Wikihammer 40k

Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

LEE MÁS

Wikihammer 40k
Advertisement
Wikihammer 40k
12 085
páginas
Emblema heráldico de la Casa Vornherr

Emblema heráldico de la Casa Vornherr.

"No temas a las armas de sus titanes ni a la muerte que prometen. Somos los Vástagos de Luhnborg y, aunque podamos caer hoy, siempre estarán manchados por la traición y condenados al olvido, ¡mientras nuestro valor y honor verán el eco de nuestros nombres durante milenios!"

Heredia Vomherr, Senescal de la Casa Vornherr.

La Casa Vornherr era una Casa de Caballeros que tenía fuertes lazos con el Imperio de la Humanidad. Esta Casa procede del Mundo Feudal de Luhnborg-IX, ubicado en el Segmentum Ultima, y ​​se sabe que es una honorable compañía de guerreros con un récord de distinciones dentro de la Gran Cruzada y tenía, por azares de la guerra, un juramento de unión con Roboute Guilliman, Primarca de la Legión de los Ultramarines. Esto llevó a que la mayoría de la Casa se concentrara en el Sistema Veridia para la Concentración de Calth. Cuando se desveló la traición por parte de los Portadores de la Palabra, en lo que se conocería como la Batalla de Calth, la mayoría de estos Caballeros fueron cruel y cobardemente destruidos desde la órbita por un escuadrón de asalto planetario de los Portadores de la Palabra. Sólo un puñado sobrevivió al bombardeo inicial y el destino de estos audaces Caballeros fue un testimonio de su estoicismo y devoción al deber frente a situaciones imposibles. Para cuando los Ultramarines recuperaron el control de la Red de Defensa de Calth y cambiaron el rumbo de la batalla a su favor, la Casa Vornherr estaba hecha añicos y sus supervivientes cambiados irrevocablemente. Fue entonces cuando proclamaron un nuevo juramento, incluso más potente que el realizado a Guilliman. No se sabe si la Casa Vornherr cumplió su juramento hasta la muerte o si sobrevivieron a los terribles sucesos de la Herejía de Horus y reconstruidos.

Historia

Esquema colores Casa Vornherr

Esquema de colores de la Casa Vornherr.

Escarlata y Fuego Solar

Los vástagos de la Casa Vornherr eran reconocidos a lo largo y ancho del Segmentum Ultima, pues sirvieron con grandes honores en la causa de la Gran Cruzada en las últimas campañas de pacificación de la 12ª Flota Expedicionaria y posteriormente en numerosas operaciones en las guerras del borde de la Franja Este. En cuanto al número de máquinas de guerra, los Caballeros de Luhnborg-IX se contaban como una de las Casas de Caballeros más grandes de la región y la más aristocrática de su clase. Cada piloto era un noble de alta alcurnia, refinados en el comportamiento y altivos en ideales, educado no sólo en la guerra, sino también en la cultura, la filosofía, la retórica y todas aquellas actividades que elevarían la humanidad de la oscuridad de la Vieja Noche y que convertiría con el tiempo a todos los Mundos Salvajes en siervos civilizados de Terra. Sin embargo, todas estas intenciones murieron en Calth, dejando atrás los restos de una vez noble casa, ahora abandonada y sin desear otra cosa que una muerte vengativa. Los Caballeros de la Casa Vornherr provienen del Sistema Luhnborg, parte de una deriva estelar en lo profundo del abismo que existe entre los brazos espirales de la galaxia. Qué llevó a las arcas colonizadoras de la Vieja Tierra a instalarse en este sistema es desconocido, mas se cree que los colonos lo hicieron porque simplemente fueron arrastrados hasta allí por las mareas caprichosas de la Disformidad. Con el tiempo, siete Casas de Caballeros se levantaron en todo el sistema, algo sin precedentes en lo poco que queda de la historia de la Humanidad antes de la Unificación. Cuando llegó la oscuridad de la Vieja Noche y consumió la galaxia, el Sistema Luhnborg se sumió en una era de guerra incesante. Durante largos siglos, las siete Casas lucharon amargamente entre si y contra los numerosos enemigos que descendieron sobre su sistema desde el vacío más allá. Cualquiera que fuese la locura que se apoderó de la galaxia debió haberles contaminado ellos, porque ninguna Casa trató jamás de negociar la paz y unirse como una contra los enemigos comunes. En cambio, las Casas compitieron por la supremacía y se erigió una cultura militarista, en la que se consideraba la misericordia como una debilidad y traición.

