas y superadas en número. Incontables billones de ciudadanos imperiales morían a cada día que pasaba. Los mundos parpadeaban como llamas de velas a punto de apagarse desde los confines del Segmentum Pacificus hasta el tumulto sacudido por las tormentas del Sector Charadon. El tiempo era desesperadamente esencial.

A pesar de su nuevo nombramiento como Lord Comandante del Imperio, Roboute Guilliman sabía que no podía responder de inmediato. Los registros inquisitoriales hechos con captadores vox de las conversaciones privadas del primarca durante esos días oscuros revelan que Guilliman tuvo que combatir el impulso de sacar su espada, reunir a los guerreros disponibles para él y tomar las naves hacia la zona de guerra más cercana. En su lugar, muchos de sus hermanos perdidos quizás hubieran hecho exactamente eso. Pero tanto la bendición como la maldición de Roboute Guilliman era ver siempre en términos de un cuadro completo. Entendió mejor que nadie que la Humanidad se enfrentaba a una guerra no por territorio sino por supervivencia, que cada arma en el arsenal imperial debía ser manejada en concierto y con un grado de habilidad que solo él podría lograr, y que perder la perspectiva incluso por un momento podría llevarle a ganar un puñado de batallas solo para perder la guerra por el reino de su padre.

Así que Guilliman cogió toda su rabia, todo su odio hacia la amenaza traidora y su consternación por lo que le habían hecho al Imperio, y lo canalizó hacia la concentración de la Cruzada Indomitus. No formaría meros ejércitos, ni siquiera cruzadas en el sentido tradicional, sino inmensas flotas de venganza y reconquista que empequeñecieron todo lo que les precedió. Con estas herramientas a su disposición, Guilliman lucharía contra los lacayos de los Dioses Oscuros.

Expuso sus planes a los Altos Señores con lo que podría describirse como enérgica determinación, habiendo puesto en marcha una docena de planes y más antes incluso de lograr su acuerdo. En el momento en que se pudo restablecer la comunicación astropática con todo el Sistema Sol, Roboute envió misivas a Marte, Titán, Júpiter y docenas de otros mundos y fortificaciones en el espacio profundo. Habló con Belisarius Cawl, haciendo hincapié en su antiguo aliado sobre la importancia de la velocidad en la realización de la Fundación Ultima. Consolidó todos los recursos escpaciales en los que podía poner sus manos y comenzó el proceso de reunir una flotilla tras otra en el espacio profundo, más allá de Neptuno. Guilliman fue en persona a rogar a la Abadesa Sanctorum del Adepta Sororitas y al Fabricador General de Marte en busca de ayuda en su empresa; pocos saben qué promesas o garantías hizo Guilliman a estas dos figuras, pero mediante un precio desconocido se aseguró su cooperación.

Si Terra iba a ser su fortaleza y Sol su patio de concentración, Guilliman no podía permitirse el riesgo de inestabilidades o insurrecciones que pusieran en peligro sus esfuerzos. Hizo propuestas a la Inquisición, al Adeptus Custodes, a los Adeptus Arbites, a la Eclesiarquía, e incluso al Officio Assassinorum para ello. Así comenzó una época de brutales purgas a lo largo de las macro colmenas de Terra que se convirtieron en cientos de pequeños cultos purgados y millones de presuntos herejes, mutantes y reincidentes quemados vivos en las calles. Pocos estaban a salvo de esta campaña de terror, que pronto se conoció como el Azote del Primarca y destapó un número impactante de funcionarios corruptos, diletantes magister-cultistas y altos acólitos egoístas de la alta sociedad terrana.

Horron Sch’est, el Cónsul Pre-eminus notoriamente arrogante y conservador de las Casas de Navegantes, fue azotado públicamente ante la conmoción generalizada. Este había intentado retener la concentración de la Cruzada Indomitus reteniendo la ayuda de los gremios, a la espera de promesas de un trato sumamente preferencial de los Altos Señores, pero pronto descubrió que la paciencia de Guilliman para tales maniobras era nula. A las pocas semanas de la ratificación de los planes de Guilliman por parte de los Altos Señores, se libraron varias guerras sin cuartel en el interior de las colmenas terranas mientras los cultos de xenófilos y los adoradores del Caos lucharon desesperadamente por su supervivencia. Los daños colaterales ascendieron en espiral. Voces de disidencia murmuraron donde no creían que pudieran ser escuchados. Sin embargo, como resultado del Azote, la concentración de Guilliman no fue interrumpida por sabotajes, sedición o politiquería; al menos en general.

Para el propio Guilliman, el aspecto más problemático de la concentración fue el proceso de selección que debía promulgar en todo el Segmentum Solar. El principio fundamental de la Cruzada Indomitus requería la acumulación de inmensas fuerzas militares en y alrededor del Sistema Sol y sus cúmulos estelares vecinos; en este punto, el primarca había expresado su deseo de reunir hasta diez de estas megaformaciones. Estas flotas se reunirían una por una a medida que se dispusiera de fuerzas suficientes antes de atacar rutas predeterminadas a través del reino del Emperador. Una gran parte del material y la mano de obra requerida para la Cruzada Indomitus estaba programada para su llegada de Marte en forma de los Marines Espaciales Primaris de la Fundación Ultima y la vasta fuerza de Skitarii, Caballeros y manípulos de Titanes, ingenios Ordinatus y similares del planeta rojo. Más se extraería de la Orden del Cáliz de Ébano y, en menor medida, de la Orden de Nuestra Señora Mártir, de las filas del Adeptus Custodes y la Inquisición, y de las poderosas naves de guerra de la magnífica Flota de Batalla Solar. Sin embargo, una fuerza marcial sustancial también debía extraerse de los sistemas dentro de la órbita más lejana de Terra, y fueron estos lugares en batalla los que Guilliman se vio obligado a evaluar con un ojo frío y calculador.

Estaba claro que algunos mundos tenían una posibilidad de supervivencia luchando por su propia cuenta; allí donde los informes hablaban de guerreros determinados y veloces naves de guerra que sostenían la línea, de xenos y herejes que eran repelidos y mantenidos a raya, Guilliman permitió que los ejércitos del Imperio siguieran luchando. Sin embargo, por cada sistema que luchaba contra la oscuridad, había muchos más cuyos defensores estaban a punto de ser abrumados y no resistirían sin ayuda. Fueron a estas fuerzas las que Guilliman ordenó retirarse, dejando atrás a menudo solo una retaguardia que garantizara que su retirada pudiera lograrse sin mayores pérdidas. Miles de regimientos del Astra Militarum y naves de guerra dañadas huyeron de las zonas de guerra por las que habían sangrado y sufrido por proteger.

Algunos rechazaron sus órdenes, luchando hasta el final contra los terrores que asolaban sus mundos. Guilliman no pudo censurarles por ello. Sin embargo tampoco cedió, porque entendió que no podían saber cuán vitales serían estas fuerzas para la Cruzada Indomitus en su conjunto. Los mundos podían ser reconquistados. Los territorios podían ser recuperados y repoblados a medida que las flotas de las cruzadas avanzaran hacia las estrellas, pero derrochar los ejércitos del Imperio en una defensa desesperada en demasiados frentes no lograría otra cosa que ver morir desangrado al reino del Emperador. Así lo afirmó Guilliman; y eso se dijo una y otra vez a medida que ejércitos heridos y resentidos regresaban a Sol y sistemas periféricos fueron invadidos a su paso. Fue una tragedia, pero necesaria. Todo sería retribuido en sangre cuando comenzara la Cruzada Indomitus. Y debía comenzar pronto.

Primeros pasos[]

Cuando puso en marcha sus planes para la Cruzada Indomitus, Roboute Guilliman sabía que sería una empresa logística sin parangón. Muchos la vieron como el último y sombrío intento de la Humanidad para reforzar el esqueleto ruinoso del reino del Emperador. Además, la cruzada supondría una reunión de fuerzas a una escala y alcance que eclipsaría incluso cruzadas grabadas en la historia como la Cruzada Machariana o la pacificación de los Mundos del Sabbat. La Cruzada Indomitus requería héroes de visión y talento para liderarla. Requería flotas de naves de guerra, inmensos ejércitos de soldados de a pie y vehículos blindados de combate, caminantes de combate, ingenios de guerra imponentes, brujos-psíquicos y asesinos de élite. Se requería un plan audaz y decisivo, lo suficientemente robusto como para resistir la anarquía de la galaxia, pero lo suficientemente decisivo como para sacar al Imperio del borde del abismo. Pero sin coordinación, sin apoyo logístico, sin cajas de municiones, paquetes de medicamentos, raciones y combustible en cantidades casi inimaginables y redes de información fiables que mantuvieran a los Grupos de Batalla en movimiento, todo se malograría y fallaría.

De poco valor serían para el Imperio que las flotas de la Cruzada Indomitus se extendieran como un fuego salvaje, purgando herejes y demonios pero dejando a su paso nada más que ruinas ennegrecida. Con la Gran Fisura derramando sus energías impías a través del vacío y el velo más delgado que nunca, incluso los pasos seguros tradicionales del Imperium Sanctus no podían considerarse seguros o “detrás de las líneas”. A no muy tardar, los enemigos de la Humanidad resurgirían para amenazar a los mundos en la estela de las flotas. Si no se tomaban medidas para garantizar la seguridad de cada sistema, las líneas de suministro imperiales quedarían cortadas y la Cruzada Indomitus se disolvería con consecuencias catastróficas.

La marea de la Disformidad se enfureció, lo que hizo que incluso los saltos cortos fueran peligrosos. La red astrópatica que había servido al Imperio durante milenios se había fundido cuan sistema nervioso sobrecargado, y aquellos relés todavía funcionales estaban sobrecargados hasta el punto del colapso. Los canales de comunicación a los sistemas más allá de la Gran Fisura tuvieron que ser cortados por la fuerza para detener la marea de pesadillas que fluían hacia las mentes de los astrópatas. La burocracia ciclópea del Adeptus Terra se deshilachaba por sus costuras, ahogada en su propio papeleo contradictorio y dividida por herejías escriturales y guerras de pluma causadas por torrentes contradictorios de información sobrevenida.

Estos fueron solo un puñado de los factores que llevaron a Guilliman a establecer su Officio Logisticarum. Diseñó una rama completamente nueva y agresiva del Adeptus Terra con el mandato de ignorar todas las obstrucciones administrativas y garantizar que las flotas de la Cruzada Indomitus fuesen reunidas, suministradas, dirigidas y registradas a toda costa. Con el fin de darle un marco jurídico, el primarca emitió el Decreto Borachae; el Officio Logisticarum no solo estaría facultado para solicitar apoyo militar y protección hasta e incluyendo la asignación de regimientos procedentes de diezmos, sino que también se les proporcionarían fortalezas-eje para suministrar, apoyar y archivar las acciones de los Grupos de Batalla de la Cruzada Indomitus a medida que avanzaban.

Las Fortalezas-Eje[]

Las primeras fortalezas-eje se establecieron en los sistemas donde se reunieron las primeras floras de la Cruzada Indomitus. En el Sistema Sol, la luna contaminada de Ganímedes fue reclamada durante una operación de purga altamente clasificada encabezada por los Caballeros Grises.

Incluso mientras tenían lugar las últimas operaciones de purga, enormes ingenios de perforación se pusieron a trabajar, expandiéndose sobre los antiguos complejos de laboratorios del Adeptus Mechanicus, abandonados tiempo ha bajo la superficie. Las plataformas de defensa orbitales y los muelles fueron colocados en posición a medida que fortificaciones indomables se elevaron sobre la superficie de Ganímedes y hangares de almacenamiento de kilómetros de largo fueron excavados en su lecho de roca.

