"No somos sino un arma en la mano derecha del Emperador."
- —Exhortaciones del Principiis Titannorum, Divisio Militaris.
La Collegia Titanica es la división del Adeptus Mechanicus que opera y supervisa los Titanes Imperiales, las máquinas de guerra más poderosas del Imperio de la Humanidad. El Collegia también se conoce, aunque poco, como el Adeptus Titanicus (una contracción de "Adeptus Mechanicus Collegia Titanica") y como la Legio Titanicus en los registros que datan de la Gran Cruzada y la Herejía de Horus.
Nacidos durante la Era de los Conflictos, cuando eran erigidos los primeros templos al Omnissiah en Marte, los Titanes son la personificación del poder militar a disposición del Emperador de la Humanidad. Erizados de cañones masivos y lanzadores de misiles capaces de causar una destrucción masiva sobre el enemigo, dominan los campos de batalla de la galaxia y son un testimonio de las habilidades consumadas de los Tecnosacerdotes del Culto Mechanicus.
Cada Titán es parte de una unidad mayor llamada Legio. Cada Legio tiene su base en un Mundo Forja y permanece bajo el control directo del Adeptus Mechanicus, que guardan celosamente tan poderosas máquinas de guerra y tienen el poder de sancionar a qué zonas que la guerra van a comprometer sus fuerzas. Es este poder lo que le da a los gobernantes del Adeptus Mechanicus gran parte de su influencia a la hora de determinar cuándo lucharán los ejércitos del Imperio lucharán. Es un poder que es codiciado por otras facciones en Terra; especialmente por los sacerdotes de la Eclesiarquía, a los que le encantaría el apoyo de los titanes para sus Guerras de Fe.
Las Legiones titánicas del Adeptus Mechanicus se encuentran entre las entidades militares más poderosas del Imperio. Antiguos e implacables, son colosales máquinas de la guerra, conocidas con razón como Dioses-Máquinas por los Tecnosacerdotes, quienes los veneran como las realizaciones físicas del Dios Máquina. Incluso la clase más pequeña es lo suficientemente poderosa como para destruir un escuadrón entero de tanques en un abrir y cerrar de ojos o destruir todo un sector de una ciudad. Cada Legio tiene su propio código guerrero, ligado intrínsecamente Mundo Forja (o mundos) en los que tiene su base. Las Legiones titánicas son feroces y orgullosas, cada una con sus propias alianzas y rivalidades históricas, y su propio carácter que las hace algo similar a los Capítulos del Adeptus Astartes.
Historia[]
Los llamados "Dioses-Máquinas" de las Legiones titánicas han servido a la Humanidad desde mucho antes de la Era de los Conflictos, y sus orígenes se pierden en la Era Oscura de la Tecnología.
La Vieja Noche[]
Durante la Era de la Tierra a la raza humana avanzó más allá de su antiguo pasado preindustrial y logró la capacidad de viajar por el espacio. En este antiguo tiempo, la humanidad comenzó a colonizar lenta y cuidadosamente los mundos habitables en su propio sistema solar y en los sistemas cercanos a su planeta natal, utilizando naves estelares masivas sólo capaces de lograr velocidades subluz. Marte fue uno de los primeros mundos colonizado por la humanidad, si no el primero. Pero durante la Era de los Conflictos, los viajes interestelares y las comunicaciones se volvió errática cuando las tormentas disformes se hicieron más frecuentes y más intensos; eran los dolores de parto del Dios del Caos Slaanesh enturbiando la Disformidad. El uso de motores disformes y Astrópatas para unir las colonias humanas se hizo inútil durante este tiempo. Al final, miles de millones murieron como consecuencia de las guerras, psíquicos renegados, posesiones daemónicas y el hambre que corrió desenfrenadamente durante este período oscuro.
Marte se vio aislada de Terra y del resto del dominio humano durante este período, y sus líderes ya no pudieron adquirir alimentos o recursos suficientes para su gran población. Marte fue rápidamente consumida por conflictos cuando la sociedad derivó en la anarquía y una nueva fe comenzó a extenderse entre su pueblo, una religión enfocada en la tecnología necesaria para asegurar su supervivencia en un mundo cuya biosfera cuidadosamente construida se marchitaba ante sus propios ojos. Este era el Culto Mechanicus, dedicado al culto animista del Dios Máquina. Bajo la dirección de la rígida jerarquía de los Tecnosacerdotes del Mechanicus, los miembros del culto se dedicaron a restaurar el orden en su mundo. Las Legios nacieron en Marte durante la anarquía de la Vieja Noche, cuando se estableció la legendaria "Tríada Ferrum Morgulus". Este trío de Órdenes consistió en la Legio Tempestus, Legio Mortis y Legio Ignatum, y aunque los tres se enfrentaron los horrores de la Vieja Noche, desde Xenos a aberrantes máquinas pensantes, tampoco se libraron de luchar entre sí; cada una servía a los intereses de su Forja por encima de todo, lo que durante la larga época de anarquía llevaría a las rivalidades que mucho más tarde darían sus amargos frutos. Los Tecnosacerdotes de Marte construyeron sus primeros templos al Dios Máquina y restauraron el orden en el Planeta Rojo restaurada después de la Era de los Conflictos.
