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Castadelatierra

Emblema de la Casta de la Tierra

La Casta de la Tierra (Fio, en lenguaje T'au) contiene a los artesanos, constructores y trabajadores de los T'au y es, de lejos, la más numerosa. Ellos son quienes construyen las máquinas, erigen viviendas y proveen con comida al resto del Imperio T'au. Sin la Casta de la Tierra, las granjas no producirían y las factorías estarían cruzadas de brazos. Los niveles más bajos de la Casta de la Tierra son trabajadores vigorosos que se afanan sin cesar. Las mentes más privilegiadas de la Casta se convierten en ingenieros y científicos, inventores sin igual. Ellos son quienes construyen la sofisticada maquinaria y crean las innovaciones tecnológicas tan frecuentes en todos los niveles de la sociedad T'au, pero a diferencia de los Tecnosacerdotes del Imperio de la Humanidad, conocen el funcionamiento de sus máquinas y son capaces de ir más allá de la simple reproducción de un diseño ancestral. Uno de sus centros más importantes está en Bork'an, considerado un lugar de aprendizaje y estudio, y los Fio del sector Fal'shia son famosos por la calidad de sus artesanos, siendo su trabajo muy preciado. Muchas de las innovaciones tecnológicas más importantes de los T'au proceden de este planeta, y los T'au de este sector son considerados grandes solventadores de problemas.

Historia[]

Orígenes[]

Cerca de la Franja Este de la galaxia yace el pequeño planeta T'au, un mundo árido con pocas áreas exuberantes y océanos poco profundos. Está dominado por un enorme continente de ricas sabanas y majestuosas llanuras rotas por zonas de desierto rocoso. Mucho antes de que los T'au pisaran las estrellas empezaron como cazadores en esas llanuras y conforme sus tribus crecían, migraron por todo el planeta en busca de nuevos territorios de caza, evitando los desastres naturales y buscando alejarse de las rivalidades crecientes. Fue entonces, en el 789.M35, cuando los Exploradores del Adeptus Mechanicus visitaron el planeta y lo catalogaron como purgable, pero la subsiguiente flota colonizadora se perdió en una tormenta Disforme. Entretanto, conforme pasaron los siglos, cada rama de los dispersos T'au desarrolló su propio camino, mostrando un talento único para adaptarse a su entorno.

Aquellos cuyas migraciones les llevaron a los valles de los ríos, establecieron comunidades granjeras bien construidas, desarrollando su metalurgia y sus habilidades como fabricantes y mineros para crear los primeros asentamientos.

Por alguna razón desconocida, la innovación tecnológica avanzó a un ritmo mucho más acelerado de lo que cabría esperar en una raza emergente. Pocas generaciones después de haber establecido sus primeros asentamientos, los T'au empezaron a construir fortalezas y a usar armas de fuego para defenderse de las tribus de saqueadores de las llanuras, que se aliaban con los T'au aéreos. Las rutas comerciales se cortaron y los T'au que negociaban entre las tribus fueron atacados para evitar que se formaran alianzas. Rápidamente enormes guerras asolaron el continente principal, con las tribus T'au enfrentándose unas a otras en batallas salvajes con armas de fuego primitivas. Las luchas duraron muchos años, con miles de bajas en cada bando y sin que se viera un fin para la matanza. Las míseras condiciones causadas por la lucha y la falta de comida fresca y agua permitieron que las plagas se extendieran hasta que más T'au morían de enfermedad que en combate.

Afortunadamente, en el 791.M36 los Etéreos aparecieron por primera vez e intervinieron para poner fin al asedio de Fio'taun, y después, en menos de un año, extendieron su filosofía del Bien Supremo por todo el planeta y pusieron fin a las guerras. Los T'au florecieron entonces como nunca. Ciudades bien construidas se expandieron por todo el territorio y se reabrieron rutas comerciales mientras que los T'au alados ofrecían comunicaciones de gran velocidad. Una vez los reticentes y agresivos habitantes de las llanuras fueron convencidos por los Etéreos de aceptar el Bien Supremo, se decretó que los T'au se formalizarían en castas, y los constructores y agricultores se convirtieron en la Casta de la Tierra.

