"Puede que tú veas un cielo lleno de estrellas, pero lo que yo veo son posibles beneficios."
- —señorita Katrina Zaat, comerciante independiente
Un Comerciante Independiente es una combinación de explorador autónomo, conquistador y mercader. Es un sirviente del Imperio al que se le entrega una nave, una tripulación, un contingente de Marines Espaciales o Guardias Imperiales y carta blanca para visitar los mundos más allá del control imperial. En su misión de explorar y explotar las regiones inexploradas de la galaxia, los Comerciantes Independientes pueden encontrar mundos habitados por civilizaciones humanas olvidadas que serán reincorporadas al Imperio. Otras veces hallarán mundos vacíos o dominados por alienígenas maduros para su colonización o explotación.
Descripción[]
"Un hombre se mide por lo lejos que desea ir para llegar a satisfacer su ambición."
- —Jan van Yastobaal, Comerciante Independiente
Todos los Comerciantes Independientes son individuos altamente excepcionales capaces de alcanzar el éxito, aunque a menudo poseen extremas rarezas de carácter: algunos destruyen mundos enteros por la razón más nimia, mientras que otros incluyen a guerreros alienígenas o mutantes en su séquito.
Algunos son muy píos, mientras que otros no son más que piratas legitimados. Un Comerciante Independiente especialmente infame fue Jan van Yastobaal, quien se convirtió en poco más que un forajido que saqueaba todo lo que hallaba a su paso.
Los Comerciantes Independientes suelen ser extravagantes, vistiendo a menudo las ropas más vistosas que pueden adquirir. Sin embargo, cada Comerciante Independiente es un individuo único con un trasfondo particular. Algunos de los Comerciantes más recientemente nombrados provienen de la Guardia Imperial, la Armada Imperial, las Flotas Mercantes, el Administratum o incluso la Inquisición, donde habrán desarrollado enfoques y actitudes únicos ante las distintas situaciones.
Algunos Comerciantes son relativamente pobres, poseyendo una sola nave antigua y destartalada. Otros son increíblemente ricos y poderosos y tienen flotas y ejércitos privados enteros a su disposición. Algunos individuos favorecidos pueden incluso recibir la ayuda de destacamentos de Marines Espaciales por haber pactado con algún Capítulo. Algunos Comerciantes Independientes actúan como mercenarios, alquilando los servicios de su nave o naves.
Estatus legal[]
"La interminable oscuridad del universo es tuya, si puedes alcanzarla para tomarla. No cedas el paso, el vacío solo respeta a la fuerza."
- —Serren Travius, Comerciante Independiente
La posesión más valiosa de una familia de Comerciantes Independientes es la Garantía de Comercio, un antiguo documento legal que describe los límites aceptados de sus operaciones. Estos estatutos son hereditarios, lo que hace que aparezcan dinastías de Comerciantes Independientes. A estas dinastías se les otorga un escudo de armas personal que los identifica entre el resto de la élite imperial.
Los Comerciantes Independientes están autorizados a viajar libremente por el Imperio y más allá, permitiéndoles interactuar con culturas con las cuales el contacto está normalmente prohibido, ya sean mundos humanos no imperiales o planetas controlados por xenos. Más aún, tienen libertad y licencia para tratar con estas culturas como mejor les parezca, siempre y cuando sea por el beneficio del Imperio.
Dicho esto, puede asumirse que un Comerciante renegado culpable de herejía o traición será severamente perseguido por la Inquisición. Es muy probable que se considere que ha defraudado la confianza del Emperador en su familia y por tanto su castigo sea uno muy severo.
La Garantía de Comercio[]
Es importante destacar que aunque los Comerciantes Independientes son patrones navales que viajan por el vasto espacio, su autoridad para hacerlo no proviene de una Carta Mercante, sino de una carta de nombramiento llamada Garantía de Comercio, que los eleva al mismo nivel de poder que los Señores de Capítulo Astartes, los Inquisidores o los Gobernadores Planetarios.
Algunas de las más antiguas datan de los inicios del Imperio, y algunas fueron incluso firmadas por el mismísimo Emperador. Otras fueron firmadas por Primarcas u otros líderes de la Gran Cruzada. Estas cartas son muy valiosas y dan a su propietario una gran libertad de acción. Son artesanales y únicas. No pueden ser recurridas, pues según la ley y el dogma religioso imperiales nadie tiene poder para ponerse por encima de estas personas.
Algunos señores poderosos del Adeptus Terra ofrecen Garantías de Comercio como soborno a sus rivales, especialmente si esos rivales ambicionan un puesto más alto. Al ser demasiado poderosos para entrar en un conflicto directo, se puede arreglar que el individuo reciba una Garantía de Comercio, un honor que no puede ser rechazado. El rival debe entonces marcharse a una vida de aventura y riquezas que ya no causa problemas a sus antiguos oponentes.
Cartas de Marca[]
Las Cartas de Marca son documentos parecidos, aparecidos más recientemente. Las Cartas de Marca están bastante restringidas en algunos aspectos y más controladas por las autoridades imperiales. Esto puede tener un carácter geográfico (p. ej., confinando la autoridad del Comerciante a un solo sector) o algo similar. Las más recientes no son ni siquiera hereditarias, haciendo que los herederos aspirantes deban volver y solicitar una nueva Carta.
Aunque una Garantía de Comercio o una Carta de Marca conceden libertades extraordinarias en el Imperio, también contienen invariablemente varias condiciones: a veces se obliga a los Comerciantes Independientes a hacer visitas regulares a algunos mundos imperiales problemáticos, o se los envía en misiones militares que no requieren la fuerza de las Flotas de Batalla del Segmentum. Sin embargo, a menudo se pedirá a los Comerciantes que viajen fuera de los territorios establecidos del Imperio para explorar o fundar nuevos asentamientos.
Galería[]
Saber más[]
Fuentes[]
- Rogue Trader: Reglamento (Juego de Rol).
- Warhammer 40,000: Rogue Trader (1ª Edición).
- Warhammer 40,000: Reglamento (4ª Edición).
- Legado, por Matthew Farrer.
- Rogue Star, por Andy Hoare.
- Ojo del Terror, por Barrington J. Bayley.