Cerca del núcleo de la luna, los sacerdotes del Dios-Máquina instalaron inmensos cogitadores e ingenios archivadores de datos, mientras que el Adeptus Astra Telepática santificó fortalezas gemelas en sus polos. Miles de adeptos de Officio Logisticarum inundaron los complejos de túneles y cámaras recién excavados en la luna. Los regimientos del Astra Militarum, algunos recién retirados de frentes de guerra en otras partes del Imperium Sanctus, ocuparon sus reductos, búnkeres y torretas de defensa. Las naves de guerra atravesaron amenazadoramente el vacío más allá de su envoltura orbital. Mientras tanto, las primeras oleadas de naves de suministros y petroleros se asentaron en sus muelles y los comunicados astropáticos inundaron sus canales vírgenes.

Ganímedes había sido totalmente transformada, renombrada como Fortaleza-Eje Aquila Adamant. Seguida rápidamente por Aquila Bellicos en el Sistema Gehenna y Aquila Furians en el Sistema Hastos, Adamant y sus hermanas formarían los primeros eslabones de las cadenas de suministro y comunicación que formarían la sombra de los grupos de batalla de la Indomitus a medida que avanzasen.

Para todos los señores de grupos de batalla existía la una orden permanente de asegurarse de que salían de las fortalezas-eje designadas, distribuidas por los sistemas y subsectores que reconquistaran; por supuesto, el pragmatismo, la fuerza de las circunstancias y los caprichos personales de estos oficiales altamente calificados significaban que no había dos exactamente iguales. Más allá de los sistemas de reunión, pocos grupos de batalla tenían el tiempo o los recursos para diseñar instalaciones como la Aquila Adamant. Sin embargo, todos tenían el deber de establecer bases para el reabastecimiento y comunicación astropática. Así que los mundos designados para ser reforzados se pusieron en servicio como fortalezas-eje, no pocas veces mientras los fuegos de la batalla todavía se extendían por sus superficies. Algunos mundos-fortaleza como Formidicha, Sattrochol y Haedes VII eran ideales para la tarea. Otros, como el desafortunado mundo Agrícola Mephistophores o el mundo Colmena infestado de Orkos de Olghyn II se vieron obligados a asumir sus nuevos roles por conveniencia. Peor aún fueron ejemplos como el Sistema Imori, donde el orgullo inflexible del Gobernador Lukaen Imori provocó que su planeta capital Imori Magnificus, devastado por la guerra, fuese designado como fortaleza-eje por encima del mundo-guarnición Imori Sufficius, más adecuado.

Aunque su naturaleza y su destino variaron mucho, era un testimonio de la visión de Roboute Guilliman de que las fortalezas-eje hubieran de surgir a raíz del paso de los grupos de batalla de la Cruzada Indomitus, y que su mera presencia fuera una medida intensiva de reparar las devastadas redes astropáticas del Segmentum. Solar y más allá. Era a través de los inmensos bancos de cogitadores de estos mundos y lunas fortificadas por las que fluía gran parte del tráfico de comunicaciones e inteligencia estratégica de las flotas. Era dentro de la arquitectura ciclópea de sus ingenios archivadores de datos donde se almacenaba el océano de comunicados, transcripciones de acción, misivas estratégicas, salmos binarios, series cartográficas, placas de órdenes de batalla y ​​otra información de los grupos de batalla. Roboute Guilliman no toleraría la ignorancia de edades anteriores que continuara en esta nueva Era Indomitus. En cambio, su Officio Logisticarum se aseguró de que cada detalle se registrara servilmente, acumulando rápidamente archivos de información tan inmensos y laberínticos que nadie salvo los especialistas en datos tenían alguna esperanza de navegar por ellos de manera efectiva.

Los Portadores de la Antorcha[]

Al tiempo que se daban los primeros pasos para la reunión de las Flotas de la Cruzada Indomitus, se reunieron y enviaron fuerzas especializadas a toda velocidad por toda la galaxia. Conocidas como Portadores de la Antorcha, se les encargó que se pusieran en contacto con Capítulos de Marines Espaciales específicos y que les proporcionaran el Regalo del Primarca: las tecnologías genéticas y los Magos Biologis necesarios para que dichos capítulos creasen sus propios Primaris. Las Fuerzas Operativas de los Portadores de la Antorcha comprendían por lo general naves pequeñas, rápidas y fuertemente armadas, guarnecidas con una mezcla de Hermanas del Silencio, Custodes de los Emisarios Imperatus y Escudos Grises Primaris del capítulo en cuestión como refuerzos. Estas escoltas se asegurarían de que su preciada carga llegara a su destino independientemente de las amenazas y sus destinatarios la pondrían rápidamente en uso.

A algunos se les asignaron Portadores de la Antorcha porque se sabía que se estaban acercando, si es que ya lo estaban, al borde de la extinción. Las fuerzas operativas enviadas a estos capítulos designados como “menguantes” tenían en primer lugar que localizarlos y determinar si aún luchaban en nombre del Emperador, para después comenzar a reponer sus fuerzas si así era. Si la tragedia ya había acontecido, entonces se seleccionaba un nuevo Señor del Capítulo de entre los Escudos Grises y se reconstituía el Capítulo, cuyo primer deber sería muy probablemente vengarse de aquello que hubiera exterminado a sus antepasados. Para la fuerza operativa enviada a localizar a los Ángeles Aparecidos, al principio parecía su misión sería esta última. Su mundo natal, Libethra, había sido abierto en canal por los Necrones de la Dinastía Maynarkh para envolverles en lava y no se encontraron rastros de hermanos de batalla que hubieran evitado la tragedia. Sin embargo, antes de que las fuerzas portadoras de la antorcha que se habían asentado sobre el cadáver de Libethra declararan extinto el capítulo, sus redes auspex y vox captaron leves signos de una feroz batalla que se desarrollaba en las profundidades del planeta. Aunque en otros registros se cuentan historias sobre la posterior batalla por la liberación de Libethra contra la amenaza necrona, de la alianza entre los portadores de la antorcha y los últimos remanentes de los Ángeles Aparecidos y de su renacimiento en medio del crisol de guerra, basta decir que el Regalo del Primarca marcó el comienzo de una nueva era para los Ángeles de Libethra.

Otros Portadores de la Antorcha fueron asignados a capítulos que, por razones de doctrina, herencia genética o circunstancias históricas, se esperaba que resistieran el legado del Regalo del Primarca. Era inaceptable, pero no increíble para Guilliman y sus asesores, que los capítulos más tradicionalistas o testarudos pudieran rechazar por completo la tecnología genética Primaris o la presencia intrusiva de los magos del Adeptus Mechanicus que les acompañaban. En tales casos, el complemento de Adeptus Custodes era generalmente mayor que el promedio. Su presencia no dejaba dudas de que esta bendición venía por la gracia del propio Emperador y que resistir su implementación era negar al señor de la Humanidad. Unas fuerzas así fueron enviadas a localizar los tres elementos navales de la flota de los Hijos de Medusa. Su resistencia residía en sus tres Clanes de Guerra: Lachesis, Mageara y Atropos. La semilla genética utilizada para crear sus refuerzos Primaris provenía de sus progenitores, los Manos de Hierro, y la visceralidad del Cisma de Moirae no había dejado ningún cariño entre ellos y los Hijos de Medusa. En tales circunstancias, la fuerza operativa enviada a localizar el Clan de Guerra Lachesis lo tuvo más fácil; se apresuraron a ayudar a los Hijos de Medusa en su batalla contra los Orkos del Racimo Dravus Cluster y lucharon junto a ellos durante un año completo, forjando lazos marciales que superaron todas las barreras. Sin embargo, aquellos asignados a las flotas de Mageara y Atropos se enfrentaron a desafíos mucho más allá de la resistencia de los Hijos de Medusa...

Se asignaron muchos Portadores de la Antorcha a esos capítulos demasiado distantes o de naturaleza demasiado móvil como para que entraran en el rango principal de las Flotas de la Cruzada Indomitus y no pocos tenían mundos natales más allá de la Gran Fisura. Otros, con nombres tan ilustres como los Ultramarines, los Templarios Negros y la Guardia del Cuervo, habitaban regiones alejadas de Terra o estaban dispersos por el vacío a bordo de flotas cruzadas. Los portadores de la antorcha asignados a estos últimos emplearon todos los activos que pudieran prestarles velocidad y eficacia. La mayoría se jactaba de tener múltiples unidades de las Hermanas del Silencio, pues su presencia tenía la intención de sofocar las tormentas disformes más feroces y ayudar a sus camaradas a capear por pasos desesperados a través de la locura del Cicatrix Maledictum. Algunos aumentaron aún más sus filas con Comerciantes Independientes, cuyos conocimientos espaciales y de rutas ocultas eran incalculables, astrópatas potentes para ayudar a establecer contacto con sus bases y hermandades de Caballeros Grises para evitar los peligros de interferencias maléficas en su misión.

Bandadas de Cuervos[]

Las Naves Negras eran conocidas y temidas en todo el Imperio como heraldos de perdición y liberación porigual. A estas ominosas naves y a las Hermanas del Silencio que las tripulaban les correspondía visitar cada uno de los mundos del Imperio y secuestrar a aquellos con el peligroso potencial de convertirse en psíquicos. Al cosechar mutantes tan peligrosos sin piedad, la Naves Negras secuestraban a cada vez más psíquicos potenciales hasta que sus bodegas con blindaje nulificador estaban llenas de su miserable carga. Luego volvían sus proas hacia el hogar, entregando su mercancía a Terra, donde los psíquicos alimentarían el apetito rapaz del Emperador o se someterían al agonizante ritual de unión del alma que les permitiría unirse al coro del Astronomicon o servir al Imperio de alguna manera como psíquicos sancionados. Con la apertura de la Gran Fisura, se había vuelto casi imposible para las Naves Negras continuar operando como lo habían hecho hasta entonces. Sin mencionar las que se habían perdido más allá de la grieta, las naves restantes se vieron obligadas a enfrentarse a turbulentas zonas de guerra dondequiera que viajaran, realizando incursiones en batallas planetarias para extraer su diezmo. Las Hermanas del Silencio eran guerreras formidables, pero reconocieron que esta situación no podía sostenerse. La solución llegó manifestada en las flotas de la Cruzada Indomitus. Si bien algunas Naves Negras continuaron surcando por sus viejas rutas y cosechando de la manera convencional, muchas más se desplegaron en las llamadas Bandadas de Cuervos, las cuales siguieron a los grupos de batalla. Como las aves carroñeras que se daban un festín con los restos de un ejército en campaña, las Naves Negras cayeron sobre los sistemas imperiales recientemente reconquistados y cosecharon una generosa recompensa de poblaciones depauperadas y tan aterrorizadas que obedecerían a las Hermanas del Silencio sin dudarlo. Así continuaron funcionando las Naves Negras, al menos por los sistemas reconquistados dentro del Imperio Sanctus, y así evitaron que el Trono Dorado y el Astronomicon flaquearan en esta hora.

Las Flotas de la Cruzada[]

A pesar de la tragedia, el sufrimiento y la lucha, la Cruzada Indomitus tomó forma. El genio logístico de Guilliman y su enfoque inquebrantable se centraron en la codificación y la asignación rápida de corredores viables por la Disformidad y puntos de reunión, y en absorber, procesar y resolver una avalancha de desafíos, desde el reabastecimiento y la reparación de naves hasta la moral y la provisión de personal médico. A pesar de la continua agitación del Inmaterium, la cual retrasó o devoró algunas naves de guerra entrantes, las fuerzas de la cruzada se reunieron mucho más rápido de lo que cualquiera salvo el propio Roboute hubiera creído posible. Puntos mandeville alrededor del perímetro del Sistema Sol, el Sistema Gehenna, y varios otros destellaron con una luz sobrenatural una y otra vez cuando las flotillas de naves se abrieron paso desde el espacio disforme para unirse al grupo; de hecho, tan grande fue la perturbación empírica por las constantes traslaciones que el Ordo Malleus planteó urgentes preocupaciones sobre desestabilización empírica y posibles brechas disformes a bordo de las estaciones de vigilancia que protegían la frontera del espacio profundo del sistema Sol. Como respuesta, se establecieron áreas de concentración en el vacío exterior del sistema. Se desplegaron escuadrones de Caballeros Grises en las estaciones de vigilancia y los fondeaderos navales. Sin embargo, el ritmo de la concentración no fue frenado.

