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Veredicto del Certamen de Relatos Wikihammer + Voz de Horus ¡Léelos aquí!

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Plantilla:MascotaImperioPatrocina

Imperio custodios Mikaelor

Mikaelor Cobernus, Capitán Escudo de la Legio Custodes.

"Nuestro es el deber absoluto. Nuestra es la vigilia que nunca debe terminar. Nuestro es el honor intemporal, el sacrificio voluntario, la penitencia perdurable. Mantenemos una guardia que nunca será relevada, y la soportamos alegremente pues nace de la adoración hacia aquel que nos dio la vida y cuya vida debemos, a su vez, preservar. Nunca obtendremos la absolución, pues no la merecemos, mas aquellos que creen que eso nos detendrá están equivocados."

Capitán Escudo Tybalus Maxin

Los guerreros del Adeptus Custodes desprecian la idea de la obediencia ciega, y miran con desdén a aquellos que siguen las órdenes de sus superiores sin cuestionarlas. Después de todo, fue ésta práctica común en las Legiones Astartes lo que permitió que sucediese la Herejía de Horus. Cada Custodio tiene una voz, y se espera que la use. Por tanto, los Diez Mil respetan sólo a aquellos líderes que han demostrado ser capaces, y cuyos juicio, habilidad estratégica, fuerza de voluntad y carácter han sido mostrados una vez tras otra. Tales Custodios son denominados Capitanes Escudo (Shield-Captain en inglés), y sus compañeros los siguen con lealtad y dedicación.

Descripción

Los Capitanes Escudo están entre los más grandes recursos del Imperio. Son guerreros formidables capaces de derrotar una escuadra entera de Astartes Herejes en combate cuerpo a cuerpo, destrozar las cabezas de bestias xenos del tamaño de tanques, y derribar filas y filas de enemigos menores con un fuego certero. Ya sea despedazando a sus enemigos con poderosos balanceos de un hacha de castellano, cortar y apuñalar con una espada centinela, o empalar a sus víctimas sobre una chispeante lanza guardiana, los Capitanes Escudo despliegan una maestría absoluta de sus armas favoritas. Algunos, los más rápidos en pensamiento y maniobra, se lanzan al combate a lomos de una Motocicleta Dawneagle. Otros, los más belicosos y de temperamento más agresivo, son más partidarios de teleportarse a la guerra portando una Armadura de Exterminador Allarus, cortando en pedazos a los líderes enemigos y enviando a sus subordinados a huir aterrorizados. Cualesquiera que sean sus preferencias, los Capitanes Escudo son los maestros de aquellas disciplinas requeridas para convertirse en héroes de leyenda.

En el Adeptus Custodes, existen una serie de rangos y niveles de mando, muy opacos para los extraños, a los que se denomina de forma general "Capitanes Escudo", aunque en el seno de los Custodios los términos varían (Prefecto, Lictor, Procónsul, Tribuno...) siguiendo los antiguos patrones de la historia perdida de Terra. Títulos tales como Comandante Aquila, Justus Supremo, o Verdugo del Emperador están entre estos, y corresponden a la custodia de secciones del Palacio Imperial o tareas dentro del campo de batalla. En cambio, un Custodio que haya estado entre los Compañeros será conocido por siempre como Vigilante Condecorado, mientras que uno que haya triunfado en un Juego de Sangre portara por siempre el titulo de Forjaescudo. Ascendidos por la confianza de sus congéneres en su juicio y habilidad, pero sobre todo por la aprobación y, en ocasiones, la intervención directa del propio Emperador, estos son guerreros que no solo poseen unas capacidades consumadas y sobrehumanas, sino también un grado inusual de comprensión, perspicacia y conocimientos. Ellos no conocen el miedo ni la duda, y pueden parecer arrogantes y distantes para otros guerreros del Imperio. Sin embargo, esta es una idea errónea, ya que los Capitanes Escudo no se ven afectados por conceptos tan interesados como el egoísmo. Son absolutamente realistas, plenamente conscientes de lo que está en juego en las guerras que libran. Actúan en consecuencia, cada sentencia declarativa, cada acción decisiva, sin sufrir ningún impedimento para la misión, ya sea por las maquinaciones enemigas o la pomposidad, la ignorancia o la superstición de sus aliados.