Los Señores de Terra[]
Cuando el Emperador de la Humanidad llegó al Planeta Rojo, después de haber unificado a una Terra arrasada, la primera colonia humana que encontró fue Marte. Aclamado por todos aquellos que lo conocieron como el Omnissiah, el Dios Máquina encarnado, una parte dentro del Culto Mechanicus no estaban del todo satisfechos con este giro de los acontecimientos. Parte de estos descontentos incitaron una insurrección corta y sangrienta en contra de los que estaban a favor de una alianza con el Emperador, finalmente la oposición fue aplastada, Marte y Terra se reunieron después de milenios de desarrollo independiente por el Tratado de Marte alrededor del año 800.M30. Este acuerdo fundaba oficialmente el Imperio de la Humanidad como una alianza entre Terra y el Culto Mechanicus, concediéndole a este último la autonomía necesaria para mantener su fe, aunque el Emperador pretendía difundir su Verdad Imperial por toda la galaxia. En la cima del Mons Olympus los señores del Planeta Rojo se unieron al Imperio de la Humanidad, pero el Mechanicum permanecería como un imperio dentro de un imperio, puesto que existían otros dominios de máquinas en toda la galaxia, los cuales terminarían jurando lealtad con el tiempo al Fabricador General de Marte. Cómo reconocimiento al hecho de que la unificación de la humanidad no se podría lograr sin la ayuda tecnológica y científica del Mechanicum, Marte se convirtió en un aliado de Terra, no un vasallo. Gracias a los recursos humanos masivos de Terra y el colosal poder técnico e industrial de Marte, el Emperador podría comenzar su gran empresa de reconquistar la galaxia sobre una base firme. Muchos planetas humanos establecidos hace tiempo y olvidados fueron liberados y otros mundos se refundaron. Así comenzó la Gran Cruzada, durante más de 200 años terrestres el Imperio de la Humanidad se expandió rápidamente por toda la galaxia.
A medida que las huestes del Emperador avanzaban cada vez más por la galaxia, expulsando los horrores que se habían apoderado de los dispersos mundos humanos durante tantos siglos , las Legiones titánicas marcharon junto a ellas. Luchando junto a los Marines Espaciales, los soldados del vacío de élite de los Auxiliares Solares y las otras numerosas fuerzas de un Excertus Imperialis en rápida expansión, las Órdenes titánicas llegaron a otros planetas dominados por sus parientes perdidos hace mucho tiempo, los Mundos Forja, no muy diferentes de Marte y gobernado por tecno-teocracias similares. Algunos se negaron a reconocer la primacía del Planeta Rojo y fueron obligados a claudicar y en algunos casos incluso fueron destruidos. Sin embargo, la mayoría conocía la existencia del Planeta Rojo por los pocos fragmentos de datos de archivo y los ecos de las leyendas que lograron sobrevivir a la Era de los Conflictos, ocupando voluntariamente su lugar en el nuevo orden.
La fuerza de las Legiones Titánicas[]
Los nuevos Mundos Forja poseían sus propias Órdenes de titanes, si bien muchas habían desarrollado sus propias culturas e idiosincrasia únicas, otras sin embargo se organizaron en una línea similar a la Tríada Ferrum Morgulus de Marte, sugiriendo algún principio de la máquina o un nuevo patrón, esto agrado a los Señores de Marte, permitiéndolo. En aquellos Mundos Forja menores que no poseían las plantillas, los recursos o los conocimientos necesarios para construir y operar sus propios titanes, Marte ayudo al desarrollo de Órdenes de Titanes a aquellos que juraron lealtad.
En apenas unas pocas décadas tras el comienzo de la Gran Cruzada, el Mechanicum descubrió o fundó una serie de Órdenes de titanes y a finales del primer siglo de la Gran Cruzada, las órdenes de batalla por la que se regían dichas Legios se convirtieron en algo codificado, mientras que los cuerpos individuales mantenían una considerable independencia estratégica, se hizo evidente cierto grado de estandarización. El Fabricador General ordenó que las Órdenes de titanes debían ser reconocidas como una clase distinta dentro de los corpus mayores del Mechanicum, que sus doctrinas, tradiciones y honores de batalla debían ser propagados y preservados por el bien de toda la humanidad. Este cuerpo sería conocido como el Collegia Titanica, y mientras que las Legios quedarían subordinadas a la voluntad de los señores de las forjas, esta se convertiría en una entidad muy influyente dentro de las estructuras emergentes del naciente Imperio de la Humanidad.
El Collegia Titanica llegó a calificar la fuerza de cada Legio según una compleja fórmula que le asignaba a cada uno un grado. Las designaciones de primer nivel variaban de "Primus" a "Denarios", con una gama de más definiciones numéricas clausales que describen las capacidades específicas, especializaciones y otras características de la Legio. A pesar de que rara vez se contó toda la verdad, la medida más obvia de la fuerza de una Legio fue siempre el número de máquinas que pudiera desplegar, pudiendo las mayores tener de 200 a 300, mientras que la más pequeña podría ser capaz de tener apenas un docena. Sin embargo, poseer diferentes clases de titanes era un indicador mucho más fiable de su poder que los simples números. De hecho pocos podrían desplegar los modelos clase Emperador, mientras que casi todas pueden desplegar un número significativo de titanes Warhound, el modelo más ligero y dedicado a la exploración, junto con el modelo Warlord como fuerza principal, un diseño probado y poderoso. Había otros modelos, como los Reaver y las diferentes variantes de Warlord, como la Némesis y Nightgaunt y otras clases de Titanes más raras como la Apocalipsis, Carnivore y Komodo.
