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El Concilio de Nikaea fue una gran reunión convocada por el [[Emperador]] de la [[Humanidad]] poco antes de la [[Herejía de Horus]], para discutir el uso de los poderes [[psíquico]]s en el [[Imperio]], y en especial dentro de las [[Legión|Legiones]] [[Marines Espaciales|Astartes]].
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[[Archivo:Galaxy_map_NIKAEA_wikihammer_40k.jpg|thumb|264px]]El Concilio de Nikaea fue una gran reunión convocada por el [[Emperador]] de la [[Humanidad]] poco antes de la [[Herejía de Horus]], para discutir el uso de los poderes [[psíquico]]s en el [[Imperio]], y en especial dentro de las [[Legión|Legiones]] [[Marines Espaciales|Astartes]].
   
 
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El Concilio fue presidido por [[Malcador]] el Sigilita, Regente de [[Terra]] y confidente personal del [[Emperador]]. Portaba el cetro dorado del Emperador como signo de autoridad sobre todos los reunidos.
 
El Concilio fue presidido por [[Malcador]] el Sigilita, Regente de [[Terra]] y confidente personal del [[Emperador]]. Portaba el cetro dorado del Emperador como signo de autoridad sobre todos los reunidos.
   
El principal objetivo del Concilio de Nikaea era determinar qué hacer con la "Crisis de los Bibliotecarios", es decir, la división entre las Legiones sobre el uso continuado de los [[Bibliotecario|Bibliotecarios]] en el campo de batalla. Sin embargo, debido al uso de una Legión específica de los poderes disformes en combate, los Mil Hijos, algunos especulan que el Concilio fue convocado tanto para determinar el destino de los Bibliotecarios, como para condenar a Magnus el Rojo y censurar la investigación de la [[Disformidad]] de toda su [[Legión]]. El Concilio se componía de miles de Adeptos de alto rango del [[Imperio]] y de guerreros de los Astartes. El propio Emperador estuvo presente, pero no tomó parte, sino que actuó como un árbitro mientras las dos partes opuestas presentaban sus alegatos. Había algunos que creían que los Bibliotecarios debían ser prohibidos en las Legiones, principalmente [[Mortarion]] de la [[Guardia de la Muerte]], quien había visto su planeta arrasado por hechiceros malignos. [[Ohthere Wyrdmake]], de la Legión de los [[Lobos Espaciales]], defendió la censura de los Mil Hijos por su uso de lo que él describió como "hechicería impura". Fue por esta razón que muchos llegaron a entender el Concilio de Nikaea como el "Juicio de Magnus el Rojo". Sin embargo, había otros que creían que los Librariums de las Legiones debían seguir intactos. Ambos bandos coincidieron en que el uso de los [[Astrópatas]] y los [[Navegantes]] era necesario para que el Imperio pudiese gobernar la [[galaxia]]. Magnus habló apasionadamente y con gran poder en su defensa, y el Concilio quedó aún más dividido. Aunque efectivos, los Cazadores de Brujas no pudieron igualar la persuasividad de Magnus. La tensión podría haber sido cortada con un cuchillo cuando un grupo de Bibliotecarios Astartes se acercó al estrado. Malcador el Sigilita los saludó con un asentimiento, y todos callaron. Fue entonces cuando [[Targutai Yesugui]] de los [[Cicatrices Blancas]] tomó la palabra. Dijo que un Bibliotecario era un arma que debía ser empleada igual que un [[Bólter]] o un [[Land Raider]], y que no había nada inherentemente peligroso en el uso de los Bibliotecarios.
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El principal objetivo del Concilio de Nikaea era determinar qué hacer con la "Crisis de los Bibliotecarios", es decir, la división entre las Legiones sobre el uso continuado de los [[Bibliotecario]]s en el campo de batalla. Sin embargo, debido al uso de una Legión específica de los poderes disformes en combate, los Mil Hijos, algunos especulan que el Concilio fue convocado tanto para determinar el destino de los Bibliotecarios, como para condenar a Magnus el Rojo y censurar la investigación de la [[Disformidad]] de toda su [[Legión]]. El Concilio se componía de miles de Adeptos de alto rango del [[Imperio]] y de guerreros de los Astartes. El propio Emperador estuvo presente, pero no tomó parte, sino que actuó como un árbitro mientras las dos partes opuestas presentaban sus alegatos. Había algunos que creían que los Bibliotecarios debían ser prohibidos en las Legiones, principalmente [[Mortarion]] de la [[Guardia de la Muerte]], quien había visto su planeta arrasado por hechiceros malignos. [[Ohthere Wyrdmake]], de la Legión de los [[Lobos Espaciales]], defendió la censura de los Mil Hijos por su uso de lo que él describió como "hechicería impura". Fue por esta razón que muchos llegaron a entender el Concilio de Nikaea como el "Juicio de Magnus el Rojo". Sin embargo, había otros que creían que los Librariums de las Legiones debían seguir intactos. Ambos bandos coincidieron en que el uso de los [[Astrópatas]] y los [[Navegantes]] era necesario para que el Imperio pudiese gobernar la [[galaxia]]. Magnus habló apasionadamente y con gran poder en su defensa, y el Concilio quedó aún más dividido. Aunque efectivos, los Cazadores de Brujas no pudieron igualar la persuasividad de Magnus. La tensión podría haber sido cortada con un cuchillo cuando un grupo de Bibliotecarios Astartes se acercó al estrado. Malcador el Sigilita los saludó con un asentimiento, y todos callaron. Fue entonces cuando [[Targutai Yesugui]] de los [[Cicatrices Blancas]] tomó la palabra. Dijo que un Bibliotecario era un arma que debía ser empleada igual que un [[Bólter]] o un [[Land Raider]], y que no había nada inherentemente peligroso en el uso de los Bibliotecarios.
   