El genio de Roboute Guilliman se demostró nuevamente cuando la mano de obra y el material continuaron inundando el sistema Sol y sus alrededores. Por cada nave de guerra que llegaba a la concentración, Guilliman había ordenado lo mismo a varios transportes de suministro, combustible, comida y barcazas de fabricación del Mechanicus. Superando por completo la burocracia establecida, Guilliman creó sus propios cuadros de facilitadores de élite, cuyo papel era garantizar un suministro adecuado y la organización de cada nave y soldado de la cruzada. Nombrado como el Officio Logisticarum, y conocido en todas las flotas como la Mano de Guilliman, este cuerpo tenía millones de almas fuertes, cuyos miembros habían sido extraídos de lo mejor que tenían el Administratum y Munitorum de Terra para ofrecer, y aún así apenas tenían los medios para la tarea. Quizás el Logisticarum hubiera fallado de no haber sido por las pautas férreas que Guilliman había establecido para la disposición de las flotas de las cruzadas.

La Cruzada Indomitus no sería una gran flota arrasando las estrellas como un brutal ariete. Más bien, la visión del primarca requería una reunión inicial de diez flotas. Estas se conocerían como Flota Primus, Flota Secundus, Flota Tertius y así sucesivamente, y cada una de ellas sería gobernado por un oficial con el rango supremo de Señor de la Flota. Cada flota era una fuerza mixta única, que comprendía elementos de las diversas facciones militares imperiales en un equilibrio dictado por Guilliman con la intención de operar y afrontar fines estratégicos de forma exlcusiva. Las flotas variaban enormemente en tamaño y composición. Aún así, incluso las más pequeños contaban con cientos de naves de guerra y el doble de naves de suministros logísticos, todos reunidos para facilitar el despliegue de innumerables miles de millones de combatientes, hombres y mujeres.

Guilliman sabía que esperar que flotas de tal tamaño operaran como fuerzas singulares y coherentes era poco práctico y un derroche. ¿Qué sentido tenía tratar de mantener juntas tan vastas aglomeraciones de potencia de fuego a través de los caprichos del espacio disforme solo para golpear cada nuevo sistema con una absurda superiorida? Incluso si las fuerzas imperiales reunidas no se interpusieran entre sí, aplastarían sin dudar a un solo enemigo por completo en cada caso,dejando que miles de otras amenazas quedaran sin respuesta. En lugar de arriesgarse a un suicidio operacionaly estratégico, Guilliman desglosó cada flota en varios grupos de batalla que se codificarían con alfanuméricos del alto gótico como Grupo de Batalla Alphus, Grupo de Batalla Betaris, Grupo de Batalla Cerastus, etc. Cada grupo de batalla sería una formación totalmente autosuficiente con sus propias naves de mando y un señor de grupo designado para dirigir su curso y acciones. Los jefes de grupo de cada flota sólo responderían a su jefe de flota, y por supuesto a Roboute Guilliman y los Altos Señores de Terra.

Los grupos de batalla seguirían su propio curso dentro de los movimientos de su flota, designando sus propias zonas de guerra y luchando sus propias campañas. Sus grandes movimientos estratégicos serían dictados por su jefe de flota, y podrían solicitar o suministrar refuerzos desde y hacia los otros grupos de batalla dentro de su flota; en la mayoría de los demás aspectos, cada grupo de batalla funcionaría como una fuerza autónoma, y la mayoría poseería el poder marcial suficiente como para conquistar grupos de estrellas enteros, aniquilar imperios xenos y ejecutar campañas a través de múltiples sistemas estelares a la vez. Por lo tanto, una Flota de la Cruzada Indomitus penetrando en un sector del espacio imperial no se parecería a la penetración de una lanza enorme, sino a las múltiples hojas de una legión de espadachines, apuntando su filo al manto de sombras que cubría el reino del Emperador.

Un tercer nivel de organización aún más granular fue incorporado a cada grupo de batalla: las Fuerzas Operativas. No se trataba de sub-formaciones existentes por derecho propio, sino más bien agrupaciones militares especializadas que podían reunirse por orden de un jefe de grupo. Las fuerzas operativas se formarían para la consecución de una sola tarea, después de lo cual sus elementos constituyentes volverían a su grupo de batalla y se fragmentarían nuevamente. Su objetivo era lograr la conquista de mundos o plataformas de defensa específicas, el envío de mensajes vitales a través de la inmensidad del espacio, la destrucción de enemigos específicos y cualquier otra tarea importante que se tuviera que lograr para garantizar el éxito del grupo de batalla. Ninguna fuerza operativa ha de mantener la misma composición, ya que su objetivo es concentrar el equilibrio correcto de activos imperiales en una sola fuerza para completar una sola tarea. Pero en la práctica, a medida que las flotas de las Cruzada Indomitus avanzaban por el Imperio, esto se convirtió en la norma, de tal forma que las fuerzas operativas especialmente exitosas permanecieran juntas en campañas largas, construyendo lazos de lealtad entre sí que duraron vidas.

Existía otro deber que Guilliman tenía en mente para con sus fuerzas operativas, y era crucial. Incluso mientras continuaba la gran concentración, hizo que los señores de flota seleccionaran fuerzas especiales de élite de entre las filas de sus guerreros asignados. Cada una de estas fuerzas operativas se unió a un complemento de Hermanas del Silencio, al menos un escuadrón de Adeptus Custodes, y un cónclave de Magos Biologis que portaban botes sellados y protegidos y muchas máquinas extrañas de aspecto arcano. Las Hermanas del Silencio estaban allí para hacer retroceder las tormentas de disformidad que asolaban el espacio real y ayudar a las naves de sus fuerzas operativas a atravesar el Imperio de manera rápida y comparativamente segura. Los Adeptus Custodes eran enviados del propio Guilliman, hablando con la autoridad tanto del primarca como del Emperador para garantizar que las fuerzas operativas no se encontraran con la resistencia de algún cuerpo imperial. Finalmente, los sacerdotes del Adeptus Mechanicus estaban allí para entregar su carga, la semilla genética y las tecnologías necesarias para que sus Capítulos de Marines Espaciales asignados aceptaran el milagro Primaris de Belisarius Cawl. A menudo acompañados por hermanos de batalla despiertos de la Fundación Ultima, destinados a unirse a las filas de los Capítulos objetivo, estas fuerzas especiales se apresuraron en la oscuridad incluso mientras las flotas terminaban sus preparativos. Serían conocidos como Portadores de la Antorcha en un Imperio asediado, y llevarían las bendiciones de los Marines Espaciales Primaris a los Capítulos más remotos, asediados (Cicatrices Blancas, Lobos Espaciales  y Ultramarines) y, en algunos casos raros, a los Capítulos más recalcitrantes o peligrosos (Ángeles Sangrientos y Ángeles Oscuros).

Por venganza y reconquista[]

A pesar de todos los esfuerzos de Guilliman y su Officio Logisticarum, las primeras flotas de la Cruzada Indomitus requirieron tiempo en soltar velas. Al final, fue la Flota Tertius la primera en correr a la acción, ocurriendo varios días antes de tiempo debido al inicio de una Cruzada de Masacre de Khorne que fue detectada abriéndose paso a través del caliente espacio imperial hacia el sistema Sol. La señora de flota Cassandra VanLeskus buscó y adquirió el permiso expreso de Roboute Guilliman para movilizarse de inmediato contra esta nueva amenaza; prometió que los sirvientes de los Dioses Oscuros recibirían una demostración inmediata y espectacular de la venganza imperial que se avecinaba sobre ellos.

Los detalles de la Batalla del Brazo Machorta están grabados en otra parte; es suficiente decir que sirvieron como prueba de concepto de todo lo que Guilliman había pretendido que fuera sus flotas de cruzada. Los grupos de batalla Alphus, Betaris, Delphi, Haephestus y Lambdax de la Flota Tertius se lanzaron de cabeza contra una invasión hereje que abarcaba varios sistemas. A pesar de las diferencias y dificultades iniciales entre varios de los brazos más dispares de la máquina de guerra imperial, Lady VanLeskus lideró una aplastante victoria sobre los sirvientes de Khorne.

Así fue que la Flota Tertius se lanzó desde sus puertos hacia los anales de la gloria imperial. Siguiendo el gran plan estratégico de Guilliman, los grupos de batalla de la flota Tertius avanzaron hacia la oscuridad, con el objetivo de pasar por el Segmentum Pacificus y luego rodear los vastos territorios del Segmentum Tempestus. La Flota Secundus partió después, encabezada por las unidades de hermanas de batalla del Cáliz de Ébano y Nuestra Señora Mártir por igual, apuntando las proas de sus naves de guerra directamente hacia el Ojo del Terror. Sería deber de la Flota Secundus navegar como un puño las fauces del Segmentum Obscurus, ordenando a sus grupos de batalla a mantener una dispersión firme y un rumbo determinado, y no permitir que nada frenara el impulso de su contragolpe. Era una tarea peligrosa, ganándose rápidamente el apodo de la Senda de los Mártires, pero era el tipo de ofensiva audaz y agresiva que la Humanidad tenía que lanzar para ganar tiempo, estabilizar el Imperium Sanctus y asegurarse de que no fuera desbordado por completo.

Solo una vez que Roboute Guilliman estuvo seguro de que los engranajes de concentración y partida hubieron ganado su propio e imparable impulso, que el Officio Logisticarum pudo operar sin su supervisión directa y que la resistencia localizada a sus planes fue completamente aplastada, cuando se permitió dirigir operaciones en persona. Y así sucedió que la Flota Primus dejó el sistema Sol en tercer lugar, llevándose consigo el mayor complemento de guerreros de la Fundación Ultima, los llamados Escudos Grises, así como al propio Archimagos Cawl, a bordo de su poderosa macro barcaza, la Zar Quaesitor. La Flota Primus comprendía los grupos de batalla más individuales de cualquier flota de la Cruzada Indomitus, y no partió en un solo momento, sino que se dividió en varias puntas de lanza que se fracturaron aún más cuando abandonaron Terra. Dondequiera que los grupos de batalla de la Flota Primus se lanzaron a la lucha, estos hicieron retroceder a las hordas de herejes y xenos que amenazaban con consumir a la Humanidad, volviendo a encender las balizas del Imperio y dejando rastros de escombros espaciales y montañas de enemigos muertos a su paso.

Así continuó, con la reunión de nuevas flotas de acuerdo con las órdenes de Roboute Guilliman antes de partir hacia la oscuridad del Imperio en guerra. La Cruzada Indomitus no era una fuerza para conquistar la galaxia como lo había sido la Gran Cruzada. Más bien era un esfuerzo desesperado y decidido que, si tenía éxito, podría garantizar la supervivencia del Imperio más allá de los días oscuros de la Gran Fisura. Así comenzó la Era Indomitus, y con ella el último y furioso intento de la Humanidad por sobrevivir al odio de los Dioses del Caos. Se sabe que la Cruzada Indomitus logró cruzar la Gran Fisura y alcanzar Baal en el momento en que los Tiránidos desplegados por la Flota Enjambre Leviathan se disponían a destruir el último perímetro defensivo levantado por los Ángeles Sangrientos y sus Capítulos Sucesores. Tras muchas batallas, Baal quedó libre de la amenaza xenos, y se emprendió una gran reconstrucción tanto del planeta como del Capítulo, pues los hijos de Sanguinius eran muy necesarios en otros lugares.