Muchas Legios tenían una mezcla particular de dioses-máquinas que utilizaban para cada batalla, ejemplificando sus propias doctrinas de batalla. La Legio Audax, también conocida como los "Lobos de Ámbar", desplegaba un gran número de Warhound, empleándolos como manadas de caza y que eran terriblemente eficaces acosando y derribando titanes enemigos mucho más grandes. Sin embargo, la mayoría de legios trataron de mantener una fuerza equilibrada y flexible capaz de enfrentarse a una amplia gama de operaciones y poder hacer frente a diferentes enemigos.
Aunque algunas Legios usaron su propia lengua vernácula, el Collegia Titanica ordenaba un cierto grado de normalización en la nomenclatura de las unidades. Los titanes eran plenamente capaces de operar de forma individual y a menudo lo ponían en práctica para el apoyo a unidades de tierra convencionales. En la práctica, se desplegaban en formaciones de entre dos a diez, pero divididos en unidades formales conocidas como "manípulos", desplegando cinco ingenios; el número tiene un significado oculto y numerológico de destrucción en muchos sistemas de vaticinio, favorecidos por el culto al Omnissiah. El comandante o Princeps del Titán de mayor rango era designado como líder del manípulo y esta fuerza se consideraba suficiente para lidiar con todo, a excepción del Apocalipsis.
Los guerreros de la Collegia Titánica[]
Las tripulaciones de los titanes están a la par de sus homólogos de la Armada Imperial en la habilidad con la que operan sus poderosas máquinas de guerra, aunque pocos en número. Los Princeps tienen el mando total de su titán mediante una Unidad de Impulsos Mentales (Mental Impulse Unit en inglés), un dispositivo muy complejo y que funde el cuerpo y la mente del operador con la del ingenio, de tal manera que este controla al titán como su propio cuerpo. El proceso es de dos vías; cada Titán, y en particular los más antiguos, vierten su propia ánima, la cual es el producto de sus actos y de sus antiguos amos, y que cae gota a gota en la conciencia de los princeps, creando una gestalt de ambos. Así inmersiva es a este respecto que si el Titán sufrir daños, el princeps se siente como si su propia carne resultaron heridos. El daño severo puede causar estigmas paralizante sobre el cuerpo princeps", y si el motor se asestó un golpe mortal, la retroalimentación cibernética neural es casi seguro que matarlos.
Asistiendo al princeps se encuentran cierto número de tripulantes especializados, cuyo número exacto y funciones depende de la clase de titán, así como de las doctrinas de su Legio. Estos son conocidos como "Moderati", y cada uno tiene la responsabilidad de un sistema diferente, como por ejemplo los sensores o el timón, añadiendo su propia visión a la UIM de los princeps. Varios de estos moderati están estacionados al lado de los princeps en la "cabeza" del titán, mientras que otros se encuentran en otro lugares como las armas o como permita la anatomía de la máquina. Además, uno o más tecnosacerdotes vigilan el poderoso generador de plasma, con la asistencia de un pequeño grupo de servidores. Mientras que una clase ligera, como un Warhound, no tiene más que un puñado de tripulación, un Warlord puede tener una docena y un Emperador aún más.
Siervos de la Collegia Titánica[]
No todos los sujetos de una Legio sirven dentro de los poderosos Dioses-Máquinas, pues muchos más lucha en su sombra. Cada Mundo Forja es servido por cohortes masivas de Skitarii, Scutarii y Secularis, y éstos son asignados a menudo para proporcionar a las legios fuerzas de tierra capaces de realizar las tareas del campo de batalla que los propios titanes no pueden llevar a cabo. Por otra parte, están los Mundos Forja que, teniendo como siervos a Casas de Caballeros, marchan a la guerra precedidos por una línea de Caballeros Lanceros y similares que cierran la brecha entre la infantería y titanes, lidiando con los vehículos enemigos y permitiendo que los titanes se concentren en los pesos pesados, en particular titanes enemigos.
Sólo cuando un ejército se enfrenta a un enemigo que es apoyado a su vez por titanes puede mirarse en el espejo, y esto se produjo con el estallido de la Herejía de Horus. Desde el principio, Horus se aseguró el mayor número de Legios posibles para su causa y la primera de ellas fue la Legio Mortis; pronto otras le siguieron. Los titanes traidores estuvieron en las primeras batallas de la Herejía, incluyendo la Atrocidad de Istvaan III y la Masacre del Desembarco de Istvaan V. La Collegia Titanica se dividió en dos por la guerra que se extendió por toda la galaxia, calcinando los campos de batalla del Imperio con su apocalíptica potencia de fuego. Nunca una batalla fue tan amarga, enfrentando a hermanos en una guerra abierta mientras los soldados mortales, insignificantes como insectos, luchan y mueren bajo sus pies por millares.
La Herejía de Horus[]
La Gran Cruzada continuó expandiéndose, avanzando hasta que el Imperio abarcó casi toda la galaxia en los primeros años del M31. En ese momento surgió una nueva e inesperada amenaza que desafiaría el dominio de la humanidad sobre la galaxia. Esta fue la rebelión contra el gobierno del emperador que se conoció como la Herejía de Horus. Esta revuelta fue instigada y dirigida por el Señor de la Guerra Horus, el más grandes y querido de los hijos del emperador, los Primarcas. La rebelión comenzó con Horus lanzando un bombardeo vírico sobre aquellos astartes cuya lealtad no era fiable en Istvaan III, para después apoderarse de la mitad de las Legiones de Marines Espaciales y muchas de las Legios sirviendo bajo su mando, hasta que casi un tercio de todas las fuerzas armadas del Imperio le juraron lealtad.