Las guerras terrestres de Luhnborg duraron más de mil años, hasta que, por fin, una Casa se levantó entre el tumulto y ganó primacía sobre los demás. Sin embargo, en lugar de mostrar magnanimidad, el vencedor reclamó las tierras y las armaduras de los vencidos como botín de guerra y quemó sus estandartes en una gran pira simbólica. En una sola noche, seis Casas de Caballeros dejaron simbólicamente de existir, prevaleciendo el escarlata y el amarillo solar del vencedor. Los colores de las Casas derrotadas fueron borrados de las listas y sus escudos de armas desfigurados, mientras que a sus hijos e hijas se les ofreció la opción de sel asimilados mediante matrimonio a las líneas de sangre de sus nuevos amos o el exilio, aunque lo realizaría sin el beneficio de su Caballero. Los nombres de las seis Casas vencidas permanecerían por siempre olvidadas; el nombre de la Casa victoriosa era Vornherr. Varias generaciones más tarde, los Grandes Señores de la Casa Vornherr afirmarían que sus antepasados ​​se vieron obligados a colocar a sus compañeros en esta situación para poner fin a un terrible mal que los amenazaba. Por supuesto, esta afirmación no puede ser verificada y se sabe desde siempre que el vencedor tiene el privilegio de escribir la historia.

Habiendo unido por la fuerza a los mundos del Sistema Luhnborg, coaccionado a los vástagos de las Casas derrotadas a unirse a sus filas y reivindicado muchos cientos de armaduras, la Casa Vornherr asumió la posición de una aristocracia gobernante, y en el lapso de un puñado de generaciones todos rastro de las Casas vencidas desapareció y la cultura y las tradiciones de la Vornherr las suplantó. Después de asimilar tantas líneas de sangre, el árbol genealógico de la Casa Vornherr era una masa en expansión que por su naturaleza originó rivalidades y conspiraciones intestinas, y sus vástagos se elevaron cada vez más por encima de sus súbditos hasta que se colocaron en un mundo enrarecido de privilegios y alta cultura. Sin embargo, esto era atenuado por las intrigas y la necesidad de asumir una defensa unificada contra los innumerables horrores alienígenas que les asaltaban periódicamente desde las profundidades del espacio.

Con el tiempo, se presentaron unos desconocidos en márgenes de Luhnborg sin intenciones de destruir, esclavizar o consumir a sus gentes; una flotilla de fragatas exploradoras al mando del veterano y famoso aristócrata-explorador Kohnwallis, un Comerciante Independiente, el cual avanzó con cautela desde las fronteras del sistema, como parte de una de las unidades de avanzadilla de la 12ª Flota Expedicionaria en su misión de iluminar los grandes vacíos entre los brazos espirales. Al poseer pocas naves, ninguna de las cuales capaz de viajar por la disformidad ni de igualar a la flotilla del Comerciante Independiente, la Casa Vornherr poco podía hacer para oponerse a su avance. Veterano de un centenar de contactos, Kohnwallis utilizó el máximo tacto en su mensaje por vox a los gobernantes de la Casa Vornherr para tranquilizar a sus líderes que para cuando la delegación Imperial desembarcó en Luhnborg-IX ante las puertas de la antigua fortaleza de la Casa, estaba claro que las hostilidades estaban fuera de la cuestión.