Esto no quiere decir que a los Capitanes Escudo les falte carisma. Más bien, rebosan carisma. Para los soldados comunes del Imperio estas figuras doradas parecen haber salido de las páginas de las escrituras religiosas. Su sola presencia llena de una euforia exultante a hombres y mujeres leales, desvaneciendo así todo miedo o duda, reemplazandolos con la certeza absoluta de que el Emperador vela por sus subordinados y preservará sus almas si caen en el campo de batalla ese día. Los Capitanes Escudo también son maestros diplomáticos, bien versados en las complejidades de la alta sociedad Imperial, al tanto de secretos y tradiciones que les permitan cautivar, inspirar, amenazar y manipular según sea necesario para llevar a cabo su voluntad.

Cuando los Custodios marchan a la guerra, no es inusual ver a múltiples Capitanes Escudo liderándolos en batalla. A veces estos guerreros pelean lado a lado en la batalla; agrupaciones como los Hermanos Dorados o los Tres Heraldos han ganado gran renombre por sus impresionantes logros. En otros tiempos, uno entre los Capitanes Escudo asumirá el mando supremo de alguna misión especialmente importante, sus pares le prestarán su habilidad marcial y su consejo estratégico. La decisión de quien lidera en tales momentos es raramente difícil, porque los Capitanes Escudo son francos al discutir sus respectivos méritos y rápidos en reconocer si ellos, o uno de sus compañeros, es la elección más apropiada. Así es como los Capitanes Escudo ejemplifican el acercamiento pragmático de su organización para lograr la victoria en nombre del Emperador.

Equipados con las armas más raras y poderosas del Imperio, cada uno de estos legendarios luchadores dirige al Adeptus Custodes contra toda clase de amenazas que se oponen al Emperador, Sus obras y Sus dominios, y en la Gran Cruzada, estuvieran ya al frente de una docena de sus hermanos enviados para acompañar a una de las Legiones Astartes a la batalla, ya al mando de un millar de Custodios para despejar el camino del Emperador en algún mundo de las oscuras fronteras, portaban consigo el poderío de los Diez Mil manifestado en un único guerrero indomable.

Capitanes Escudo conocidos

  • Aadilus.
  • Adronitus.
  • Archturus Paliades.
  • Anatolyn Ganorth.
  • Borsa Thursk.
  • Daryth.
  • Ganorth.
  • Hasturias Calaxor.
  • Heraclast Vadrian.
  • Knoldos Araldor.
  • Nathadian Steale - Líder de la Compañía Escudo Águilas Vigilantes.
  • Oldorian Mefistal.
  • Rothrian Ganyth.
  • Thetus.
  • Tybalus Maxin.
  • Tybanus Lencilius.
  • Valerian - Capitán Escudo de la Cámara Palaiologiana de los Hykanatoi.
  • Yorta’karin Desmodages.

Armamento

Normalmente, un Capitán Escudo va armado con una armadura custodia con halo de hierro, una lanza guardiana, un misericordia y granadas de plasma y perforantes. Puede equiparse adicionalmente con bombas de fusión, alcaudones Arae, traspondedor de teleportación, pistola arqueotecnológica, escudo Praesidium, armas digitales láser y/o un ciber-familiar. También puede sustituir su lanza guardiana por una espada centinela, un guantelete de energía solerita, una o dos garras de energía soleritas, una lanza pyrithita, una lanza adrastita o una lanza modelo.

Fuentes

  • The Horus Heresy VII.
  • Codex: Adeptus Custodes (Ediciones 7ª y 8ª).
  • Watchers of the Throne: The Emperor's Legion (Novela), por Chris Wraight.
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