Primera Esfera de Expansión[]

En los siguientes mil años, los T'au entraron en un periodo sin precedentes de cambios rápidos liderado por las nuevas invenciones y los grandes avances en muchos campos. Cada casta se sintió inexorablemente impulsada en la persecución de sus objetivos por el Bien Supremo. Los éxitos que siguieron fueron copiosos, con grandes avances descubiertos en metalurgia, ingeniería, producción de energía y fabricación de armamento. Con avances casi diarios y habiendo reducido las privaciones y enfermedades, el planeta T'au dio rápidos signos de sobrepoblación. De nuevo, los Etéreos tenían las respuestas y señalaron hacia las estrellas. A sus órdenes, la Casta de la Tierra empezó a construir y probar cohetes, y la Casta del Aire empezó a entrenarse para su nuevo papel como pilotos.

La noción de que el futuro de los T'au estaba en las estrellas prendió firmemente en todas las Castas. Cuando los primeros cohetes salieron de la atmósfera planetaria, los T'au establecieron comunidades orbitales, seguidas de una base en Lu'val, la luna más cercana. Se enviaron naves de exploración y sondas de largo alcance. Los T'au se cercioraron de que su mundo residía en un grupo de estrellas muy cercanas entre sí y los informes afirmaban tanto que su mundo corría el riesgo de ser destruido por una supernova, como que muchos de esos astros poseían planetas que eran capaces de sostener vida. La construcción de un enorme muelle orbital permitió construir naves espaciales más grandes y los primeros esfuerzos para colonizar dieron comienzo en los planetas cercanos a T'au.

A partir del inicio de la expansión galáctica, cada vez que se encontraba una nueva cultura alienígena, la Casta de la Tierra se dedicó a producir maravillas tecnológicas con las que la Casta del Agua podría seducirla para unirla al Imperio T'au, y nuevos sistemas de armamento para que la Casta del Fuego pudiera someterla u ofrecerle protección adecuada.

Durante la Primera Esfera de Expansión, construyeron numerosas factorías flotantes en la superficie de Isla'su, el mundo oceánico natal de los invertebrados Greet, a cambio de la protección que les proporcionaban las estaciones orbitales T'au. Al final de este milenio de crecimiento, los Etéreos encargaron a sus científicos que innovasen los métodos de viaje espacial de los T'au, dado que la distancia entre los mundos del imperio se hacía cada vez mayor a medida que sus fronteras se apartaban del cúmulo de T'au y ya era imposible cruzar todos sus dominios en una sola vida.

Tras la Guerra del Punto de Unión y la alianza con los Kroot, la Casta de la Tierra se dedicó durante medio siglo a reforzar sus infraestructuras y a enviar sondas de prueba para explorar el vacío más allá de los límites del Imperio T'au, desarrollando los primeros Drones. Gracias a los esfuerzos de la Casta del Agua, pronto sus labores se vieron reforzadas por la labor de minería en asteroides de los Anthrazods y por la habilidad de los pequeños crustáceos de Brachyure para montar minúsculos generadores de plasma.

Pero aunque los centros de ingeniería de cada sector trabajaban diligentemente y proveían de innumerables innovaciones, pasó bastante tiempo antes de que en Fal'shia se inventase por fin el motor acelerador ZFR Horizonte, cuyo ingenioso diseño permitía a las naves viajar a una velocidad cercana a la luz.

Segunda Esfera de Expansión[]

Con flotas más rápidas y ejércitos impulsados por el influjo de los Kroot, el Etéreo Supremo Aun'Wei declaró que los preparativos estaban acabados. Con una única orden que se escuchó por todo el Imperio T'au, se inició la Segunda Esfera de Expansión. Ramificándose desde cada uno de los centros de las colonias de la Primera Esfera se desperdigaron grandes flotas en la oscuridad, extendiendo el Bien Supremo hasta mundos que desde T'au parecían pequeñas motas de luz lejana.