Cisma de Marte[]
No está del todo claro cómo Horus pudo atraer a un porcentaje tan importante de los ejércitos bajo su mando contra el Emperador, pero era conocido por ser un líder muy hábil y persuasivo que poseía una inmensa lealtad personal entre sus subordinados. Pero incluso antes de que ocurrieran los primeros compases de su insurrección, sabía que tendría que obtener el apoyo del Mechanicus, de su tecnología y armas superiores, si quería derrotar al Emperador y conquistar la galaxia. Horus se ganó la lealtad de muchos de tecnosacerdotes del Mechanicus después de prometerles los secretos perdidos y contenidos dentro de las Plantillas de Construcción Estándar (PCE) que se habían recuperado de los mundos de la recién subyugada Tecnocracia Auretiana por los Hijos de Horus.
El clima en Marte estaba lleno de descontento durante este tiempo. Había relaciones más que tensas entre los diversos Magos, con brotes esporádicos de espionaje y violencia contra las diversas Ciudades Forja que representaban las principales unidades sociopolíticas de Marte. Incluso hubo sospechas no confirmadas de que las Legios ya habían elegido bando en secreto, en caso de un posible conflicto. Regulus, el representante del Mechanicus en la 63ª Flota Expedicionaria y que ya había unido su suerte a la causa del Señor de la Guerra, fue enviado al Planeta Rojo para asegurar el apoyo del Fabricador General de Marte y el líder global del Mechanicus, Kelbor-Hal. Regulus convenció al Fabricator General de la determinación de Horus por apoyar una mayor autonomía del Mechanicus contra el gobierno autocrático del Emperador. Como muestra de su agradecimiento, Horus proporcionó información a Kelbor-Hal que permitió al Mechanicus abrir un repositorio de conocimiento prohibido conocido como las Bóvedas de Moravec, el cual permanecía cerrado desde hace casi mil años. El Emperador mismo había decretado que las bóvedas no se abrirán, pues contenían innumerables artefactos cuya tecnología se creó/corrompió por el poder del Caos en épocas pasadas. Con todo, hubo pacto.
Cuando se reabrió este repositorio, este contenía toda clase de conocimiento y armamento arcano que, evidentemente, había sido contaminado por la influencia del Caos. Pronto la corrupción se extendió a todo lo largo de las ciudades y templos forja del planeta rojo cuando el código corrupto, un código fuente digital contaminado por un virus informático arcano, infestó los motores lógicos y archivos informáticos del Mechanicus, causando literalmente el caos en cualquier sistema de cogitadores que estuviera conectado en red a uno de sus homólogos infectados. El fabricador general y sus aliados del Mechanicum Oscuro utilizarían esta interrupción para reunir sus fuerzas y someter Marte en un golpe de mano. Infectados por el código de chatarra vicioso, los titanes de la Legio Agravides y la Legio Fortidus conocieron su fin cuando sus reactores entraron en fase crítica y explotaron, destruyendo sus fortalezas y eliminando estas otrora orgullosas Legios de la lista de las fuerzas leales. En los años posteriores, esta noche sería conocida en las leyendas como la Muerte de la Inocencia.
Las historias registrarían más tarde que el primer golpe de la guerra civil de Marte fue dado contra el Magos Mattias Kefra, cuya ciudad forja en la región de Sinus Sabaeus se encontraba dentro del Cráter Madler. Los titanes de la Legio Magna marcharon desde el sur de la región Noachis y en pocos minutos aplastaron las puertas del bastión de Kefra. Ingenios aullantes, embadurnados de rojo, naranja, amarillo y negro y decorados con cráneos con cuernos envueltos en llamas, corrieron fuera de control dentro de las altas paredes del cráter, aplastándolo todo y destruyendo miles de años de sabiduría acumulada en una furia de fuego. Vastas bibliotecas y arsenales de armas para los Auxiliares Solares del Ejército Imperial fueron reducidos a escoria fundida mientras la masacre continuó hasta bien entrada la noche, cuando los cuernos de guerra de la Legio Magna sonaron como los gritos atávicos de salvajes primitivos.
En mitad de los Valles Athabasca, las máquinas de guerra de la Legio Ignatum y de la Legio Astraman lucharon en sangrientos combates cuerpo a cuerpo a través de un paisaje causado por las inundaciones catastróficas en una edad anterior de Marte. Ni fuerza podría ganar la ventaja, ni bien podría cantar victoria, así que después de desguace poco digno de una noche, ambos se retiraron a lamerse las heridas.
En la frontera de las regiones Lunae Palus y Arcadia, lo que antes había sido simplemente un acalorado debate entre los partidarios del Emperador y Horus desembocó en una guerra civil abierta cuando el Princeps Ulriche de los Acechantes Mortíferos desató sus máquinas de guerra sobre la fortaleza de la Legio Honorum, de Maxen Vledig. Cogida por sorpresa, la Legio Honorum perdió diecinueve titanes en la primera hora de la batalla, antes de retirarse en las heladas tierras del Mare Boreum y los campos de dunas de Olympia Undae en busca de refugio. Sus llamadas de refuerzos quedaron sin respuesta, pues todo Marte se estaba desgarrando a medida que la plaga de la guerra se extendía en una furiosa tormenta, un conflicto conocido por las generaciones posteriores como el Cisma de Marte.
La traición del Fabricador General sólo había comenzado a desarrollarse, la cual pronto vería al Mechanicum Oscuro y los titanes traidores de Marte unidos a Horus en una guerra abierta contra el Emperador sobre la misma Terra.
La Batalla de Terra[]
Ver artículo principal: La Batalla de Terra.