 
Después de que ambas partes hubieran tenido una oportunidad de hablar sobre el tema de la utilización del Empíreo, el Emperador se puso en pie y pronunció su decreto.
 
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Finalmente, en lo que se conocería como el Edicto de Nikaea, el Emperador decretó que las Legiones disolverían sus [[Librarium|Librariums]], y que todos los Bibliotecarios regresarían a las [[Compañía]]s de Batalla y nunca volverían a utilizar sus poderes psíquicos. Creía que los hombres eran incapaces de utilizar la Disformidad sin sucumbir a sus "oscuras tentaciones". No obstante, aprobó el uso de los Astrópatas y Navegantes, pues sin ellos el Imperio sería imposible de gobernar. Asimismo, dio una última advertencia. ''"Pobre de aquel que ignore mi advertencia o reniegue de mí. Será mi enemigo, y desataré tal destrucción sobre él y todos sus seguidores que, hasta el fin de todas las cosas, lamentará el día que se apartó de mi luz."''
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Finalmente, en lo que se conocería como el Edicto de Nikaea, el Emperador decretó que las Legiones disolverían sus [[Librarium]]s, y que todos los Bibliotecarios regresarían a las [[Compañía]]s de Batalla y nunca volverían a utilizar sus poderes psíquicos. Creía que los hombres eran incapaces de utilizar la Disformidad sin sucumbir a sus "oscuras tentaciones". No obstante, aprobó el uso de los Astrópatas y Navegantes, pues sin ellos el Imperio sería imposible de gobernar. Asimismo, dio una última advertencia. ''"Pobre de aquel que ignore mi advertencia o reniegue de mí. Será mi enemigo, y desataré tal destrucción sobre él y todos sus seguidores que, hasta el fin de todas las cosas, lamentará el día que se apartó de mi luz."''
   
 
A pesar de la decisión del Emperador, tras la Herejía de [[Horus]] cesó la aplicación del Edicto de Nikaea. En el M41, la elección de entrenar Bibliotecarios o no dependía de cada [[Capítulo]]. Los [[Salamandras]] explicaron a los [[Marines Malevolentes]] que a ellos les parecía que el Edicto estaba obsoleto.
 