La presencia de la Casta de la Tierra se hizo notar especialmente en Elsy'eir, muchas de cuyas lunas son minas de valiosos recursos empleados para fabricar Armaduras de Combate, y en Vash'ya, donde sus máquinas pasaron mucho tiempo haciendo su aire respirable antes de que pudiera ser colonizado.

Después de lograr cruzar el Golfo de Damocles, los T'au entraron en contacto por primera vez con el Imperio de la Humanidad, y la tecnología producida por la Casta de la Tierra fue usada por la del Agua para sobornar, seducir y aculturar sutilmente a muchos mundos humanos del subsector Timbra del Segmentum Ultima. Esto despertó la ira del Imperio, que lanzó la Cruzada de Damocles y arrasó varios mundos T'au hasta llegar a Dal'yth, donde la habilidad estratégica de O'Shovah y O'Shaserra y la presión de la llegada de la Flota Enjambre Behemoth se combinaron para obligar a los humanos a pactar una tregua y retirarse abandonando gran parte de su equipo bélico.

Tras el combate, los Etéreos pidieron un estudio completo de los cautivos y del equipo recuperado. La Casta de la Tierra declaró que la mayor parte de la tecnología era inferior o demasiado inestable para intentar usarla, como las armas de plasma. Sin embargo, quedó asombrada al estudiar un motor de Disformidad, ya que al no tener conocimientos sobre la Disformidad, para ellos era insondable. Además, descubrieron que los humanos capturados que lo operaban parecían no saber cómo funcionaba, limitándose a utilizarlo mediante rituales supersticiosos y cánticos.

Durante esta etapa también se desarrollaron nuevas tecnologías, como una inteligencia artificial holográfica dotada de los recuerdos y el raciocinio del difunto Comandante Jun'nami, y la preservación en estasis, empleada para congelar a los últimos aprendices de este maestro de la guerra hasta que fueran necesarios.

Tercera Esfera de Expansión[]

Concluida la Gran Guerra de la Confederación y repelidos los Orkos por O'Shaserra, el nuevo Etéreo Supremo Aun'Va supo que era el momento adecuado para declarar la Tercera Esfera de Expansión del Imperio T'au. Al tener más sectores estables de donde extraer recursos, este esfuerzo expansivo se llevó a cabo a una escala nunca vista en el Imperio T'au. Aunque las Esferas de Expansión previas habían sido audaces y dinámicas, se habían limitado al denso grupo de estrellas que rodeaba a T'au. El alcance de estas expansiones estaba limitado; los T'au no tenían suficiente población para expandirse más allá y todavía no habían comprendido todo el potencial de sus auxiliares alienígenas. Las barreras técnicas también fueron un problema, pero la Casta de la Tierra había estado buscando constantemente formas de desarrollar naves con motores más rápidos capaces de cruzar el vasto golfo de espacio vacío entre sistemas estelares.

Para poder alcanzar aquellos sistemas distantes marcados como deseables por los exploradores, las enormes armadas T'au se habían equipado con las últimas modificaciones de la Casta de la Tierra. Los sistemas de propulsión se habían mejorado para conseguir mayores velocidades al ser magnificados por los reactores de impulsos, haciendo que las naves alcanzasen velocidades impensables. Para aligerar la carga de aquellos embarcados en largos viajes, la Casta de la Tierra había preparado los transportes con grandes cámaras de estasis que permitían a los Cuerpos de Cazadores o incluso a Mandos al completo desplazarse a las zonas de batalla a meses o incluso años de distancia sin envejecer en el proceso.

Aunque todos los sectores enviaron flotas para ayudar en la gran expansión, las mayores flotas surgieron de los extremos norte y este del Imperio T'au. Allí, los enormes puertos y los muelles orbitales de Dal'yth, Sa'cea y Vior'la reunieron grandes flotas. Además de las naves de combate, la armada T'au ofreció una serie de armadas de transporte para trasladar ejércitos, colonos, domos prefabricados y todo tipo de equipo. Este enorme ejército fue liderado personalmente por la Comandante O'Shaserra, y su curso atravesó el Golfo de Damocles cruzando el campo de asteroides Gri-lok.