Su fin llegó cuando Guilliman se vio obligado a acudir de vuelta a Ultramar para enfrentarse a la corrupta Guardia de la Muerte y su Primarca Demonio Mortarion.

Operaciones militares[]

Los primeros meses de este esfuerzo militar sin precedentes se concentraron en capturar los llamados "Nexos Disformes" cercanos a Terra. De los ocho solo uno, Vorlese, estaba en manos del Imperio cuando comenzó la guerra.

Después de la confusión desatada por la apertura de la Gran Fisura, las rutas disformes establecidas se vieron gravemente interrumpidas. Varios nexos importantes desaparecieron, aislando mundos previamente estratégicamente vitales, mientras que otros nuevos se formaron. Algunos de estos ya eran importantes, otros remansos. Usando sus artes de adivinación, las fuerzas de Abaddon atacaron los ocho sistemas que tenían la mayor confluencia de rutas basándose en el razonamiento, supusieron estrategas posteriores, de encerrar a las flotas del Imperio y obligarlas a tomar rutas más lentas y peligrosas a través del Inmaterium.

Tras la exitosa defensa de Vorlese por parte del Adeptus Custodes, Roboute Guilliman decidió retomar tantos de estos sistemas vitales como fuera posible. La Flota Quintus debía partir primero bajo el mando del Señor de Flota Lord Tronion Prasorius. Su misión era retomar Lessira, en las profundidades del sur del Segmentum Solar. La Flota Tertius estaba marcada para partir poco después bajo la dirección de la Señora de Flota Lady Cassandra VanLeskus hacia Olmec, un mundo en gran parte abandonado durante milenios. Debían operar rápidamente, mientras que las fuerzas de Abaddon el Saqueador estaban distraídas por el ataque directo de la Flota Secundus al Ojo del Terror. Solo cuando estos dos mundos fueron retomados zarpó Guilliman, conduciendo a la Flota Primus contra Gathalamor, un mundo cardinal y santuario crucial al suroeste galáctico. La estrategia era tomar los nexos en un arco desde el oeste al este galáctico, lo que permitiría un rápido despliegue de grupos de batalla en múltiples sectores. Estos habrían reforzado el espacio dominado por el Imperio mientras purgaban la presencia enemiga de las regiones más tranquilas del Imperium Sanctus, permitiendo a la humanidad recuperarse de los terribles golpes de la Gran Fisura, los Días de la Ceguera y el ataque del Señor de la Guerra por toda la galaxia.

Por desgracia, los planes no sobreviven por mucho tiempo en la vorágine de la guerra.

Reestructurando la estrategia[]

Los primeros signos de que algo iba muy mal llegaron con los numerosos contratiempos de la Flota Quintus, incluidos plagas, desastres logísticos y sabotajes. Un asalto desde el Ojo del Terror hacia el sistema Hydraphur, la base principal de la Armada Imperial en el noroeste galáctico, amenazó con ensanchar la Gran Fisura en una zona espacial inestable, en el corazón del Segmentum Solar. Con la Flota Quintus retrasada y el ataque de Tertius contra Olmec pospuesta para permitir que la flota de VanLeskus se enfrentara esta nueva amenaza, la estrategia de Guilliman pendía de un hilo. De hecho, la partida de Quintus se pospuso sine die. Tertius fue enviada rápidamente hacia Hydraphur. Le seguiría la Secundus, comenzando su lento Camino de los Mártires. Por su parte, Guilliman se preparó para tomar Gathalamor, sin el cual toda la cruzada podría detenerse por completo.

Aunque se infligieron muchas bajas a la Flota Primus, Gathalamor fue retomada y, a partir de entonces, la Flota Primus se dividió, desplegándose rápidamente a través de los Segmentum Tempestus y Pacificus, con el propio grupo de batalla de Guilliman girando hacia el norte para aprovechar las nuevas de que el Imperio resistía en la zona Nihilus.

Mientras tanto, la Flota Tertius se dirigió hacia el sur, estabilizando los sistemas a medida que avanzaba y tomando Olmec. La Flota Quintus partiría tiempo después, pero el premio de Lessira le fue negado por elementos de vanguardia de la Flota Tertius. Los movimientos iniciales de Guilliman se habían logrado, por lo que a los ojos de la historia, las primeras etapas exitosas de la cruzada ocultaron el desastre que casi le sobrevino.

Octarius estalla[]

(en construcción)

Intervención en Charadon[]

(en construcción)

Guerras de Plaga[]

(en construcción)

Situación actual[]

Antes de la Batalla de Iax/Pestiliax, punto climático de las Guerras de la Plaga, el Lord Comandante Guilliman menciona explícitamente al Tetrarca de Ultramar Decimus Androdinus Felix que, con objeto de cruzar al Imperium Nihilus, deben usar el Paso Attilano: un cruce temporal relativamente cerca del planeta Attila, hogar de los Rough Riders. Se desconocen si han logrado su objetivo o de hacerlo, con qué fuerzas.

El Consejo Exterra[]

El Consejo Exterra se formó cuando comenzó la Cruzada Indomitus y sus miembros sirvieron como representantes de los Altos Señores de Terra en la Flota Primus del Lord Comandante Guilliman. Estarían presentes durante cualquier reunión de alto rango que Guilliman supervisara y se aseguraron de que se hablara por los intereses de sus respectivos señores y de la organización en su conjunto. Sus miembros son, a saber:

Orden de Batalla[]

Flota Primus[]

El alto mando de la Flota Primus se compone de Roboute Guilliman, Belisarius Cawl, Isaish Khestrin, Señor de la Flota y Jermaine Gunthe, logister veterano. Acompañándolos se encuentran, entre otros, Qvo-87 y Alpha Primus, los siervos de Cawl, y los "Cuatro Fundadores" del Logos Historica Verita: Fabian Guelphrain, Solana de Marte, Deven Mudire y Viablo. Maldovar Colquan es Tribuno Stratarchis Actuarius del Adeptus Custodes, mientras que Illiyanne Natasé es una Vidente y enviada de Eldrad Ulthran.

  • Grupo de Batalla Alpharis - Su nave de mando es la Amanecer de Fuego, un acorazado clase Retribución (nota: nave hermana de la Abrazo de Fuego). Otras naves incluyen la Zar Quaesitor, el Arca Mechanicus de Cawl.
  • Grupo de Batalla Dominus - Entre sus activos navales destaca el 12º Cuerpo Aéreo Seqqan.
    • Fuerza Operativa XIX. 
  • Grupo de Batalla Erastus - Al mando de Dannych Silurcas Io V. Su nave insignia es la Lanza del Vacío, un crucero de ataque de los Novamarines. Fue enviado a aplastar los cultos guerreros herejes del Subsector Ispolin, los cuales habían creado una brecha disforme y desatado legiones de demonios en los sistemas al norte galáctico de Terra. Su alto mando se compone de:
    • Capitán Tyvo Gallemnus, 3ª compañía de los Novamarines.
    • Capitán Marius Venatoris, 5ª compañía de los Hijos de Orar.
    • Codiciario Thaddeus Agrippan y Capellán Anthonis Decius de los Ultramarines.
    • Princeps Senioris Serena Bosphus.
    • Archimagos-Aquisatoris Quex Tacheon.
    • Archi-brigadier Pomoroch Knott, de la 55ª Blindada Storviana.
    • Comandante de Aire Bethavyn Mardour, de la 13ª Aeronáutica Astoran “Brigantes”.
    • Lord-Obgligarcha Marhett Shemjj, de los 1452-1461º. de Infantería Pesada Ptorryx.
    • Tempestor Prime Yannik Mosweald, del 44º. de Centauros Alphic.
    • Vicealmirante Lucretia DeSalvamor Allouencia Siau de la Navis Imperialis.
  • Sus fuerzas navales y terrestres se componen de:
    • Barcaza de batalla Honor Implacable de los Hijos de Orar, 4 cruceros de asalto y 9 fragatas clase Gladius del Adeptus Astartes.
    • 3 acorazados, 8 cruceros, 4 escuadrones de fragatas y 41 macro-transportes de la Navis Imperialis.
    • Ark Conquesitus Olympus del Adeptus Mechanicus (capacidad de despliegue de Titanes).
    • 2 fuerzas de ataque de los Novamarines, 3 de los Hijos de Orar y 1 de los Ultramarines.
    • 3 Manípulos de la Legio Invigilata.
    • Fuerza exploradora del Adeptus Mechanicus Tacheon U/X/34.
    • 10 Regimientos de la 55ª. Blindada Storvian.
    • 6 Regimientos de la 13ª. Aeronaútica Astoran “Brigantes”.
    • 23 Regimientos de Infantería Pesada Ptorryx (artillería adjunta).
    • 44º. Regimiento de Centauros Alphic.
  • Grupo de Batalla Faustus.
  • Grupo de Batalla Gathal.
  • Grupo de Batalla Irasmus.
  • Grupo de Batalla Justus - Al mando de Kalenchkin.
  • Grupo de Batalla Kallides - Al mando de Kaspar Marius Todoric Marran. Su nave insignia es la Martillazo, un acorazado clase Graia. Otro activos navales destacables son el acorazado clase Apocalipsis Triunfo y el crucero inquisitorial Sombra del Paladín. Fue enviado a investigar el Subsector Nephilim, al sur galáctico de Badab y Nocturne, donde se había levantado una Zona de Silencio. Su alto mando se compone de:
  • Sus activos terrestres se componen de:
    • Misiones de la Orden de Nuestra Señora Mártir y de la Rosa Ensangrentada
    • Fuerza Operativa VII.
    • Fuerza Operativa XI - No se ha realizado un informe de las fuerzas que compusieron la Fuerza Operativa XI, debido a lo apresurado de su formación y el desorden en los primeros estadios de la campaña del Nexo Paria. También se debe a los desafíos logísticos y burocráticos de la propia Cruzada Indomitus. Muchos elementos de las Fuerzas Operativas y Grupos de Batalla se perdieron en la Disformidad de camino a las zonas de guerra. Navíos individuales y refugiados de toda la galaxia se encontraron con las Fuerzas Operativas y pasaron a formar parte de estas. A otras se les otorgaron misiones adicionales que nunca fueron notificadas, por error o deliveradamenre. Aquellas flotas y grupos que existían con el paso del tiempo no se parecían en lo más mínimo a las que partieron de Terra, pues algunos de sus miembros fueron destruidos, y nuevos se les unieron. Muchas fuerzas del Adeptus Astartes se han unido y separado a voluntad, al igual que ha ocurrido con el Adepta Sororitas, Adeptus Mechanicus y las Casas de Caballeros. La siguiente lista se redactó aproximadamente siete meses después del inicio de la Campaña de Argovon. Entre sus activos navales está el Acorazado clase Oberon Hado de Sus Enemigos. Su alto mando se compone de:
      • Alto Mariscal de Campo Janred Remko Hynflaager, Mayor General Oyer Valdu y Teniente Comandante Hansk Yurne.
      • Canonesa Preceptora Gizella de la Orden del Corazón Sangrante y Canonesa Preceptora Celiya de la Orden del Sudario de Plata.
      • Barón Polonius de la Casa Terryn, Lady Rozalind de la Casa Boros, y Barinesa Maryanna de la Casa Miranor.
      • Archimagos Arqueologor Akuminor Xor de Marte, Tecnosacerdote Dominus, y Barón Pendrus de la Casa Vulker.
      • Capitán Nasiem bal Tergu de los Custodios de Tomos, Capitán Xiopa Ahiutz de los Jaguares de Obsidiana, Teniente Auxitius Palamas de los Lanzas Atlantes, y Capitán de la Guardia Argustus Kastor del Fuerte de la Guardia Presciencia.
      • Inquisidor del Ordo Xenos Allexei Macara, Inquisidor del Ordo Machinum Selen Thakra y Inquisior del Ordo Astra Tholome Marcs.
      • Almirante Ashenzar Kinra (Nave capital: Acorazado clase Oberon Perdición de Sus Enemigos, conocido coloquialmente como "La Perdición") y Comodoro del Aire Lord Balak Surpara (Comandante de los elementos de las Fuerzas Aéreas).
    • Entre sus activos navales y terrestres encontramos:
      • Infantería
        • 27 regimientos de los Vuxorian Venators.
        • 3 regimientos de Soldados de Asalto de Cadia.
        • 15 regimientos de Guerreros de Hierro de Valhalla.
        • 23 compañías de Tritones Haeposianos.
        • 41 regimientos de Capuchas Rojas de Miasma.
        • 19 compañías de Patrulleros Sashani.
        • 4 rangos de Exploradores del Hielo de Anvarsian.
        • 32 regimientos de Nunciar Chevlariks.
        • 26 grupos de sabotaje de los Expedrinos de Vastadt III.
      • Artillería
        • 6 regimientos de Cañoneros de Chancyllia.
        • 11 regimientos de Carronadas de Dremia.
        • 14 regimientos de Escorpiones de Formund.
        • 37 baterías de los Sabuesos Explosivos de Xomoni.
        • 22 regimientos de Catapultas de Klinghaya.
        • 19 huestes de Trabucos Sarronicanos.
      • Blindados
        • 32 regimientos de los Cuerpos Blindados de Touzen.
        • 4 regimientos de Husares Pretorianos.
        • 9 regimientos de los Cabezaengranajes de Sondora.
        • 12 estamentos de los Dragontinos Ejemplares.
        • 27 puntas de lanza de los Atronadores de Lascareen.
        • 15 regimientos de Caballería Nuncia.
      • Otros
        • 213 formaciones de huestes censoras.
        • Un número desconocido de peregrinos de Foronika el Valiente.
        • cerca de 2.000 batallones de fe de los Creyentes de Argolish.
        • 47 escuadrones de Hostigadores de Iason.
        • 389 brigadas de la milicia de Argovon.
        • 14 regimientos de brutos de los Auxiliares Ogretes de Tagax XIII.
        • 219 batallones de los Montaraces de Hishrea.
    • Fuerza Operativa XIV.
  • Grupo de Batalla Noctus - Al mando de Le Vorne. Fue enviado a Armageddon con una misión conocida solo por él y sus asesores más cercanos.
  • Grupo de Batalla Orphaeus - Al mando de Lord Kseyvorn. Participó en la Batalla de Gathalamor.
  • Grupo de Batalla Praxis.
  • Grupo de Batalla Retributus -
  • Grupo de Batalla Tarsus -