El asedio de Terra por las fuerzas traidoras de Horus comenzó con un bombardeo orbital por parte de la flota del Señor de la Guerra como preludio a la invasión. Después de los días solares de bombardeo, los astartes de las legiones traidoras aterrizaron en la superficie de Terra en Cápsulas de Desembarco y avanzaron en los dos puertos espaciales más cercanos a la ubicación del Palacio Imperial para asegurarlos en preparación para los principales aterrizajes de las fuerzas traidoras.
Elementos de cinco de las legiones traidoras participaron en la batalla, ayudados por las fuerzas traidoras que ya estaban en la superficie. A pesar de los valientes esfuerzos de los Leales, el Muro de la Eternidad y los Puertos Espaciales de La Puerta del León cayeron en horas solares ante los Traidores. Con ellos asegurados, las tropas restantes de Horus en las Legiones Traidoras y sus fuerzas de apoyo del Ejército Imperial Traidor y el Mechanicum Oscuro aterrizaron en masa, y los enormes transportes llevaron miles de tropas cada uno. También trajeron al campo de batalla a los terribles Titanes Traidores que sirvieron a la causa del Señor de la Guerra y que habían sido infectados con los espíritus daemónicos del Caos.
El inmenso tamaño de los transportes los convirtió en objetivos principales para los láseres de defensa de Terra. Aunque muchas de las naves de aterrizaje Traidoras fueron destruidas en la atmósfera, especialmente la nave de transporte que transportaba el Legio Damnatus, muchos más llegaron a la superficie, arrojando aún más soldados, tanques de batalla principales y Titanes traidores para aumentar la fuerza de los sitiadores. Se encontraron con una fuerte resistencia por parte de los Leales, ya que los defensores imperiales sabían que la supervivencia de su mundo natal, su Emperador y la totalidad de la raza humana descansaban sobre sus hombros.
El asedio del Palacio Imperial comenzó entonces en serio. Tres veces las Fuerzas del Caos escalaron las paredes, y tres veces los defensores las arrojaron de regreso. Frustrado por esta falta de progreso, Horus le otorgó a Legio Mortis el honor singular de violar las paredes del Palacio Imperial, entre cuyos defensores estaban los Titanes Leales de la Collegia Titanica y sus odiados rivales: el Legio Ignatum.
Usando las muchas armas poderosas a su disposición, se pusieron a trabajar con entusiasmo. En virtud de su furia loca, lograron este esfuerzo casi suicida, a pesar de sufrir las pérdidas de más de treinta titanes en una noche de feroces combates. Los Titanes Warlord del Caos rompieron los muros exteriores y dejaron entrar una avalancha de traidores.
Pero en última instancia, el asalto de los Traidores falló cuando los eventos finales de la Herejía se desarrollaron a bordo del buque insignia de Horus, el Espíritu vengativo. El Emperador triunfó durante la confrontación entre Él y el Señor de la Guerra corrupto por el Caos, pero solo a costa de Su propia herida mortal. La mayoría de las legiones traidoras se dispersaron después de esta desastrosa derrota, y las fuerzas imperiales lo persiguieron, desatando el período conocido como la Gran Purga. Cazados y perseguidos, sistema por sistema, las Legiones Traidoras de la Marines Espaciales del Caos y las Legiones Titánicas Traidoras finalmente fueron conducidas al Ojo del Terror y los mundos que habían ocupado fueron reconquistados por el Imperio.
Tras la herejía[]
Tras la Herejía de Horus, la Collegia Titanica continuó sirviendo al Adeptus Mechanicus y el Imperio, dando su poder cuando se consideró necesario. Durante la Herejía, rivalidades pasadas entre ciertas Legios se agravaron en un odio de plano una vez se encontraron en lados opuestos. Durante milenios continuarían combatiendo a los traidores en cada oportunidad, y una de sus tareas más importantes es vigilar el Ojo del Terror y proteger dicho espacio Imperial de ataques caóticos y Cruzadas Negras. Así mismo la Collegia Titanica protege el Imperio de las incursiones Xenos y otras amenazas. Aunque como resultado de su autonomía política como parte del Mechanicus generalmente no se preocupan por las disputas internas que se puedan producir entre los Adepta del Imperio, lo hacen a veces interfiriendo en el orden de sus amos Mechanicus, cualesquiera que sean sus motivos.
Campañas notables[]
- Asedio de Vraks (813-830.M41) - Durante el infame Asedio de Vraks, el grupo de batalla Titán de la Legio Astorum proporcionó al 88º Ejército de Asedio su mayor potencia de fuego. Desplegando 22 titanes de las clases Reaver y Warhound, el compromiso de este grupo de batalla en apoyo de la 12 ° Línea Korps fue el factor decisivo para romper las líneas de defensa internas durante la ofensiva de Kagori en Vraks Prime. El Alto Princeps Rand Drauca y los Warp Runners continuaron apoyando la campaña en Vraks en numerosas ocasiones, y se volvieron a involucrar nuevamente cuando el Capítulo de los Escorpiones Rojos capturó la brecha en el muro cortina de la fortaleza del Traidor central, combinando armas y armaduras con los Titanes Traidores de Legio Vulcanum I. No se identificó el número exacto de titanes enemigos, aunque los informes posteriores a la batalla afirman que 14 titanes enemigos de la clase Warhound y Reaver fueron destruidos durante la campaña. Como tal, el Legio Vulcanum pagó un alto precio por su participación, y el Legio Astorum podría reclamar una famosa victoria sobre su antiguo enemigo.