Poco después, el Duque Khorvun Bhaevenwulf, Señor de la Casa Vornherr y Gran Señor de la Orden de Caballería, y el Comerciante Independiente Kohnwallis entraron en conversaciones. Rápidamente se hizo evidente que los dos hombres compartían rasgos de temperamento y semblante, y ambos provenían de linajes aristocráticos que compartían ciertos lazos con la nobleza de la antigua Terra, lo que sugería un origen común, el cual sentó las bases de las negociaciones. Un mes más tarde esas conversaciones se concluyeron y el Duque Bhaevenwulf anunció que su Casa se uniría al Imperio. Luhnborg-IX seguiría siendo independiente del Mechanicum, al menos en un comienzo, pues su tamaño y poder hacían innecesario un pacto con cualquier Mundo Forja, y cuando el grueso de la 12ª Flota Expedicionaria pasó por Luhnborg en su gran viaje hacia la franja sur-oriental de la galaxia, la Casa Vornherr tomó su lugar entre los ejércitos cruzados, dejando a un grupo de barones veteranos atrás para defender sus posesiones y gobernar a su pueblo.

Al alinearse con la Gran Cruzada, la Casa Vornherr estuvo presente y ocupó un lugar central en muchos de los grandes triunfos de la 12ª Flota Expedicionaria. Los Caballeros de Vornherr participaron en la segunda mitad de la Gran Marcha hacia Ultramar, donde se enfrentaron a numerosas razas xenos, varias de las cuales conocían de episodios pasado y de los que obtuvieron una inmensa satisfacción al borrarlos de las estrellas para siempre. Otros eran conocidos por la humanidad en general, en particular los Orkos, contra cuyas monstruosas máquinas de guerra los Caballeros de la Casa se habían enfrentado en numerosas ocasiones antes del contacto con el Imperio; pronto se convirtieron en su presa favorita. Otros eran enemigos que la humanidad nunca había encontrado antes y que nunca volverían, horrores indescriptibles que fueron aniquilados por las acciones de la Casa Vornherr.

La mayor y más portentosa batalla que los Caballeros de Casa Vornherr libraron sería durante la Primera Purga de Jardingris. Fue aquí, en este mundo oscuro, bajo la siniestra luz de su negro sol, donde la Casa entró por primera vez al campo de batalla bajo el mando supremo del Primarca Roboute Guilliman, como parte de una fuerza combinada que constaba de doce capítulos completos de los Ultramarines, el poder de la Legio Metalica, diez cohortes de los Auxiliares Solares y decenas de regimientos del Excertus Imperialis, junto con las compañías de Conquistadores del Comerciante Independiente Kohnwallis. La guerra contra los organismos necrófagos y anti-humanos de Jardingris fue amarga, y para cuando acabó la vil raza necrogénica pagaría por el crimen de su existencia con su exterminio. La victoria se produjo a costa de una docena de Titanes y cien Caballeros, decenas de miles de víctimas entre la infantería humana y casi tres mil legionarios; una cifra verdaderamente abrumadora para sólo un asalto planetario, pero no inesperado dada la amenaza. En el desfile de la victoria, llevado a cabo entre el polvo de ese mundo ahora en silencio, el Duque de la Casa Vornherr hincó una rodilla de su Caballero Lancero cubierto de cicatrices ante el plinto de Guilliman, y toda su casa se hizo eco de su acto. En ese momento, el duque prometió que su casa lucharía junto a las huestes de los Quinientos Mundos hasta la muerte, y aunque varios destacamentos de Vornherr se comprometieron a luchar bajo otros Primarcas, como Magnus en las agotadoras guerras selváticas de Sophias-Mors y Rogal Dorn en los costosos desembarcos de Delta-Arbuthnot, ninguno tendría tan alta estima como el Señor de Ultramar.

Así, cuando el Señor de la Guerra ordenó la Concentración de Calth en el Sistema Veridia, en preparación para la guerra contra los Orkos del Ghaslakh, los Caballeros de la Casa Vornherr estaban orgullosos de responder. A raíz del Triunfo de Ullanor, en el que la Casa recibió el honor de asistir, la Casa Vornherr se había separado en numerosos destacamentos asignados a las zonas de guerra por todo el Imperio, y mientras los Ultramarines viajaban desde el Sistema Solar a Veridia, los elementos dispersos de la Casa Vornherr se reunieron en Luhnborg. Allí el Duque Sorvak Bhaevenwulf, heredero del viejo duque Khorvun, encargó a algunos de sus barones de mayor confianza y experimentados la custodia de la antigua torre del homenaje de la Casa Vornherr antes de liderar al resto de su fuerza, un formidable ejército de varios cientos de caballeros y sacristanes, a la Concentración de Calth.