Flota Secundus[]

La Flota Secundus, al mando del Señor de la Flota Rasmatin Olythaddeus Samil y cuya nave insignia es la Tronante, se enfrentó a muchos de los conflictos más angustiosos durante las primeras etapas de la Cruzada Indomitus. Sus grupos de batalla habían sido comprometidos a una ofensiva directa hacia el Ojo del Terror y, enfrentados a los horrores generados por la Disformidad y una resistencia cada vez mayor, su ruta pronto se conoció como el Camino de los Mártires. La fe es un cultivo que se riega mejor con sangre, y mientras Secundus luchaba con uñas y dientes para avanzar, sus filas se llenaron de fanatismo, extremismo e historias de lo sobrenatural y lo milagroso. Las manifestaciones antinaturales, los secretos oscuros y los misterios horripilantes no se circunscribieron a las primeras tres flotas. A medida que avanzaban aún más hacia una galaxia deformada por la apertura de la Gran Fisura, innumerables grupos de batalla a lo largo de las flotas informaron de fenómenos inquietantes, presagios extraños e historias imposibles.

  • Grupo de Batalla Betaris - Al mando de Lhazarus Shaen. Cuenta con 52 activos navales, 294 terrestres y 6 nivel acceso bermellón. Uno de los activos navales es la Ma-tahe de los Carcharodones, similar a un Crucero de Asalto. Su primera directiva de operaciones fue la Ofensiva de Hydraphur.
  • Grupo de Batalla Erastus - Su activo más notable es la Cruzada Heimdel de los Templarios Negros, al mando del Mariscal Gheidon.
  • Grupo de Batalla Faustus - Al mando de Elena Dhaur-Carriadh. Cuenta con 67 activos navales, 326 terrestres  y 22 titanes de diferentes clases. Su primera directiva de operaciones fue la Purga de Thranx. Según la Entrada 217, cuando el Grupo de Batalla Faustus insertó a sus elementos del capítulo de los Minotauros, con el apoyo del 18º. de Incursores Vanstarianos y una lanza de caballeros de la Casa Griegoris en el Sistema Bosphori, estos se separaron del grupo principal para formar la Fuerza Operativa Faustus III. Fueron enviados a recuperar los muelles espaciales sobre Bosphori Deo, los cuales se encontraban en manos de los Mil Hijos. Dado que continuaron las acciones ofensivas en el teatro de Bosphori Deo, se enviaron solicitudes de refuerzos al Jefe de Grupo Dhaur-Carriadh. Mientras tanto, llamó la atención del mando del grupo de batalla que Darian Pellor, un presunto psíquico renegado de clase Alfa y conocido como El Profeta Rucio, líder de un Culto del Caos llamado Devotos del Rucio, había tomado el poder de las instalaciones mineras del sistema Bosphori, dentro del Cinturón Machaviano. Con la mayoría de los activos del grupo de batalla involucrados en una sagrada purga de las abominaciones de Bosphori Praxmial y Bosphori Agemnus y la guerra espacial en el Brazo Calyopean, había pocas fuerzas de reserva disponibles. Se detectó más actividad psíquica anómala durante las operaciones de combate en curso en Bosphori Praximal, concretamente en las estribaciones de la Cordillera Stecchan, el frente de Kasmor y los distritos ribereños de la Colmena Lucian, contra fuerzas herejes de élite. La coronel Majhuraat redistribuyó al resto de sus Psíquicos Wyrdvane a esos teatros y redobló los regímenes de oración en respuesta, amén de repetir sus solicitudes de despliegue de las misiones de reserva del Adepta Sororitas en la Cordillera Stecchan y los distritos fluviales. Sin embargo, el mando del grupo de batalla fue informado por [CENSURADO] de que Darian Pellor había despertado a un verdadero [CENSURADO] en algún lugar dentro del Cinturón Machaviano. Si era así, representaba una amenaza para la totalidad del Grupo de Batalla Faustus y para la parte del mismo que ejecutaba la Directiva de Purga Thranx. El Jefe de Grupo Dhaur-Carriadh, asesorado por la Canonesa Justyne, el capitán de los Minotauros Ulrech, el Vicealmirante de la Armada Imperial Graeves y [CENSURADO] concluyeron que en ese momento la solicitud de refuerzos por parte de la Fuerza Operativa Faustua III debía denegarse a favor de la formación de la Fuerza Operativa Faustus IV. La Fuerza operativa Faustus IV sería dirigida por Justyne con [CENSURADO] actuando con una capacidad [CENSURADO]. Su orden de batalla incluyes las 86°. de Serpientes Délficas, la Fuerza de Ataque Abretch de los Minotauros, tres escuadrones de [CENSURADO], 3 servidores de combate del Adeptus Mechanicus bajo el mando del Magos-Abjuratis Phetturclak y una Comandancia de la Orden de Nuestra Señora Mártir, junto con elementos de apoyo y espaciales. En total, las bajas aproximadas del grupo de batalla en ese momento eran del 26% y escalando. Los refuerzos prometidos por el Grupo de Batalla Erastus acumulaban dieciséis días de retraso sideral; la posibilidad de un evento disforme catastrófico se estimaba en un 53% de probabilidades.
    • Fuerza Operativa III.
    • Fuerza Operativa IV.
  • Grupo de Batalla Irasmus - Al mando de Asmos Koridan Strech. Cuenta con 47 activos navales, 321 terrestres, 5 titanes de diferentes clases y 1 nivel acceso bermellón. Su primera directiva de operaciones fue la Ofensiva de Bastioch.
  • Grupo de Batalla Justus - Al mando de Sanctifica III. Cuenta con 102 activos navales, 207 planetarios y 13 de clase Sanctifica. Su primera directiva de operaciones fue la Ofensiva de Armageddon.

Flota Tertius[]

Al mando de Cassandra VanLeskus, su rumbo original le llevaba hacia Olmec, en la zona occidental del Segmentum Solar, pero la Cruzada de Masacre le hizo ir hacia el oeste, hacia Vorlese y desde ahí hacia el noroeste, hasta Hydraphur, y finalmente el Brazo Marchota. Su nave insignia es la Precept Magnificat, un acorazado clase Oberon. Su alto mando se compone, entre otros, de Vitrian Messinius, capitán de la 10ª. Compañía de los Cónsules Blancos y teniente de la Flota Tertius. También se halla un contingente de los Hijos de  Guilliman, en el que destacan Areios (teniente), Thothven (sargento), Dessnius (tecnomarine), Ganniv (capellán) y Khesvinall (apotecario), todos de la 1ª. Compañía de la 1ª. División.

  • Grupo de Batalla Alphus - Su activo naval principal es la Precept Magnificat.
  • Grupo de Batalla Betaris.
  • Grupo de Batalla Delphi - Entre sus activos terrestres destaca una corte exaltada de la Casa Krast.
  • Grupo de Batalla Erastus.
  • Grupo de Batalla Faustus - Entre sus activos destaca la 6ª. Compañía de los Cicatrices Blancas.
  • Grupo de Batalla Haephestus - Dirigido por Maastren Gnoxx. Su nave insignia es la Intolerante, un Acorazado clase Retribución. El alto mando del Grupo de Batalla se compone de:
  • Sus activos navales son, entre otros:
    • 4 Acorazados.*
    • 12 Cruceros.*^
    • 9 Escuadrones de Fragatas.^
    • 2 Cruceros de Ataque del Adeptus Astartes: la Espada Argéntea* y la Fantasma de Threnna.^
    • 26 Macrotransportes de tropas.^
    • 1 Barcaza de Guerra de Adeptus Mechanicus: la Veracitus.
    • 1 Macrotransportador del Adeptus Mechanicus con 6 fortalezas de desembarco.*
    • 3 Catedrales de Invasión del Adepta Sororitas.*
    • 1 Nave de guerra inquisitorial de la clase CENSURADO: la CENSURADO.^
  • Sus activos terrestres son, entre otros:
    • 9 Regimientos de Pretores Vusillianos (blindados/artillería).
    • 14 Regimientos de los Violentos de Gattakar (10 de infantería / 4 aerotransportados).^
    • 3 Lanzas de Caballeros de la Casa Hawkshroud.
    • 1 Preceptorio completo de la Orden del Cáliz de Ébano.
    • 4 Comandancias adicionales del Cáliz de Ébano.*
    • 10 Manípulos de Skitarii de Metalica y manípulos de apoyo adjuntos.
    • 1 Fuerza de Ataque de Dragones Negros.*
    • 1 Fuerza de Ataque de los Exorcistas.^
    • Fuerza indeterminada de Escudos Grises.^
  • Las entradas marcadas con este símbolo aportan elementos actualmente a la Fuerza Operativa IV del Grupo de Batalla Haephestus de la Flota Tertius.
    ^ Las entradas marcadas con este símbolo aportan elementos actualmente a la Fuerza Operativa II del Grupo de Batalla Haephestus de la Flota Tertius.
    ** Unidades de apoyo logístico registradas en placa de datos secundaria. Por favor, solicítela al coro de espíritus de datos para obtener más información.
    • Fuerza Operativa II.​​​​​​
    • Fuerza Operativa III.
    • Fuerza Operativa VI.
  • Grupo de Batalla Lambdax.
  • Grupo de Batalla Santa Aster, luego Iolus - El Grupo de ataque Santa Aster era en origen un componente de la Flota de Batalla del Sector Machorta, una división de la Flota de Batalla Pacificus, que operaba desde Hydraphur. Tras la llegada de la Flota Tertius a dicho mundo, fue absorbido por VanLeskus como un grupo de batalla independiente. Su alto mando se compone de:
    • Eloise Athagey - Comodora y jefa de grupo
    • Finnula Diomed - Teniente primera y comandante de nave.
    • Semain - Teniente segundo.
    • Basu - Teniente tercero.
    • Gonan - Teniente séptimo.
    • Hainkin - Teniente séptimo, tercer turno.
    • Sorenkus - Commisario-Navis
    • Szezolas - Lord Navegante.
    • Barandus - Episcopus
    • Scolos EvHaverad - Navegante.
  • Sus activos navales son, en el momento central de la Campaña de Machorta:

Flota Cuartus[]

La Cuartus se encuentra al mando de Trincus Abconcis. Su deber era dividirse y avanzar hacia el este y el oeste galácticos del Sistema Sol, para asegurar y fortificar los sistemas ya barridos por los grupos de batalla de otras flotas de la Cruzada Indomitus, purgando al mismo tiempo las regiones vecinas del espacio de cualquier elemento hostil persistente. Sin embargo, ya desde el inicio de su misión se encontraron con numerosos problemas relacionados con el viaje disforme y con derrotas o campañas demasiado largas, ganando la fama de ser una flota maldita al igual que la Quintus.