- Guerra de Badab (912-913.M41) -El Señor del Capítulo de las Garras Astrales, Lufgt Huron, el "Tirano de Badab", trató de que el Sector Badab se separara del Imperio del Hombre en protesta contra los continuos intentos del Imperio de utilizar los recursos del Sector Badab fuera de la región en lugar de dedicándolos completamente a la derrota de las Fuerzas del Caos y las amenazas xenos que surgieron constantemente en la Zona de El Torbellino. Esta gran rebelión involucró a varios Capítulos de Marines Espaciales que se volvieron Renegados y se pusieron del lado del Tirano en su loca causa. El mundo de Angstrom era un Mundo Forja menor altamente militante que contenía una presencia Adeptus Mechanicus significativamente independiente situada en el borde de la Zona del Torbellino, y por esta red de parentesco, el Legio Crucius se involucró en las salvajes campañas de cierre de la Guerra de Badab. Las fuerzas de Legio Crucius se desplegaron al asedio de Badab Primaris, compuesto por tres manípulos completos de titanes, unas quince máquinas de guerra en total, comandado por el Titan Warlord Hell's Daughter y el alto princeps Cadmon Krom. La tarea principal de los Titanes en la batalla fue aplastar fuertes puntos de defensa en las ciudades colmena y zonas industriales de Badab Primaris y aplastar grandes focos de resistencia cuando se encontraron, una misión que emprendieron con gran gusto, cumpliendo plenamente la reputación de larga data de su Legión. como salvajes destructores de ciudades y quemadores mundiales. El Legio Crucius representó bajas incalculables y devastó las fuerzas blindadas pesadas secesionistas restantes. La Legión Titánica sufrió solo tres pérdidas durante el enfrentamiento a pesar de la fuerte resistencia que encontraron, y logró recuperar a todos menos a los Titanes destrozados en la retirada anárquica del planeta por las fuerzas leales.
- Tercera Guerra de Armageddon (998.M41) - El gran Kaudillo Orko Ghazghkull Mag Uruk Thraka lanzó un segundo y aún más masivo WAAAGH! Orko para conquistar el mundo imperial de Armagedón en 998.M41. A medida que las batallas continuaron en el planeta, Ghazghkull desató otra de sus sorpresas cuidadosamente preparadas. Increíblemente, docenas de Piedroz Orkos (fortalezas de asteroides) comenzaron a descender de la órbita. Los Piedroz aterrizaron en las verdes selvas ecuatoriales del mundo y en los continentes de Armageddon Primus y Secundus. Muchos se perdieron a causa de incendios o accidentes, pero cada uno de los sobrevivientes se convirtió en un bastión para los Orkos, un punto de reunión y una fortaleza prefabricada. Además de sus formidables armamentos, los piedroz contenían conjuntos de teletransportadores gigantes. Estos se emplearon para teletransportarse con refuerzos de Orko, incluidos Gargantes y artillería pesada de piel verde, en una corriente interminable. El comisario Yarrick dirigió personalmente los ataques de los regimientos de las Tropas de Choque de Cadia apoyadas por los Titanes de la Legio Ignatum y Legio Metalica, que destruyeron varias de estas fortalezas. Durante una batalla de diez días que se extendió por el complejo manufactorum Diabolus y resultó ser uno de los más feroces de la Tercera Guerra por Armageddon, los Titanes del Legio Crucius se enfrentaron a los Gargants de los Señores de la Guerra Burzuruk y Skarfang. Seis Titanes y ocho Gargantes fueron completamente destruidos en la lucha y muchos otros necesitaron meses de reparaciones antes de que pudieran luchar nuevamente. El complejo Diabolus fue destruido durante la batalla, sus fundiciones y talleres mecánicos destrozados o aplastados por las gigantes máquinas de combate.
- 13ª Cruzada Negra (999.M41) - Cuando las Fuerzas del Caos asaltaron el mundo de Cadia durante la 13ª Cruzada Negra en 999.M41, las Legiones Titánicas estacionadas en los mundos que rodean el Ojo del Terror ayudaron en la defensa de ese asediado Mundo Fortaleza Imperial. Muchas otras Legiones Titánicas, algunas de ellas liberando toda su fuerza, fueron transferidas allí para enfrentar el ataque Caótico.
Organización[]
La Collegia Titanica está organizada en Divisiones, las cuales contienen una serie Legiones titánicas (a veces llamadas "Órdenes"). Una Legio es un grupo de titanes de diferentes clases bajo el mando de un Gran Maestro, procedente de un Mundo Forja o mundos. Todos están unidos por una herencia, tradición y escuela de pensamiento comunes, y posee un código distintivo de conducta y preferencias en cuanto a doctrinas y tácticas empleadas en el campo de batalla. Así mismo, cada Legio tiene cierta predilección por el uso de ciertas armas, uniformes, decoraciones, rangos, colores, heráldica y otras peculiaridades. Toda esta variedad se enmarca dentro de ciertos límites, pues no podrían, por ejemplo, cambiar el sistema actual de rangos y la cadena de mando estándar de la Collegia Titanica, a pesar de que tienen mucha libertad; son similares, en forma, a los Capítulos de los Marines Espaciales. Algunas Legios fueron creadas para cumplir funciones específicas en el campo de batalla, como los asedios o el combate en condiciones ambientales especiales, y por lo tanto están orientados a ese fin, tanto en términos de equipamiento como de forma de pensar.
