
El Caza Estilete (Razorwing Jetfighter en inglés) es una aeronave de los Drukhari. Los Cazas Estilete son tan rápidos que sus ataques parecen meras alucinaciones nebulosas; y sin embargo, la carnicería que dejan tras de sí es terriblemente real. Aunque están bien equipados para los duelos aéreos, sus pilotos prefieren usarlos para hacer llover la muerte sobre objetivos indefensos en tierra. Los Estilete han sido diseñados específicamente para aterrorizar a los enemigos con el ruido aullante que provocan al acercarse. Sus pilotos se deleitan masacrando a la infantería enemiga con pasadas de ametrallamiento y contemplando a los aterrorizados supervivientes correr para ponerse a cubierto. En varias ocasiones estos ataques punitivos han logrado impedir que una incursión resultase aplastada por la masiva superioridad numérica de la infantería enemiga, bombardeándola con misiles monoguadaña hasta hacerla pedazos.
Descripción[]
A través de los vórtices neblinosos que rodean a cada incursión de los Drukhari dejan su estela los Cazas Estilete, tan veloces que sus disparos de misil son capaces de impactar en el blanco incluso antes que nadie pueda oír el tronar de sus motores cuando estas pequeñas naves cruzan el cielo rompiendo la barrera del sonido.
Incluso los Arcontes más engreídos saben que los vehículos blindados de las razas inferiores, por muy toscos que parezcan, siguen siendo potencialmente peligrosos. Una incursión aérea interceptada por el fuego de artillería puede acabar siendo repelida y sufrir un índice de bajas desastroso. A fin de asegurar que el enemigo no podrá utilizar sus baterías artilleras, los Drukhari emplean Cazas Estilete que siembran la destrucción y el pánico entre sus filas. Ninguna presa es lo bastante rápida para escapar a estas agresivas y tremendamente hábiles naves, pues todos sus pilotos han sido en el pasado miembros de élite de los pilotos de Guadañas, y por lo tanto combatir a velocidad de vértigo es algo completamente natural para ellos.
Estos parecen armas dentadas de doble filo, dominadas por formas curvas y bordes acerados que les dan un aspecto letal. A menudo, los Comandantes Imperiales los confunden con cazas interceptores de los Mundos Astronave Eldars, y de hecho cruzan los cielos con la misma velocidad de vértigo. Sin embargo, sus pilotos no están especializados en la intercepción aérea sino en la competa erradicación de blancos en tierra. Son veteranos de las carreras de la muerte disputadas en la Ciudad Siniestra que han acumulado riquezas suficientes para escapar de una vez por todas de los anfiteatros de lucha, y ahora pueden disfrutar del placer de aniquilar y destruir todo lo que encuentren en su camino sin tener que jugarse su propio pellejo. Hay pocas cosas más satisfactorias para un piloto de Estilete que desatar un infierno en el campo de batalla, y luego dar caza a los pocos supervivientes que aún intentan huir o ponerse a cubierto.
Van armados con toda una variedad de misiles diabólicamente efectivos. Cuando un escuadrón de Estiletes dispara una de sus salvas de proyectiles, a menudo parece como si el suelo fuese de repente horadado por unas garras gigantes e invisibles. La más eficiente de estas armas es el misil monoguadaña, que es activado de manera remota por el piloto, y que suele impactar con una precisión quirúrgica en medio de las posiciones enemigas. El secreto de su temible reputación está en sus ojivas: cuando éstas detonan no liberan una explosión normal, sino una deflagración que queda ceñida a un plano dimensional específico, gracias a una serie de complejos campos de energía generados por las propias ojivas. Así, la explosión se extiende sólo en el plano horizontal y a una altura determinada, como si fuera una afilada lámina de energía que decapita o parte por la mitad a cualquier enemigo que se ve atrapado en su área de efecto. Esta devastación múltiple es sumamente satisfactoria para los pilotos de los Cazas Estilete, pues cualquier Drukhari sabe apreciar una masacre de tal calibre y perfección técnica.
Los misiles de necrotoxinas tienen un efecto similar contra hordas de enemigos poco blindadas. Dentro de las ojivas de cada misil hay un gran depósito de venenos virulentos; la ojiva se rompe con el impacto, enviando fragmentos de metralla empapados de toxinas a través de la carne de las encogidas masas de víctimas. Aquellos que no mueran al momento por la lluvia lacerante sucumben rápidamente a los efectos de virus devoracerebros y patógenos necro-dermales.
Quizás la más morbosamente intensa carga explosiva es la del misil de doble núcleo. Como su nombre indica, su ojiva lleva dos núcleos detonadores independientes. El primero aspira todo el calor de la zona de impacto, transformando a todos a los que alcance la explosión en frágiles estatuas; entonces el segundo núcleo manda una onda de fuerza percutora que reduce a sus congeladas víctimas a pedazos. Junto a estos misiles, cada Caza Estilete tiene una variedad de armamento con el que puede segar las almas de sus presas, incluyendo un par de cañones montados sobre las alas. Aquellos sádicos pilotos que se regocijen en arrasar filas de infantería tienden a preferir los cañones desintegradores. Estas sofisticadísimas armas disparan partículas de materia inestable cosechadas de soles robados que pueden atomizar con facilidad a los guerreros mas pesadamente acorazados. Otros Estilete son armados en su lugar con un par de lanzas oscuras, permitiendo a sus pilotos empalar máquinas de guerra y monstruosas bestias con haces de energía oscura. Además, todos llevan montados en la proa cañones cristalinos acoplados, lo que le da al piloto el punto de vista perfecto para ver a sus víctimas desgarrarse en pedazos.
Armamento[]
El Caza Estilete cuenta con dos lanzas oscuras (que pueden sustituirse por dos cañones desintegradores), misiles monoguadaña, misiles de necrotoxinas y misiles de doble núcleo, y un rifle cristalino doble (sustituible por un cañón cristalino).
Miniatura[]
Fuentes[]
- Codex: Eldars Oscuros (Ediciones 5ª y 7ª).
- Suplemento: Drukhari (8ª Edición).
- Codex: Drukhari (9ª Edición). pg 112.