Su destino había sido planeado meticulosamente y todos los planetas y lunas que se deseaba colonizar estaban bien marcadas en los holomapas de la flota. Los mundos habitados habían recibido visitas previas de la Casta del Agua para explorar la posibilidad de una anexión pacífica. Algunos de los planetas marcados para ser absorbidos pertenecían al Imperio de la Humanidad. En esos casos, el momento elegido para lanzar la campaña no podría haber sido mejor. Los agentes de la Casta del Agua y los Gue'vesa (humanos leales a los T'au) confirmaron lo que la Casta de la Tierra ya había dicho gracias a las transmisiones interceptadas: debido a las guerras en otros puntos de la galaxia, el número de defensores imperiales en las fronteras de su territorio era muy reducido.

Rápidamente el sector al norte del Golfo de Damocles cayó en manos Tau mientras que al oeste se exterminó a Hrud, Orkos y humanos rebeldes. La Casta de la Tierra, deseando explorar sus nuevos dominios, empezó a instalar fábricas de producción en los planetas ricos en recursos. Para poder establecerse y seguir creciendo, los T'au necesitaban establecer fuentes de combustible cercanas a las líneas de expansión. Se habían reclamado docenas de nuevos mundos, pero este era solo el principio.

Durante la campaña para tomar Agrellan, la Casta de la Tierra presentó y desplegó por primera vez la nueva Armadura de Combate XV104 Cataclismo bajo la supervisión de O'Shaserra y del mismísimo Aun'Va, obteniendo un éxito rotundo contra los enormes tanques pesados de los defensores imperiales.

En los Enclaves O'Shovah[]

La Casta de la Tierra de los Enclaves O'Shovah está liderada actualmente por el anciano genio O'Vesa, aliado del Comandante O'Shovah desde la Guerra de Arkunasha, que se ha mantenido vivo durante tres siglos gracias a un cóctel de drogas antiedad y a microdrones de su propia invención, y que hoy día pilota una Armadura de Combate XV104 Cataclismo modificada como Shas'vre honorario.

Su principal centro en los Enclaves es Lub'grahl. Es un mundo de torres verde oliva, cuyo interior está entretejido por incontables kilómetros de túneles blancos y plateados llenos de tecnología punta. No pasa ningún ciclo sin que amplíen las instalaciones que ocupan sus túneles parecidos a panales con observatorios, centros de investigación, cámaras de prueba de armas, trenes magnéticos, nodos de intendencia y laboratorios de desarrollo de prototipos.

Los científicos de la Casta de la Tierra son muy valorados en estos Enclaves, sobre todo desde el sacrificio de tres de ellos para envenenar a un fragmento de la Flota Enjambre Kraken en Vior'los. En su honor, tres de las ciudades refundadas posteriormente en ese planeta llevan sus nombres, y ahora se permite a los ingenieros Fio pilotar Armaduras de Combate especialmente adaptadas.

Fisiología y costumbres[]

Los T'au de la Casta de la Tierra son fáciles de reconocer por sus rasgos físicos resistentes y prosaicos. Tienen un cuerpo más achaparrado y musculoso que el resto de sus congéneres. Aunque hablan el mismo idioma que el resto de T'au, emplean tonos más realistas, similares a los de la Casta del Fuego, aunque más monótonos.

Junto con los guerreros de la Casta del Fuego, los trabajadores Fio son los que más practican el ritual Ta'lissera, que para ellos les ennoblece ya que representa la máxima expresión de respeto y simboliza el sacrificio del orgullo individual para llegar a ser parte de un todo y trabajar en aras de un propósito común.

Rangos[]

  • Fio'la - Trabajador.
  • Fio'ui - Mayor.
  • Fio'vre - Capataz.
  • Fio'el - Ingeniero.
  • Fio'o - Diseñador.

Miniaturas[]

Galería[]

Fuentes[]

  • Codex: Tau (3ª Edición).
  • Codex: Imperio Tau (Ediciones 4ª y 6ª).
  • Suplemento: Enclaves Farsight (6ª Edición).
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