La Collegia Titanica es el principal brazo militar del Adeptus Mechanicus, y solo obedece a los Tecnosacerdotes que la dirigen. Sus despliegues y asignaciones se deciden exclusivamente por los Magos del mechanicus, y cada uno tiene que ser autorizado por los gobernantes del Mundo Forja de origen de esa Legio. Este derecho proporciona a los Magos una gran influencia sobre cuándo y dónde podrán recibir la asistencia de titanes los ejércitos imperiales. En el campo de batalla, los titanes no podrán recibir órdenes de otros comandantes, ya sean oficiales de la Guardia Imperial o Marines Espaciales. Las acciones de un agrupación táctica sólo serán decididas por su Princeps, un Magos del Mechanicus que les acompañe o en algunos casos por los señores del Mundo Forja del que son oriundos. Aunque un tecnosacerdote de alto rango tiene técnicamente cierta autoridad sobre un Princeps, al mismo tiempo que respeta el conocimiento y la experiencia táctica de estos, hace que este último tenga mayor libertad en sus acciones en el campo. Sin embargo, los Magos interferirán cuando él o ella lo consideren necesario; por ejemplo, ordenando la retirada de un mundo con el fin de evitar pérdidas innecesarias. Hay una excepción: un miembro de la Inquisición tiene el poder de dirigir los titanes sobre el terreno y expedirles órdenes, así como requisar el despliegue de un grupo de batalla de un Mundo Forja. Sin embargo, un inquisidor sabio y astuto en política será cuidadoso al interferir en los asuntos del Mechanicus, y más aún porque el sacerdocio de Marte es comprensiblemente muy celoso de sus titanes.
El número de Legios y titanes dentro de la Collegia Titanica es desconocido, mas se supone que las cifras son elevadas. La Collegia Titanica tiene muchas prerrogativas en sus manos, pues protege al Imperio no sólo de traidores, sino de fuerzas xenos y otras amenazas. De hecho, la Divisio Militaris tiene desplegadas a más de un centenar de Legios sólo en el Ojo del Terror, y la galaxia alberga muchas más amenazas para la humanidad que requieren la atención de las Legios. Además de estas funciones, las Legios forman expediciones que les alejan de los límites del Imperio; trayendo nuevos mundos al redil imperial o ayudando a Comerciantes Independientes y Flotas Exploradoras del Adeptus Mechanicus.
El número de titanes en una sola Legio varía enormemente, ya que algunas poseen tan sólo una docena y otras mantienen más de un centenar. Las pérdidas en combate tardan décadas o incluso siglos en ser reemplazadas, pues la construcción de un nuevo titan es un proceso largo y muy laborioso para el Adeptus Mechanicus. El Warlord es la clase más encontrada entre las fuerzas del Imperio, mientras que el Warhound es el más pequeño, utilizado para fines de exploración y de apoyo. Entre ellos destaca el Reaver. Los imponentes clase Emperador, del tamaño de las grandes catedrales imperiales, son, con mucho, los más formidables jamás desplegados por el Imperio, pero un espectáculo cada vez más raro en los campos de batalla del M41. Las legios sólo se despliegan en las campañas más vitales del Imperio y en campos de batalla que les permitirán dar rienda suelta a toda la potencia de sus colosales armas.
Doctrina[]
A lo largo de milenios de guerras constantes, las Legios de la Collegia Titanica han desarrollado sus propias tácticas y formaciones de batalla, muchas de las cuales están basadas alrededor de la unidad conocida como "Manípulo". Esta es una configuración que hace uso de las calses Reaver y Warhound, y que consta de al menos tres máquinas. En una formación tipo, los Warhound irían por delante de los Reaver, encontrando y marcando sus objetivos. Algunas agrupaciones tácticas de hecho son sólo manípulos, y si esa fuerza se enfrenta a la necesidad de dividir su fuerza, se crearán unidades más pequeñas de configuración casi idéntica llamada Demi-manípulos.
Los tecnosacerdotes que acompañan a un grupo de batalla llevan consigo el equipo necesario para dar cabida a los titanes que participan en el combate pesado, y además de realizar el mantenimiento de campo, tienen los medios para llevar a cabo reparaciones de menor importancia. Los tecnosacerdotes pueden facilitar el rearme de titanes en el caso de la destrucción de su armamento original, o montar las armas más adecuadas para la tarea, cuando las condiciones del campo de batalla cambian.
Los titanes dañados sos llevados después de la batalla a las instalaciones de los tecnosacerdotes para las reparaciones, pero si en el transcurso de la lucha uno de ellos sufre graves daños se le retirará tan pronto como sea posible a fin de evitar su destrucción, siendo entregado al cuidado de los tecnoadeptos. Si resultan incapaces de calmar el dolor de la máquina, asegurarán el titán devastado y lo devolverán a su Mundo Forja, donde recibirá la atención adecuada. A pesar de estas precauciones, los Dioses Máquinas caen de vez en cuando en combate, para luto del Culto Mechanicus y en particular de las tripulaciones y el personal que los acompañaban. En una campaña en curso, aunque entristecido, el Mundo Forja enviará nuevos titanes para reemplazar las pérdidas y continuar la lucha.
Divisiones[]
La Collegia Titanica tiene cuatro Divisiones: la Divisio Mandati, la Divisio Telepática, la Divisio Investigatus y la más importante, la Divisio Militaris, que es la fuerza de combate principal de la Collegia Titanica. Las Divisiones se dividen a su vez en una serie de "Legiones" u "Órdenes": grupos de titanes vinculados por una herencia común como la Legio Ignatum o la Legio Gryphonicus. Cada legio es una unidad autónoma, encabezada por un oficial con el rango de Gran Maestro.