A pesar de la decisión del Emperador, tras la Herejía de [[Horus]] cesó la aplicación del Edicto de Nikaea. En el M41, la elección de entrenar Bibliotecarios o no dependía de cada [[Capítulo]]. Los [[Salamandras]] explicaron a los [[Marines Malevolentes]] que a ellos les parecía que el Edicto estaba obsoleto.

Revisión del 13:58 5 feb 2016

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El Concilio de Nikaea fue una gran reunión convocada por el Emperador de la Humanidad poco antes de la Herejía de Horus, para discutir el uso de los poderes psíquicos en el Imperio, y en especial dentro de las Legiones Astartes.

Orígenes

A medida que la Gran Cruzada avanzaba, crecía una gran preocupación sobre el uso específico de los poderes psíquicos que estaban manifestándose en la población humana. Muchos individuos con poderes psíquicos eran empleados como Astrópatas y Navegantes. Algún tiempo después del inicio de la Gran Cruzada, tres Primarcas (Magnus el Rojo de los Mil Hijos, Sanguinius de los Ángeles Sangrientos, y Jaghatai Khan de los Cicatrices Blancas) propusieron que se formasen Librariums en las Legiones, para aprovechar los poderes psíquicos latentes que estaban empezando a manifestarse en algunos Astartes. Inicialmente, el Emperador aprobó los experimentos; sin embargo, cuando se retiró de los combates de la Cruzada, muchos le pidieron que juzgase de nuevo si el experimento debía continuar. Cada vez más a menudo, el Ejército Imperial y los Marines Espaciales desembarcaban en planetas sólo para encontrar a la población atrapada por misteriosos poderes. Estas gentes eran esencialmente cultos esclavos que se resistirían a las fuerzas del Emperador con poderes hechiceros concedidos por seres demoníacos de la Disformidad, poderes muy similares a los que usaban Magnus y sus Mil Hijos.

Finalmente, el Emperador se vio obligado a convocar una reunión para determinar los usos específicos que tendrían los psíquicos en el Imperio. Y así, el gran Concilio tuvo lugar en un mundo llamado Nikaea.

Localización

Artículo principal: Nikaea.

Nikaea era un mundo que, en tiempos de la Gran Cruzada, aún estaba en su infancia geológica. Las nubes cubrían su superficie, mientras los movimientos tectónicos creaban constantes erupciones piroclásticas y tormentas por todo el planeta, dejando la navegación por el sistema y la superficie planetaria casi imposibles. La única forma de navegar al Sistema Nikaea y al planeta mismo era mediante el uso de un faro de luz incandescente, visible sólo para aquellos con "visión etérea". Las cámaras del Concilio fueron creadas en el interior de un volcán vaciado.

El Concilio

El Concilio fue presidido por Malcador el Sigilita, Regente de Terra y confidente personal del Emperador. Portaba el cetro dorado del Emperador como signo de autoridad sobre todos los reunidos.

