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Academia militar en el interior de Castiglionica
Castiglionica era un mundo Imperial que albergaba un puesto comercial y una antiquísima academia militar donde fueron formados muchos de los más capacitados oficiales de la Guardia Imperial al servicio del Emperador.
Su fama era tal que pocos eran los admitidos entre sus muros, siendo una entidad extremadamente elitista y de gran renombre en los círculos más relevantes del Imperio donde grandes estrategas y estudiosos del arte militar derramaban sus conocimientos sobre los alumnos, que gracias a aquello al graduarse accedían a los mandos más elevados.
Aquel honor estaba reservado sólo a unos pocos, tan solo unos cientos cada período, los cuales viajaban desde distintos puntos del Segmentum Ultima e incluso de lugares aún más remotos hasta Castiglionica para recibir una formación en historia militar, doctrina de combate, estrategia y demás materias.
Destrucción[]
Castiglionica estaba escasamente defendida ya que no tenía valor estratégico, aunque su Gobernador gestionaba desde allí un par de pequeñas flotas de corsarios que trabajaban para el Imperio asaltando mundos y convoyes del límite exterior, si bien era una actividad local no gestionada directamente por el Adeptus Administratum.
Lo más relevante en aquel mundo, aparte de el espaciopuerto donde amarraban las naves corsarias, era la suntuosa academia, de modo que no había mucho que proteger allí más que a una población de unos cuantos cientos de millones de habitantes, para lo cual estaban allí desplegados unos cuantos regimientos de defensa planetaria y tan solo un escuadrón de la Guardia Imperial, un cuerpo de gala más dedicado al servicio de la academia que una unidad de combate en sí.
El fin de Castiglionica y la prolongada historia de su academia militar se produjo en el 356 DDF (468.M37) cuando se desencadenó la llamada Operación Racheakt, una represalia por los ataques de los corsarios a diversas zeilichbaun balhausitas en los sistemas del sector, autorizándose el ataque al espaciopuerto y la ciudad mientras en paralelo se desplegaba la unidad Jötnar de Clase B Loki como campo de prueba real de sus capacidades destructivas.
El enorme ingenio mecánico, apenas sin encontrar oposición más que la defensa testimonial del escuadrón de la Guardia Imperial en la academia, cayó sobre el antiguo complejo como una trituradora imparable, reduciendo a escombros todas las infraestructuras y sus emblemáticos edificios en el transcurso de pocas horas.
Tras la retirada de la Loki y la pequeña flota desplegada para batir los demás objetivos la otrora orgullosa y elitista Castiglionica no era más que un paraje ruinoso donde se amontonaban miles de cadáveres. Los edificios y claustros quedaron reducidos a escombros, sus bibliotecas fueron destruidas y jamás retomó el gran nombre que ataño tuvo.