Divisio Militaris[]
Las legiones titánicas de la División Militaris (o como se le denomina más comúnmente, las Órdenes Militares) son la principal fuerza militar de la Collegia Titanica, y cada una incluye su propio personal de apoyo, además de sus titanes. Cada Legio se basa en su propio Mundo Forja (la mayoría de los Mundos Forja mantienen una, aunque otros son conocidos por albergar más) Marte tiene tres. Aunque son técnicamente sus bases, las legios en realidad están estacionadas por toda la galaxia, protegiendo lugares vulnerables de todo el Imperio. Muchas están estacionadas cerca del Ojo del Terror, listas para luchar contra sus contrapartes caóticos. Algunas órdenes militares son fuerzas altamente especializadas, creadas para hacer frente a asedios o combates en entornos planetarios exóticos.
Divisio Mandati[]
Las legiones titánicas de la Divisio Mandati son conocidas como "Órdenes Ejecutoras". Viajan en vastas naves-templo, responsables de traer la Pax Imperialis a mundos aislados del Imperio. Cada nave-templo porta entre dos y cinco titanes clase Emperador, así como tecnosacerdotes, tropas regulares del Mechanicus, adeptos para mantenimiento y personal de apoyo.
Cada titán emperador de la Divisio es su propia unidad autónoma, la cual engloba a miembros del Adeptus Arbites, la Inquisición y la otros Adepta del Adeptus Terra. Con un titán emperador como su plataforma, los siervos del Imperio puede ser muy persuasivos, y si eso no funciona, poseen potencia de fuego más que suficiente para conseguirlo. Es a través de esta combinación de persuasión y amenaza como la Pax Imperialis es llevada a muchos mundos.
Algunas de las órdenes ejecutoras nunca abandonan los límites del espacio imperial, confinados a las diócesis que quedan bajo su cuidado. La élite de la divisio mandati es conocida como las "Órdenes Misioneras"; viajan más allá de las fronteras del Imperio, acompañadas a menudo por Comerciantes independientes en el descubrimiento de nuevos mundos y regiones del espacio que serán colonizadas y explotadas por la humanidad.
Divisio Telepática[]
Siendo altamente especializada, la División Telepática es algo menor que las Mandati y Militaris. La División Telepática es responsable de operar los temidos Psico-Titanes, los cuales, a juzgar por sus despliegues conocidos, están especialmente diseñados para combatir a las fuerzas del Caos y Legiones Títanicas Traidoras. Sus Legios son llamadas "Órdenes Telépatas", y cada una opera desde un Mundo Forja secreto cerca del corazón del Imperio. Su existencia es un secreto celosamente guardado por el Imperio, como lo son todas aquellas organizaciones dedicadas a combatir el Caos, como el Ordo Malleus y los Caballeros Grises. Dado que casi no se sabe nada del Divisio Telepática, y debido a su presunta dedicación a la lucha contra los poderes de la oscuridad, no es improbable que se camufle entre siervos estimados del Imperio.
Divisio Investigatus[]
La Divisio Investigatus es la división de investigación y desarrollo científico de la Collegia Titanica. Su función es la construcción de las muchas máquinas de guerra utilizadas por todas las legios, así como diseñar y probar las raras mejoras introducidas en su tecnología por el cada vez más estancado Imperio. A veces, una Orden de Investigación participa en la batalla para probar sus nuevos diseños en condiciones de combate adecuadas. Las legios subordinadas a la Divisio Investigatus prefieren los titanes de la clase Warlord, ya que sus características y capacidades de manejo son un banco de pruebas ideal para los nuevos dispositivos de la Divisio.
Reverencia[]
Para el Culto Mechanicus, los titanes son encarnaciones del dios de la máquina en el reino material, y poseen una santidad invertida en ellos en virtud de su antigüedad y complejidad técnica. Los tecnosacerdotes proclaman su naturaleza divina con palabras y rituales. Mil veces bendecido y consagrado con los ungüentos más santos, un Titán es un ídolo imponente y andante para los Dioses de la Tecnología de los sacerdotes. Muchos ven el honor de servir a bordo de un Titán como una oportunidad para servir al Omnissiah en persona, y no hay mayor servicio que un simple mortal pueda realizar.
Antes de ser enviados a la batalla, se realizan ceremonias y se bendicen los motores de guerra. Las criaturas exóticas son asesinadas y su sangre se usa para ungir los pies de cada Titán, un símbolo de la realidad de que pronto pondrán sangre a los pies del Emperador. Durante estos rituales, un tecnosacerdote superior rociará la máquina con aceites santificados y recitará pasajes de la Incubatoria Prima.
Estos ritos sirven para despertar el espíritu máquina del titán y prepararlo para la batalla. Un motor sagrado de destrucción, la muerte de un Titán es muy triste para todos en el Culto Mechanicus. Cuando uno de sus números cae, el resto intentará recuperar su casco devastado y enviarlo a su mundo forja natal, que llorará su fallecimiento y hará sonar una campana por cada Titán perdido.
Podcast[]
Fuentes[]
Extraído y traducido de Warhammer 40K UK.
- Adeptus Titanicus (1ª Edición).
- Codex: Titanicus (1ª Edición).
- Titan Legions (2ª Edición).
- Codex: Ojo del Terror (3ª Edición).
- Imperial Armour Volume III, VI, X y XI.
- Imperial Armour Update 2006.
- Imperial Armour Apocalypse II.
- Warhammer 40,000: Apocalypse.
- Reglamento Warhammer 40,000 (4ª Edición).
- Mechanicum, de Graham McNeill.
- The Horus Heresy: Collected Visions.