Fue en esta situación que la Inquisidora Emagna le ofreció a Abcondis un trato: la Inquisidora le ofrecería el poder del Motor Coral de Malakbael a cambio del apoyo y autoridad de Abcondis. Lo que al principio pareció una bendición, pues el Motor Coral permitió establecer buenas comunicaciones y debilitó a los aliados disformes de las fuerzas caóticas, se convirtió en su perdición en la campaña de las Arcas del Augurio, pues Angron y sus Devoradores de Mundos se propusieron como objetivo destruir el motor.

Lo que siguió fue un ataque a gran escala por parte de los traidores al Sistema Malak. Aunque la Flota Cuartus se reunió en un gran número, tan alto que casi parecía el día en que partió del Sistema Sol, los Devoradores de Mundos consiguieron llegar hasta el planeta Malakbael. Aquí, Angron consiguió llegar hasta el Motor Coral y destruirlo, desatando una oleada psíquica conocida como la Maldición Asesina, que enloqueció a todos los imperiales a los que alcanzó a lo largo de numerosos sectores. Entre las bajas ocurridas en el Sistema Malak y que el 80% de los Grupos de Batalla Alphae, Betaris, Dominus, Forthrax, Irasmus, Jovia y Kilox sucumbieron a la Maldición Asesina, la Flota Cuartus al completo fue declarada Excommunicatis Traitoris.

  • Grupo de Batalla Alphae - El Grupo Alphae fue designado por Abcondis como principal defensor del Sistema Malak, donde se enfrentaron a los Devoradores de Mundos.
    • Fuerza Operativa IV - Enzarzados en una guerra de desgaste con los Guerreros de Hierro en Schvëddor II, lograron superar a sus enemigos gracias a que el Motor Coral aumentó los poderes de los psíquicos imperiales.
  • Grupo de Batalla Betaris - Al mando de Aquilant Ignacious Pell desde su nave insignia Crucero de Batalla clase Marte Grito de Ira. Fue otra de las fuerzas que se reunieron para la protección del Sistema Malak, siendo destruida por los hechos que ocurrieron tras el conflicto.
  • Grupo de Batalla Cerastus - Al mando de Leania Qi. Entre sus activos navales destaca el Espada del Juicio, un acorazado clase Victoria, cuya historia es singular. En la marca Quartus-Cerastus 116 se le da por perdido mientras realizaba una traslación a la disformidad ante un choque inminente con otra nave durante la Batalla del Estrecho de Karseyn. En la marca QC 149 la Fuerza Operativa III de este grupo inicia la invasión de Traygar, un mundo tomado por los orkos. Durante el desembarco, una flota xenos sale del espacio disforme y avanza hacia fuerzas imperiales. Entonces un acorazado clase Victoria sin identificar la intercepta y le produce graves bajas; Traygar es recuperada para el Imperio. El acorazado ignora los intentos de comunicación y no se localizan sus puntos de entrada/salida, pero los psíquicos logran escuchar himnarios. En la marca QC 182 la Fuerza Operativa VI del mismo grupo se ve enfrentada a fuerzas heréticas superiores sobre Bauhax y sus ruegos de refuerzos son interferidos. A los 33 minutos del inicio del combate, un acorazado clase Victoria sin identificar logra romper las líneas enemigas y destruir su nave capital Colossus Nox, dando un giro decisivo a la batalla. No se identifica ningún punto de entrada o salida de la naves. Captación de imágenes corrompida. Repetición de fenómenos psíquicos, cuyos informes incluyen "lamentos y gritos débiles”. En la marca QC 215 la Fuerza Operativa II es asediada mientras se hallaba en la estación espacial Agrippus por Incursores Vordori. Se solicita/despacha una fuerza de interdicción de los Vigías de la Muerte, cuyo tiempo de respuesta proyectado sobrepasa el límite. Su crucero de asalto, Pyre Imperius, llega a Agrippus, descubriendo que las naves rápidas Vordori están en llamas o destruidas. A continuación identifican a un acorazado clase Victoria anclado en la estación, pero cuando la Pyre Imperius ejecuta su aproximación final a la estación este “desaparece sin dejar rastro”. Esta captura datos fragmentarios del acorazado mediante el empleo de auspex especiales antes de su desaparición. Su silueta visual y fragmentos de su baliza identificadora sugieren que el acorazado es la Espada del Juicio. Tambiés se informa  de una firma disforme adjunta anómala que sugiere [CENSURADO]. Los supervivientes de la Fuerza Operativa II informan de [CENSURADO] y los soldados imperiales descritos como [CENSURADO] fantasmales [CENSURADO]. Aquellos confirmados como testigos son reubicados en [CENSURADO].
    • Fuerza Operativa II.
    • Fuerza Operativa III.
    • Fuerza Operativa IV.
  • Grupo de Batalla Dominus - Bajo el control de Zavadan Mael a bordo de su Crucero clase Dictador Incendor.
  • Grupo de Batalla Forthrax - Al mando del Señor del Capítulo Yosharo DuGal desde su Barcaza de Batalla Canción de los Pesares.
    • Fuerza Operativa VI - Emplazados como patrulla en el cinturón de asteroides que rodeaba el planeta Malakandrias, donde llevaron a cabo una serie de ataques rápidos contra la flota de los Devoradores de Mundos, retrasándoles o consiguiendo que abandonasen el asedio de Malakbael para perseguirles, aunque al final casi todas sus fuerzas fueron exterminadas.
  • Grupo de Batalla Gamma - Desplegado junto los grupos Cerastus y Lamdax en la desastrosa campaña de las Estrellas Bargheist.
  • Grupo de Batalla Irasmus - Dirigido por la Canonesa Verity Kade de la Orden del Sudario de Plata. Entre sus fuerzas navales se encuentra el Crucero Ligero clase Intrépido Piedad en la Muerte. Fueron fuerzas de este Grupo de batalla las que consiguieron abordar el Arca del Augurio Clarín Terrible y forzar a la nave a saltar a la Disformidad, abandonando el Sistema Malak.
  • Grupo de Batalla Jovia - Al mando de Persepha Xeng desde el Portanaves clase Némesis Odio Generoso.
  • Fuerza Operativa IX - Esta se encontraba en batalla en Garvetha Prime, en el Sistema Garvetha, aplastando una rebelión en su capital, cuando estalló la Maldición Asesina.
  • Grupo de Batalla Kilox - Dirigido por el jefe de grupo Josiah Bolsett III y su Crucero clase Mercurio Halcón de Guerra.
  • Grupo de Batalla Lamdax.

Flota Quintus[]

Al mando de Tronion Prasorius. Hablar del señor de flota Prasorius y de su “maldita” Quintus era más estridente y generalizado. A medida que un golpe de mala fortuna tras otro persiguiera su formación, el despliegue y las primeras campañas de Quintus, se hizo cada vez más difícil disipar las supersticiones tanto sobre como dentro de los grupos de batalla de la flota. Incluso los castigos capitales no podían contener las afirmaciones de que la Flota Quintus obraba bajo alguna extraña maldición, pues sus grupos de batalla actuaban como imanes para sucesos extraños, oportunidades terribles y campañas aparentemente simples que se transformaban en extenuantes picadoras de carne. Los astrópatas de la flota precedían sus misivas con citas del Prelado Deomsk, el propio confesor general del señor de flota. Con cada “¡Repellam abominatus!”, estos esperaban otorgar éxito a las órdenes cifradas que transmitían a través del reino de pesadilla de la Disformidad. Su alto mando se compone de:

  • Xergigis - Archimagos Prota Astranavato
  • Sara Tephise - Procurator Morbus y logister de los grupos de batalla Cerastus, Quintus and Sextus
  • Savay - Guardiamarina.
  • Versht - Comandante de la Praesidium.
  • Adoli-4963 - Transmecánico.
  • Grupo de Batalla Betaris - Entre sus activos navales se encuentran la nave de mando Abrazo de Fuego (acorazado clase Retribución), los cruceros ligeros Lanza Dorada y Flecha del Pensamiento y el Crucero de Batalla clase Marte Orgullo de Macharia.
  • ​​Grupo de Batalla Cerastus - Entre sus activos navales se encuentran la nave de mando Praesidium (acorazado clase Juez) y la Ideos (Crucero clase Dominador).
  • Grupo de Batalla Faustus - Al mando del jefe de grupo Reghus Nor. Entre sus activos navales se encuentra el crucero de asalto de los Ultramarines Venganza de Ithraca. Su tripulación se compone de:
    • Aeschelus, Nemetus y Praxamedes, capitán y tenientes respectivamente de los Ultramarines y mandos de una fuerza de combate. Dentro de la misma están el Judiciar Admonius, el sargento de Intercesores Villina y de Incursores Dorium y Lato.
  • Grupo de Batalla Quintus.
  • Grupo de Batalla Sextus.

Flota Sextus[]

Al mando de Lady Kaosholay, almirante de abolengo.

  • Grupo de Batalla Chorasine - Entre sus activos terrestres se encuentra el 303º. Regimiento de Tropas de Desembarco Elysianas.
    • Fuerza Operativa III.
    • Fuerza Operativa XV.
    • Fuerza Operativa XLVI.
  • Grupo de Batalla Faustus - Dirigido por Tysen Yacobe.
    • Fuerza Operativa II.
    • Fuerza Operativa III.
    • Fuerza Operativa IV.
    • Fuerza Operativa IX.

Flota Septimus[]

De todas las flotas de la Cruzada Indomitus, a la Flota Septimus se le ordenó reunirse lejos del sistema Sol. La ubicación exacta de su punto de reunión se mantuvo en un celoso secreto, conocido solo por el propio Roboute Guilliman y por los oficiales de más alto rango asignados a sus grupos de batalla. Nadie sabe qué tan grandes o pequeños eran esos grupos de batalla, qué fuerzas se les asignaron y cuál podría ser el propósito velado de la Flota Septimus. Su fuerzas simplemente desaparecieron, sin dejar nada tras ellos salvo oscuras especulaciones y rumores persistentes de servo-cráneos chapados en ónice que se desplazaban a través de las sombras, aferrando pergaminos de datos de seguridad nivel bermellón en sus mandíbulas metálicas.

Flota Octus[]

Al mando de Lord Aswan Relmay, patricarca de una familia de comerciantes independientes.