La Leyenda del Mensajero Oscuro

Dentro de la Casa de Vornherr, una leyenda en particular pertenece al cataclismo en Calth, el cual no puede ser verificados de forma independiente, pero se toma como verdad soberana por los vástagos de la Casa. La historia relata que en la víspera de la traición de los Portadores de la Palabra en Calth, el duque Bhaevenwulfhad completó una revisión de toda su casa en el campo de aterrizaje de Ciudad Platia y después se retiró a su pabellón, satisfecho por la fuerza a sus órdenes. Mirando hacia el sur, a través del océano iluminado por las estrellas, se dice que el duque detectó una presencia detrás de él y se volvió. Un extraño encapuchado había entrado en la tienda de campaña tras sortear a los guardias de la casa y permanecía ocioso, ojeando los muchos pergaminos, mapas y placas de datos acumuladas sobre la mesa de mando en su centro. Tomando la medida del intruso con cautela, el duque le captó como un mensajero en lugar de un asesino, por lo que le exigió que diera su misiva y se marchara.

Dicha misiva era simple, una oferta entregada en un susurro desde bajo una capucha. El Señor de la Guerra otorgaría a su favor a la Casa Vornherr en honor a sus servicios en la Gran Cruzada y en reconocimiento a su dedicación a un ideal más alto que el mostrado por sus antepasados cuando aplastaron a las otras seis Casas de Luhnborg. El duque se hinchó de orgullo, pero de inmediato captó el subtexto y la trampa de la arrogancia y por ello exigió saber el precio de la generosidad del Señor de la Guerra. "No hay precio, salvo la obediencia", respondió el mensajero, pero la oferta tendría que ser aceptada de inmediato y, al hacerlo, se le proporcionarían a los Caballeros de Vornherr los medios para marcharse de Calth antes del amanecer. No pasó un segundo antes de que el viejo duque diera su respuesta, desestimando al mensajero con sus palabras. Vornherr había doblado la rodilla ante Guilliman y atendería la llamada a la guerra. El duque había jurado que su casa seguiría a Ultramar, un juramento que mantendría hasta la muerte.

La Condenación de la Casa Vornherr

En el momento de la muerte de (Calth Veridia Anchor), el grueso de los Caballeros de Vornherr estaba congregando en una gran falange en el campo de concentración en Ciudad Platia, tal vez con un cuarto más formando una demi-legio asignada a los titanes de la Legio Praesagius para la inminente guerra y por lo tanto con ellos en la gran ciudad de Ithraca. La marcha de la Casa no había salido de la superficie y un transporte orbital, laxth-CV, había embarcado lo asignado pero aún tenía que despegar; dicha carga eran dos docenas de Caballeros, incluido el del propio duque Bhaevenwulf. Cuando red de datos del Mechanicum quedó en silencio, los sacristanes se reunieron en el campo para invocar su propia red de mando y control, una tarea condenada al fracaso cuando el cielo se oscureció y llenó con las estelas de restos que caían desde la órbita. Los sacristanes prácticamente completaron su tarea en poco más de una hora después de que la Campanile golpease los astilleros orbitales, pocos segundos antes de que un escuadrón de asalto planetario de los Portadores de la Palabra, dirigidos por la Mano del Destino, desatara su bombardeo de las ciudades del sur de la isla, y aunque la advertencia corrió a través de las fuerzas de la Casa a la velocidad del pensamiento, ninguno tuvo tiempo para prestarle atención, pues el infierno estaba descendiendo rápidamente sobre Ciudad Platia.

Se dice que la Mano del Destino desató un bombardeo atómico tan potente que la ciudad y todo caballero reunido en el campo de concentración fue incinerado en una ola inmisericorde de fuego nuclear. Como si algo pudiera haber sobrevivido al asalto, los Portadores de la Palabra continuaron con un ataque singular, casi enormemente exagerado, con oleadas simultáneas de (meson-converter attacks), saturando la zona de radiación y ataques de lanzas teledirigidos de manera que la isla sobre la que se asentaba Ciudad Platia City se rompió en escombros y vaporizó el fondo marino y vastas extensiones del océano. Ni un solo caballero de la Casa Vornherr sobrevivió en Platia, ni ningún organismo de toda la isla.