El principal objetivo del Concilio de Nikaea era determinar qué hacer con la "Crisis de los Bibliotecarios", es decir, la división entre las Legiones sobre el uso continuado de los Bibliotecarios en el campo de batalla. Sin embargo, debido al uso de una Legión específica de los poderes disformes en combate, los Mil Hijos, algunos especulan que el Concilio fue convocado tanto para determinar el destino de los Bibliotecarios, como para condenar a Magnus el Rojo y censurar la investigación de la Disformidad de toda su Legión. El Concilio se componía de miles de Adeptos de alto rango del Imperio y de guerreros de los Astartes. El propio Emperador estuvo presente, pero no tomó parte, sino que actuó como un árbitro mientras las dos partes opuestas presentaban sus alegatos. Había algunos que creían que los Bibliotecarios debían ser prohibidos en las Legiones, principalmente Mortarion de la Guardia de la Muerte, quien había visto su planeta arrasado por hechiceros malignos. Ohthere Wyrdmake, de la Legión de los Lobos Espaciales, defendió la censura de los Mil Hijos por su uso de lo que él describió como "hechicería impura". Fue por esta razón que muchos llegaron a entender el Concilio de Nikaea como el "Juicio de Magnus el Rojo". Sin embargo, había otros que creían que los Librariums de las Legiones debían seguir intactos. Ambos bandos coincidieron en que el uso de los Astrópatas y los Navegantes era necesario para que el Imperio pudiese gobernar la galaxia. Magnus habló apasionadamente y con gran poder en su defensa, y el Concilio quedó aún más dividido. Aunque efectivos, los Cazadores de Brujas no pudieron igualar la persuasividad de Magnus. La tensión podría haber sido cortada con un cuchillo cuando un grupo de Bibliotecarios Astartes se acercó al estrado. Malcador el Sigilita los saludó con un asentimiento, y todos callaron. Fue entonces cuando Targutai Yesugui de los Cicatrices Blancas tomó la palabra. Dijo que un Bibliotecario era un arma que debía ser empleada igual que un Bólter o un Land Raider, y que no había nada inherentemente peligroso en el uso de los Bibliotecarios.

Después de que ambas partes hubieran tenido una oportunidad de hablar sobre el tema de la utilización del Empíreo, el Emperador se puso en pie y pronunció su decreto.

La decisión del Emperador

"Volveremos la mirada hacia esto y lloraremos"
Ahzek Ahriman, Bibliotecario Jefe de los Mil Hijos, tras escuchar el veredicto del Emperador


Finalmente, en lo que se conocería como el Edicto de Nikaea, el Emperador decretó que las Legiones disolverían sus Librariums, y que todos los Bibliotecarios regresarían a las Compañías de Batalla y nunca volverían a utilizar sus poderes psíquicos. Creía que los hombres eran incapaces de utilizar la Disformidad sin sucumbir a sus "oscuras tentaciones". No obstante, aprobó el uso de los Astrópatas y Navegantes, pues sin ellos el Imperio sería imposible de gobernar. Asimismo, dio una última advertencia. "Pobre de aquel que ignore mi advertencia o reniegue de mí. Será mi enemigo, y desataré tal destrucción sobre él y todos sus seguidores que, hasta el fin de todas las cosas, lamentará el día que se apartó de mi luz."

A pesar de la decisión del Emperador, tras la Herejía de Horus cesó la aplicación del Edicto de Nikaea. En el M41, la elección de entrenar Bibliotecarios o no dependía de cada Capítulo. Los Salamandras explicaron a los Marines Malevolentes que a ellos les parecía que el Edicto estaba obsoleto.

Asistentes

Es importante destacar que había varios asistentes cuya identidad sigue oculta. Esto se debe al uso de "capuchas de falsedad" que ocultaban la identidad de la persona o personas escondidas bajo ellas. El Emperador ordenó que se usaran para que ningún testimonio "fuese corrompido por el miedo a aquellos cuyos ojos les observaban". Ahzek Ahriman de los Mil Hijos dio a entender que aquellos individuos ocultos tras las capuchas de falsedad eran, en realidad, Primarcas de otras Legiones. Esto se debe a su habilidad para sentir el poder que emanaba desde el otro lado de las capuchas.

Astartes

Mil Hijos

Ángeles Sangrientos

  • Thoros, Capitán de Batalla.

Hijos del Emperador

Guardia de la Muerte

Cicatrices Blancas

  • Targutai Yesugui, Vidente de Tormentas.

Lobos Espaciales

Bibliotecarios Jefe

Hubo 12 Bibliotecarios que se presentaron ante el Concilio de Nikaea para apoyar la continuidad de los Librariums en las Legiones, de los cuales sólo 4 fueron nombrados:

Séquito del Emperador

  • El Señor del Coro de los Astrópatas.

Fuentes

Extraído y traducido de Lexicanum.

  • Salamandra, por Nick Kyme.