Otro personal[]

Adeptus Administratum[]

  • Nawra Nison - Scribum processus.
  • Hamran Nison - Post-classificador.
  • Jedmund - Supervisor.
  • Resilisu - Sirviente.
  • Teasel - Minero de datos.

Adeptus Mechanicus[]

  • Camalin Hiax 43-Tau-Omicron - Magos Perscrutor y comandante de la Pureza del Acero.
  • Chul-phi - Myrmidon-penitente.
  • Osel-den - Sub-magos.
  • 89-7 - Forjador de datos.

Ordo Xenos[]

  • Rostov - Inquisidor.

Acciones notables[]

Flota Primus[]

  • Se sabe que el LXII Escuadrón del 12º. Cuerpo Aéreo, adscrito a la Fuerza Operativa XIX del Grupo de Batalla Dominus atacó con éxito el puerto espacial Echadon.

Flota Secundus[]

  • Aunque no adscritos formalmente al Grupo de Batalla Betaris, el Señor de Compañía Mannfor y sus hombres del capítulo de los Carcharodones ayudó a estas fuerzas en Budor V a recuperar el Castellus Sanctic, tomado por los Portadores de la Palabra.
  • El Grupo de Batalla Erastus liberó el mundo Feudal de Pretannis VII. Los regimientos recién organizados de entre su población se unieron a sus liberadores con gran fervor. El ícono de compañía estampado de factorum del vehículo Quimera de mando de los salvadores fue adoptado por los regimientos de Pretanni como un símbolo de su señorío divino. Cada minúsculo error perceptible, bordes desvaídos y repintados difuminados se reprodujeron incansablemente en tatuajes, electrotapices y medallones.
  • El Grupo de Batalla Erastus salió victorioso en la liberación del Cinturón de Kaspiar y el Cúmulo de Umar-Hep; superaron las barricadas de Whermwex, destrozaron las líneas casi irrompibles de los Golemitas del Diácono Sangriento y purgaron con fuego el corazón de la Aguja de Hedoethion. Sin embargo, todas estas conquistas palidecieron en comparación a la Batalla por Vastoros.

Flota Tertius[]

  • La Fuerza Operativa V del Grupo de Batalla Delphi, compuesta entre otras de una corte exaltada de la Casa Krast, libera el mundo montañoso Mundus di Venn.
  • El Grupo de Batalla Hephaestus participó en la Limpieza de Drennox.

Flota Cuartus[]

  • Traygar, un mundo tomado por los orkos, es reconquistado por el Grupo de Batalla Cerastus, con la intevención providencial de una nave sin identifcar que repele una emboscada xenos espacial.
  • Aposia es liberada por los Grupos de Batalla Lamdax e Irasmus, así como por caballeros de la Casa Terryn. Los Caballeros no tardan en rastrear el paradero de Grukk Pelajetaz hasta la vanguardia de su sangriento ¡Waaagh!: Gnoxis III. Tras el desembarco, los caballeros se involucran rápidamente en una guerra cuerpo a cuerpo en las calles de la capital planetaria. Las fuerzas del Astra Militarum que se unen a ellos tampoco están preparadas para una lucha cuerpo así. Incapaces de utilizar sus armas de largo alcance, los Caballeros se retiran a sus naves de desembarco y se vuelven a equipar con Puños-Sierra Segadores y Guanteletes Golpetrueno antes de regresar con las hordas de Orkos, destrozando bloques de ciudades enteras en su búsqueda de Grukk. Sin embargo, este no tiene intención de esconderse y se dirige a su encuentro. Mediante golpes brutales de su garra de kombate, Grukk inutiliza y luego derriba al caballero Furia Desatada, antes de arrancar a Fyrien Aeze de su cabina. Indignados, los caballeros restantes desatan su arma secreta y la némesis de Grukk: el Caballero Desarraigado Gerantius. A pesar de su lujuria de batalla, Grukk hace una pausa para considerar sus opciones antes de atacar una vez más.
  • Casi el total de las fuerzas de la Flota Cuartus se reune en el Sistema Malak para proteger el Motor Coral de los Devoradores de Mundos. La campaña acaba en desastre, con la Flota Cuartus incapaz de defender Malakbael y, debido al estallido de la Maldición Asesina, el 80% de sus fuerzas caen en el frenesí de Khorne, siendo declarada la Cuartus Excommunicatis Traitoris.

Flota Quintus[]

  • En Ashloth II, el Barón Hrothwyn de la Casa Terryn dirige a solo seis Caballeros para aplastar una fuerza de mil quinientos herejes y llevar el Jade Span.
  • En Lorvane, durante la retirada de Fuerte Gryffon, los últimos pelotones supervivientes de los Tierras Bajas de Hallenican se mantienen firmes en su rol como retaguardia y contienen oleadas abrumadoras de Orkos hasta que el último aliento.
  • En Yarchor, La Hermana Superiora Amalanthe Hayle dirige a sus Hermanas de Batalla contra las puertas de la Fortaleza de los Oráculos Falsos en siete ocasiones distintas hasta que finalmente, y después de muchos martirios, abren brecha en las defensas del enemigo.
  • Durante el Desembarco de Gannaheim, y a pesar de un aterrizaje catastrófico, el Prínceps Voskov del Titan Reaver Deus Absolutor se enfrenta y derrota al Titan Warlord traidor Abominatum Victoris a costa de su vida y las de su tripulación.
  • En la caída de Phomidya Prime, el teniente Satorian de la 4ª. Compañía de los Cónsules Blancos permanece aislado contra fuerzas xenos abrumadoras y prevalece.
  • En la Cuenca de Tathyan, durante los últimos días de la Guerra de los Dolores, el 884º. Regimiento Blindado de Cadia rompió las líneas de las Hordas del Cantor de Lamentos y realiza un viaje de quinientos kilómetros a través del territorio enemigo para llevar el relicario de Santa Helena al puerto espacial de Puerta Lamentación y ponerlo a salvo con su evacuación.

Flota Sextus[]

  • Fue la Flota Sextus la que descubrió el zarcillo Grendyllus en la Cuarta Guerra Tiránida, cuando sus Fuerzas Operativas II, III, IV y IX desaparecieron sin avisar. Solo cuando las pocas fuerzas supervivientes de la III y IX volvieron con el Grupo de Batalla Faustus pudieron avisar de la llegada de un nuevo zarcillo. El jefe de grupo Tysen Jacobe se resistió a las órdenes de replegarse en los Mundos Puntales, convirtiéndose en su lugar en una espina en el costado de la Flota Enjambre Leviathan antes de verse obligado a retirarse por las bajas sufridas.

Sin ubicar[]

  • Después de cada victoria de la Canonesa Jada-kyn, heroína del Golfo de los Penitentes, decenas de peregrinos encorvados recogían sus casquillos. Cada uno se convirtió en una reliquia de valor incalculable, minuciosamente grabados con tratados sagrados o escenas de devoción. Algunos fueron guardados como fuentes de fe física, mientras que otros fueron garantizados como amuletos para alejar la brujería.

Personajes notables[]

  • Baduin Alarbus Selwyn - El barón Baduin de la Casa Krast era un cazador de presas gigantes, siempre a la búsqueda de los enemigos más grandes y poderosos. El anciano noble y su Caballero Andante, Ruina Roja, lucharon a la cabeza de una lanza de caballeros comprometidos a luchar como parte de la Flota Tertius. Los nobles se enfrentaron a las fuerzas del Caos allí por donde surgieron desde la Gran Fisura. Entre los ejércitos de los Dioses Oscuros marchaban los Caballeros renegados, a los que Baduin y Ruina Roja cazaron con igual decisión. En el planeta montañoso Mundus di Venn, las fuerzas de los Dioses Oscuros habían sido perseguidas hasta su casi aniquilación. Pero dentro de los abismos laberínticos aún se ocultaba un mal monstruoso: un Titán clase Warhound retorcido y mutado llamado Engendro del infierno por los temerosos soldados imperiales. En verdad, el horror destrozó a sus perseguidores imperiales hasta el último hombre en emboscadas frenéticas. Cuando Baduin y su corte exaltada se desplegaron en Mundus di Venn, rastrearon los restos de las víctimas de Engendro del infierno a través de los cascos y esqueletos oscurecidos de transportes, tanques superpesados destripados y grumos de sangre coagulada que ya no eran reconocibles como cadáveres. Por dos veces el titán saltó desde las sombras, destrozando a los juramentados de Baduin uno por uno y escapando indemne. El barón finalmente arrinconó a la bestia en una guarida pintada de sangre y garabateada con runas gigantes. El Warhound salvaje trató de tajarlo con sus cañones vacíos, bordeados de garras, y morderle con sus múltiples fauces. El fuego de los cañones térmicos de Baduin le chamuscó y, por fin, el Guantelete Golpetrueno de Ruina Roja se hundió profundamente en el retorcido casco de la bestia. Mientras Engendro del infierno chillaba al máximo su odio a través de sus altavoces, Baduin le arrancó la cabeza de muchas mandíbulas de su cuello, del que salió un chorro de fluidos viles antes de derretir su chasis mutado y convertirlo en una sola masa carbonizada.
  • Cenna Syckava.
  • Mannfor - No todos los héroes de las flotas de la cruzadas se ganaron la gozosa gratitud de mundos arrasados por el enemigos o la cordial camaradería de las hermandades de una zona de guerra. El Señor de Compañía Mannfor del Capítulo de los Carcharodones era un guerrero taciturno y marcado con cicatrices, que exudaba una amenaza depredadora. Sus letales guerreros fueron grabados luchando junto a la Flota Secundus en al menos dos ocasiones antes de volver al vacío, y las fuerzas imperiales que presenciaron su forma de guerra salvaje le dieron una variedad de epítetos sombríos. Para las austeras compañías de Krieg, él era el Fantasma Gris, mientras que los artilleros de las baterías Filkuun susurraban el epíteto Espada de Fauces. Solo algunas de las acciones de Mannfor por todo el Cinturón Mhoran fueron presenciadas directamente. Pero tantos lugares fueron escenario de sus matanzas que el nombre de Mannfor se convirtió en una invocación de venganza inmisericorde por parte de la Flota Secundus. Cuando los Portadores de la Palabra contaminaron el Castellus Sanctic en Budor V, los traidores repelieron asedio tras asedio. Los diabolistas arremolinaron nieblas empíreas alrededor de la ciudadela y convocaron demonios de pesadilla desde la disformidad. Sin embargo, otras sombras daban vueltas en la penumbra. Mannfor envió fintas contra varios puntos alrededor del perímetro del Castellus antes de liderar un ataque rápido desde la niebla. Con una fuerza y salvajismo insuperables, los Carcharodones rompieron las defensas herejes en su eslabón más débil. Allí donde los Portadores de la Palabra resistieron tenazmente, los guerreros de Mannfor retrocedieron con fluidez, solo para que más Carcharodones atacaran desde otro flanco. La espada-sierra de Mannfor, Desollador de Confesiones, desgarró carne engendrada por el empíreo y servoarmaduras antiguas en fuentes frenéticas de sangre e icor. En cuestión de horas, el Castellus Sanctic era un lugar muerto. Sus arcos abovedados estaban llenos de sangre y en sus plazas había montones de cadáveres, monumentos horripilantes a la retribución imperial.
  • Xanderus Thyn III - El Grupo de Batalla Dominus de la Flota Primus se ganó una reputación temible por sus devastadoras naves de ataque atmosféricas. Sus oficiales de la Aeronautica Imperialis (al menos aquellos que volaban en las misiones) no tenían dudas de que sus éxitos se reducían a un solo hombre: Xanderus Thyn III. Anteriormente con el rango de comodoro-coronel del 12° regimiento del Cuerpo Aéreo Seqqan, una serie de pérdidas de combate humillantes fueron atribuidas falsamente a su persona. Ello provocó su degradación y traslado al mando del Escuadrón Pesado LXII. El líder del escuadrón Thyn pronto se aseguró la lealtad personal de los pilotos y artilleros de su bombarderos. Su áspero carisma ocultaba una perspicacia estratégica increíble. Pilotando con pericia a su Marauder Destroyer modelo VI de Cypra Mundi, Punta de Lanza, la incursiones atrevidas y estrictamente ejecutadas de Thyn se hicieron famosas por sus ángulos de ataque poco convencionales. En Vorrah, sus bombarderos de alta cota ejecutaron una inmersión casi suicida para alcanzar una columna blindada de astartes herejes desprevenida. Los proyectiles supersónicos de sus cañones automáticos destrozaron las unidades a pie traidoras y decenas de misiles Hellstrike destrozaron sus tanques. A lo largo de las campañas del Grupo de Batalla Dominus, los contactos de Thyn entre los escuadrones del 12º. de Seqqan le permitieron formar alas muy complejas. Estas mezclas de naves de ataque, cazas de superioridad aérea y bombarderos en roles únicos dentro de escuadrones mixtos fueron capaces de responder con rapidez a situaciones cambiantes. Por un lado, el comandante del Grupo de Batalla Dominus permitió que sus comandantes aeronáuticos salvaran la cara al mantener a Thyn técnicamente como un líder de escuadrón. Al mismo tiempo, otorgó a la “punta de lanza”, siendo inseparables para entonces el apodo con sus aviones, enorme libertad en la planificación de misiones y solicitudes de activos. Xanderus Thyn III cuenta con 32 vehículos logísticos, 54 blindados y 8 cazas cuya destrucción ha sido confirmada.
  • Alto Mariscal de Campo Janred Remko Hynflaager - Quinto hijo de una familia noble, el gran mariscal de campo Janred Remko Hynflaager se unió a la 56.º Regimiento de la Guardia de Asalto Ghobyana del Astra Militarum durante su adolescencia, sirviendo como cadete en el personal de oficiales de rango medio. Los informes de evaluación de sus superiores afirman que, incluso en su juventud, tenía un conocimiento notable del Tactica Imperium, hasta el punto de haber memorizado franjas de ella. Serviría en el 56.º Ghobyano durante treinta y siete años, alcanzando el mando del regimiento. Durante este tiempo, estuvo involucrado en numerosas supresiones de rebeliones, así como en guerras contra las fuerzas xenos. Obtuvo el Medallón Imperial por dirigir su compañía en un asalto existoso a un cuartel general traidor que había resistido un asedio de ocho meses en el planeta Diadok. Nada más ascender a comandante del 17.º Batallón del regimiento, orquestó la magistral defensa del Baluarte IX durante el apogeo de ¡Waaagh! Snakrat. Allí organizó una estrategia perfecta de fintas y contraataques al tiempo que luchaba en el frente junto a sus maltrechas tropas. Aunque en el momento de la Campaña de Argovon hacía mucho que había ascendido por encima del rango de comandante de regimiento, el 56.º Ghobyano siempre sirvió junto a él, llamándose extraoficialmente "Los Chicos de Janred". Es una señal del vínculo extraordinario entre el mariscal y su regimiento, este les permitió la insubordinación en el uso de su nombre de pila. Es cierto que otros oficiales superiores despreciaron tal práctica como inapropiada, pero el historial de combate de Hynflaager hablaba por sí solo. La campaña se llevó a cabo cuarenta años más después de la última vez que comandó directamente su antiguo regimiento, mas muy pocas veces se le encontró ni remotamente agotado. Fue responsable de la Salvación de Langarus y la Tercera Purga de Areetes, guerras enseñadas en academias de todo el Imperio.