En el momento de la muerte de (Calth Veridia Yard), el Iaxth-CV con su preciada carga seguía realizando un despegue de emergencia cuando sus augures detectaron la entrada de una barrera de misiles desde arriba, y su gran silueta se elevaba a los cielos, lejos de la zona objetivo cuando las nucleares golpearon. La explosión cegó a sus pilotos y la furia electromagnética del asalto casi achicharró los sistemas de mando del transporte, y a pesar de que la nave dañada luchó valientemente para llegar a Ithraca y realizar un aterrizaje de emergencia con un muro de fuego a sus espaldas, la nave herida pronto cayó en espiral hacia el océano, totalmente fuera de control. El transporte se salió de su curso y se estrelló en la costa de Ithraca, hundiéndose rápidamente en el mar. Los tripulantes que no murieron en el impacto se ahogaron rápidamente, pero los Caballeros sobrevivieron, pues sus sistemas de soporte vital eran equiparables a los de la nave estelar, que destinada a soportar el vacío de la nada, se colapsaba bajo la presión del océano. Los archivos tácticos recuperados muestran la escena de cómo el interior del condenado transporte se inundaba y el duque Bhaevenwulf ciñó su poderoso Puño Sierra Segador. Con un demoledor golpe hacia abajo, rasgó el casco y mientras el océano y la bodega de carga se inundaba los Caballeros del interior fueron capaces de salir por la brecha, hacia mar abierto.

Sólo existen registros de batalla fragmentados de lo que se supone fue la marcha de los Caballeros a través del lecho del mar, y es evidente por el ilegible tráfico vox y tacticae entre ellos que no tenían forma de saber lo que había ocurrido en órbita. Lo único que podían hacer era tratar de dirigirse al norte, hacia la costa de Ithraca, con la esperanza de unirse con elementos de avanzada de la Legio Praesagius. No tenían forma de saber que en algo más de una hora de viaje por el mar el resto de su casa era historia y por tanto eran sus únicos supervivientes en Calth. Columnas de datos impresas sobre los videos recuperados muestran un aumento repentino y drástico de la temperatura exterior y segundos más tarde el mar a través del cual caminaban estaba hirviendo. Con una visibilidad casi reducida a cero, lo único que se puede ver eran los arcos de luces de los Caballeros apuñalando nubes de lecho marino, y mientras avanzaban trozos de roca del fondo del mar fueron arrancados por la explosión y añadidos a la marea hirviente, golpeando a los caballeros mientras luchaban por alcanzar la costa de Ithraca y con la temperatura elevándose cada vez más, vaporizando y haciendo rugir a los mares a su alrededor.

La liberación tan ansiada vino cuando llegaron a la costa ardiente de Ciudad Ithraca. Los caballeros en punta se encontraron de bruces con los océanos en ebullición y sus cámaras no mostraban mares batiendo; en su lugar había un banco de niebla sobrecalentado del que sobresalían esqueletos de grúas deformados y retorcidos por las temperaturas, como un bosque retorcido. En cuestión de minutos, una docena de caballeros surgían de los mares en ebullición y estaba claro que los que no estaban a su lado perecieron en la marcha. Lo que pasó después quedó sin graba, o por lo menos los bancos de datos de los caballeros que fueron devueltos a Luhnborg por los agentes de Ultramar mucho más tarde fueron purgados con el fin de preservar a la Casa Vornherr de la verdad. La última escena capturada fue de una masa de figuras oscuras surgiendo de la niebla cuyos ojos brillaban con la luz infernal de la disformidad. Después nada.

Meses más tarde, un escuadrón de reconocimiento de la Legión de los Ultramarines que operaba desde la Arcología Epsilon-XXIV, en el macizo central de la Cuenca de Ithraca, encontró con una escena que más parecía una macabra pintura viviente que las consecuencias de cualquier batalla que jamás hubieran presenciado. Una docena de caballeros estaban dispuestos como si trabados en combate contra un enemigo invisible, sus articulaciones congeladas y sus armaduras rasgadas, arañadas y mordidas como por garras y los dientes de una gran cantidad de animales depredadores. Los caballeros estaban reunidos sobre una única figura: el Caballero Acheron del mismísimo Duque Bhaevenwulf, como si los arengara en la batalla. Todos estaban muertos, sus formas carbonizadas por el tacto durante algunos segundos del fuego del empíreo. De los enemigos del duque y sus caballeros en ese maldito campo de batalla ni rastro, pero quedaban manchas ennegrecidas en el suelo lleno de cráteres.

Cuando por fin llegaron noticias a la guarnición de Luhnborg-IX de la suerte de los caballeros de la Casa Vornherr que se habían unido a la Concentración de Calth, todos sabían que esto seguramente significaría el fin de la Casa. Todo lo que quedaba era un puñado de barones viejos y jóvenes escuderos, y en señal de su destino oscurecieron los audaces colores de sus armaduras y pronunciaron su juramento de servir a Ultramar hasta que la muerte los liberara. Liberados de su vínculo, hicieron un nuevo juramento para vengar al duque caído a cualquier precio y al hacerlo, marcharon audazmente a su perdición.

Tras esto, los restos de la Casa Vornherr desactivaron los sellos de estasis de sus antiguas bóvedas-armería y se equiparon para la guerra final de la larga y gloriosa historia de la Casa.

Campañas notables

  • La Larga Marcha a Ultramar (M30).
  • La Primera Purga de Jardingris (M30).
  • Pacificación de Sophias-Mors (M30).
  • Los Desembarcos en Delta-Arbuthnot (M30).
  • Batalla de Calth (007.M31).

Caballeros notables de la Casa Vornherr

  • Tregua de Pesar - Una de las armaduras más antiguas y comunes al servicio de la Casa Vornherr, este Caballero Acheron pertenecía al mismísimo Duque Sorvak Bhaevenwulf, que lo había heredado de su padre, el Duque Khorvun. La armadura lleva varios ejemplos clave de la heráldica personal del Duque Sorvak, destacando el icono de los Cicatrices Blancas, con los cuales Vornherr sirvió durante la Pacificación del Primer Círculo de Kolarne.
  • Nepenthes - Caballero Castigador de Ulas Karn, un pariente del Gran Maestro y Duque Sorvak Bhaevenwulf de la Casa Vornherr, y un miembro de alto rango de la falange de élite Vigilantes de la Vida. Como correspondía a su posición, Nepenthes rara vez era visto a más de una docena de pasos de Tregua de Pesar y los restos de ambos fueron recuperados después de la Batalla de lthraca. Al igual que con muchas armaduras recuperados de Calth, los sacristanes de la Casa Vornherr la reconstruyeron minuciosamente y la pintaron de negro en reconocimiento de la fatalidad que sufrió la casa.

Personajes notables de la Casa Vornherr

  • Sorvak Bhaevenwulf - Duque y eeñor de la Casa Vornherr.
  • Ulas Karn - Pariente del Duque Sorvak Bhaevenwulf y miembro destacado de su guardia personal en vida. Por tanto, Nepenthes no estaba a más de una docena de pasos de Tregua de Pesar, y los restos de ambos fueron recuperados tras la Batalla de Ithraca.
  • Heredia Vomherr - Senescal de la Casa Vornherr.

Fuerza de combate

Al tomar su lugar junto a las huestes cruzadas de la 12ª Flota Expedicionaria, a la Casa Vornherr se le asignó una clasificación nominal de grado "Primus Belicosa", una clasificación que reconoce el altísimo número de armaduras que la Casa era capaz de desplegar. Mientras que la mayoría de la Casa ocupaba su lugar en la Gran Cruzada, las etapas preparatorias de su integración en el Imperio de la Humanidad se desarrollaron en su mundo natal, lo cual llevó a su eventual reconocimiento como un dominio autónomo, similar a muchos otros planetas clasificados como Mundos Caballero. Parte de ese proceso incluyó un control exhaustivo del potencial militar del planeta, así como su capacidad de producir nuevos Caballeros, y fue durante esta etapa cuando los inspectores-adeptos del Imperio descubrieron algo acerca de las guerras libradas en todo el Sistema Luhnborg durante la Era de los Conflictos y la razón de que la superioridad numérica de Vornherr fuera la perdición de las otras seis Casas de Caballeros.