Citas[]

"Dejad que los ignorantes las llamen seres sin alma, mutantes, monstruos. Las he visto cazar, he visto la velocidad y precisión con la que coordinan sus ataques, su total dedicación desinteresada al Imperio. Cambiaría las vidas de todos los idiotas que alguna vez calumniaron a las Hermanas del Silencio por una de estas campeonas sin igual."

Jefe de grupo Kalenchkin, del Grupo de Batalla Justus de la Flota Primus.


"...juro por la propia espada del Khan que pensé que estábamos librando nuestra última batalla. Los traidores habían caído en nuestra emboscada como una bandada de pájaros daga en plena estampida hacia un anillo de fuego tribal, pero no podríamos haber predicho a los [CENSURADO] que convocarían en su ayuda. Rompieron la soga y dieron la vuelta a la trampa. Ahora éramos nosotros quienes luchábamos en inferioridad, rodeados, incapaces de desengancharnos y atacar de nuevo, tal y como enseñaba el Gran Khan. Entonces los espíritus de la tormenta les alcanzaron con toda su furia, tomando la forma de Marines Espaciales con servoarmaduras de un negro sideral que bailaba con las llamas y resonaba con huesos. Vertieron fuego en [CENSURADO] y cada disparo ladraba hueco, como si los escuchara desde lejos. Los espíritus abrieron un hueco en las líneas enemigas, y a través de él nos retiramos sin mirar atrás. No puedo decir qué eran, pero..."

Sargento Jarghul, de la 6ª. Compañía de los Cicatrices Blancas, del Grupo de Batalla Faustus de la Flota Tertius.


"¡Hermanos, una vez más se nos pide que purguemos lo inmundo y antinatural del sagrado reino del Emperador!. Recitas la séptima Superación de la Repugnancia, bendecid tres veces vuestras espadas ante la divina visión del Dios-Emperador, ¡y llevemos a estos engendros disformes de vuelta al infierno desde el que se arrastraron!"

Castellano Grastmund de los Templarios Negros, antes del Incidente Vordex [ARCHIVOS SUPRIMIDOS].

Conflictos de canon[]

En la novela Indomitus se narra la historia la Venganza de Ithraca, perteneciente al Grupo de Batalla Faustus, de la Flota Quintus, el cual es el primero en tomar contacto con la amenaza de los Necrones en el Nexo Paria, localizado en el Segmentum Ultima, entre la primera y segunda décadas de la Cruzada Indomitus. Pues bien, esto es imposible a tenor de los datos que se nos han dicho por activa y por pasiva. Es el Grupo de Batalla Kallides de la Flota Primus (la tercera en salir desde Terra), con órdenes expresas de Roboute Guilliman, quien es enviada a investigar el Nexo Paria, con el resultado de los hechos narrados en Despertar Psíquico: Paria. Pero es que durante la trama de la novela los protagonistas acaban en el Sistema Orestes. Esto no sería de importancia, si no fuera porque el único Orestes conocido es un mundo caballero/forja del Segmentum Pacificus, al otro lado de la galaxia y del Nexo Paria. O por lo menos estaba allí en la novela Titanicus (Dan Abnett, 2008) y hasta el Codex: Caballeros Imperiales de 6ª-7ª Edición (2014-5), cuando fue "desplazado" al Segmentum Ultima.

Este cúmulo de despropósitos hace imposible de encajar que la Venganza de Ithraca, la cual es desplegada mucho tiempo después, vaya a un lugar distinto (cerca o lejos, según lo que mires) y de un aviso que no hace falta de otro lugar a ninguna fuerza militar imperial pues ya conocen la amenaza necrona, mucho menos que Faustus vaya reforzar dicha flota Quintus, cuyo eje acción era desconocido hasta el momento.

Además, los creadores del contenido de DP: Paria habían dejado sin nombrar los miembros del contingente de los Ultramarines que participan ene esa guerra, sabedores que Gav Thorpe escribiría sobre sus acciones. Es más: en una entrevista a Track of Words, Gav Thorpe señala que la Flota Quintus parte diez años después de la Primus. Todo esto nos revela dos cosas; no tenía conocimiento del cambio de orden de las flotas, de los ejes de cada una de ellas y los hechos de DP: Paria y no ha cruzado información con los creadores de Despertar Psíquico: Paria salvo para los datos elementales. A partir de ahí ha inventado a su gusto.

Cronología de la Cruzada Indomitus[]

En una entrevista a Warhammer Community, el autor de la Trilogía de la Guerra de Plaga (Guy Haley) comenta que con la publicación de la novela Godblight se ha hecho además una reescritura extensa de los dos títulos anteriores (Dark Imperium y Dark Imperium: Plague War), especialmente en su situación cronológica con respecto a la Cruzada Indomitus. Originalmente, la campaña entre Ultramarines y Guardia de la Muerte transcurren unos 120 años después de la apertura de la Gran Fisura. Ahora tiene lugar tras la primera fase de la Cruzada Indomitus, unos 12. Queda por ver el alcance exacto de los cambios, pero es de esperar errores de importancia e inconsistencias con hechos concernientes a Vigilus o aquellos mencionados en los Codex de 8ª Edición.

Galería[]

Fuentes[]

  • Warhammer 40,000: Reglamento (8.ª Edición). Páginas 50-3.
  • Codex: Marines Espaciales (8ª Edición). Páginas 20-1.
  • Codex: Adeptus Custodes (8ª Edición). Páginas 27, 32-3 y 48-9.
  • Despertar Psíquico - Fe y Furia (8ª Edición). Página 4.
  • Despertar Psíquico - Guerra de la Araña (8ª Edición). Página 4.
  • Despertar Psíquico - Paria (8ª Edición).
  • Al filo del Silencio (suplemento 9.ª Edición).
  • Codex: Caballeros Grises (9ª Edición). Páginas 26-7.
  • Codex: Templarios Negros (9.ª Edición). Páginas 20-1 y 24-5.
  • Zona de Guerra Charadon - Acto 2: El Libro del Fuego (9ª Edición). Páginas 20-5 y 39.
  • Zona de Guerra Octarius - Acto 2: Masa Crítica (9ª Edición). Páginas 14-9 y 30-3.
  • Arcas del Augurio - Angron (9.ª Edición). Páginas 12-49.
  • Wrath & Glory: Core Rules (Juego de Rol). Página 44.
  • Psychic Awakening: Port in the Storm (relato corto), por Duncan Waugh.
  • Psychic Awakening: Lassitude (relato corto), por Andy Clark.
  • Watchers of the Throne: The Emperor's Legion (Novela), por Chris Wraight.
  • Indomitus (Novela), por Gav Thorpe.
  • His Will (Relato corto), por Guy Haley.
  • Dark Imperium (Novela), por Guy Haley.
  • Dark Imperium: Plague War (Novela), por Guy Haley.
  • Dark Imperium: Godblight (Novela), por Guy Haley.
  • Amanecer de Fuego: El Hijo Vengador, por Guy Haley.
  • Amanecer de Fuego: La Puerta de los Huesos, por Andy Clark.
  • Amanecer de Fuego: Hora del Lobo, por Gav Thorpe.
  • Amanecer de Fuego: Trono de Luz, por Guy Haley.
  • Amanecer de Fuego: El Reino de Hierro, por Nick Kyme.
  • Amanecer de Fuego: La Tumba del Mártir, por Marc Collins.
  • Amanecer de Fuego: Mar de Almas, por Chris Wright.
  • Warhammer 40.000 - Leviatán, pp. 230-240.
  • White Dwarf Montly Nº 35 - Julio de 2019.
  • White Dwarf Montly Nº 39 - Noviembre de 2019.
  • White Dwarf Montly Nº 42 - Febrero de 2020.
  • White Dwarf Montly Nº 43 - Marzo de 2020.
  • White Dwarf Montly Nº 44 - Abril de 2020.
  • White Dwarf Montly Nº 45 - Mayo-Junio de 2020.
  • White Dwarf Montly Nº 48 - Octubre de 2020.
  • Warhammer Community - Grim Dark Corners: The Era Indomitus.
  • Warhammer Community - Into the Pariah Nexus.
  • Warhammer Community - Indomitus: The Novel.
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