Las investigaciones a mayor profundidad sobre la materia dieron muy pocos frutos, pues los señores de la Casa Vornherr no permitieron que los inspectores hicieran una relación completa de sus arsenales. Todo lo que podría ser estimado fue que alrededor de quinientos caballeros lucharon con la 12ª Flota Expedicionaria, representando el nivel superior de los vástagos disponibles, pero muchas más armaduras permanecían selladas y en estasis dentro de las bóvedas armería de los niveles más profundos de la casa. Solamente los herederos de linaje reconocido y con derecho a ponerse estas armaduras, y entrenados en las artes de la guerra, serían candidatos a recibir parte de dichas reservas. Este hecho hizo totalmente innecesario para los señores de la Casa Vornherr entrar en un pacto con cualquiera de los muchos Mundos Forja del Mechanicum, cuyos enviados buscaron acceso a sus bóvedas y si bien no determinaron la cantidad de armaduras contenidas dentro de esas cámaras sagradas, la cantidad sería tal que permitiría a la casa rechazar con contundencia las ofertas del Mechanicum.

Sólo en el ámbito del transporte de una zona de guerra a la siguiente la Casa Vornherr carecía de medios. En la práctica esto importaba poco, pues la gran flota de naves de todo tipo imaginable que componían la 12ª Flota Expedicionaria era más que capaz de acogerlos entre sus brazos, y después de años de servicio muchas de estas naves fueron asignados permanentemente al servicio de la Casa Vornherr.

En conjunto, Vornherr era capaz de desplegar una amplia gama de tipos de armadura en el campo de batalla y mostrar una organización singular en este sentido. A diferencia de muchas otras Casas de Caballeros, la Vornherr desplegaba a sus caballeros en alas ampliamente homogéneas. La mayoría de estas se denominaban Caballeros de Línea, por lo general equipados con armaduras de clase Questoris, tipos Andante y Paladín. Otros tipos eran desplegados como falanges de vanguardia, equipados siempre con Caballeros Lanceros y tipos similares. El mismísimo Duque prefería el uso de un antiguo Caballero Acheron llamado Tregua de Pesar y siempre contaba con la presencia en el campo de una formación de veteranos a modo de guardia personal en vida, equipados con Caballeros Castigadores.

En la víspera de la Concentración de Calth, cuando la Casa Vornherr reunió para su revista por el Gran Señor el Duque Bhaevenwulf, se contaron casi seiscientas armaduras y por lo tanto considerada como la casa de caballeros operando en toda la Franja Este. Menos de un día después, los Portadores de la Palabra borrarían ese honor, junto con toda la cadena de ciudades isleñas del sur donde se reunieron.

Apariencia

Colores

Los colores de la Casa Vornherr son el rojo escarlata, amarillo solar y negro.

Armas

Las armas de la Casa Vornherr son un cráneo humano con alas de rapaz.

Heráldica personal

La heráldica personal que usan los caballeros de la Casa Vornherr presentan una serie de motivos comunes a los vistos en muchos Mundos Caballero, así como varios únicos para Vornherr. Cuando los campos de color carmesí son representados con un borde irregular, esto es indicativo de la supresión deliberada de alguna faceta de la historia de la Casa, muy probablemente en referencia a las Casas que Vornherr derrotó y absorbió durante la Era de los Conflictos. El patrón de color azul oscuro en un estandarte es indicativo de que el portador ha heredado el manto de un antepasado inmediato. El icono del cráneo con alas de rapaz de la Casa Vornherr ocupa a menudo un lugar prominente en la hombrera del caballero, así como en el estandarte personal del caballero. Otros honores que se muestran a menudo incluyen una banda blanca sobre un campo rojo, lo que indica que ha sido herido, y si a eso se le añaden símbolos de espadas dentro de la banda indica que la herida se hizo mientras servía en la guardia personal en vida de Duque.

Galería

Fuentes

Extraído y traducido de Wikihammer 40K UK.

  • The Horus Heresy V.
  • Adeptus Titanicus: Titandeath.
Advertisement